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Cuentos de demonios y dioses - Capítulo 61

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Capítulo 61: Capítulo 61 – Provocación Capítulo 61: Capítulo 61 – Provocación Editor: Nyoi-Bo Studio  Cuando Nie Wei, Nie En, y todos los demás vieron que Nie Li se iba con Yang Xin, pudieron verse distintas expresiones en sus rostros.

Todos sabían que desde ese momento, la posición de Nie Li en la Familia de las Marcas Celestiales ya no sería la misma.

Nie Xiaofeng y Nie Xiaori se miraron el uno al otro, estupefactos.

Sabían que, a partir de ese día, tendrían que mantener un perfil bajo.

Dentro de la casa, Yang Xin se quitó el abrigo y pudo verse la ropa de seda ajustada que tenía debajo.

Elongó la cintura con pereza, lo cual reveló su hermosa y curvilínea figura.

No le molestaba la presencia de Nie Li, por más que estuviera desprotegida ante él.

Después de todo, Nie Li era solo un niño de trece años.

Lo que ella no sabía era que debajo de esa carcasa de 13 años de edad, se escondía un corazón maduro.

Nie Li miró a Yang Xin y tuvo que reconocer que, en ese momento en particular, lucía muy sensual.

La tela de seda fina dejaba entrever la piel blanca que se hallaba debajo.

La tela que estaba sobre su prominente pecho no lograba cubrirlo por completo.

En el centro, se veía un pronunciado escote rodeado por un amplio sector de piel más clara.

Sin embargo, Nie Li solo la miraba con admiración, no tenía en mente ninguna intención sexual.

―¿Eras tú el objetivo de esa gente del Gremio Oscuro?

―preguntó Yang Xin, inclinándose levemente mientras lo miraba.

Cuando Nie Li levantó la cabeza, vio el sector de piel más clara en el pecho de Yang Xin.

Esa forma perfectamente redondeada no podía ser sostenida con una mano.

Un aroma femenino singular se dirigió hacia él, lo que lo hizo sentir un poco incómodo.

―¡Sí!

―respondió Nie con un leve movimiento de cabeza.

Yang Xin parecía no haber notado la mirada de Nie Li.

Frunció el ceño y dijo―: Si el Gremio Oscuro te ha tomado como objetivo, la familia de las Marcas Celestiales ya no es un lugar seguro para ti.

¿Por qué no te mudas a la Asociación de Alquimistas?

Yang Xin no sabía por qué el Gremio Oscuro había puesto sus ojos en Nie Li.

¿Acaso era porque se habían enterado de que él le había entregado las fórmulas de los elixires a la Asociación de Alquimistas?

Sin embargo, ella y el presidente eran las únicas personas que sabían del asunto.

Nie Li sacudió la cabeza y dijo―: Hay otra razón.

―¿En verdad crees que si supieran que te he dado las fórmulas de los elixires solo enviarían tres rangos Plata para matarme?

Sería más probable que me secuestraran.

Tras escuchar las palabras de Nie Li, Yang Xin asintió con la cabeza.

Sin duda, eso sería lo que pasaría.

El conocimiento profundo que tenía Nie Li hacía que no pareciera un niño de trece años.

Al pensar en ese extraordinario y aterrador talento, Yang Xin se sintió aliviada.

Después de todo, alrededor de Nie Li parecían suceder cosas extrañas.

―¿Tienes algún rencor con ellos?

―le preguntó Yang Xin tras elongar la cintura de nuevo y sentarse en la silla.

Si se trataba de rencores comunes, entonces no había mucho de qué preocuparse.

En circunstancias normales, el Gremio Oscuro no se arriesgaría a enviar expertos de rango Oro a Ciudad de Gloria.

Si solo habían enviado expertos de rango Plata para encontrar a Nie Li, uno o dos espiritistas demoníacos de rango Oro se ocuparían de mantenerlo a salvo ―No tengo rencores con el Gremio Oscuro ―respondió Nie Li sacudiendo la cabeza.

Durante el incidente en la Ciudad Orquídea Antigua, Nie Li no le había visto la cara al Diácono Yun Hua.

Este, probablemente, no reconocería a Nie Li.

Por lo tanto, no tenía necesidad de arriesgarse tanto como para dirigirse hasta donde vivía la Familia de las Marcas Celestiales con el fin de matarlo.

Solo había una posibilidad.

El ataque había sido causado por la Familia Sagrada.

Nie Li dijo―: Si hay alguien a quien he ofendido, es a la Familia Sagrada.

¡La Familia Sagrada sería la única que tendría un motivo para hacer esto!

Al escuchar las palabras de Nie Li, un destello frío se cruzó por los hermosos ojos de Yang Xin.

Si ese era el caso, ¿no significaría eso que la Familia Sagrada se había confabulado con el Gremio Oscuro?

El Gremio Oscuro era el enemigo de Ciudad de Gloria, por lo tanto, confabular contra ellos era una ofensa absolutamente intolerable.

―Haré que alguien investigue ese asunto.

Si la Familia Sagrada realmente está conspirando con el Gremio Oscuro, está claro que el Señor de la Ciudad no se los dejará pasar ―dijo Yang Xin con una mirada resuelta y decidida.

Sus palabras cargaban un tono de frialdad.

El hecho de traicionar a Ciudad de Gloria era absolutamente imperdonable.

―En esta ocasión, uno de ellos escapó.

Los otros asesinos del Gremio Oscuro se dirigieron a él como Diácono Yun Hua.

Te dibujaré un retrato suyo ―dijo Nie Li, mientras tomaba un pedazo de papel del estante de los libros.

Después de unos pocos trazos apareció la imagen de una persona.

Se veía exactamente como el Diácono Yun Hua.

‘Hasta su talento para hacer retratos es impresionante.

¿Qué tan monstruoso es este adolescente?’ Yang Xin estaba sumamente sorprendida.

¡Era imposible tener el talento para hacer retratos de ese tipo sin haber estado varios años practicando!

Dibujar podía tranquilizar la mente, por lo que resultaba muy beneficioso para la cultivación.

Nie Li había pasado varias décadas de su vida pasada dibujando.

Sus habilidades ya habían alcanzado un nivel muy elevado.

―¡Listo!

―Nie Li le pasó a Yang Xin el retrato terminado.

Yang Xin tomó el dibujo, bajó la cabeza y lo miró.

No pudo evitar sorprenderse ante lo experimentadas que eran las pinceladas de Nie Li.

La invadía la curiosidad por cualquier otro secreto que él pudiera esconder, se preguntaba qué le faltaba por saber acerca de ese adolescente.

Cuando Yang Xin bajó la cabeza, quedaron al descubierto dos protuberancias semi redondeadas.

Al ver eso, Nie Li no pudo evitar sonrojarse.

Había que admitir que Yang Xin tenía una figura muy seductora.

Otro hombre en su lugar tal vez no habría sido capaz de mantener el control.

Al haber vivido dos vidas, Nie Li tenía una determinación asombrosa.

Tras levantar la cabeza, Yang Xin vio el rostro de Nie Li, que parecía estar levantando algo de temperatura.

Se le cruzó un pensamiento y no pudo evitar encontrarlo gracioso.

Nie Li tenía una inteligencia extraordinaria.

¿Acaso su conocimiento en ese ámbito también se había desarrollado a una edad temprana?

¿Este niño tan maduro ya tenía noción acerca de los asuntos de adultos?

Siempre había circulado el rumor de que Yang Xin era muy seductora y de que había conseguido su puesto gracias a su belleza.

Sin embargo, la verdad no era tan simple.

Aunque le gustaba vestir de manera sensual, aún estaba soltera y nadie había tenido la oportunidad de ser invitado a su habitación.

Esto se debía a que no existía nadie a quien ella pudiera admirar Al tener una posición tan elevada, la mayoría de los hombres que intentaban acercarse a ella tenían motivos ocultos para hacerlo.

Por ende, Yang Xin prefería aliviar ella misma sus deseos durante las noches antes que dejar que esos cerdos disfrutaran su perfección.

La verdad era que Yang Xin era una mujer muy seductora.

Aunque Nie Li había visto lo encantadora que era, a ella no le importaba.

Para ella, Nie Li solo era un niño que no había terminado de crecer.

Era algo adelantado, de modo que ¿cuál era el problema?

Provocar a Nie Li le agregaba emoción a la situación.

―Hermanito, ¿quieres tocar?

―dijo con picardía Yang Xin mientras miraba a Nie Li y le sonreía.

Las palabras de Yang Xin dejaron atónito a Nie Li.

Desvió la mirada, un poco avergonzado.

Yang Xin era bastante atrevida.

En verdad acababa de decirle eso.

Esa mirada seductora, acompañada de palabras tan ambiguas habrían logrado que un hombre normal tuviera dificultades para controlarse.

Aunque solo tenía trece años, bajo ese aspecto exterior tierno, se escondía un alma vieja.

Sonrió con amargura y dijo―: Hermana mayor, no hagas esas bromas conmigo.

―Hermana mayor no te está haciendo ninguna broma.

No me hará ningún daño que toques.

A hermana mayor no le importará si se trata de nuestro pequeño genio.

―Yang Xin tomó la mano de Nie Li y la puso sobre su pecho.

Le pareció algo divertido.

Un niño tan pequeño teniendo ese tipo de pensamientos sobre ella.

Sonrió y dijo―: ¿Qué se siente, hermanito Nie Li?

La mano derecha de Nie Li tocó la asombrosa y suave protuberancia, y aquella punta que apenas sobresalía.

Estaba sorprendido y pensaba que esta mujer en verdad estaba bien desarrollada.

Al ver la expresión divertida de Yang Xin, Nie Li se dio cuenta de que esta lo estaba provocando deliberadamente.

Esa mujer realmente lo veía como un niño de trece años.

El aspecto de Yang Xin hizo que Nie Li frunciera un poco el ceño.

Había cometido un gran error al subestimarlo.

En su vida anterior, Ye Ziyun había sido la mujer que Nie Li más amaba, pero durante los cientos de años que había vivido, Nie Li había tenido contacto con algunas otras mujeres.

¡Era evidente que, con sus acciones, Yang Xin estaba intentando provocarlo!

Nie Li pellizcó el prominente pecho de Yang Xin y pudo sentir esa sorprendente suavidad, y dejó que la forma se adaptara a su mano.

Luego dijo con expresión seria―: Hermana mayor, Yang Xin, deberías intentar consumir Hierbas Neblina Púrpura con Hierbas Mirada de Tigre.

Eso hará que se pongan más firmes.

Yang Xin estaba boquiabierta.

Nunca pensó que Nie Li no demostraría ni un poco de vergüenza o timidez y le daría un pellizco.

Cuando escuchó a Nie Li decir eso, Yang Xin se sonrojó.

Nunca antes había tenido contacto con un hombre.

La única razón por la que había permitido que Nie Li le tocara el pecho era porque lo consideraba un niño de trece años y eso hizo que bajara la guardia ante él.

En ese momento, Yang Xin se olvidó por completo de la edad del muchacho y comenzó a tratarlo como si fuera un hombre de edad similar a la suya.

No obstante, cuando vio la expresión seria de Nie Li y escuchó otra vez sus palabras tiernas, Yang Xin sintió de repente que Nie Li era solo un niño.

Esa sensación extraña la hacía lucir distraída.

Al ver la expresión aturdida de Yang Xin, Nie Li le pellizcó el pecho con ganas y luego retiró la mano.

( ͡°͜ʖ͡°) ―¡Ah!

―Yang Xin no pudo evitar soltar un gemido de placer.

Cuando Nie Li la pellizcó sintió como si por su cuerpo corriera una electricidad que la hizo temblar.

De repente, Yang Xin notó que su aspecto no era el mejor.

Tenía el rostro sonrojado, como si estuviera alcoholizada.

Se puso de pie a toda prisa para ocultar las evidencias de aquella extraña sensación que tenía en el cuerpo.

Con la voz un poco temblorosa dijo―: Hermanito, puedes ir a descansar primero.

Hablaremos mañana.

―Está bien, hermana mayor Yang Xin, que descanses ―le respondió Nie Li con un tono infantil acompañado de una inocente sonrisa aniñada, y abandonó la habitación de Yang Xin.

Esta mujer lo había tratado como un niño de trece años y lo había querido burlarse de él pero, como resultado, ella había sido la burlada.

Sin embargo, Nie Li tenía que admitir que la sensación que perduraba en su mano no estaba mal.

Al ver que Nie Li se marchaba, Yang Xin quedó aturdida por un buen rato.

Estaba a punto de perder la cordura.

―¿Ese niño tan solo tenía trece años?

―Yang Xin se rascó la cabeza con desesperación.

Se preguntaba si Nie Li lo había hecho a propósito o no.

En su pecho había quedado un leve rastro de dolor.

No obstante, no entendía por qué su corazón se sentía excitado y estimulado.

Yang Xin se sentía como si su corazón estuviera sido arañado por un gato.

Después de un largo rato, Yang Xin dejó escapar un largo gemido tras el cual dejó de complicarse con ese interrogante.

―¡Lo primero es tomar un baño!

La tela de seda blanca se deslizó lentamente al tiempo que se introducía en la tina.

Sus pies de cristal se apoyaron poco a poco en la tina de madera.

Su figura perfecta se sumergió por completo en el agua caliente.

Sus manos se dirigieron inconscientemente hacia sus turgentes pechos.

En ese instante, una imagen apareció en su mente.

Era Nie Li.

―¿Qué estoy pensando?

¡Es demasiado joven!

¡Soy más de una década mayor que él ―Yang Xin sacudió la cabeza, en un intento de expulsar esos pensamientos que la distraían.

Sin embargo, la imagen de Nie Li seguía apareciendo sin control.

Había quedado cierto calor en los sitios donde él la había tocado.

Sin poder controlarse, como de costumbre, Yang Xin ubicó lentamente su mano derecha entre sus piernas.

―¡Oh!

―Un largo gemido resonó con una voz muy seductora.

Yang Xin permaneció en la tina durante un largo rato, durante el cual la piel de su cuerpo se enrojeció levemente.

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