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42: Capítulo 42.

Fiesta de cumpleaños VI 42: Capítulo 42.

Fiesta de cumpleaños VI Editor: Nyoi-Bo Studio  El ver que no estaba la tranquilizó un poco.

Luego de un profundo sueño y algunas píldoras, Lu podía sentir que el mareo en su cabeza se aliviaba.

Se sentía mucho mejor.

Ella tocó su frente.

«Hm, no está tan caliente como antes».

Lu Zhaoyang se levantó de la cama y miró el reloj.

«Wow, son casi las doce.

¿Literalmente dormí dos horas?».

Unos ligeros pasos y susurros la detuvieron cuando estaba a punto de irse.

Especialmente porque esas voces no sonaban nada parecidas a la de Huo Yunting.

Ella estaba desnuda en ese momento, gracias al gran pervertido que se arrepentía de haber conocido.

Sintiendo pánico mientras caminaba hacia la puerta, su lucidez hizo que por lo menos se cubriera rápidamente con la remera blanca que Huo Yunting había colocado cerca.

Sus pasos eran suaves, muy suaves, ya que tenía miedo de ser descubierta.

Sus oídos estaban enfocados en la puerta para tratar de descifrar qué estaba sucediendo allí.

A pesar de su esfuerzo, los susurros se mantuvieron como tales, lo que la hizo poner aún más nerviosa.

«¿Quiénes son estas personas?

¿Porque están hablando tan bajo?

¿Había una conspiración?

¿Qué querían?».

Su cuerpo se tensó ya que no se animaba ni a tragar saliva.

En el medio del suspenso, había llegado a una pista, y finalmente escuchó algo afuera.

—Si señor, no se preocupe.

Usted no está en las manos equivocadas.

«¿Esa voz?

¿Huang Dong?».

Huang Dong era el miembro de la junta que exigía que fuera despedida por el pequeño “error” en el contrato.

«Pero, ¿quién es este “señor” al cual le está hablando?

¡¿Está haciendo un reporte?!

¡¿Eso significa que hay otra mente maestra detrás de esto?!».

Huang Dong estaba en la oficina del presidente, justo afuera del baño en donde se encontraba Lu.

Él tenía un par de bichos en la mano, no bichos de insectos, sino bichos como los dispositivos para espiar.

Fue al estante detrás del escritorio de Huo e instaló uno allí y continuó buscando el siguiente lugar seguro para sus oídos ocultos.

—Gracias señor —colgó el teléfono y miró alrededor.

Eventualmente se decidió por instalar uno justo debajo del escritorio.

Sintiéndose satisfecho, miró con desdén mientras sacaba su teléfono para enviar un mensaje a su informe.

Se marchó cautelosamente.

(Mientras tanto en el otro lugar) Un misterioso hombre se paró frente a la gran ventana.

Su teléfono sonó.

Era un mensaje de Huang Dong.

Aparentemente fue una misión cumplida.

Sin preocupación alguna, volvió a guardar el teléfono.

El sol deslumbraba peculiarmente, pero al parecer no se vio afectado por él.

Su cuerpo estaba erguido y sus ojos seguían abiertos.

La luz del sol de la tarde cayó sobre su cuerpo alto y delgado, como el aura de Michael.

Era una silueta de otro mundo, una autoridad incuestionable.

Sin embargo, se percibía un sentimiento de soledad, como de haber sido abandonado por el mundo.

(Nuevamente en la oficina de Huo) Lu podía oír los pasos de Huang Dong extinguiéndose, y el sonido de la puerta cerrándose la convenció de salir del baño.

La oficina se sentía de alguna manera…

un poco diferente.

Los documentos de Huo, los contratos, los documentos secretos, todos seguían allí.

Pero Huang Dong no podría haber entrado y no haber hecho algo… —Hombre debo estar loca —murmuró Lu mientras imaginaba a Huang Dong viniendo para instalar micrófonos en la habitación.

Probablemente haya visto muchas películas en el último tiempo.

Confiando en sus instintos, Lu comenzó a investigar la habitación cuidadosamente.

Buscó en la alfombra, la silla, el sofá.

Al principio no pudo encontrar ningún dispositivo, hasta que llegó al fondo del escritorio del Huo.

«¡Ahí está!».

El corazón de Lu se aceleró.

No podía creer que después de todo, no era solo su imaginación.

«Huang Dong se mantuvo callado luego de terminar la llamada.

Aquí debe haber más de uno».

Ella luego salió de debajo de la mesa en silencio, muy silenciosamente.

Tan silenciosamente que cada respiración suya estaba controlada.

Si había un dispositivo en la habitación, ella no debía hacer ningún ruido.

Y fue allí cuando un libro de tapa negra llamó su atención.

Había un bulto en el libro, pero se camuflaba tan bien con el negro que era difícil distinguirlo a primera vista.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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