Brujo del mundo de magos - Capítulo 1139
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1139: Capítulo 1139 – Las Negociaciones 1139: Capítulo 1139 – Las Negociaciones Editor: Nyoi-Bo Studio —¿Quieres atacar a Malar?
—la mirada de Umberlee mostró que estaba considerando la idea—.
Somos del mismo alineamiento…
—Pero no de la misma alianza —respondió Leylin rápidamente—.
Los dos trabajamos en el mismo dominio, nunca nos pondremos de acuerdo.
Envió a su personificación a atacarme durante mi ascenso…
—Jeje…
—la diosa del océano sonrió e irradió un aura frenética.
Ella siempre había sido temperamental—.
¡Bien!
Como te debo una, te ayudaré.
—No, creo que no me entiendes.
No quiero que me ayudes por el contrato.
Solo espero que, ya que eres mi aliada, puedas detener a los dioses orcos en mi lugar…
—dijo Leylin.
—¿Los orcos?
—en ese momento, Umberlee sintió que era imposible entender a ese nuevo dios.
—¡Ajá!
Es el enemigo de un enemigo, después de todo.
¿No crees que soy mejor aliado que Malar?
—Leylin parpadeó.
—Ja, ja…
¡Interesante!
Qué interesante…
—Umberlee estalló en carcajadas; las terroríficas ondas fantasmales que se movían detrás de ella en la oscuridad demostraban su poder.
Las ondas azules formaron un pasillo y Leylin y Umberlee se desvanecieron lentamente.
… En el norte, dentro de una habitación subterránea oculta, había numerosas runas distorsionadas talladas en cada esquina de la pared.
Si uno miraba de cerca, se podía sentir el poder de los encantamientos profanadores sobre ella.
Fue allí donde Fagus y Anya Bane se sentaron juntos a discutir a gusto distintos asuntos.
—Padre…
Simplemente no entiendo qué hacemos aquí.
Podemos estar pidiéndoles ayuda, pero les estamos permitiendo manejar todo lo que tiene que ver con nuestra familia…
—el rostro de Anya estaba levemente ruborizado.
Había visto a su padre entregar el negocio y las conexiones secretas por las que ella misma había trabajado durante años y no podía evitar sentir que su corazón sangraba.
En su mente, ¡todo eso le pertenecía!
Ahora, la Iglesia de la Serpiente Gigante se había llevado todo sin ningún esfuerzo.
Con solo un pensamiento, ¡podrían destruir fácilmente el Grupo Comercial de Neón y a la Familia Bane!
—Necesitas ver los hechos, Anya.
La iglesia sólo nos ayudaría después de que entregáramos todo…
—Fagus parecía tranquilo, algo brillaba en sus ojos—.
Además…
intentar engañar a la iglesia de un dios verdadero es una idea extremadamente tonta.
No somos uno de los grandes grupos de negocios, no tenemos derecho a ser tan altaneros…
Las experiencias de Fagus le permitían conocer el terror de la iglesia de un dios verdadero.
Los dioses nunca morían por la edad y muy pocas deidades habían sido asesinadas en el Mundo de los Dioses, básicamente ninguna en miles de años.
Eso permitía que las iglesias vivieran cómodamente en el plano material principal.
Incluso si eran exterminadas, igualmente podían regresar.
Comparado con la Iglesia de la Serpiente Gigante, el Grupo de Comercial de Neón era solo una hormiga.
A Fagus le parecían graciosas las preocupaciones de su hija.
La Iglesia de la Serpiente Gigante necesitaba sus canales y conexiones en el norte, pero ¿la riqueza reunida por la Familia Bane?
Probablemente ni siquiera podría estar a la altura de un palacio en el reino divino, ¿verdad?
Además, el Grupo Comercial de Neón no era poderoso, eran los que estaban pidiendo ayuda.
¿Quién se atrevería a negociar con la Iglesia de la Serpiente Gigante?
—Lo siento, Padre…
Fui demasiado imprudente…
—Anya pareció darse cuenta de sus errores.
Había actuado de manera demasiado llamativa frente a su padre y ahora bajaba la cabeza, avergonzada.
—Ajá…
es mejor si entiendes esto…
—Fagus miró a su hija más destacada y sintió que todavía necesitaba guiarla.
El Mundo de los Dioses era principalmente un patriarcado y la jovencita no podía compararse.
Sin embargo, Anya acababa de ser demasiado sobresaliente.
Si ella podía encontrar un esposo dentro de la familia y permanecer allí, sería muy útil para el desarrollo de su negocio.
Fagus, por lo tanto, comenzó a hablar en voz baja: —Un dios recién ascendido tiene vastas perspectivas a futuro.
Aquellos que siguen a una iglesia durante su nacimiento, lógicamente obtendrán grandes beneficios al final.
Piensa en los negocios principales del continente, ¿cuál de ellos no está respaldado por un dios verdadero?
Todo se reduce a los méritos que obtuvieron cuando se fundó la iglesia…
Parece que mi padre piensa muy bien de este dios.
Pensó Anya.
Pero luego, ella se rió de sí misma en tono de burla; ¿en qué dios verdadero no valía la pena que el Grupo Comercial de Neón invirtiera todo?
El Dios de la Masacre…
¿Qué clase de dios es este Kukulkan?
murmuró Anya por lo bajo, con un rastro de admiración en la voz.
Ella todavía veneraba y adoraba a los seres más superiores del Mundo de los Dioses.
—¡Ten cuidado con lo que dices!
Incluso con la protección de las palabras demoníacas, no debes pronunciar el nombre de un dios verdadero sin cautela.
Lo sentirán a menos que estés en un reino divino o cerca de otros dioses…
—Fagus de inmediato se vio serio.
—Comprendo.
Lo lamento…
—Anya se cubrió los labios rojos mientras miraba a su alrededor, como si temiera que el Dios de la Masacre saltara de repente.
—Jeje…
Un ser poderoso como ese tiene millones de tareas para resolver todos los días.
Hay muy pocas posibilidades de que te noten…
siempre y cuando no tengas la peor suerte…
—Fagus vio cómo estaba actuando su hija y eso le provocó una risita extraña.
Finalmente se relajó; no había notado la mirada astuta en los ojos de Anya—.
En realidad, sé un poco acerca de este ser…
—le dijo Fagus a Anya—.
¿Recuerdas al brujo legendario más joven del mundo?
—¡Por supuesto!
—Anya asintió—.
Sé todo sobre sus logros…
También está la riqueza de la Familia Faulen, y la gran oportunidad de negocios en los mares del sur es una noticia reciente.
Recordé que todo se apagó de repente…
Había demasiados halos figurados en la cabeza de Leylin.
Hasta ese punto, seguía siendo el ídolo y amante ideal de muchas damas nobles que no conocían los detalles internos.
—Es el maestro actual de la Iglesia de la Serpiente Gigante.
¡Leylin Faulen es el Dios de la Masacre!
—dijo Fagus con frialdad.
—¿Qué?
—Anya estaba realmente sorprendida.
—Parece que abandonó su antiguo nombre cuando ascendió y apareció con uno nuevo.
Aunque no es común, ha sucedido antes…
Las otras iglesias, especialmente las del Dios de la Justicia y la Diosa de la Red, han sellado toda la información con respecto a él por alguna razón.
Es por eso que muchos en el continente todavía no pueden asociar a los dos nombres…
—Fagus se rio entre dientes mientras revelaba un secreto.
—Esto…
esto…
qué gran aptitud.
Sin los restos de los dioses de generaciones anteriores, se convirtió en un dios…
—Anya ya no tenía planes en su mente.
Se sentía ridículamente inferior en comparación con Leylin.
—El imperio nativo en la Isla Debanks se convirtió en parte del reino divino del poderoso dios, por lo que el mar del sur cayó en el comercio.
Eso impactó en bastantes reinos costeros…
—relató Fagus.
A pesar de que le estaba dando una idea aproximada, Anya ya estaba totalmente conmocionada—.
La razón por la que te digo todo esto es para informarte que un ser tan poderoso y con tanto talento definitivamente tendrá un objetivo previsor.
Por eso, no intentes nada y sírvele con sinceridad.
¡Solo así obtendrás su aprobación!
—concluyó Fagus.
—¿Es por eso que Padre entregó todo el control?
—Anya parecía haber entendido algo.
—Ajá.
También enviaré a algunos de tus hermanos menores a la iglesia para estudiar el sacerdocio y aprender los caminos de los cazadores de diablos…
—con una comprensión apresurada del ascenso de Leylin, Fagus abandonó completamente cualquier otro pensamiento.
Sabía que cualquier ser que pudiera ascender en un ambiente tan cruel era extremadamente aterrador.
Además de ser más poderoso que los demás, ¡su astucia también era impecable!
¡Intentar algo con un ser como ese era como buscar la muerte!
Por eso, decidió jurarle su lealtad.
La decisión de enviar rehenes básicamente significaba poner todo en la Iglesia de la Serpiente Gigante.
Incluso si sus planes fallaban, la Iglesia de la Serpiente Gigante se mantendría completamente segura.
A lo sumo, perderían unas pocas potencias externas.
Sin embargo, la Familia Bane sería eliminada por completo.
Por otro lado, ¡las ganancias del éxito definitivamente superarían la imaginación de Fagus!
—¿Qué debo hacer, padre?
—Anya miró a su padre y sintió que todavía tenía mucho que aprender.
Especialmente en cuanto a tomar decisiones según el panorama general, algo imposible para la persona que todavía estaba preocupada por los asuntos menores.
—¡Ten fe en el Dios de la Masacre y sírvelo con sinceridad!
—respondió Fagus con seriedad—.
Por supuesto, necesitarás ayuda.
He usado mis conexiones para que te quedes cerca de una santa.
Tendrás que actuar bien…
—Santa…
¿esa sería Bárbara?
—los ojos de Anya brillaron.
—¡Sí!
Ella es una santa que el propio Dios de la Masacre eligió y tiene una posición muy alta en la Secta de la Serpiente Gigante.
Incluso se dice que ella es más poderosa que las otras santas y solo la supera el papa…
—Fagus miró a Anya insinuando algo.
—¿Te refieres a…
que debo cualquier cosa, sin importar el costo, para ganar su favor?
—Anya asintió expresando su comprensión de la situación y su determinación de seguir adelante.
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