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65: Tonto Jin Jiuchi 65: Tonto Jin Jiuchi Mientras tanto, fuera del apartamento.
—¿¡Qué quiere hacer el Hermano Yang?!
—Xinxin se agarraba el cabello, confundido y desconcertado a partes iguales—.
¿¡Por qué está entrando de nuevo?!
—Nian presionó una mano contra su frente, con los dientes fuertemente apretados—.
Quiere salvar a esas criaturas de pesadilla…
—¡¿Qué?!
—Xinxin gritó sorprendido.
El hecho de que existiesen no solo una sino tres criaturas de pesadilla que se sacrificaban para salvar a los jugadores era nada menos que un milagro…
¡pero lanzarse de cabeza al peligro para salvar a esas mismas criaturas era simplemente una locura!
Eran parte del Ciclo, ¡y si vivían o morían no tenía nada que ver con los jugadores!
¿Quién sería tan estúpido para arriesgar su propia vida para salvar a las criaturas que podrían matarlos en cualquier momento?
Ah, es cierto, ese tonto no era otro que Yang– no, Jin Jiuchi.
—Jin Jiuchi…
—Nian murmuró el nombre en voz baja, su mente volviendo a la última sonrisa que mostró el hombre, así como a su sincera petición—, ‘¿Puedes sonreírme de nuevo?
Nian’er, te ves realmente bonita cuando sonríes, ¿sabes?’.
Nian apretó los dientes y maldijo en voz baja:
— Maldito husky…
si tienes tantas ganas de morir, ¿por qué me pediste que te encuentre cuando salgamos de este Ciclo?
—¿Qué deberíamos hacer…
qué deberíamos hacer…
—Xinxin se mordía las uñas mientras caminaba de un lado a otro intentando buscar una solución.
Pero entonces, un movimiento en su visión periférica captó su atención y gritó sorprendido:
— Hermanito, ¡mira!
Nian se giró para seguir su línea de visión, y su mirada se posó en el autobús amarillo de jardín de infantes – o más exactamente, el póster del Apartamento Shishen en el autobús.
Las caras sonrientes de extraños parados frente a la entrada se habían transformado en las de los jugadores que estaban entrando en el Ciclo.
En el póster, las caras de la Hermana Hong y el Hermano Zhi estaban cubiertas de manchas de sangre que los hacían irreconocibles.
Y mientras observaban, motas de sangre también empezaron a brotar de la cara sonriente de Tang Ye, igual que los otros dos jugadores.
Tang Ye había muerto.
Pero eso no fue lo que lo dejó estupefacto.
—¿¡Dónde está el Hermano Yang?!
—Xinxin expresó en voz alta la pregunta en su mente, en pánico.
Los únicos jugadores cuyas caras todavía estaban intactas eran Xinxin y él.
¿Había muerto también Jin Jiuchi… no, eso no es correcto, todavía debe estar vivo?
Si estuviera muerto, entonces su cara también debería estar cubierta de manchas de sangre como Tang Ye, la Hermana Hong, el Viejo Guan y Zhi.
Pero el problema aquí era que ¡Jin Jiuchi ni siquiera estaba incluido en el póster!
—¿Qué demonios está pasando?
—Nian murmuró, casi en un trance—.
¿No es un jugador?
—¿Qué— —Antes de que Xinxin pudiera terminar su frase, de repente llegó una explosión que sacudió la tierra detrás de ellos.
¡BOOM!
Sobresaltado, Nian giró alrededor y sus ojos púrpuras reflejaron la columna carmesí que se elevaba hacia el cielo nocturno como fuegos artificiales.
El suelo bajo sus pies temblaba tanto que tuvieron que sujetarse al autobús para soportar, y el viento soplaba aire ardiente a sus caras, mezclado con pequeños fragmentos de vidrio.
—¡Ah!
¿¡Qué está pasando?!
—gritó Xinxin asustado mientras protegía su cabeza con los brazos.
Sus ojos se posaron en el póster junto a él y gritó de alegría instantáneamente—.
¡Hermano Yang…
está aquí!
¡Ha aparecido en el póster!
—¿¡Qué?!
—Nian dirigió su mirada al póster y vio cómo el espacio vacío a su lado comenzaba a llenarse con una silueta borrosa que se volvía más y más clara.
Poco después, la figura de Jin Jiuchi cobraba vida.
Incluso en el póster, todavía lucía una sonrisa molesta en su cara.
Y sus ojos…
eran de un color plata brillante y se curvaban en forma de crecientes.
Nian no podía describir completamente el intenso alivio que lo invadió en ese momento.
No tenía idea de por qué Jin Jiuchi había aparecido en el póster ahora, pero lo más importante en ese momento era el hecho de que todavía estaba vivo.
¡Jin Jiuchi todavía estaba vivo!
Pero ¿por qué… por qué todavía no salía?
¿Qué demonios estaba pasando adentro?!
El viento hacía ondear el cabello plateado de Nian detrás de su espalda.
Lentamente bajó el brazo que cubría su cara, y sus ojos púrpuras ardían de determinación.
Realmente no era algo que él haría, arriesgarse por alguien con una identidad misteriosa a quien acababa de conocer hace una semana, pero si se fuera así nomás…
¡tenía el presentimiento de que lo lamentaría de por vida!
—¡Sube al autobús primero!
¡Te alcanzaré luego!
—le gritó a Xinxin para competir con el fuerte estruendo de la explosión.
—Espera, ¿¡qué?!
—Ignorando los llamados confundidos de Xinxin detrás de él, Nian apretó los dientes y corrió directo al apartamento.
¡No te atrevas a morir solo en este lugar, maldito husky!
***
Hace cinco minutos, en el Apartamento Shishen
Con cada paso que daba Jin Jiuchi, más y más cortes le aparecían en la piel por la hoja de aire voladora, haciendo que la sangre salpicara por todas partes.
Pero era como si Jin Jiuchi no sintiera nada mientras corría directo hacia la sombra, riendo como loco:
— ¡Jajaja…
me cortaste el brazo!
¡¿Cómo te atreves?!
Consumida por el ansia de sangre, la sombra balanceó el cuchillo para cortar el otro brazo de Jin Jiuchi, pero en ese instante, de repente vio los iris dorados del hombre que brillaban como nunca había visto antes.
¡Demasiado brillante!
Él era una sombra que había vivido en la oscuridad durante toda su existencia, y enfrentarse a algo brillante siempre le provocaba una sensación de inquietud.
Parecía que más que el brazo, lo primero que tenía que deshacerse eran esos malditos ojos, ¡en primer lugar!
Cambió la trayectoria de su ataque en el último segundo, ansioso por arrancar los ojos de Jin Jiuchi y aplastarlos en pedazos, pero entonces lo que sucedió después congeló todos sus movimientos y lo llenó de una densa incredulidad.
Sintió la sensación perdida hace mucho tiempo que pensó que había olvidado – el tacto.
¡Jin Jiuchi lo había tocado!
¿Pero cómo…?!
Aunque solo fue por un segundo, realmente lo sintió cuando Jin Jiuchi se agarró de su brazo de sombra, lo que lo sorprendió tanto que no pudo reaccionar por un segundo.
Y ese segundo ya fue suficiente para Jin Jiuchi para acortar la distancia entre ellos.
Con un rugido feroz, Jin Jiuchi abrió su boca de par en par y mordió el brazo de la sombra, ¡arrancándolo de su cuerpo!
—Argh…
—La sombra retrocedió debido al dolor insoportable.
Pero más que eso, estaba en un estado de absoluta conmoción al descubrir que Jin Jiuchi podía herirlo y…
¡el hombre incluso estaba masticando su brazo, tragándolo en su estómago!
—T–Tú…
¿cómo…
—¡Imposible!
Este hombre no podía tocarlo hasta hace un momento, ¿entonces qué había provocado el cambio?!
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