Darek: A Complicated Adventure - Capítulo 9
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- Capítulo 9 - 9 Capítulo 9 – “LA SOMBRA EN LA COLINA”
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9: Capítulo 9 – “LA SOMBRA EN LA COLINA” 9: Capítulo 9 – “LA SOMBRA EN LA COLINA” La mañana comenzó tranquila, demasiado tranquila para el gusto de Kevin, quien desde temprano corría alrededor de la cabaña intentando despertar a todos con gritos exagerados sobre un “misterio urgente”.
Bonnie lo seguía, por supuesto, llevando un cuaderno y una pluma como si fuera una investigadora profesional.
—¡Chicos, hay algo raro en la colina norte!
—gritó Kevin, asomando la cabeza por la ventana del cuarto de Darek.
Aqua fue quien abrió la puerta, aún medio dormida.
—Kevin… son las seis de la mañana… —murmuró masajeándose la frente.
—¡Precisamente!
¡El momento perfecto para investigar un misterio!
—contestó él, orgulloso.
Bonnie entró detrás de él como si fuera su guardaespaldas.
—Hemos visto una sombra enorme moverse en el filo de la colina.
No era un animal común —dijo, abriendo su cuaderno—.
Kevin cree que es un dragón bebé.
Yo creo que es su imaginación teniendo hambre.
Kevin puso una mano en el pecho, ofendido.
—¡Los dragones bebés existen!
¡El tío Marcus vio uno una vez!
—El tío Marcus estaba ebrio —corrigió Bonnie.
Darek apareció por las escaleras, bostezando pero ya vestido.
Aisa lo seguía, arreglando torpemente su cabello mientras trataba de no tropezar con los escalones.
—¿Qué está pasando?
—preguntó Darek.
—Aventura —dijo Kevin con una sonrisa enorme—.
Y la categoría aventura siempre incluye peligro, gritos y momentos épicos.
¡Así que todos vístanse bien!
Aisa observó a Darek, y él le devolvió una sonrisa suave.
Ella debió la mirada rápido, sonrojada hasta las orejas.
Neithan fue el último en aparecer, cruzándose de brazos, ya listo para entrenar solo como siempre.
—Si van a ir a perseguir tonterías —dijo con tono seco—.
Al menos llévense armas y no mueran.
—¡Prometo no morir!
—respondió Kevin levantando una mano como si jurara ante un rey.
—Yo no prometo nada —agregó Bonnie.
—Acompañaré al grupo —dijo Aqua de forma decidida—.
Si algo peligroso está rondando por aquí, es mejor saberlo.
Neithan suspiró, miró a Darek y murmuró: —Cuida a todos… otra vez.
Darek asintió, serio.
La subida a la colina El grupo salió hacia la colina norte.
El bosque todavía estaba húmedo por el rocío, las hojas brillaban y el aire tenía esa frescura que solo ocurre al amanecer.
Aisa caminaba cerca de Darek, intentando no parecer demasiado nerviosa por la proximidad.
Aqua observaba todo con calma, llevando una mano sobre su estuche mágico de agua, lista por si algo pasaba.
—¿Qué creen que sea?
—preguntó Aisa.
—Ojalá sea un dragón bebé —respondió Kevin lleno de ilusión.
—Ojalá sea algo que podamos vender —dijo Bonnie.
Darek rió.
—Si es algo peligroso, solo manténganse atrás.
Yo me encargo.
—Darek, por favor —dijo Aqua frunciendo levemente el ceño—.
No queremos que te lances de cabeza otra vez.
—Vamos, eso solo pasó una vez —replicó él.
—Tres —interrumpió Bonnie.
—Cinco, si contamos las veces que casi te caes —agregó Kevin.
Aisa se tapó la boca riendo, mientras Darek se daba por vencido.
Al llegar a la cima de la colina, el grupo se detuvo.
El paisaje era hermoso: se veía la ciudad resplandeciendo a la distancia, los techos húmedos, los mercados despertándose, los carruajes abriendo paso entre la bruma matinal.
Pero también había algo más.
Una huella enorme, oscura, marcada en la tierra.
Y otra.
Y otra.
Kevin tragó saliva.
—Ay… no creo que los dragones bebés tengan patas tan grandes… Bonnie se escondió detrás de Aqua.
—¿Qué hace una criatura así tan cerca?
—preguntó Aqua, preocupada.
Darek se agachó a inspeccionar las marcas.
Eran profundas, y despedían un leve aroma a ceniza… pero no era fuego normal.
—Esto no es de ningún animal del bosque —dijo, serio.
Aisa se señaló a sí misma.
—Ehm… ¿deberíamos… volver?
—No —dijo Darek levantándose—.
Si sigue hacia el bosque, podría llegar a la cabaña.
Entonces, algo crujió.
Un árbol a su izquierda se movió… y luego otro.
Kevin dejó escapar un chillido bastante poco heroico.
De entre la maleza, una criatura alta como un troll salió tambaleándose.
Parecía compuesta de ramas retorcidas, sombras vivas y ojos amarillos que brillaban como carbones encendidos.
—¡Un Sombrárbol!
—gritó Bonnie.
Aqua abrió los ojos, sorprendida.
—¿Uno?
¡No deberían aparecer tan cerca de la ciudad!
El monstruo rugió, haciendo vibrar la tierra.
Darek dio un paso al frente.
—Retrocedan.
Aisa lo miró con preocupación.
—Ten cuidado… La criatura cargó.
El enfrentamiento comenzó.
Aqua extendió las manos, creando un muro de agua que detuvo el impacto por unos segundos, pero el Sombrárbol lo disolvió con una fuerza brutal.
Bonnie lanzó una llamarada hechizada.
Kevin la imitó con una flecha encantada.
El monstruo retrocedió, pero seguía avanzando.
Cuando levantó un brazo enorme para golpear a Kevin, Darek corrió al frente, su fuego estallando en un destello rojo.
—¡Ni siquiera lo pienses!
—gritó mientras bloqueaba el golpe.
El choque empujó a ambos hacia atrás.
Aisa sintió su corazón en la garganta.
Darek respiró hondo, el fuego rodeándolo como un aura viva.
—Aqua.
Kevin.
Distracción por la izquierda.
—Entendido —dijo Aqua con determinación.
Ambos atacaron al unísono, mientras Bonnie preparaba un hechizo más grande.
El Sombrárbol rugió, quemándose por partes pero regenerándose con lentitud.
Darek saltó, girando en el aire, y lanzó una explosión de fuego concentrado que golpeó directo el pecho de la criatura.
Las ramas crujieron, los ojos se apagaron… Y con un grito final, el Sombrárbol se desplomó en el suelo, desmoronándose como ceniza.
El silencio volvió.
Aqua corrió hacia Darek.
—¡DAREK!
¿Estás bien?
Él asintió, aunque respiraba con dificultad.
Aisa se acercó, extendiendo tímidamente una mano hacia él.
—Lo hiciste increíble… de verdad.
Sus ojos se encontraron por unos segundos demasiado largos… Hasta que Kevin se interpuso sonriendo.
—¡Eso fue ÉPICO!
¿Podemos hacerlo de nuevo?
—No —dijo Aqua dándole un golpe suave en la cabeza.
Bonnie miró los restos del monstruo.
—¿Qué hacía un Sombrárbol aquí?
No sé supone que estén tan cerca de la ciudad.
Aqua frunció el ceño.
—Quizás… algo o alguien lo obligó a acercarse.
Darek miró hacia el bosque, inquieto.
—Sea lo que sea… no ha terminado.
Aisa tragó saliva.
Kevin y Bonnie se miraron, esta vez sin bromas.
Aqua tomó la mano de Darek con cariño.
—Volvamos a casa.
Necesitamos avisarle a Neithan sobre esto.
Darek asintió… pero al voltear hacia Aisa, vio que ella aún lo observaba.
Sus miradas se cruzaron otra vez… y hubo algo allí.
Algo silencioso.
Algo que ninguno de los dos dijo en voz alta.
Un viento frío recorrió la colina.
Y las sombras temblaron como si algo más grande estuviera despertando en el bosque.
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