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Brujo del mundo de magos - Capítulo 1141

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  3. Capítulo 1141 - 1141 Capítulo 1141 – Sabueso
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1141: Capítulo 1141 – Sabueso 1141: Capítulo 1141 – Sabueso Editor: Nyoi-Bo Studio Mientras caminaban por un sendero empedrado, Bárbara de volteó de repente y miró a Anya.

—¿Qué sucede, Santa?

—Anya, que aún estaba sorprendida por la demostración de Bárbara, de repente sintió que su corazón se hundía, como si la hubiesen descubierto.

—¿Sabes…

quiénes son esos niños?

—los ojos negros de Bárbara tenían las características de los nativos, pero eso no importaba.

En realidad, hacía que Anya quisiera acercarse más a ella.

—Deben ser los refugiados y esclavos que huyen del norte, ¿verdad?

Se ha vuelto algo común en las últimas décadas.

¡Qué Santa Bárbara los acepte es un acto de bondad!

—Anya, lógicamente, sabía de dónde venían esos niños.

Desde que se había desatado el caos en el norte, los refugiados y los esclavos en fuga que no podían soportar el trato hostil de los orcos estaban por todas partes.

Desafortunadamente, ni siquiera allí tenían garantizada una vida mejor.

Congelarse o morir de hambre eran cosas tan comunes que había montañas de esqueletos a los costados de cada camino en las llanuras.

Si la situación era tan mala para los adultos, los niños sufrían aún peor el desgaste.

De no haber sido por la ayuda de Bárbara, aquellos diablillos probablemente habrían muerto de hambre o frío en poco tiempo.

No había nada malo en considerar buenas sus acciones.

—Sí, ¡un acto de bondad!

—reiteró Anya—.

Anya…

¿Sabías que el Señor tomó un grupo de refugiados y niños del norte cuando el alboroto comenzó?

Él los crio y convirtió a esos huérfanos en sacerdotes y eruditos…

Ahora, cuando los nietos de esos sacerdotes regresan al continente, descubren que sus hogares han sido destruidos por la guerra.

Las cosas parecen estar aún peor que antes…

Grandes familias, comerciantes e iglesias tomaban un cierto número de niños antes, pero ahora…

El mercado está lleno.

Lonce y los demás no tienen otro lugar donde ir y solo pueden morir de hambre…

Aunque no era una afirmación simple, Anya pudo ver el un destello en los ojos de la santa.

—¡Anya!

—gritó Bárbara de repente.

—¡Sí!

—Anya avanzó preocupada.

—¿Estás dispuesta a cambiar el norte conmigo?

—¿Ella desea liberarse del caos de la guerra y ayudar a los plebeyos a recuperarse?

—pensó Anya, que estaba sorprendida, ya que no esperaba esos deseos de la santa.

Pero otro pensamiento ocupó su mente justo después, lo que la dejó anonadada—.

Un momento…

Con su estatus, bien podría ser una orden del Señor.

Quizás…

¿Es una batalla divina más aterradora que la del reino mortal que está por descender sobre nosotros?

El corazón de Anya se llenó de miedo en ese momento, pero igualmente logró asentir con rigidez.

—¡Bien!

Confío en la lealdad de la Familia Bane y también en tu fe en el Señor —Bárbara asintió satisfecha.

—Emm…

Santa, ¿puedo saber cuáles son las intenciones de la iglesia al finalizar esta guerra?

—preguntó Anya cuidadosamente.

—Primero nos enfocaremos en el comercio de sangre sacrificial entre tu familia y la Tribu Sangrenegra.

Se lidiará con esa esencia de sangre…

—Bárbara le echó un vistazo a Anya.

—¿La iglesia ya sabe todo?

—la voz de Anya mostraba su ansiedad.

Después de todo, no todas las iglesias podían tolerar esas cosas.

—Masacrar plebeyos, comprar esclavos para ser asesinados y consentir a los dioses malvados de otras razas…

—Bárbara contó con los dedos mientras grandes gotas de sudor frío caían por el rostro de Anya—.

Cualquiera de esos pecados es suficiente para que tu familia sea enviada a la perdición eterna.

No obstante, afortunadamente, la Familia Bane continúa teniendo cierta utilidad para nuestro maestro…

—la amenaza en su voz era obvia.

—¡Sí!

¡La familia seguirá las instrucciones de la iglesia!

—garantizó Anya.

—¡Bien!

—Bárbara sonrió un poco, aunque Anya no tenía derecho a negarse—.

Continúa con el comercio con la Tribu Sangrenegra.

Sólo necesito que tu gente esté a cargo…

—Será como usted diga…

Pero…

—había un extraño indicio de duda en la voz de Anya.

—Habla, ¿hay algún problema?

—la sonrisa en el rostro de Bárbara no cambió, pero Anya pudo sentir que el ambiente se enfriaba en un instante.

—Bueno…

Nuestra familia solo está a cargo de reunir y procesar la esencia de sangre.

El poder principal aún recae en una gran empresa.

También están a cargo de ayudarnos a contactar a la Tribu Sangrenegra y tomar beneficios de nosotros a cambio de ser los intermediarios…

Las palabras de Anya sugerían que el contrabando en el imperio orco se había desarrollado en la oscuridad del norte.

Era una broma tal que incluso los superiores de la Alianza Luna Plateada estaban en acción.

Abundaban los rumores de que el Viejo Mago Elminster tenía acciones en la operación y los sacerdotes de la riqueza actuaban como garantías.

—Todo el comercio con Bosque Lunar está controlado por el Grupo Comercial Lunanegra.

Solo somos comerciantes deambulantes…

—los labios de Anya se curvaron en una sonrisa irónica.

—¿El Grupo Comercial Lunanegra?

No parece ser tan poderoso en el norte, ¿no?

—la confusión inundó la mirada de Bárbara.

—Es un gran grupo comercial que se ha establecido en secreto.

Se formó en el mercado negro con las filiales de otras empresas a gran escala.

Controla más del 60% del comercio en el norte —los ojos de Anya mostraban una burla obvia.

—Qué atrevidos…

La reina de Luna Plateada realmente es bastante patética…

—Bárbara sacudió la cabeza.

Aunque no se había topado con esas situaciones durante su vida en la Isla Debanks, tenía suficiente experiencia para entender una gran parte—.

Entonces…

¿Quién es exactamente el que se interpone en tu camino?

Anya respiró hondo antes de escupir el nombre: —¡El maestro del Grupo Comercial Lunanegra es Gloff, el Sabueso Sombrío!

—¿Sabueso sombrío?

Qué apodo tan particular…

—Bárbara se echó a reír.

—Siempre se ha escondido en las sombras, como un lobo hambriento que no deja ir siquiera la carne podrida.

Incluso los salvajes temen por su codicia y su violencia…

—los hombros de Anya temblaron como si hubiera pensado en algo aterrador.

—¡Qué interesante!

—la sonrisa en el rostro de Bárbara se ensanchó—.

Ayúdame a concertar una cita con él…

Las empresas oscuras como el Grupo Comercial de Neón y el Grupo Comercial Lunanegra tenían medios para transmitir la información en secreto a pesar de la prohibición superficial sobre la Familia Bane.

No pasó mucho tiempo hasta que Anya recibió la noticia que Gloff había accedido a reunirse.

El lugar para la reunión era un bar subterráneo.

El dueño era una persona inteligente y habían evitado usar un lugar donde los paladines pudieran encontrarlos.

El olor a vino barato impregnaba el lugar, mezclado con tabaco y perfume barato, lo que hizo que Anya tuviera escalofríos.

Sin embargo, cuando vio la verdadera apariencia de Gloff, incluso Bárbara se sorprendió un poco.

Anya simplemente gritó impactada.

El Sabueso Sombrío simplemente se veía demasiado poderoso.

Los caninos sobresalían de su boca y tenía una nariz negra con manchas que se complementaban con los ojos rojos y bestiales.

Su piel estaba unida y llena de arrugas, grasa y carne.

¿Es descendiente de un Shar Pei?

También es una extraña combinación…

pensó Anya para sí misma.

Aquellos seres normalmente eran exterminados al nacer, eran pocos los que sobrevivían, muchos menos los que alcanzaban un poder así.

Quizás había menos de uno en diez mil que podían hacerlo.

—¡Por favor, siéntense, bellezas!

—la voz estruendosa que provenía de la garganta de Gloff hacía que pareciera que estaba hablando con la lengua afuera.

Anya necesitaba esforzarse enormemente para entender lo que decía.

—¡Muchas gracias!

—dijo mientras se reverenciaba con sinceridad, pero, cuando se sentó, sintió una mirada asquerosa que la examinaba.

La sensación de codicia y lujuria de inmediato le causó escalofríos.

Sabueso Sombrío, el rey de la carne en descomposición…

Ese apodo sí que es acertado…

pensó.

—¿Qué sucede, señoritas?

No parecen demasiado satisfechas con cómo las estoy atendiendo…

—Gloff devoró una codorniz frita rellena con pequeños hongos y especias y su lengua pálida carmesí-amarillenta hizo que Anya sintiera nauseas.

—Se trata de la comunicación con el Bosque Lunar…

—ella fue directamente al punto, tragándose la incomodidad.

—Con que se trata de eso…

—Gloff aún estaba llenando su boca de comida.

Un sirviente tomó un gran cuaderno negro y comenzó a pasar las páginas frente a él—.

No tenemos ninguna necesidad en esa zona en ese momento, por lo que los comerciantes nobles tendrán que esperar un poco…

—¿No hay otra forma?

¿No piensas que podríamos discutir la distribución de las ganancias aquí?

—preguntó Anya, tanteándolo.

—No se trata de ganancias —Gloff parecía bastante decidido.

Ya había terminado toda la comida frente a él y algunas zorras sirvientas estaban limpiando su boca con servilletas blancas—.

Pero…

Si la Señorita Anya insiste, podríamos continuar esta conversación en privado…

Jaja…

—el destello rojo en los ojos de Gloff brilló.

…

—Maldición…

Este estúpido sabueso sinvergüenza…

—Anya comenzó a quejarse una vez que llegaron a la calle.

—Realmente lo encuentro muy inteligente…

—Bárbara tiró de su capa negra y reveló su rostro encantador.

—Santa, se refiere a que debería…

—Anya inmediatamente sintió amargura, pero asintió con dificultad—.

Si es por la iglesia, estoy dispuesta a hacerlo…

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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