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Darek: A Complicated Adventure - Capítulo 18

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  4. Capítulo 18 - 18 Capítulo 18 — “Sombras en la Luz del Mercado”
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18: Capítulo 18 — “Sombras en la Luz del Mercado” 18: Capítulo 18 — “Sombras en la Luz del Mercado” La ciudad todavía estaba despertando cuando Darek, Aisa, Aqua, Kevin, Bonnie y Neithan avanzaban por la avenida principal con Summer caminando alegremente entre Darek y Aisa, sosteniéndoles las manos.

Cada tanto, la niña se adelantaba uno o dos pasos para mirar algún puesto, pero siempre regresaba corriendo para pegarse nuevamente a sus “padres”.

Aqua, justo detrás de ellos, intentaba no mostrarlo, pero todos podían sentir la mezcla rara entre ternura y un pequeño nudo incómodo en su pecho.

—Se ve feliz —murmuró Kevin, empujando suavemente a Bonnie con el codo.

—Obvio que está feliz —respondió ella—.

Mira a Darek, se le cae la baba.

Ese chico nació para ser padre… incluso aunque todavía no esté listo.

Neithan caminaba con los brazos cruzados detrás de todos, observando a Summer con ojos calculadores, como si intentara descifrar un acertijo viviente.

—Aún no sabemos si algún demonio la está siguiendo —dijo con tono seco—.

Quiero que todos se mantengan alerta.

Aisa giró la cabeza, sonriéndole con dulzura.

—Neithan… hoy es el día de Summer.

Aunque estemos atentos, intentemos que ella no lo note, ¿sí?

Neithan desvió la mirada algo sonrojado, pero no dijo que no.

Apenas entraron al mercado, Summer quedó deslumbrada.

Era como un festival permanente: telas de colores brillantes colgando sobre los pasillos, vendedores gritando ofertas, puestos de frutas gigantes, perfumes brillantes, libros mágicos, criaturas pequeñas susurrando encantos… —¡MAMÁ, PAPÁ, MIREN!

—gritó Summer señalando un puesto lleno de ropa diminuta, adorable y con detalles bordados a mano.

Aisa se sonrojó como si le hubieran gritado algo prohibido en medio de la calle.

Darek también se quedó congelado, rascarse la nuca como si el cerebro se le reseteara.

Aqua apretó los labios, respiró profundo y forzó una sonrisa… pero incluso así, sus ojos mostraban una punzada de inseguridad.

—Vamos, pequeño incendio —dijo Bonnie mientras empujaba suavemente a Darek hacia el puesto—.

Te toca actuar como padre responsable.

Aisa fue con él, aunque caminaba con pasos cortos, tímidos, como si temiera hacer algo indebido.

Summer tiró de ambas manos.

—¡Vengan!

¡Quiero elegir ropa que les guste a los dos!

La dueña del puesto, una anciana elfa con gafas en punta, los miró con una sonrisa cálida.

—Qué familia tan bonita —comentó, sin dejarles tiempo de aclarar nada.

Aisa casi se atraganta.

Darek tosió.

Aqua frunció el ceño.

Kevin y Bonnie se taparon la boca tratando de no reírse.

Neithan simplemente rodó los ojos.

—¿Cuáles colores te gustan, Summer?

—preguntó Darek, todavía rojo, pero sonriendo.

La niña empezó a revisar prendas con la intensidad de alguien que busca un tesoro.

Sacaba vestidos, pantalones, camisas pequeñas, capas diminutas.

Cada vez que encontraba algo que le gustaba, se lo mostraba a Aisa.

Cada vez que encontraba algo aún mejor, iba corriendo a mostrárselo a Darek.

—¿Y este?

¿Me queda bonito?

—preguntó probándose un gorrito rojo.

—Te queda perfecto —respondió Darek con voz suave.

Aisa agregó—: Te ves adorable, Summer… La niña soltó una risita y abrazó la pierna de ambos al mismo tiempo.

Aqua observaba en silencio.

Su expresión no era de enojo… era algo más complicado, una mezcla de dolor, duda, cariño y miedo.

Kevin la vio y se acercó.

—No compitas con una niña de otro universo —susurró—.

Solo sé tú.

Summer ya te quiere.

Aqua lo miró sorprendida, pero agradecida.

Mientras los demás reían, probaban ropa y ayudaban a Summer, Neithan levantó la cabeza.

Su instinto ardió como una chispa repentina.

Un soplo frío pasó entre las telas colgantes del mercado.

Una sombra, muy fina, muy rápida, recorrió el borde de los puestos… como si los observara.

Neithan dio un paso al frente.

La sombra desapareció.

Solo él la había visto.

—Tsk… —murmuró—.

Cobarde.

Regresó con el grupo sin decir nada.

No quería arruinarle la mañana a la niña.

Darek y Aisa terminaron eligiendo varios conjuntos para Summer: ropa ligera para calor, una capa corta para el bosque, un pequeño vestido azul que maravilló a Aisa… y un abrigo rojo que a Darek le recordó demasiado a su propia ropa.

Cuando fueron a pagar, Summer los miró a ambos con una sonrisa brillante.

—Gracias, mami.

Gracias, papi.

Los dos se quedaron inmóviles, pero no la corrigieron.

Aqua sintió una punzada en el pecho… pero se obligó a sonreír y acariciarle suavemente la cabeza.

—Lo importante —dijo la princesa con voz dulce— es que estés feliz, Summer.

La niña le sonrió de vuelta, sincera y luminosa.

—¡También te quiero, tía Aqua!

La princesa se derritió un poco por dentro.

Con las bolsas de ropa y Summer saltando mientras caminaba, todos se reunieron en el centro del mercado para decidir qué hacer después.

Kevin extendió los brazos.

—¡Propongo helado para celebrar!

—¡SÍÍÍÍÍ!

—gritó Summer levantando los brazos.

Pero antes de caminar hacia la heladería, Aisa sintió un tirón en la capa.

Cuando miró hacia abajo, Summer la observaba con ojos enormes, brillantes, llenos de un cariño casi doloroso.

La niña se abrazó a su pierna con fuerza.

—No te vayas nunca, mamá.

Aisa sintió cómo el corazón se le apretaba, suave y cálidamente a la vez.

Darek la miró… y su expresión también cambió.

Algo en él cedió un poco, como si el mundo se hubiera ordenado alrededor de esa pequeña frase.

Aqua, al verlos, desvió la mirada… pero esta vez sin enojo.

Más bien con un miedo silencioso a lo que esa nueva dinámica significaba para ella.

Kevin y Bonnie murmuraron un “awww” completamente descoordinado.

Neithan los observaba en silencio… sin sonrisa, pero con una paz extraña en los ojos.

Darek se agachó a la altura de la niña.

—No iremos a ninguna parte, Summer.

Te lo prometo.

Y entonces… Un eco oscuro recorrió el aire del mercado.

Muy suave.

Muy lejano.

Pero Neithan, Darek y Aqua lo sintieron de inmediato.

Algo, allá afuera, había reaccionado a la energía de Summer.

Y esa presencia no se parecía a nada que hubieran enfrentado antes.

Aisa tomó la mano de la niña por reflejo, como si supiera —sin saber por qué— que debía protegerla.

Darek se puso en guardia, aunque intentó ocultarlo para no asustar a Summer.

Aqua dio un paso adelante, seria.

Kevin y Bonnie dejaron de bromear.

Neithan apretó los puños.

La mañana brillante seguía… pero ahora todos sabían que algo los había visto.

Y que el verdadero peligro apenas comenzaba.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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