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721: Te Reto A Que Te Vuelvas A Mover 721: Te Reto A Que Te Vuelvas A Mover Editor: Nyoi-Bo Studio 720 —Señorita, coma despacio.
Ya me voy.
Wen He hizo sus palillos a un lado.
—¡Haz que Huo Chen me traiga la comida la próxima vez!
—…
Song Shou simplemente caminó más rápido y se fue.
—Hey, ¡¿me oyes?!
Wen He rugió pero Song Shou ya había desaparecido.
En su rabia, echó el contenedor térmico.
A la mañana siguiente, Song Shou le llevó la comida.
Wen He protestó, pero era tristemente inútil.
Y así como así, cinco días pasaron y Huo Chen nunca apareció.
Song Shou la ignoraba o se iba inmediatamente después de dejar la comida en la celda, resistiendo sus berrinches, sin darle la oportunidad de obtener información alguna.
No pudo evitar comenzar a sentirse frustrada a medida que el tiempo pasaba lentamente, e incluso con un poco de desesperación, lamentando entonces haber sido tan obstinada.
Se preguntaba si Xiao Bai vivía o no.
Ella misma estaba encerrada en este lugar olvidado por Dios.
No había nada que pudiera hacer.
Y estaba Huo Chen…
¿Realmente él le tendió una trampa?
¿Hacer que se rindiera y luego capturarla a ella y a Xiao Bai de un solo golpe, antes que usar la fuerza para hacerlos obedecer?
Wen He se deslizaba lentamente por el muro, mientras la desesperación de sus ojos era reemplazada por determinación.
Si Huo Chen realmente le mintió, ¡que se diera por muerto!
En ese momento, oyó unos pasos acompasados.
Wen He rápidamente ordenó sus emociones y miró hacia donde provenía el sonido.
Solo vio a Yang Yi, delante de un grupo de soldados de cara sombría, deteniéndose ante su celda.
Sin andarse con rodeos, preguntó: —Wen He, te lo pregunto por última vez, ¿has considerado esta proposición?
Wen He sacudió sus esposas y se burló: —Y mi respuesta sigue siendo la misma, traiga a Huo Chen aquí, o no habrá nada que discutir.
Yang Yi en cambio le dijo con desdén: —Ya que tanto quieres morir, que así sea.
—¡Hombres!
Levantó el brazo, al tiempo que alguien abrió inmediatamente la puerta y agarró del hombro de Wen He sin ninguna cortesía empujándola bruscamente fuera de la celda.
—¡¿Qué está haciendo?!
El pánico pasó por sus ojos mientras intentaba luchar.
Y mientras la estaban esposando, no podía siquiera lanzar un puñetazo.
Un momento después, se agachó, hizo un barrido con su pierna derecha y mandó a dos tipos al suelo.
Antes de que pudiera levantarse, sintió un objeto duro y frío contra su sien.
—Te reto a que te vuelvas a mover.
Wen He se tensó y miró furiosa a Yang Yi.
—¿Qué, quiere torturarme como lo hizo con Xiao Bai?
¡Cómo un simplón como usted se convirtió en un Teniente General está más allá de mi entendimiento, sólo es capaz de usar técnicas de tercera categoría!
Yang Yi se mofó de nuevo, al tiempo que su paciencia se le agotó en la fría mirada.
—No te preocupes, no te haré nada.
Ya que eres tan insolente, tampoco te forzaré.
Como criminal buscado, te enfrentarás a la justicia.
¡Te enviaré al tribunal militar, y te pondré tras las rejas por el resto de tu vida!
¡No te preocupes, conmigo cerca, no habrá posibilidad de reducción de la sentencia!
—…
La expresión de Wen He cambió y el pánico agitó su respiración.
—¡Llévensela!
Le sostuvieron una vez más y Wen He intentó resistirse.
Sin embargo, el frío barril de acero detrás de su cabeza la detuvo.
Ella estaba en pánico e indefensa.
Sólo podía verse arrastrada fuera de la cámara subterránea.
¿Qué debería hacer?
¡Si esto continuaba así, su vida estaría acabada!
La meta que tanto arriesgó, casarse con Huo Chen y venir a la base, ¡también se terminaría!
¡Wen He intentó ganar tiempo y alguien a su derecha le dio una fuerte patada en la rodilla!
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