Después de la transmigración, ¡la esposa gorda hizo un regreso! - Capítulo 883

Capítulo 883: Dirigido

—Estoy bien. Ya casi está todo curado —dijo Su Yang mientras señalaba su propio rostro.

—Es bueno que estés bien —Qiao Yu suspiró profundamente y sacó 50 centavos de su bolsillo antes de continuar—. No vi esa película y no sé cuánto pagaste por el boleto. Toma este dinero como mi compensación.

Qiao Yu pensó para sí misma: «¡No lo aceptes! ¡No lo aceptes! Sería mejor que no lo aceptaras.»

Ella le estaba dando los 50 centavos solo por aparentar. Era para que Su Yang pensara que no era una persona codiciosa. Lo que ella estaba haciendo se llamaba lanzar una línea larga para atrapar un gran pez.

Si lograba hacer feliz a Su Yang y él le compraba más cosas, entonces habría salido ganando.

Bajo la mirada atenta de todos, Su Yang estaba demasiado avergonzado como para aceptar el dinero de Qiao Yu. Ese día, cuando él le dio el boleto para la película, todos en la fábrica se enteraron. Si aceptaba el dinero de Qiao Yu ahora, no sabía qué dirían los demás de él a sus espaldas.

Además, Qiao Yu se mostraba tan preocupada por él. ¿Cómo podía ser una mala mujer? Ella realmente debía querer compensarlo. Definitivamente no podía aceptar este dinero.

—Tómalo de vuelta. El boleto es para ti. Depende de ti si vas o no —dijo Su Yang.

Qiao Yu rápidamente se guardó los 50 centavos en el bolsillo, temerosa de que Su Yang cambiara de opinión y extendiera la mano para tomarlo. Le dijo felizmente a Su Yang:

—Entonces, me voy a trabajar. Adiós.

Su Yang rápidamente tomó la mano de Qiao Yu y dijo:

—Te esperaré después del trabajo esta noche. ¡Vamos a cenar juntos!

Qiao Yu aceptó la propuesta de Su Yang tímidamente. No podía dejar pasar una oportunidad tan buena. Esta noche, ¡debía comer toda la carne que le había faltado en los últimos días!

La líder del equipo del taller estaba inspeccionando la velocidad con la que todos en el taller hacían su trabajo. Los superiores habían enviado un mensaje diciendo que querían que le diera una lección a Qiao Yu para que trabajara más y no fuera entrometida.

Ella era solo una líder de equipo menor, así que tenía que seguir todas las instrucciones de los superiores. Lo extraño era que, no hacía mucho tiempo, Qiao Yu había dicho que sus parientes eran personas prominentes. Solo habían pasado algunos días, pero parecía que la situación había cambiado.

—¡Tú! ¿Por qué apenas llegas ahora? Estoy anotando que viniste tarde —dijo la líder del equipo del taller mientras señalaba a Qiao Yu, quien llegó tarde.

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Los ojos de Qiao Yu se abrieron con incredulidad mientras miraba a la líder del equipo del taller. No había nadie más que hubiera llegado tarde. ¿Podría estar hablando de ella?

En el pasado, la líder del equipo del taller solía pasar por alto estas cosas. Nunca se había enfadado con Qiao Yu ni le había descontado el salario. ¿Qué estaba pasando hoy?

—¿Yo? —preguntó Qiao Yu señalándose a sí misma.

—¿Entonces a quién estoy hablando? Sí, ¡tú! ¡Apúrate y vuelve a tu puesto de trabajo! Si no terminas tu trabajo por la mañana, ¡no podrás ir a almorzar! —dijo la líder del equipo del taller severamente.

Qiao Yu corrió apresuradamente a su asiento. Los demás comenzaron a murmurar entre ellos, sin que nadie supiera qué estaba pasando.

—Ay, cómo han cambiado las cosas. Me temo que los buenos días de alguien están llegando a su fin. ¡Jajaja! —dijo Hermana Li en voz alta a todos.

Qiao Yu se dio la vuelta para mirar a Hermana Li y dijo:

—Hermana Li, puedes comer lo que quieras, pero no puedes decir lo que quieras.

Hermana Li lanzó la lanzadera que tenía en la mano con arrogancia sobre la máquina y dijo con altivez:

—¡Siempre como bien! Estoy diciendo la verdad. ¡No miento!

—¡Quién mintió! —gritó Qiao Yu en voz alta.

—¡Quién sabe quién está mintiendo! Todos somos personas rectas que hemos sobrevivido en esta fábrica gracias a nuestras propias habilidades. Todos sabemos muy bien quién no está actuando correctamente —dijo Hermana Li.

Qiao Yu no tenía nada que refutar. Bajó la cabeza y volvió a su trabajo. Debía trabajar rápido, de lo contrario, se retrasaría en salir a cenar con Su Yang esta noche.

Al ver que Qiao Yu la ignoraba, Hermana Li también se dio la vuelta y volvió a trabajar.

La situación en la fábrica también cambió gradualmente. Muchas personas que antes tenían miedo de ofender a Qiao Yu ahora comenzaron a mirarla con desprecio.

Las personas que en el pasado habían sido aprovechadas por Qiao Yu también comenzaron a pensar en formas para que Qiao Yu les devolviera el favor. Incluso aquellos que querían “cortejarla” ahora calumniaban a Qiao Yu a sus espaldas.

La gente incluso decía que había ofendido a sus parientes y que tenía algo que ver con las noticias del dormitorio de que Qiao Yu había pedido prestada la ropa de otra persona para ir a una cita a ciegas.

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