Cuentos de demonios y dioses - Capítulo 65
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Capítulo 65: Capítulo 65 – Elixir Capítulo 65: Capítulo 65 – Elixir Editor: Nyoi-Bo Studio ¿Quién sabe cuánto tiempo tardaría Nie Li en convertirse en un Espiritista Demoníaco de rango Oro?
¿Acaba de gastar un millón de monedas de espíritu demoníaco en la compra de un traje de rango Oro con el fin de exhibirlo?
Después de pensar un rato en ello, Nie Hai no pudo evitar sentirse un poco loco.
Sin embargo, como Patriarca de la Familia de las Marcas Celestiales, no se encontraba en la posición de rebajarse públicamente para pedirlo.
Solo un millón de monedas de espíritu demoníaco no significaban mucho para Nie Li.
Con la riqueza que acumulaba en ese momento podría entrar con facilidad entre los cinco más ricos.
Además, la cooperación con la Asociación de Alquimistas había permitido que su riqueza creciera unos cientos de millones al día.
Nie Li ni se inmutaba al despilfarrar un millón de monedas de espíritu demoníaco.
Incluso podía comprar sin problemas toda la casa de subastas si así lo deseaba.
Por supuesto, aún mantenía un perfil bajo.
El hecho de usar el nombre de la Familia de las Marcas Celestiales para comprar algunos tesoros no atraería la atención de los presentes.
No obstante, comprar toda la casa de subastas, tal vez haría que la gente repare en él.
En ese momento, todos los mercaderes adinerados que se encontraban en la parte de abajo se encontraban discutiendo los eventos que acababan de ocurrir.
—¿Desde cuándo la Familia de las Marcas Celestiales tiene tanto dinero?
—He oído que la Familia de las Marcas Celestiales se encuentra bajo la protección de la Asociación de Alquimistas.
Cuando la asociación les compra hierbas, les paga un treinta por ciento más que lo que valen en el mercado.
—¿En verdad hacen eso?
¡No me sorprende que la Familia de las Marcas Celestiales se muestre tan generosa!
La conversación que escuchó hizo que Nie Hai se sintiera sumamente desanimado.
Si la Familia de las Marcas Celestiales en verdad hubiera sido tan rica no habría tenido ningún problema.
No obstante, todos los artículos habían sido pagados con el dinero de Nie Li.
El dinero no tenía nada que ver con él.
Aunque él era el Patriarca de la Familia de las Marcas Celestiales, no dejaba de ser un miembro de esa familia y debía contribuir con algo de dinero mes a mes.
Se consideraba que la mayor parte de los bienes de las personas eran personales.
Por lo tanto, no podía obligar a Nie Li a compartir su dinero con la familia.
Además, la posición actual de este hacía que Nie Hai no se atreviera a decirle nada demasiado brusco.
Lei Zhuo y Jiang Ming se sentían abatidos.
Todo lo que habían visto en esta subasta era a la Familia de las Marcas Celestiales comprando un tesoro detrás de otro, mientras ellos no podían adquirir ninguno.
Por otra parte, al ritmo que se realizaban las ofertas, ellos no se atrevían a hacer ninguna.
Si estas se volvían en contra de ellos, tendrían problemas.
En cuanto a Chi Feng y Li Yuan, de tanto en tanto miraban a Nie Hai y suspiraban para sus adentros.
¡La Familia de las Marcas Celestiales era muy rica!
Nunca se imaginaron que esos artículos eran para el propio Nie Li y no para la familia.
—Mira cuánta atención estoy atrayendo sobre la Familia de las Marcas Celestiales —susurró Nie Li con una leve sonrisa al oído de Nie Hai.
Nie Hai puso los ojos en blanco ante las palabras de Nie Li.
Hubiera preferido no recibir tanta atención.
—¿Cuántos artículos piensas comprar?
—dijo Nie Hai, mirándolo.
Hasta el momento, Nie Li ya había comprado más de diez y había gastado casi dos millones de monedas de espíritu demoníaco.
—Compraré todo lo que quiera —respondió Nie Li, esbozando una sonrisa.
El asombro hizo que Nie Hai abriera tanto la boca que hasta un huevo entraba en ella.
Iba a comprar lo que quisiera, eso sonaba un tanto tiránico.
¿Yang Xin le había dado tanto dinero a Nie Li?
La Asociación de Alquimistas en verdad era muy generosa para entregar al descuido tanto dinero y considerarlo cambio de bolsillo.
Ya era una cantidad inimaginable para la gente común.
Después de esperar un buen rato, no apareció nadie que ofertara más dinero.
Tras gritar varias veces, la subastadora finalmente dio un golpe con el martillo.
El traje de rango Oro también terminó en manos de Nie Li.
—El siguiente artículo nos lo ha confiado la Asociación de Alquimistas para que los subastemos.
¡Las Píldoras de Nutrición Espiritual y las Píldoras de Concentración Espiritual!
—dijo la subastadora con una sonrisa—.
En esta ocasión, obtuvimos un total de mil Píldoras de Nutrición Espiritual y cien Píldoras de Concentración Espiritual.
Les pido a todos que valoren esta oportunidad.
Esas palabras de la subastadora lograron que tanto los mercaderes de abajo como los cinco Patriarcas se entusiasmaran.
Se trataba de las Píldoras de Nutrición Espiritual y de las Píldoras de Concentración Espiritual.
Esas dos píldoras habían desatado una tormenta sobre Ciudad de Gloria.
Tras consumirlas, la cultivación de muchos espiritistas demoníacos avanzaba a pasos agigantados.
Algunos incluso habían superado el rango Plata, y el rango Oro con bastante rapidez.
Los que no tenían el físico adecuado para entrenar la fuerza de alma, tras consumir algunas Píldoras de Nutrición Espiritual y Píldoras de Concentración Espiritual, esta experimentaba un aumento considerable.
Ante esa situación, era muy difícil conseguir aquellas dos píldoras.
Varias familias habían hecho todo lo posible por comprar esas dos píldoras de la manera que fuera, porque acostumbraban a fomentar la cultivación de la generación más joven.
Sin embargo, había muy poca cantidad de esas dos píldoras.
Las que habían sido refinadas por la Asociación de Alquimistas no eran suficientes para satisfacer el gran mercado de Ciudad de Gloria.
En circunstancias normales, las familias de más prestigio y las familias nobles eran las únicas que podían comprar esas dos píldoras en grandes cantidades.
La Casa de Subastas Hong Yue se encontraba en la cima de tres casas de subastas que había en la localidad norteña de Ciudad de Gloria y solo había podido obtener mil Píldoras de Nutrición Espiritual y cien Píldoras de Concentración Espiritual.
La demanda superaba con creces la oferta.
Los ojos de Nie Li destellaron cuando escuchó la subasta de las dos píldoras.
—¡Nie Li, compra todas las píldoras que puedas!
—le dijo Nie Hai, emocionado—.
Esas píldoras son excelentes para aumentar la cultivación.
En especial, la Píldora de Concentración Espiritual.
Tiene un efecto intenso, incluso en gente del nivel de Nie Hai y Nie En.
La única forma de que la familia eleve su posición es aumentando la cultivación de ellos.
—¿Por qué quieres comprar esas píldoras?
—le preguntó Nie Li, sorprendido —¿Acaso la Asociación de Alquimistas no te ha dado?
Al haber entregado él las fórmulas de elixir, a Nie Li no le faltaban las píldoras.
—¿Por qué la Asociación de Alquimistas nos daría píldoras?
—preguntó Nie Hai, sorprendido, mientras giraba la cabeza en dirección a Nie Li.
Nie Li se quedó congelado por un instante, pero luego entendió lo que estaba sucediendo.
Yang Xin era quien controlaba la venta de esas píldoras.
Ella le había dado una gran cantidad a él, entre ellas, cientos de miles de Píldoras de Nutrición Espiritual, decenas de miles de Píldoras de Concentración Espiritual, y algunos miles de Píldoras de Templado Espiritual, por no mencionar las Píldoras Escarlata de Mejora Espiritual y las Píldoras de Nueve Transformaciones.
Yang Xin le había dado muchísimas píldoras a Nie Li, pero ninguna a la Familia de las Marcas Celestiales.
Para ella, Nie Li representaba a la Familia de las Marcas Celestiales.
—Eeeem, ¡nada!
—respondió Nie Li, sacudiendo la cabeza.
Si era así, le daría algunas a la familia.
Después de todo, él todavía era miembro de la Familia de las Marcas Celestiales.
En la casa de subastas, todos estaban encendidos.
La subastadora, que miraba la escena desde el escenario, sonrió con suavidad.
—En esta subasta, todas las Píldoras de Nutrición Espiritual se venden en juegos de cien, y las Píldoras de Concentración Espiritual, en juegos de diez.
El primer juego de Píldoras de Nutrición Espiritual tiene un precio inicial de diez mil monedas de espíritu demoníaco.
¡En este momento comienza la subasta!
—¡Ciento cincuenta mil monedas de espíritu demoníaco!
—¡Ciento sesenta mil!
…
Enseguida el precio llegó a doscientas mil monedas de espíritu demoníaco.
Nie Hai también estaba muy entusiasmado.
Su rostro se había sonrojado.
Ya se había preparado para sacar sesenta mil monedas de espíritu demoníaco para comprar un juego de Píldoras de Nutrición Espiritual y un juego de Píldoras de Concentración Espiritual.
Eso era lo mejor que podía hacer la Familia de las Marcas Celestiales con su situación financiera.
Cuando el precio alcanzó las doscientas mil monedas de espíritu demoníaco, Nie Hai se detuvo.
Si había nueve juegos más, no era necesario abalanzarse sobre el primero.
Chi Feng y Li Yuan miraron a Nie Hai con sorpresa.
La Familia de las Marcas Celestiales acababa de derrochar dos millones de monedas de espíritu demoníaco sin inmutarse.
¿Por qué cuando comenzó la lucha por los elixires y la oferta se elevó de diez mil a solo doscientos mil monedas de espíritu demoníaco ya se estaban rindiendo?
Cuando vieron que Nie Hai no tenía intención de luchar por las Píldoras, Chi Feng y Li Yuan decidieron sumarse a la competencia.
El hecho de tener a la generosa y acaudalada Familia de las Marcas Celestiales junto a ellos, los hacía sentirse presionados.
Ya que, hasta ahora, todo lo que habían visto era a la Familia de las Marcas Celestiales comprando un artículo tras otro sin darle ninguna oportunidad a los demás.
Ahora, al fin podían sumarse a la competencia de subastas.
Como fuera, tenían que comprar algunos de los tesoros.
De lo contrario, ir allí habría sido una pérdida de tiempo.