Cuentos de demonios y dioses - Capítulo 66
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Capítulo 66: Capítulo 66 – Atónito Capítulo 66: Capítulo 66 – Atónito Editor: Nyoi-Bo Studio Lei Zhuo y Jiang Ming también se unieron a la competencia.
Eran cuatro familias envueltas en una competencia feroz por aquellas píldoras.
Solo se detuvieron cuando el precio alcanzó las trescientas veinte monedas de espíritu demoníaco.
—Nie Li, esa es la valiosa Píldora de Nutrición Espiritual, ¿no vas a comprar?
—preguntó Nie Hai mirando a Nie Li con impaciencia mientras se frotaba las manos.
Era mejor que las comprara Nie Li antes que permitir que otras familias se quedaran con ellas.
—No estoy interesado.
Ya he comprado demasiadas cosas.
Tengo que darle la oportunidad a otros, de lo contrario, es aburrido que sea uno solo el que hace las ofertas —dijo Nie Li con suavidad.
Nie Hai no sabía si sonreír o reírse.
La Píldora de Nutrición Espiritual era algo muy útil a la hora de educar a las generaciones más jóvenes.
De repente, se le ocurrió algo.
Si las píldoras habían sido entregadas por la Asociación de Alquimistas, y la relación de Yang Xin con Nie Li era tan buena, no era lógico que Yang Xin no le hubiera dado algunas píldoras a Nie Li.
Ahora entendía por qué Nie Li no estaba interesado en ellas.
—Nie Li, ¿acaso la directora Yang te ha dado algunas píldoras?
—le preguntó Nie Hai en voz baja.
—Sí, lo hizo, yo se las pedí a hermana mayor Yang Xin.
El Patriarca no estará pensando en quitármelas, ¿verdad?
Si así fuera, se lo contaría a hermana mayor Yang Xin —dijo Nie Li con un tono infantil mientras parpadeaba.
En sus ojos podía verse un destello de picardía.
Aunque había decidido darle algunas píldoras a la familia, era divertido bromear con el Patriarca de cuando en cuando.
—¡¿Cómo podría?!
—Nie Hai solo quería llorar.
Si Nie Li le contaba a la directora Yang, se terminaría la colaboración entre la Familia de las Marcas Celestiales y la Asociación de Alquimistas—.
Lo que quiero decir es que, si la directora Yang te ha dado algunas píldoras, debes mantenerlas a salvo.
¡No permitas que te las roben!
—Oh, he malinterpretado al Patriarca.
¡Gracias por recordármelo, Patriarca!
—dijo Nie Li, asintiendo con la cabeza.
Nie Hai sonrió con amargura y miró hacia otro lado.
Los niños de ese entonces eran demasiado difíciles de tratar.
Hasta era difícil obtener algún beneficio de Nie Li.
En su interior, Nie Hai estaba muy afligido.
Lei Zhuo puso fin a la competencia por el primer juego de Píldoras de Nutrición Espiritual con el precio de trescientas veinte mil monedas de espíritu demoníaco.
Poco después, se vendieron el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto juego.
En cada ocasión, Nie Hai quería competir, no obstante, todas las veces, el precio superaba las trescientas mil monedas de espíritu demoníaco.
Nie Hai estaba muy deprimido.
Si compraba un juego de Píldoras de Nutrición Espiritual, no le iba a alcanzar el dinero para las Píldoras de Concentración Espiritual.
Lo único que podía hacer era mirar cómo los otros Patriarcas competían y llorar para sus adentros.
—¡Esta pandilla de Patriarcas es demasiado!
—pensí Nie Hai, indignado.
Las bases de la Familia de las Marcas Celestiales eran muy débiles.
La colaboración con la Asociación de Alquimistas acababa de comenzar.
Habían estado mucho tiempo pagando deudas y hacía poco que habían logrado saldarlas por completo.
¿Cómo podían compararse con la Familia Tigre Plateado y la Familia de los Hombres Atados?
Esas dos familias tenían bases bastante sólidas.
Nie Li se había quedado mudo viendo cómo esos tipos competían por los elixires.
¡El negocio de los elixires aún era muy redituable!
Nie Li no se sumó porque iba a obtener un treinta por ciento del dinero luego de que se descontara la comisión de la subasta.
Aunque podía unirse para elevar el precio, pero eso era una pequeña cantidad de dinero, en comparación con las cientos de millones de monedas que tenía Nie Li.
Al ver cómo los demás arrebataban uno a uno los juegos de píldoras, y no poder obtener nada, no era difícil imaginarse lo abatido que se sentía Nie Hai.
Después de que se vendió el quinto juego de Píldoras de Nutrición Espiritual, se atenuó un poco la competencia, aunque el precio no bajó de las trescientas mil monedas de espíritu demoníaco.
—Patriarca Nie Hai, ¿no está interesado en las Píldoras de Nutrición Espiritual?
No ha ofertado con entusiasmo —preguntó Chi Feng con curiosidad.
—Yo…—Nie Hai no podía hablar de sus dificultades.
Quería decir que la verdad era que no tenía ni una moneda.
No obstante, ¿se lo iban a creer?
Había sido Nie Li quien más temprano había gastado grandes sumas, ¡no él!
—El Patriarca Nie Hai tiene una relación muy cercana con la Asociación de Alquimistas.
Sin duda, tiene la posibilidad de comprar elixires a un precio bajo.
Si en verdad se los puede adquirir a ese precio, ¡el Patriarca Nie Hai no debe olvidarse de nosotros!
Mientras el precio sea inferior a trescientas monedas de espíritu demoníaco, ¡queremos todo lo que tenga!
—dijo Li Yuan.
—Yo… Emm… Bien —respondió Nie Hai a regañadientes.
Incluso si lo hubiera negado, Chi Feng y Li Yuan probablemente no le habrían creído.
Solo podía mirar a Nie Li con impotencia.
Al ver la mirada deprimida de Nie Hai, Nie Li parpadeó con un aire de inocencia.
Todavía quería divertirse con ese apestoso viejo que, en su vida anterior, siempre le decía que tuviera un aspecto serio.
El último juego de Píldoras de Nutrición Espiritual fue vendido.
Lei Zhuo obtuvo tres juegos, Jiang Ming, dos, Li Yuan y Chi Feng obtuvieron uno cada uno.
El resto se repartió entre los mercaderes.
—¡A continuación, tendremos las Píldoras de Concentración Espiritual!
Esas tres palabras, “Píldoras de Concentración Espiritual”, hicieron que los presentes en la casa de subastas volvieran a entusiasmarse.
Era sabido que las Píldoras de Concentración Espiritual tenían un efecto mayor si quien las ingería era un Espiritista Demoníaco de rango Plata o rango Oro, en especial, en aquellos que llevaban mucho tiempo estancados.
Una Píldora de Concentración Espiritual tenía grandes posibilidades de crear un Espiritista Demoníaco de rango Oro.
Hasta podía ayudar a un rango Oro a superar el estancamiento y alcanzar el rango Oro Negro.
—¡El precio inicial es de trescientas cincuenta mil monedas de espíritu demoníaco!
—anunció la subastadora.
—¡Trescientas sesenta mil monedas de espíritu demoníaco!
—¡Trescientas noventa mil monedas de espíritu demoníaco!
…
Enseguida, las ofertas superaron las quinientas mil monedas y la puja no se detenía.
Nie Hai se quedó atónito al ver que las ofertas pronto alcanzaban las seiscientas mil monedas de espíritu demoníaco.
En un comienzo, creyó que iba a poder comprar un juego de Píldoras de Concentración Espiritual, pero nadie sabía que no podía comprar ni uno.
Si hubiera sabido antes que eso iba a pasar, habría comprado un juego de Píldoras de Nutrición Espiritual en lugar de esas.
¿Era posible que fuera a volverse con las manos vacías?
Nie Hai estaba completamente desanimado.
Esas personas estaban demasiado locas.
Haber llevado diez píldoras a semejante precio.
No había justicia.
¡Era una ganancia demasiado grande para la Asociación de Alquimistas!
Nie Hai estaba indignado.
¿Quién había dejado que su Familia de las Marcas Celestiales se volviera la peor entre las familias de la aristocracia?
Antes, tenían que depender de la venta de territorios para saldar sus deudas y, ahora, no podían superar las seiscientas mil monedas de espíritu demoníaco.
¡Seiscientas cincuenta mil!
¡Era posible que un juego de Píldoras de Concentración Espiritual se vendiera al precio de seiscientas cincuenta mil!
Nie Hai y Nie En se miraban con una sonrisa amarga.
Se deprimieron aún más cuando vieron que Lei Zuo se guardaba un juego de Píldoras de Concentración Espiritual en uno de sus bolsillos.
—Nie Li —el Mayor Nie En no pudo contenerse más y le dijo—, ¿puedes ayudarnos a obtener un juego de Píldoras de Concentración Espiritual?
Tómalo como un préstamo.
¡Te devolveremos el dinero luego!
Nie Li había gastado dos millones de monedas de espíritu demoníaco sin inmutarse.
Tan solo seiscientas mil monedas de espíritu demoníaco no serían un problema para él.
Ya que Nie En había hablado, Nie Li decidió mostrarle algo de respeto.
Aunque Nie Hai era el Patriarca de la Familia de las Marcas Celestiales, en su vida anterior, no tenía una relación cercana con Nie Li.
Sin embargo, ese no era el caso con Nie En.
Antes de que Ciudad de Gloria fuera destruida, Nie En había protegido mucho a los familiares de Nie Li.
Por ende, Nie Li todavía lo respetaba.
—Siendo que el Gran Mayor me lo ha pedido, eso no será un problema.
Aunque no hay necesidad de ofertar por las Píldoras de Concentración Espiritual —Nie Li movió la mano derecha y sacó varias botellas de porcelana grandes de su anillo interespacial.
Se las pasó a Nie En y dijo—: En estas botellas, hay cinco mil Píldoras de Nutrición Espiritual, seiscientas Píldoras de Concentración Espiritual y cien Píldoras de Templado Espiritual.
¡Tómelas como un regalo que le hago, Gran Mayor!
Nie En lo miraba estupefacto mientras se aferraba a aquellas grandes botellas de porcelana.
Le tembló la voz al decir—: ¡¿Ci-ci-cinco mil, cinco mil Pil-Pil-Píldoras de Nu-Nu-Nutrición Espiritual… Seis-seis-seiscientas… Píldoras de C-concentración Espiritual… y… y hasta Píldoras de Tem-Templado Espiritual?!
Nie En se había quedado completamente mudo, al igual que Nie Hai.
En esa subasta, varias familias habían competido tan ferozmente por aquellas pocas Píldoras de Nutrición Espiritual y esas Píldoras de Concentración Espiritual y, así todo, Nie Li acababa de sacar con total naturalidad cinco mil Píldoras de Nutrición Espiritual, seiscientas Píldoras de Concentración Espiritual, ¡y hasta las Píldoras de Templado Espiritual que no se conseguían en el mercado!
—¡Mi dios!
¡¿Acaso estoy soñando?!
—Nie En se había quedado atónito.
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