Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

61: Capítulo 61.

En el ojo de la tormenta 61: Capítulo 61.

En el ojo de la tormenta Editor: Nyoi-Bo Studio Qué jugada la del Presidente Huo Yunting, justo cuando todos los reporteros estaban allí con sus grabadoras y cámaras.

Él la empujó literalmente al ojo de la tormenta.

«¡Huo Yunting!

¡Lo hiciste a propósito!

¿No es verdad?».

¿Se estaba vengando o estaba simplemente probando algo?

Era un caballero tan amoroso cuando la acariciaba frente a los ojos del público, pero una sola persona en todo el salón sabía que todo eso no era más que una actuación.

—Gracias señor —dijo ella y sonrió brevemente.

Bueno, ya estamos en este punto, el show debe continuar.

Se sentaron cuando el aplauso aminoró y esperaron a que se presente el último artículo.

Era molesto permanecer al borde de los nervios todo el tiempo, especialmente cuando su hombre era realmente “útil” con su naturaleza sociable y “amistosa”, mientras disfrutaba charlando con Mu Xuan.

¡Casi tuvo la necesidad de quitarse el collar del cuello solo para golpear a Huo en la cara con este!

—Oh Huo, mi hermano, gracias por tu generosa donación —dijo Mu Xuan mientras alzaba su copa hacia él—.

De repente me aparecieron 30 millones en mi cuenta bancaria, todo gracias a ti.

Como hermanos, no son necesarias más palabras.

¡Salud!

Luego de esto Huo bebió la copa de vino entera, mirando a Lu alegremente.

—No es nada —dijo Huo y bebió un sorbo—, solamente invítame más tragos la próxima vez.

—¡Seguro, no hay problema!

—— La anfitriona anunció que la subasta había terminado oficialmente, pero nadie se animaba a dejar la escena, no antes de que el señor de los 30 millones iniciara su retirada.

Gracias al pequeño gesto de Huo, una gran multitud de periodistas habían invadido el portal afuera, esperando a tener un momento con el dominante presidente.

Las cámaras brillaron como estrellas parpadeantes en el cielo en el segundo que Huo abrió la puerta como un ganador.

Avanzó hacia adelante, con una mano aún en la cintura de Lu.

El titular después de esta noche, sin duda, sería interesante.

—¡Hola, Presidente Huo!

He oído que ha invertido 30 millones en un collar, ¿es ese que tiene ella en su cuello?

—preguntó un reportero.

—Dejando eso de lado, ¿no crees que luce bien en ella?

—Huo Yunting sonrió orgulloso al preguntar ya que sentía que el precio lo valía para ser usado por su mujer.

—¡Si señor, luce muy bien!

—¡La hace lucir más encantadora!

—los cumplidos caían sobre la pareja como balas, y se hicieron cada vez más fuertes.

La torpe sonrisa de Lu comenzó a temblar.

—Hey, President Huo, si me lo permite, ¿qué sucede entre usted y esta señorita?

—después de todo, esa era la pregunta de la noche.

Bueno, era bastante obvio que la relación entre ellos no era para nada simple.

La pregunta sorprendió a Lu, quien se estremeció mientras que se intensificaba la frecuencia de los flashes de las cámaras.

Huo Yunting descansó su mirada en ella y gradualmente se le escapó la siguiente declaración —Nosotros… «¡¿Nosotros qué?¡¿Qué somos?!».

Lu podía sentir sus palmas sudando.

El silencio reinó por unos momentos, y luego el presidente en cuestión levantó su cabeza nuevamente y con su sonrisa característica miró a la cámara y dijo: —Somos bastante cercanos.

«¿Cercanos?

¿Bastante cercanos?

¿Qué tanto?».

Esa respuesta solo consiguió poner a Lu aún más nerviosa.

Cuando se trataba de jugar con las palabras, nadie lo hacía mejor que el presidente.

—¿Bastante cercanos?¿Qué tanto?

—¿Es su novia?

—¿O a lo mejor…su prometida?

Los reporteros comenzaron a lanzar sus propias especulaciones, las cuales eran más y más ridículas a medida que continuaban hablando.

El presidente sostuvo a su mujer y dio una sonrisa final antes de salir de la multitud.

Nuevamente en su Rolls-Royce, Lu apoyó su cabeza en la ventana y miró para afuera, finalmente podía respirar.

Los ojos de Huo Yunting seguían vagando sobre su mujer, quien estaba muy cansada como para discutir.

—¿Que sucede?

—dijo él, burlándose mientras se inclinaba hacia ella—, ¿dije algo malo en la puerta?

¿No somos lo suficientemente cercanos como para estar a una distancia negativa?

Rompí el límite después de todo, con algunos ejercicios.

—Hmph —bufó ella.

Ella sabía a lo que él estaba jugando esta noche.

«Quiere meterse conmigo, ¡como de costumbre!

Si algún día Huo Yunting dejara de abusarme mentalmente, tendría que avisarle a la policía».

—Hmm, parece que tengo que ir más profundo esta noche.

Así te acuerdas.

Se recostó en su asiento con los ojos cerrados.

Lu estaba allí, cruzando sus dedos, sonando sus dedos, respirando hondo, tratando de mantener sus sentidos, aunque no estaba segura de cuándo volvería a estallar.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo