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Darek: A Complicated Adventure - Capítulo 10

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  4. Capítulo 10 - 10 Capítulo 10 – “La Senda del Viento Quebrado”
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10: Capítulo 10 – “La Senda del Viento Quebrado” 10: Capítulo 10 – “La Senda del Viento Quebrado” El amanecer apenas despuntaba cuando el grupo volvió al camino.

El suelo aún cargaba el eco del enorme espíritu que habían enfrentado el día anterior, y aunque todos intentaron aparentar energía, las ojeras los delataban.

Excepto Kevin, claro, que avanzaba brincando de piedra en piedra como si hubiera dormido doce horas en una cama de plumas.

—¿Y si encontramos otro bicho gigante?

—preguntó Bonnie, bostezando mientras se ajustaba su capa—.

Porque te juro que esta vez te lo dejo a ti, Kevin.

Solo a ti.

—¡Perfecto!

Así tendré la gloria para mí solo —dijo él con una sonrisa exagerada.

Bonnie le lanzó un puñetazo suave en el brazo.

Kevin lo celebró como si le hubieran dado un premio.

Darek caminaba un poco detrás del grupo, observando el horizonte.

Sus brazos estaban vendados después del combate del día anterior—nada grave, solo raspones superficiales—pero Aisa lo miraba cada tantos minutos, como si temiera que se desplomara de cansancio.

—Estoy bien, de verdad —dijo Darek cuando notó la mirada número doce de la mañana.

Aisa se sonrojó y apartó la vista inmediatamente.

—No te estaba mirando —mintió de forma nada convincente.

Aqua, que caminaba a su lado, soltó una risita.

—Aisa, no tienes que preocuparte tanto.

Darek es duro, aunque a veces parece hecho de azúcar.

—¡Oye!

—Darek protestó, pero Aqua y Aisa rieron juntas, cosa que le dibujó una sonrisa.

Neithan, caminando por delante con los brazos cruzados y expresión seria, murmuró sin girarse: —Si ya acabaron con el concurso de quién molesta más a Darek, sería bueno concentrarse.

Vamos a entrar en la Senda del Viento Quebrado.

Todos se quedaron quietos.

—¿La Senda… qué?

—preguntó Kevin.

Neithan se giró finalmente y señaló el estrecho desfiladero frente a ellos.

El aire que salía de él silbaba en largas notas agudas, como si cientos de flautas tocaran al mismo tiempo.

—Un pasaje natural donde el viento cambia de dirección cada minuto.

Es impredecible.

Si no saben equilibrar su energía, los empuja como papel.

—Genial —dijo Bonnie—.

Otra prueba mortal.

¿No podíamos haber ido mejor al mercado de dulces de la ciudad?

—Tú aceptaste venir —replicó Neithan.

—Sí, bueno… Pensé que íbamos a ver ardillitas mágicas… no a intentar no morir cada diez minutos.

Aun así, todos avanzaron.

El interior del desfiladero era estrecho, más de lo que esperaban.

Darek tuvo que encorvarse para evitar una roca sobresaliente, y Aqua tuvo que sostener su vestido para que el viento no la empujara hacia atrás.

Los primeros minutos fueron relativamente tranquilos… hasta que el viento cambió.

Un estruendo surcó el pasaje y una corriente tan fuerte como una ola los empujó desde atrás.

—¡¡AGÁRRENSE!!

—gritó Darek.

Kevin salió volando como una cometa.

Bonnie lo agarró de la capa, pero el viento la arrastró a ella también.

—¡¡NOOO, MI VIDA SOCIAL AÚN NO ESTÁ COMPLETA!!

—se escuchó gritar a Bonnie mientras ambos se deslizaban hacia el borde de un pequeño acantilado dentro del desfiladero.

Darek intentó sujetarlos con una de sus manos mientras con la otra mantenía su equilibrio.

Aqua conjuró un remolino de agua que se aferró al suelo y los ancló.

Aisa, temblorosa pero decidida, creó un conjunto de símbolos mágicos que bajaron lentamente la presión del viento.

Kevin quedó colgando boca abajo, riendo nervioso.

—¡Casi muero, pero fue increíble!

—Eres increíblemente idiota —gruñó Bonnie mientras lo arrastraba de vuelta.

Neithan, por su parte, mantenía los brazos cruzados, con el cabello agitado por el viento.

—Aprendan a usar su centro de energía.

Si un soplido así los derriba, jamás sobrevivirán fuera del bosque.

—Neithan, ¿puedes ser un poquito menos rudo?

—preguntó Aisa.

—No.

—¿Ah no?

—Dijo Aisa, quien rápidamente agarró un palo del piso y se lo partió en la cabeza a Neithan.

—¡AUCH!

¡¿OYE QUE TE PASA?!

—Gruño Neithan, quien se acariciaba la nuca con las dos manos.

Ninguno del grupo pudo aguantarse la risa.

Cuando llegaron al punto medio, el viento ya no solo soplaba… hablaba.

Susurros extraños rodeaban al grupo.

No eran palabras claras, pero sí emociones: enojo, impaciencia, frustración.

Darek sintió un escalofrío.

Aqua frunció el ceño.

Neithan levantó un brazo.

—No es solo viento.

Hay un espíritu atrapado.

Del suelo surgieron pequeñas partículas brillantes que se compactaron formando una figura: un enorme lobo hecho de aire vivo.

Sus ojos eran remolinos blancos.

—Genial… un lobo fantasma gigante —murmuró Kevin—.

¿Alguien más siente que el destino nos odia?

El espíritu rugió y el viento se volvió un huracán.

La batalla comenzó.

Aqua lanzó chorros de agua que cortaron la corriente.

Aisa creó sellos mágicos que brillaban como luciérnagas.

Bonnie y Kevin, coordinados como siempre, tejieron un torbellino mágico que chocó contra el espíritu.

Pero fue Darek quien notó algo: el espíritu no atacaba para dañar.

Era errático, casi desesperado.

—¡No quiere luchar!

¡Está atrapado!

—gritó.

Neithan lo miró, sorprendido por su tono.

El viento se volvió más caótico, como si el espíritu confirmara sus palabras.

—Debemos calmarlo, no destruirlo —añadió Darek.

El grupo cambió de táctica.

Aqua calmó las corrientes de agua creadas con sus poderes.

Aisa dibujó un sello de purificación.

Kevin y Bonnie usaron su magia para equilibrar la presión del aire.

Neithan y Darek, juntos, generaron un fuego suave, no para quemar, sino para iluminar.

Poco a poco, el espíritu dejó de luchar.

Su cuerpo se disolvió en miles de partículas que se elevaron al cielo.

Una brisa cálida los envolvió, suave y agradecida.

—Nos dio su bendición —dijo Neithan—.

Interesante.

Bonnie se dejó caer al suelo.

—Estoy cansada física, emocional y espiritualmente.

—Pero seguimos vivos —añadió Kevin, chocándole el puño.

Al final del desfiladero encontraron una colina desde la que se veía todo el valle.

El viento soplaba tranquilo, casi dulce.

Darek se sentó en una roca, exhausto.

Aisa se sentó a su lado.

—Lo hiciste bien allá dentro —le dijo con una sonrisa tímida—.

Sin ti, no lo habríamos logrado.

Darek se rascó la nuca, sonrojado.

—No, lo hicimos todos.

Aqua llegó detrás de ellos, apoyando una mano sobre el hombro de Darek.

—Aun así, tu intuición nos salvó.

Estoy orgullosa de ti.

—¿Y yo qué?

—Dijo Neithan saliendo detrás de ellos— yo también fui clave en esta misión.

Aisa agarro otro palo del suelo y se lo lanzo a la cara.

—¡Ya deja de hacer eso!

—Grito Neithan, quien comenzó a correrla hasta la casa.

Kevin y Bonnie corrían por la colina compitiendo a ver quién llegaba primero al árbol más alto.

Darek y Aqua caminaron tomados de las manos hasta la casa.

El día terminaba con una calma inesperada… y con la sensación de que nuevas aventuras estaban por venir.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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