Darek: A Complicated Adventure - Capítulo 16
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- Capítulo 16 - 16 Capítulo 16 — “La niña del otro cielo”
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16: Capítulo 16 — “La niña del otro cielo” 16: Capítulo 16 — “La niña del otro cielo” El sol ya empezaba a caer detrás de los árboles cuando el grupo descendía por la colina.
La tarde había sido una mezcla de sorpresa, tensión y desconcierto, pero ahora caminaban en silencio, todavía tratando de procesar lo que había ocurrido.
Y al centro del grupo, sosteniendo la mano de Darek con fuerza, caminaba la pequeña Summer.
Tenía los ojos muy abiertos, curiosa por todo, mirando el bosque como si ya lo conociera desde siempre… aunque para todos ellos era la primera vez que la veían.
Aisa observaba cómo la niña no se separaba de Darek ni un segundo.
Aqua, en cambio, caminaba cerca, intentando mantener una sonrisa amable aunque la preocupación y la confusión eran evidentes en su mirada.
Kevin rompió el silencio primero: —Bueno… esto no es precisamente lo que esperaba encontrar hoy.
Pensé que íbamos a pelear contra otro demonio o un Sombrárbol gigante, no a… —miró a Summer— encontrar una niña que dice ser… Summer lo interrumpió con naturalidad: —La hija de papá Darek y mamá Aisa.
Aisa casi tropieza.
—¡¿Qué?!
¡Pero—pero… yo no—!
Bonnie se encogió de hombros con una sonrisa burlona.
—Bueno, Aisa, ¿quién diría?
¡Alguien ya te ve como “mamá”!
Eso sí que es raro.
—¡N-No soy mamá de nadie!
—dijo Aisa medio roja, medio nerviosa.
Darek miró a la niña con suavidad.
—Summer, corazón, todavía no entendemos bien de dónde vienes.
No estamos en… ese mundo del que hablas.
—Lo sé —respondió Summer sin dejar de sonreír—.
Pero siguen siendo mis padres.
Aunque aquí… todavía no se quieran.
Aqua apretó los labios.
Esa frase le cayó como una flecha que no esperaba.
Neithan, que había estado en silencio todo el camino, habló con tono firme: —Eso lo hablaremos en casa.
Lo primero es entender quién eres, por qué un demonio apareció buscándote y cómo llegaste aquí.
No vamos a sacar conclusiones a mitad del bosque.
Summer asintió como si entendiera completamente.
DE VUELTA EN LA CABAÑA La puerta se abrió y todos entraron con pasos apresurados.
Summer soltó la mano de Darek y empezó a mirar todo con fascinación.
—Así que aquí viven de este lado —dijo con una sonrisa—.
En mi mundo también vivimos en una cabaña.
Papá la construyó… pero era menos desordenada.
Kevin se ofendió.
—¡Oye!
¡Yo limpio esa mesa cada… bueno… cada vez que me acuerdo!
Bonnie lo empujó.
—O sea nunca.
Aqua se acercó a Summer, intentando sonar cálida.
—Summer, cariño, ¿quieres sentarte?
Debes estar cansada.
La niña parpadeó… y se escondió detrás de Aisa.
Aqua sintió un pequeño pinchazo en el pecho.
Aisa, nerviosa, se inclinó un poco hacia Summer.
—Yo… puedo acompañarte si quieres.
Summer sonrió, abrazando su brazo.
—Sí.
Tú siempre me cuidas.
Aisa se puso roja.
Darek suspiró.
—A ver, tratemos de organizarnos.
Desde que apareció ese demonio no hemos tenido un segundo de calma.
Y Summer… bueno, parece conocer cosas de nosotros que no debería.
Neithan cruzó los brazos.
—Empecemos por lo básico.
Summer, ¿cómo llegaste aquí?
La niña miró hacia el techo, como buscando recuerdos entre las vigas.
—Yo estaba en mi casa con mamá Aisa.
Papá estaba en la ciudad comprando cosas para mirar las estrellas.
Y luego… escuché un ruido.
Un ruido muy feo, oscuro.
Como si alguien quisiera arrancar algo del cielo —hizo una pausa—.
Después, una sombra gigante me tomó y… cuando desperté, estaba aquí.
Aisa tragó saliva.
—¿Una sombra…?
—Un demonio —dijo Neithan sin dudarlo—.
O algo peor.
Darek se agachó para estar a la altura de la niña.
—¿Summer, esa sombra te hizo daño?
Ella negó con la cabeza.
—No… solo me dijo que “el ciclo no debía repetirse”, que “ustedes no debían volver a unirse”.
Yo no entendí nada.
La habitación se quedó helada.
Aqua, con la voz temblorosa, preguntó: —¿Unirse… quiénes?
Summer señaló a Darek y Aisa sin titubeos.
Aqua desvió la mirada al suelo.
Kevin silbó.
—Bueno… eso sonó intensamente profético.
Bonnie lo golpeó en el brazo.
—Shhh, Kevin.
Esto es serio.
Neithan exhaló profundamente.
—Ese demonio apareció por una razón.
Y esta niña no está aquí por accidente.
Vamos a necesitar investigar mucho más… pero antes, necesita un lugar seguro.
Summer levantó la mano como si estuviera en clase.
—¿Puedo dormir cerca de mamá Aisa esta noche?
Aisa casi se atraganta con su propia respiración.
—¿C-cerca de mí?
¿E-esta noche?
Pues yo—yo… Darek sonrió con ternura, intentando aliviar la tensión.
—Podemos organizar las habitaciones.
Summer puede dormir contigo… si te parece bien, Aisa.
Aisa, nerviosa pero incapaz de decir que no, asintió lentamente.
Aqua giró la cabeza hacia la ventana, en silencio.
Mientras todos organizaban un colchón improvisado para Summer, Darek salió a la entrada de la cabaña para tomar aire.
Neithan lo siguió.
—Estás inquieto —dijo Neithan.
—¿Cómo no voy a estarlo?
—respondió Darek—.
Una niña aparece diciendo que es mi hija del futuro o de otro mundo.
Dice que Aisa es su madre.
Y encima un demonio la secuestró para traerla aquí.
Neithan… esto no tiene sentido.
Neithan apoyó una mano en su hombro.
—Por ahora, lo único que importa es protegerla.
Lo demás… ya lo aclararemos.
Y tú —lo miró fijo— no te metas en líos sentimentales.
—¿A qué te refieres?
—Aisa.
Aqua.
Summer.
Y tú en el medio.
Maneja esto con cabeza.
Porque si no, alguien va a salir herido.
Darek suspiró, sabiendo que su hermano tenía razón.
—Haré lo mejor que pueda.
Neithan sonrió apenas.
—Más te vale.
Dentro de la cabaña, Summer ya estaba envuelta en una manta, abrazando un pequeño cojín.
Aisa la acomodaba torpemente, intentando no parecer demasiado nerviosa.
—¿Así está bien?
—preguntó Aisa.
Summer sonrió.
—Sí.
Gracias, mami.
Aisa se quedó inmóvil… y luego suspiró suavemente, acariciándole el cabello.
—No sé si soy tu mamá… pero puedes descansar tranquila esta noche.
¿Sí?
—Sí —murmuró Summer, cerrando los ojos.
Ya de noche, Summer se acomodó en su nueva cama.
Aisa se quedó sentada a su lado, contándole historias.
Darek se quedó apoyado en la puerta, observando.
Y por primera vez en todo el día, Aisa levantó la mirada y la cruzó con la de Darek.
Una mirada suave.
Cálida.
Diferente.
Darek sintió un leve temblor en el pecho.
Aisa también.
Summer ya dormía… sonriendo.
Aisa susurró: —Debe ser difícil para ella estar lejos de su mundo… pero estoy feliz de que se sienta segura contigo.
Darek respondió igual de en voz baja: —Y contigo… parece sentirse incluso más.
Sus miradas se sostuvieron un segundo más de lo necesario.
Un segundo que ninguno supo cómo romper.
Finalmente Aisa bajó la vista, colorada, fingiendo acomodar la manta de Summer.
Darek se retiró en silencio, con una sensación que no entendía del todo… pero que empezaba a crecer.
En la sala, Aqua esperaba sentada.
—¿Está dormida?
—preguntó sin mirarlo directamente.
—Sí —respondió él.
Aqua respiró hondo.
—Darek… cuando Summer dijo que tú y Aisa eran sus padres… ¿te sorprendió?
Él abrió los ojos, confundido por la pregunta repentina.
—Claro que sí —respondió—.
Apenas entiendo qué está pasando.
Aqua lo miró por fin, herida y vulnerable por primera vez.
—Prométeme que no te alejarás de mí por esto.
Darek parpadeó, sintiendo un peso en el pecho.
—Aqua, yo nunca… Pero no terminó la frase.
Algo en él vaciló.
Y Aqua lo notó.
No sabía qué significaba todo esto.
Pero lo que sí sabía era que sus vidas jamás volverían a ser las mismas.
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