63: Invitación 63: Invitación Fu Ying naturalmente no creía que hubiera una amante entre sus padres.

Él sabía muy bien lo que su padre sentía por su madre.

Sin embargo, una mujer que hiciera que Fu Lin fuera a recogerla personalmente e ignorase el impacto, naturalmente no era una mujer ordinaria.

La mujer no solo tenía que ser hermosa, sino también muy inteligente y trabajadora.

A Fu Lin le gustaba ese tipo.

—Vamos a echar un vistazo —Fu Ying dejó su trabajo y se levantó.

Gu Hai no se atrevió a decir nada y solo pudo seguir en silencio.

En este momento, en la sala de recepción de clientes, Mo Rao estaba sentada al lado de Fu Lin.

Su voz era clara y dulce mientras traducía diligentemente.

Inicialmente, los demás estaban un poco preocupados de que Mo Rao no pudiera completar la tarea.

Esto se debía a que este cliente era muy importante y también un profesional en un cierto proyecto.

Habría naturalmente muchos términos profesionales en la conversación que no se podrían resolver con la comunicación diaria.

Inesperadamente, la traducción de Mo Rao era muy rápida y precisa.

Se podía ver en la sonrisa cada vez más satisfecha del cliente alemán y de Fu Lin.

Al final, Mo Rao dijo con elegancia:
—Sr.

Lil, espero que esta cooperación sea beneficiosa para ambos.

¡También le damos la bienvenida a nuestro país y nuestra empresa!

—Jaja, hermosa dama, tú eres muy simpática.

Hablar contigo ha sido un placer.

Si es posible, me gustaría invitarte al banquete de esta noche y ser mi pareja de baile, ¿de acuerdo?

—Lil sonaba muy feliz.

Antes de que Mo Rao pudiera responder, la puerta se abrió y una voz fría dijo:
—No.

Todos miraron sorprendidos.

Era Fu Ying.

Aparte de él, nadie se atrevía a irrumpir así.

Fu Lin miró a su hijo con desagrado.

¿Todavía estaba pensando en restringir a Mo Rao en este momento?

Este posesividad inexplicable ya no debería existir.

Mo Rao ignoró a Fu Ying y le dijo al Sr.

Lil con una sonrisa:
—Está bien, gracias por su invitación, Sr.

Lear.

¡Definitivamente estaré allí a tiempo!

Se estrecharon las manos y el Sr.

Lil se marchó primero.

Fu Lin instruyó a Chen Ji, que estaba a su lado:
—Mo Rao asistirá al banquete esta noche.

Ve y prepara los vestidos y joyas que necesitará para esta noche.

También, consigue una maquillista.

—Sí —Chen Ji se fue inmediatamente.

Se instruyó a los demás para que se fueran, dejando solo a Mo Rao, Fu Ying y Fu Lin en la sala de recepción.

—Fu Ying frunció el ceño y miró a Fu Lin —Papá, ¿qué quieres decir?

—¿No escuchaste?

Alguien invitó a Rao Rao al banquete como pareja de baile esta noche.

Por supuesto que tengo que preparar un vestido para ella.

Además, tú y ella van a divorciarse.

¿Por qué te importa?

Esta es su libertad personal.

Cuando vas al hospital a cuidar de otros, ¿ella se metió en tus asuntos?

—Fu Lin preguntó directamente.

Fu Ying se quedó sin palabras.

Mo Rao estaba encantada de escuchar eso.

¡Hacía tiempo que quería decir eso!

—¡Como era de esperarse del jefe de la familia Fu, su suegro era impresionante!

La mirada de Fu Ying estaba fija en Mo Rao.

Ella estaba muy hermosa hoy.

Era un tipo de belleza diferente de su habitual belleza dócil y obediente.

Más bien, parecía capaz y elegante.

Su rostro lucía fresco y liso, exquisito y justo.

Mo Rao era una mujer muy elegante desde el principio.

Cuando tradujo hoy, la confianza que exudaba era aún más atractiva.

En el momento en que Fu Ying llegó, fue atraído por su belleza y no podía apartar la vista.

Y Lil había estado sonriendo a Mo Rao, ¡lo que le hizo sentir muy incómodo!

—Rao Rao, ven, vamos a la oficina y organizamos las traducciones.

Necesito un conjunto de materiales escritos —dijo Fu Lin a Mo Rao.

—¡De acuerdo!

—Mo Rao siguió inmediatamente, sin querer mirar a Fu Ying otra vez.

Su fea expresión daba la sensación de que ella había hecho algo mal, y eso la hacía sentir terrible.

Al ver a Mo Rao y a Fu Lin marcharse, Fu Ying tenía un humor terrible.

Cuando llegaron a la oficina de Fu Lin, Mo Rao organizó rápidamente los materiales escritos.

Después de que Fu Lin los revisó, estaba muy satisfecho.

—Lo hiciste bien.

Rao Rao, ¿cuándo aprendiste alemán?

—Todo es gracias a mis padres.

Cuando estaban vivos, les gustaba hojear la literatura médica extranjera.

Yo los acompañaba y leía con ellos.

Aprendí mucho en secreto —respondió Mo Rao.

Hablando de los padres de la familia Mo, Fu Lin suspiró.

—Si todavía estuvieran aquí, definitivamente serías médico ahora.

—No necesariamente —Mo Rao sonrió con amargura—.

Desde que mis padres se fueron, realmente ya no quería ser médico.

Es por eso que no elegí ser estudiante de medicina durante el examen de ingreso a la universidad.

Ella había visto a sus padres ejerciendo como médicos desde que era joven y respetaba mucho esta profesión.

Sin embargo, también por esto sentía que estaba traumatizada y ya no podía ser una médica que salvaran vidas, como lo fueron sus padres.

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