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144: Capítulo 144.

¡Sorprendido!

¡Encantado!

Molesto…

VI 144: Capítulo 144.

¡Sorprendido!

¡Encantado!

Molesto…

VI Editor: Nyoi-Bo Studio —Bueno…

—Lu levantó sus labios de manera gradual—, ella es tu futura esposa.

—¡Lu Zhaoyang!

—Quiero decir, yo no estaba equivocada, ¿y si algún día te cansas de mí y quieres una nueva esposa?

—dijo Lu, con una sonrisa tiesa, como si le estuviese haciendo una broma burlona.

Pensó que la comedia sería la mejor política para ese momento.

—¿Qué tal si anunciamos nuestra verdadera relación durante la celebración esa?

Mi amor, tienes que pensar las cosas con la cabeza fría.

Lo que se debe decir y lo que no, supongo que no debo enseñarte desde la A hasta la Z, ¿verdad?

—susurróél mientras agarraba el brazo de Lu con más fuerza, provocando que su cara un poco regordeta se hinchara como la de un pez globo.

Huo era un hombre espontáneo que seguía sus deseos, ya que casi de inmediato fue con su boca tras los fruncidos labios de Lu, y comenzó a mordisquearlos.

Él aflojó sus manos, pero el ataque se tornó más vigoroso.

Se retorció dentro de su cavidad de manera forzada, como si fuese un castigo por el mal uso de palabras que había hecho ella.

Lu, luego de la repentina exaltación, se sentía mareada por la falta de oxígeno.

Perdió conocimiento de su ser, hasta que volvió a abrir los ojos, los cuales brillaban consumidos por la fatiga luego del ataque, y sus mejillas sudadas.

Huo sonrió de manera traviesa.

Sus ojos se retorcieron con deseo y su aliento era tan caliente como el fuego del infierno.

«¡Qué hombre diabólico!».

Ella no pudo evitar tomar unas bocanadas de aire, tuvo que despedirse de sus vacaciones en la playa de mala gana, mientras que con su teléfono cancelaba su pasaje.

Huo descansó contra ella, cerró sus ojos y su respiración se calmó.

Horas más tarde, bajo el permiso del hombre rico más joven del mundo, que le otorgaba probablemente el asiento más frío de primera clase, Lu se enteró que la maldita Blanca Nieves los había estado esperando en el aeropuerto todo este tiempo.

«Es más bien como si estuviera esperando a su príncipe montado en un caballo blanco.

Quiero decir, miren esa sonrisa tonta que hizo al ver a Huo.

Apuesto a que sonreirá de manera dulce, con su mano sacudiendo un pañuelo invisible, diciendo: “Hermano Ting…”».

—Hermano Ting…

—dijo Mo Shan, con una sonrisa tonta, sacudiendo su mano de manera apasionada.

«Te lo dije…».

A Lu casi le dio un paro cardíaco al escuchar la voz, que era tan dramática que podía inducir espasmos.

Por supuesto, la dulce sonrisa no duró.

Los ojos de Mo Shan se tornaron fríos en cuanto Lu salió del carro.

Lu casi creía haber oído algunas malas palabras salir de la boca de Mo Shan.

—¡Oh, qué placentera coincidencia!

¡La hermana también está aquí!

«Que adjetivos más trillados».

Mo Shan rio mientras giraba con gracia nuevamente hacia Huo, planeando asegurarse encima de su hombre, el cual de todos modos parecía haber desaparecido de la escena.

En otras ocasiones, Mo Shan había intentado agarrar a su príncipe, pero el hombre era escurridizo y difícil de encontrar.

El paso por migraciones fue mucho más difícil de lo que Lu imaginó.

Sintió paz finalmente al enterarse de que estaba sentada en una fila del otro lado de la cabina.

Mo Shan estaba con Huo en otro lugar.

La aliviada protagonista levantó la ventana y miró el escénico cielo alto.

Cerró sus ojos, mientras tarareaba su canción favorita, pensando en la libertad que anhelaba y…

—Quiero mi soda, hermana.

—… «Estaba teniendo mi momento, ¿señor?

¡Ugh, más te vale que tengas un tanque de oxígeno en tu avión porque te voy a ahorcar y…

UGH!

De verdad, ¿por qué llamar a tu hermana por bebidas carbonizadas cuando tienes a tu prometida al lado tuyo?».

—Hermano Yunting, está bien.

Yo llamaré al personal por ti —dijo Mo Shan de manera amable, mientras que buscaba el botón.

—Ella es el personal.

Es mi secretaria y es lo que se supone que debe hacer.

Además, mi hermana es quien mejor me conoce.

—Huo se volteó hacia ella—.

¿VERDAAAAAAD?

Lu no quería seguir escuchando esto, por lo que se levantó de su asiento para servirle soda al hombre.

En cuanto se sentó con el vaso de soda, Huo hizo un nuevo pedido.

—Estoy antojado de comida japonesa.

¿Sushi, por favor, mi querida hermana?—.

Y en cuanto Lu se paró, apretando los dientes, él agregó: —Hecho con tus propias manos, por favor.

Soy del tipo de personas que prefieren las comidas de casa.

«Sí señor, por supuesto.

Es tu jet privado, seguro que te lo puedo preparar.

Juro que será”delicioso”».

Ella fue a apilar las bolas de arroz para el hombre, sin olvidarse de agregar una gruesa capa de wasabi.

—Es sushi al estilo Lu, disfrútalo —murmuró ella mientras que ponía un plato frente a Huo.

Sin embargo, él lo ignoró.

—… Lu levantó su palma, tratando de resistir el impulso de golpear su cabeza.

Eventualmente lo logró, escupió su lengua y volvió a su asiento.

Por lo menos Huo se comportó por el resto del vuelo.

Sin embargo, Lu sintió como su corazón se aceleraba cuando estaban aterrizando.

Era como si algo fuera a pasar en ese momento.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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