Cuentos de demonios y dioses - Capítulo 92
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Capítulo 92: Capítulo 92 – La Llegada del Señor de la Ciudad Capítulo 92: Capítulo 92 – La Llegada del Señor de la Ciudad Editor: Nyoi-Bo Studio Ye Ziyun se dio cuenta de algo y gritó.
—¡Nie Li, date vuelta!
—Ye Ziyun se ruborizó y se movió dando fuertes pisadas.
—¿Qué ocurre?
—Nie Li parpadeó, mirando durante unos instantes más.
Aquello era algo que no veía todos los días, si se daba vuelta, lo desaprovecharía.
—Nie Li, ¿cómo puedes ser así?
Yo… Ye Ziyun estaba enojada.
Sacó a toda prisa una tela de su anillo interespacial para cubrirse.
Su corazón estaba revolucionado.
Era la primera vez que un hombre la veía así.
—Como si no hubiera visto esto antes…—murmuró Nie Li y se dio vuelta lentamente.
Se rio y dijo—.
Ponte la camisa, no te miraré.
—¡No puedes darte vuelta!
De lo contrario…¡no volveré a hablarte!
A Ye Ziyun no se le ocurrió otra cosa que pudiera molestar a Nie Li, por lo que solo pudo decir eso.
Nie Li podía oír cómo Ye Ziyun se cambiaba detrás de él, lo cual lo hacía imaginarse la situación.
Sin embargo, no se dio vuelta.
No quería hacer enojar a la belleza que estaba tras él.
Sin importar lo que pasara, el viaje de ese día había valido la pena.
—Bien, ahora puedes darte vuelta.
Al escuchar la voz de Ye Ziyun, Nie Li giró la cabeza.
Pudo ver que la chica se había puesto un vestido blanco.
Su delicado cabello púrpura aún estaba mojado y caía sobre sus hombros, lo cual le daba un aspecto suave y elegante.
Su piel blanca daba la sensación de ser un huevo sin cáscara.
Aquellos grandes ojos acuosos brillaban como si quisieran decir algo.
El par de pequeños hoyuelos a cada lado de sus mejillas y el leve y encantador rubor de sus mejillas dejaron boquiabierto a Nie Li.
—Nie Li, no olvidaré el incidente de hoy.
¡Ten por seguro que te haré pagar por esto!
Ye Ziyun lo miraba fijo, enojada.
Sin embargo, su expresión de enojo tenía algo de belleza.
Sin saber por qué, la mirada encendida de Nie Li le hizo sentir algo extraño en su corazón.
—Casi me olvido, ¡aún me debes un favor!
—dijo Nie Li, mirando a Ye Ziyun con una sonrisa—.
¡Ya que te he visto, podemos decir que estamos a mano!
—No.
Son dos temas diferentes.
¡Aún te debo ese favor!
¡Este asunto no se soluciona con tanta facilidad!
—dijo Ye Ziyun, disconforme.
Sentía que había perdido algo, ahora que Nie Li la había visto por completo.
—¿Qué te parece esto?
¡Dejaré que tú también me veas!
—dijo Nie Li, mientras comenzaba a desvestirse.
—¿¡Quién querría verte a ti!?
Ye Ziyun se movió con firmes pisadas al tiempo que se apuraba a cubrir sus ojos.
Se había quedado sin palabras.
¿Cómo podía ser así Nie Li?
¡Qué idiota!
Aunque no entendía por qué su corazón se había agitado un poco.
Al ser la hija del Señor de la Ciudad, no solía tener amigos.
Mucho menos una persona que la fastidiara así, sin restricciones.
La aparición de Nie Li había hecho que su vida simple se llenara de colores.
—Si no quieres ver, está bien —Nie Li fruncía la comisura de la boca.
La ternura de Ye Ziyun le daba calidez a su corazón.
Era demasiado bueno haber podido renacer y volver a ver a Ye Ziyun.
Sin duda, no desaprovecharía esa bendición de dios.
Nie Li miró a su alrededor y luego empezó a caminar hacia el edificio de Ye Ziyun.
—¿Qué estás haciendo?
—se apuró a decir Ye Ziyun al ver lo que hacía Nie Li.
—¿He venido hasta aquí y no vas a dejarme echar un vistazo a tu habitación?
¿No es eso un poco descortés?
—Nie Li caminaba en dirección al edificio.
¿Descortés?
Ye Ziyun se estaba volviendo loca.
¿Quién era el que estaba siendo descortés?
¿Quién había ingresado en el patio de una muchacha sin llamar y ahora quería echar un vistazo a su habitación?
—¡Basta, Nie Li!
—gritó Ye Ziyun, apresurada.
Si habitación no era un lugar al que podía entrar cualquiera.
Nie Li era como un pez que se deslizaba hacia el edificio de Ye Ziyun.
En su vida anterior, nunca había visto la habitación de ella, por lo que estaba lleno de curiosidad.
Se preguntaba cómo sería.
Al entrar al edificio, continuó avanzando e ingresó a la habitación de Ye Ziyun.
Esta tenía una decoración exquisita.
Había arreglos florales y velos rosados, lo cual le daba un aspecto dulce y hermoso.
Nie Li miró a su alrededor con frescura y se acercó hacia la parte de atrás de un biombo.
Detrás del biombo, había una tina de madera de la cual aún salía vapor.
Ye Ziyun recién había tomado su baño allí.
Al imaginarla bañándose en la tina de madera, Nie Li no pudo evitar que una calidez invadiera su corazón.
Ye Ziyun entró a toda prisa.
—Nie Li, ¿cómo puedes entrar en la habitación de una chica así como así?
¡Rápido, sal de aquí!
—dijo Ye Ziyun, con una mezcla de ansiedad y timidez.
Sin embargo, frente al desvergonzado Nie Li, no sabía cómo comportarse.
—¡No es para tanto!
Solo estoy mirando tu habitación.
No es que vayas a quedar embarazada por eso —Nie Li respiró profundo.
En el aire flotaba una fragancia débil pero familiar, era el olor de Ye Ziyun.
—¿Embarazada?
—Los ojos de Ye Ziyun se abrieron al máximo.
Su expresión era la misma que si hubiera sido alcanzada por un rayo.
¿Qué había exactamente en la cabeza de Nie Li?
Hubiera querido poder abrirla para mirar adentro.
—Hasta está lista el agua caliente.
Tú sal primero, ¡yo tomaré un baño!
—Nie Li se desvistió con rapidez y se metió a la tina de madera de un salto.
Dijo con satisfacción—: ¡Esto es muy confortable!
—¡Urghhhhhhh!
Ye Ziyun se estaba volviendo loca.
Nie Li venía y se comportaba como si ese lugar le perteneciera.
Recién se había terminado de bañar en la tina de madera y ni siquiera había tenido tiempo de tirar el agua.
¿Cómo podía meterse así Nie Li?
Además, ¡Nie Li no había tenido vergüenza de desvestirse delante de ella!
Ye Ziyun se sentía impotente.
Si se quedaba allí, ¿tendría que ver a Nie Li bañándose?
Lo único que Ye Ziyun podía hacer era retirarse sin hacer nada.
Ye Ziyun se fue al patio con la mente revuelta.
Se sentó en un trozo de piedra.
Sus delgados dedos doblaban un trozo de hierba.
Aunque Nie Li la había fastidiado, no estaba molesta.
Si corazón sentía algo indescriptible.
—¡Muchacho odioso!
—pensó Ye Ziyun, enojada.
Tal vez estaba demasiado sola.
No solía tener amigos en la escuela.
Desde que su madre había fallecido, su padre y su abuelo habían estado ocupados con sus asuntos personales, por lo que rara vez estaban con ella.
Si alguien hubiera ido a molestarla, se habría puesto muy contenta.
Aunque Nie Li era un poco tonto, no lo odiaba.
Nie Li entendía demasiado bien el carácter de Ye Ziyun, por eso se comportaba de esa manera.
No permitiría que ella se alejara de él.
La fragancia de Ye Ziyun todavía podía sentirse en el agua caliente.
—¿No sería hermoso que se metieran juntos?
Al pensar en eso, a Nie Li se le aceleró un poco el corazón.
Todavía tenía un largo camino por delante, Nie Li sabía que para llegar a eso, aún tenía que trabajar muy duro.
En ese momento, se escucharon unos golpes provenientes de la puerta del patio.
Al escuchar eso, la cara de Ye Ziyun cambió de color de inmediato.
Esos golpes sin duda significaban que su padre había llegado.
¡Nie Li aún estaba en la habitación!
¡No tenía escapatoria!
Nie Li también escuchó los golpes y se quedó atónito.
¡Era demasiado!
Sintió un repentino dolor de cabeza al pensar en el rostro estricto del padre de Ye Ziyun.
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