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Brujo del mundo de magos - Capítulo 1144

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1144: Capítulo 1144 – Reprimenda 1144: Capítulo 1144 – Reprimenda Editor: Nyoi-Bo Studio Los dioses contaban con la fuerza para voltear los cielos y la tierra.

La habilidad divina de Leylin, Realidad Retorcida, ponía en ridículo a cosas como el talento innato o la aptitud.

Incluso mientras el niño estaba estupefacto, se manifestaron algunos cambios en el cuerpo de Lonce.

Antes de que el jovencito tuviera el tiempo de expresar su gratitud, las palabras proféticas de Leylin terminaron y él se desmayó inmediatamente.

El incidente provocó un revuelo a su alrededor.

Los sacerdotes vieron la huella que dejó Leylin en el niño y supieron qué hacer.

Seguramente obtenga otro fanático una vez que la noticia del final de Eric llegue a sus oídos…

pensó Leylin acariciándose el mentón.

Los dioses tenían incontables tareas para completar cada día y, en cierto punto, las acciones de Leylin en ese momento eran una pérdida neta.

No obstante, sus fieles necesitaban un impulso en su moral de vez en cuando.

Como Eric y su familia serían destruidos de cualquier forma, eligió revelar su presencia divina.

—Usemos su muerte para anunciar mi llegada.

Los ojos de Leylin emitieron un resplandor helado.

Umberlee lo había puesto en contacto con los dioses orcos y su dios superior Gruumsh lo había recibido.

Aunque, dicho eso, los orcos no rechazarían a nadie que quisiera unirse a ellos para luchar contra dos dioses superiores.

No obstante, las cosas cambiaron cuando llevaron a Malar.

Gruumsh había tenido una actitud, en el mejor de los casos, ambigua, y había mostrado su incapacidad de hacer algo en el conflicto entre Leylin y el Dios de la Caza.

Lo máximo que podía hacer era permanecer neutral.

Sin embargo, sus reacciones habían llevado a Leylin a sentir que la relación de Malar con los dioses orcos era más cercana que la suya, pero eso era bastante fácil de entender.

Los dioses orcos y bestiales pertenecían a la misma facción y había una base intrínseca para su cooperación.

Malar había sido un aliado por mucho tiempo, por lo que sería más confiable que un extraño como Leylin.

No obstante, aquellos dioses habían malinterpretado los pensamientos de Leylin.

Malar no calificaba para ser su enemigo.

Era una simple presa, no algo a lo que le prestara ningún tipo de atención.

La mirada de Leylin, en cambio, atravesó el espacio y entró en Nueva Luna Plateada.

—Plebeyo ignorante, ¿cómo te atreves a observar mi propiedad?

El cuerpo y alma de una santa eran la propiedad personal de la deidad a la que servían, eso ocurría en todas los alineamientos e iglesias.

¡Qué Eric se atreviera a pensar en deshonrar a Bárbara era una blasfemia!

Leylin no había encontrado una oportunidad adecuada para establecer su presencia y dignidad antes, pero ahora Eric estaba tocando la puerta.

¿No era similar a suicidarse?

Aún con todas su leyendas y ramas ocultas, el ducado no era más que un montón de hormigas para un dios.

—Bueno, ya es momento de dejar pasar a mi cuerpo principal, por lo que necesitaré algunos sujetos de prueba también…

Leylin sonrió como si viera la caída del hogar de Eric.

… El duque Eric no tenía conocimiento alguno de que la estrella de la muerte brillaba con fuerza sobre su casa y su buen ánimo no había sido afectado en lo absoluto.

Sus planes y conspiraciones malvadas habían llevado a Rafiniya y a sus paladines subordinados a tomar medidas drásticas con el Grupo Comercial de Neón y habían obtenido resultados fantásticos.

Su furia se había calmado.

No tendré que esperar mucho más antes de que Anya llame a mi puerta, ¿cierto?

pensó Eric, que se acarició el mentón con una mirada ansiosa.

Había deseado a la rosa de la Familia Bane por algún tiempo.

Esa santa tampoco tardará demasiado…

Aún no he probado a una santa…

De repente, el cuerpo de Eric pareció arder con pasión y una pequeña corriente de calor fluyó por su abdomen bajo.

—¡Mi señor!

—una voz interrumpió justo cuando Eric estaba por utilizar a algunas criadas para liberar su lujuria.

Era su viejo mayordomo.

—¿Qué sucede?

—preguntó con impaciencia—.

¡Habla!

Si el viejo mayordomo no tenía nada importante que decir, le daría una lección imposible de olvidar.

—El maestro ha regresado.

Lo está esperando en el estudio.

Sin embargo, el mayordomo solo necesitó una oración para calmar inmediatamente a Eric.

Fue como echarle un balde de agua fría.

El abuelo de Eric era un duque de la Alianza Luna Plateada, un brujo legendario que manejaba el consulado de la ciudad.

Estaba en el mismo nivel que el Viejo Mago Elminster; los dos habían estudiado juntos en el pasado.

En pocas palabras, él era la base de toda la familia.

Eric parecía muy poderoso cuando alardeaba su autoridad, pero no era nada frente a su abuelo.

Sólo una palabra de ese hombre le arrancaría toda autoridad.

—Yo…

¡Voy en camino!

Eric estiró su ropa a toda prisa ya que al duque nunca le había gustado que sus descendientes llegaran tarde o estuvieran desarreglados.

Al mismo tiempo, el deseo ardiente en sus ojos fue reemplazado por una mirada halagadora.

No pasó mucho tiempo hasta que Eric estuvo parado en el estudio frente a su abuelo.

El duque tenía una pluma de ganso en la mano y garabateaba de forma continua en una pila de documentos.

—Eric…

—pasaron más de diez minutos hasta que Eric oyó la voz de su abuelo.

Sus rodillas estuvieron a punto de ceder.

No habló en voz alta, pero tenía un poder extraño que hizo que el noble joven enderezara la espalda inmediatamente—.

He oído que has estado bastante feliz últimamente y has forjado lazos cercanos con los paladines del Dios de la Justicia.

Especialmente Rafiniya, ¡les has permitido obtener muchas contribuciones!

—un indicio de burla apareció en los ojos del duque.

—Perdóneme, Señor Abuelo.

Solo lo estoy haciendo por el trabajo…

—respondió Eric débilmente.

—Permíteme dejar esto en claro primero: La Dama de la Esperanza tiene un poder similar al mío, no es alguien a quien puedas desear.

Ahora, pasando a otro tema…

¿Has tomado medidas severas contra el Grupo Comercial de Neón últimamente?

El cuerpo de Eric comenzó a temblar y él intentó responder mientras su espalda se inundaba de sudor frío: —Usted sabe, Abuelo…

Son fugitivos de Nueva Luna Plateada, solo estoy cumpliendo mi trabajo… —¡No importa lo que sea, detente ahora!

—interrumpió el duque.

—Pero, ¿por qué?

—Eric se sintió algo reprimido.

Aunque había tenido sus propios planes al lidiar con el Grupo Comercial de Neón, también había tenido en mente la expansión de la familia.

—La Familia Comercial de Neón está respaldada por la Iglesia de la Serpiente Gigante.

¡Uno siempre debería mostrar respeto al lidiar con un dios!

Si el viejo duque hubiera sabido de la lujuria de Eric por Bárbara, sus palabras no habrían sido tan calmas.

En ese momento, sólo sentía un cansancio extremo.

Su trabajo en el consulado consumía una gran parte de su tiempo y permanecía estancado, sin avanzar.

—He expandido lo suficiente a la familia.

No necesitamos continuar creciendo, deberíamos enfocarnos en estabilizarnos —el duque se frotó el puente de la nariz—.

Piensa en lo que dije…

¡No intentes provocar a una facción que cuenta con el respaldo de un dios!

Los resultados no serán buenos…

—Sí, Señor Abuelo —Eric hizo una reverencia y se marchó del estudio…

Sólo comenzó a chillar cuando regresó a su propia habitación—.

¿POR QUÉ?

—rugió como una bestia—.

Justo cuando voy a triunfar…

—¡Mi Señor!

—la criada a la que Eric más consentía entró corriendo muy preocupada—.

¿Qué sucedió?

—¿Quién te dejó entrar?

Fue entonces que la criada vio dos ojos bestiales que la miraban de forma fría con una intención asesina.

Se oyó un grito estridente, pero rápidamente terminó y todo regresó a la normalidad…

Un tiempo después, se abrió un pasadizo secreto y Gloff, el Sabueso Sombrío, apareció.

—Maestro…

El dueño del Grupo Comercial Lunanegra se quitó la túnica negra y reveló su piel animal y su cuerpo cubierto de grasa mientras saludaba a Eric con respeto.

El cadáver en el suelo no lo perturbó en lo absoluto.

—Apresúrate y deshazte de él, no dejes que continúe ensuciando mi habitación…

Eric pateó el cadáver de la criada a un costado.

Su cuerpo, que solía ser suave y flexible se estaba volviendo frágil.

—¡Como lo desee, Maestro!

—Gloff se movió para obedecer, pero se detuvo por un momento, dudoso—.

Maestro, algo más, ¿continuaremos reprimiendo al Grupo Comercial de Neón?

—¿Mmm?

—Eric frunció el ceño antes de lanzarle un florero a la cabeza.

Se oyó un fuerte sonido y cayó sangre al suelo—.

Entonces tú también recibiste la noticia.

Bueno, ¿no eres tan leal?

¡No olvides quién crio a un perro como tú!

El miedo invadió el rostro de Gloff mientras Eric rugía de ira.

No obstante, el mestizo sentía más miseria que miedo en su corazón.

Sin importar cuán poderoso pareciera en la oscuridad, Gloff sabía que no era más que un lacayo del que Eric podía disponer en cualquier momento.

Si a Eric comenzaba a molestarle, terminaría como la criada en solo segundos.

—Por supuesto que no, Maestro.

¡¿Cómo tendría las agallas?!

¡Usted es la mayor potencia para mí!

—Gloff bajó la cabeza y mostró una expresión aduladora.

Casi estaba besando las botas de Eric.

—Escucha…

—la respiración de Eric recuperó su ritmo normal.

Consideraba que Gloff tenía mayor importancia que la criada—.

Nuestros planes deben continuar…

Sólo que ahora deben mantenerse en secreto.

Continúa con nuestras acciones hasta el Grupo Comercial de Neón ceda.

¿Entendido?

No había forma de que Gloff no comprendiera las intenciones de Eric.

No obstante, si no obedecía, moriría.

El Sabueso Sombrío valoraba más su vida que las órdenes del duque, por lo que aceptó de inmediato.

—¡Lo entiendo!

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