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Brujo del mundo de magos - Capítulo 1148

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  3. Capítulo 1148 - 1148 Capítulo 1148 – El Comercio
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1148: Capítulo 1148 – El Comercio 1148: Capítulo 1148 – El Comercio Editor: Nyoi-Bo Studio El decreto del emperador estaba reforzado con poder y salvajismo, lo que llevó a que se extendiera el temor por el imperio orco.

El Grupo Comercial de Neón abandonó muchos de sus productos en el camino; utilizaron el hierro, las armas, la comida y los artefactos mágicos para comerciarlos por una gran cantidad de metales preciosos.

Los orcos les dieron algunos artículos especiales del norte a precios ridículamente bajos.

Las gemas no eran más que piedras para los orcos, intercambiarlas por armas, comida y ropa era un gran negocio.

Esto hizo que el Grupo Comercial de Neón estuviera de muy buen humor cuando finalmente llegaron al Bosque Lunar.

Esa era la base de la Tribu Sangrenegra, un lugar donde Leylin había luchado muchas veces en el pasado.

El comercio con la Tribu Sangrenegra era también lo que había hecho que los paladines notaran al Grupo Comercial de Neón, pero, instados por la Iglesia de la Serpiente Gigante, continuaron con la transacción…

Al mismo tiempo, otro grupo montado entró en el Bosque Lunar.

Pasaron rápidamente por las ramas extrañas y las obstrucciones.

La brisa del bosque elevó un poco sus túnicas, lo que reveló un brillo plateado.

—El Norte, el Bosque Lunar y la Tribu Sangrenegra…

He vuelto —murmuró su líder mientras miraba al Bosque Lunar, perdida en sus pensamientos.

Se quitó la capa y reveló un rostro joven—.

Quizás no esté donde todo comenzó, pero es donde más sangre se derramó…

Parece un buen lugar para terminar todo…

—murmuró.

Una de las figuras con capa se detuvo a su lado y mostró su rostro abatido y benevolente.

—¿Se siente perdida, Capitana Rafiniya?

—¡No es nada, Cardenal Karal!

—Rafiniya sacudió la cabeza—.

Pasé mucho tiempo aquí antes, solo siento algo de nostalgia…

—Ajá.

Tu familiaridad con el terreno será nuestra ventaja.

Necesitamos utilizar eso —el Cardenal Karal hizo un gesto con la mano frente a su pecho—.

Hemos recibido información que el pecador Grupo Comercial de Neón se pondrá en contacto pronto con las semicriaturas de la Tribu Sangrenegra y les traerá los materiales para un sacrificio de sangre…

—¡Esas almas sin escrúpulos deben ir al infierno!

—Rafiniya apretó los dientes y su aterradora energía se propagó por el dorso de sus manos mientras tomaba su espada.

El solo pensar que estaban utilizando la sangre y las almas de seres inocentes para satisfacer a dioses malvados hacía que sintiera que su pecho estaba por arder en llamas—.

¡Purgaré todo mal y todo pecado en el nombre de la justicia!

Los paladines de alto rango comenzaron a cantar junto a ella y sus rostros se iluminaron una débil luz blanca.

…

El Grupo Comercial de Neón se encontró con un grupo de semicriaturas instantes después de ingresar al Bosque Lunar.

No obstante, obviamente habían negociado con ellos muchas veces.

El líder de las semicriaturas incluso sabía quiénes eran.

Una vez que mostraron sus símbolos, los llevaron rápidamente al centro del bosque, donde vivía la Tribu Sangrenegra.

—Ha pasado mucho tiempo, Chamán Gara…

—Fagus saludó a un chamán que era más pequeño que las semicriaturas a su alrededor y tenía adornos extraños en todo el cuerpo.

—Huelo algo diferente en ti…

—dijo Gara mientras se acercaba a oler a Fagus, lo que hizo que el corazón de Anya se tensara.

Fagus quedó inmóvil por un momento, pero luego respondió tranquilamente: —Jajaja…

Qué dices, mi amigo…

Quizás es mi maldito cocinero que ha puesto muchas cebollas en la sopa matutina…

—la expresión calma de su padre hizo que Anya sintiera vergüenza de sí misma.

—Quizá…

—Gara no continuó con el tema y lideró el camino—.

Llegas tarde, mi amigo.

Casi haces que nos perdamos la ceremonia esta vez.

Si el Señor se enfada, ¡juro que colgaré tu cabeza para que se seque en la rama de un árbol!

La semicriatura abrió la boca y reveló dientes escalofriantes.

Su lengua tenía espinas y el olor asqueroso a carne que salía de su boca hizo que Anya sintiera nauseas.

—Deberías saber…

—Fagus comenzó a quejarse inmediatamente—.

Los guardias de Luna Plateada fueron reemplazados por un grupo de paladines.

Todas las empresas han venido bajo una gran presión…

Me tomó demasiado tiempo asegurarme de que no me había perdido la transacción…

—Ciertamente, han venido menos caravanas últimamente.

Oí que tu reina está estrujando a los comerciantes para comenzar la siguiente guerra…

—Gara asintió, como si comprendiera a Fagus.

Luego, tiró de su cuerpo de forma amistosa, lo que dejó aún más en claro la diferencia en sus físicos—.

No dejaremos que un amigo nuestro sufra, ¡te lo prometo!

—exclamó mientras se daba una palmada en el pecho.

Si Anya no hubiera visto cuán brutales se volvían las semicriaturas durante la caza y las ceremonias, habría pensado que ese hombre era amable y honesto.

—Ven, ¡déjame ver lo que has traído para mí!

—luego de la pequeña charla, Gara se enfocó en el tema principal.

—Por supuesto, mi amigo.

Me he preparado para este intercambio por mucho tiempo…

—respondió Fagus con una sonrisa.

Aplaudió y se acercaron unos diez sirvientes que llevaban cajas pesadas con grandes candados de bronce.

Se podía ver una gruesa capa de seda de elfo en el interior.

Ese material fabuloso había sido reducido a una herramienta que se presionaba y evitaba que los artículos se agitaran.

Fagus abrió una caja más pequeña luego de quitar las capas de seda.

Estaba hecha de caoba cubierta de gruesas líneas que parecían venas.

La esencia de la sangre brillaba en el interior con un resplandor que llamó la atención de todos y el denso olor a sangre hizo que Anya frunciera el ceño.

—Esto es…

Este olor…

—el chamán Gara respiró hondo.

Parecía embriagado y su rostro se ruborizó—.

¡Puedo confirmar que este es un objeto de la mejor calidad!

—Pero por supuesto, no sabes lo que he tenido que pasar —comenzó a decir Fagus escupiendo saliva, pero Gara sacudió la mano, fastidiado.

—Sé lo que quieres, mi amigo.

Hizo un gesto hacia dos semicriaturas que levantaron una caja de objetos que llevaron frente a Fagus.

La caja de madera parecía algo desgastada, no se comparaba en lo absoluto con lo que había llevado Fagus.

No obstante, la luz que se disparó desde el interior en el momento en que se abrió la baja dejó mareada a Anya.

Oro, plata, rubíes, esmeraldas…

Había todo tipo de materiales preciosos dentro de la caja.

Eso generó una sed de riqueza dentro del grupo, ¡del tipo que hacía que los aventureros y comerciantes perdieran incluso el miedo a la muerte!

—¿Qué tal?

¿Estás satisfecho?

Las semicriaturas se echaron a reír al ver a Fagus prácticamente lanzarse hacia la riqueza.

Era una caja llena de monedas de oro y mucha joyería valiosa.

Como algunas estaban retorcidas y tenían manchas de sangre por la falta de cuidado, era sencillo imaginar cuánto habría sufrido el dueño original cuando las semicriaturas las “recolectaron”.

Sin embargo, oh Diosa Waukeen, ¿a qué comerciante le importaba eso?

—¡Suficiente!

¡Es suficiente!

Chamán Gara, su generosidad es tan grande como las montañas y los océanos, más hermosa que las estrellas en el cielo…

—Fagus comenzó a repetir sus palabras.

—Me alegra que te gusten.

Mientras puedas traernos más armas, artefactos mágicos y objetos ceremoniales importantes, podrás tener tanto de esto como quieras…

—Gara tomó el control y terminaron rápidamente la transacción.

El chamán llevó personalmente a Fagus al límite del Bosque Lunar.

—Sabes esto…

Cuando nuestra Tribu Sangrenegra realiza ceremonias, nunca dejamos que haya extraños presentes a menos que sean ofrendas para nuestro dios…

—Gara rio.

—Por supuesto.

Lo entiendo, lo entiendo.

¡Me iré justo ahora!

Fagus usó un pañuelo blanco para secar la grasa y el sudor de sus mejillas.

El chamán se paró en el límite del bosque y observó al Grupo Comercial de Neón desaparecer en el horizonte.

Su sonrisa tenía un profundo significado.

…

—Ya deberíamos habernos marchado del territorio de las semicriaturas —Anya observó el bosque, que desaparecía en el horizonte, e instó a su caballo a acercarse a Lonce y al nativo junto a él—.

¿Nos iremos así sin más, mi señor?

—Por supuesto.

La Iglesia se encargará del resto.

El Señor no trata de mala manera a nadie que confía en él.

¡Toda esa riqueza te pertenece!

—el nativo que parecía un sirviente habló con rigidez en el lenguaje del continente y su cuerpo comenzó a transformarse.

Una luz titiló mientras lo que parecía ser una capa de agua se deslizaba por su cuerpo y revelaba su verdadera apariencia.

¡Era el cazador de diablos legendario!

—Espera…

¡Estoy dispuesto a donar la mitad de mis ganancias a la iglesia!

—interrumpió Fagus rápidamente.

La misión que creía que sería extremadamente peligrosa había fluido perfectamente, lo que lo había llenado de alegría.

Aunque le diera la mitad de sus ganancias a la iglesia, el resto seguiría siendo una gran cantidad de dinero caído del cielo para él.

—¡Gracias por tu generosidad!

—el cazador de diablos no dudó en aceptar la donación de Fagus.

Una iglesia en desarrollo necesitaba de las donaciones de sus fieles.

La Diosa de la Riqueza incluso utilizaba las ganancias como un criterio importante a la hora de evaluar los logros de los sacerdotes de la riqueza, un método que usaban muchos otros también.

Mientras que el propio Leylin tenía una gran cantidad de propiedades, la Iglesia de la Serpiente Gigante aún se estaba desarrollando y él lógicamente no rechazaría eso.

—Esta es una última advertencia…

Habrá un conflicto y una guerra pronto aquí.

¡Váyanse inmediatamente!

—le dijo el cazador de diablos a Fagus antes de marcharse con sus hombres.

Fagus esperó a que el cazador de diablos, Lonce y los demás desaparecieran en el horizonte.

Luego, gritó: —Dejen todas las carretas.

Traigan solo la comida y el oro, ¡nos vamos inmediatamente!

El sonido triste resonó en las llanuras vacías, lleno de urgencia.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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