Ecos de libertad ¿sin problemas? - Capítulo 30
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- Capítulo 30 - 30 ¡Sigue la corriente!
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30: ¡Sigue la corriente!.
30: ¡Sigue la corriente!.
—¡HEY!
USTEDES…
ESPEREN.
Gritos frecuentes y distantes algunos infantiles otros mas maduros pero sin duda todos eufóricos se escucharon a lo lejos, entre los matorrales y el monte alto y un grito mas severo, resonante y cercano se escucho después.
—ANTENTOS TODOS…
Quien hablo fue aquel mago de la familia Piedra Grande preocupado de que los gritos fueran una trampa de bandidos, o en el peor de los casos una expedición de otro pueblo que decidió tratar de robarlos.
Lógicamente hablando un grupo de bandidos era un peligro menor pues se trataría de maleantes que no se rindieron a el dominio de alguna familia mágica a menudo dirigidas por algún iluminado natural sin conocimientos para avanzar o aprender a usar sus leyes, en el mejor de los casos seria dos iluminados liderándolos, no obstante estas personas que viven en la naturaleza sin ayuda de las familias mágicas eran todas personas formidables y muy competentes, razón por la cual debían estar en guardia para defender automáticamente.
Por el lado contrario podría tratarse de otra partida de caza, y no es necesario explicar porque otra partida de caza es un peligro inconmensurable para la expedición, pero si aun no lo entiendes solo imagina pelear contra personas con un poder similar a el tuyo a muerte, sin saber si te guían a una trampa o si tienen a mas magos o mas números de su lado.
Por supuesto hay maneras de evitar estos problemas, por ejemplo el tratado entre pueblos hermanos, una alianza entre cinco pueblos cercanos entre ellos que se unen en expediciones hasta las zonas mas septentrionales del territorio humano, esto con el fin de ayudarse entre si a protegerse y a facilitar la obtención de distintos materiales, la fuerza esta en los números pues un solo mago ritual difícilmente puede apaciguar una marea de monstruos o una manada grande de bestias.
Para cuando todos en el grupo tomo posiciones de ataque y defensa de la caravana ya podían localizar con la mirada a los sospechosos, que se dirigían con una clase de jubilo extraño a la caravana…
—¡DETENGANSE DONDE ESTAN PARADOS SI NO QUIEREN MORIR!
Fue un grito grabe y resonante, áspero y poderoso dado por el Sr Marca de Sangre, pero extrañamente no se detuvieron, al revés corrieron con mas animo y sonrisas puras, este acto extraño puso mas tención en la caravana pero solo uno de ello se sintió totalmente confundido al ver a los diez jugadores, por supuesto este individuo era Marco.
A sus ojos estos sujetos eran la anomalía mas grande de toda su vida, y entre las grandes maravillas de las que podía presumir que vio este año, ellos ese grupo de de personas sonrientes y alegres sin armas y vestidos con harapos extrañamente limpios poseían sobres sus cabezas palabras y símbolos que simplemente no tenían lógica, sin pie, ni cabeza…
No fue asta que estuvieron a distancia de tiro que el Mago Sr Marca de Sangre levantó su mano apuntando a los diez extraños usando un símbolo pintado en su antebrazo y disparo un poderoso rallo cullo trueno ensordeció a los supuestos bandidos.
—ahora.
Las palabras fueron dichas sin emoción sin enfado, ni irritación pero esa frialdad no dejo dudas de lo que se tenia que hacer, yo todos en la expedición estaban de acuerdo, lo que el ordenara ellos lo harían, solo después de que todos avanzarán el primer pazo para cumplir con su orden de el Mago Marca de Sangre pareció refeccionar y añadió.
—no los maten a todo.
Debido a que solo eran diez persona y entre ellos incluso se encontró una mujer Sr Marca de Sangre decidió no matar a todos, pudo ordenar que no los mataran pero la verdad es que este grupo lo desobedeció cuando dio una advertencia, la mitad de ellos seria el pago por no obedecer cuando les dio una oportunidad, no obstante tenia curiosidad, que hacían gente que claramente no eran bandidos tan lejos de un pueblo, y por que diablos no lo escucharon.
Marco sin embargo no se movió, estaba muy confundido y se quedo de pie mirando con la cara rara que a menudo tenia cuando no comprendía las clases del sanador Tue, el mago de la familia Piedra grande lo noto y pregunto.
—¿Qué pasa por que no obedeciste?
Su cara reflejaba insatisfacción y marco se acercó con la mirada baja evitando ser confundido con un rebelde retando al mago y defendió su caso.
—Venerable Mago, me temo que no obedecí porque esta gente es extraña, no se explicarlo solo los veo y me ciento incomodo tienen algo que no comprendo.
Sus afirmaciones eran claras referencias a las palabras y símbolos verdes sobre las cabezas de los extraños, por un instante pensó en decir exactamente lo que notaba pero temió ser confundido con un loco de remate, sin embargo el mismo estaba seguro de que si estaba un poco mal de la cabeza, pues miraba palabras en el agua que lo describían y ahora también las podía invocar frente a su rostro, terminando con poderlas ver en las cabezas de algunos extraños obviamente algo no estaba bien con su mente.
—les temes ¿eso es lo que me quieres decir?, ¿tienes miedo de simples mundanos?.
—lo siento señor pero niego sus afirmaciones, le digo que mis ojos ven algo que no puedo explicar en esas personas, y “lo desconocido debe ser tratado con cuidad”.
Palabras que alguna ves fueron dichas por el sanador Tue y que marco se dio cuenta eran una máxima de la sanación pero fácilmente podría ser aplicado a la magia, las leyes naturales y las criaturas, no conocer algo es el primer paso para equivocarse y perder la vida en esta situación.
Mientas hablaban con calma los guardias usaban las astas de sus lanzas para noquear a los jugadores que no comprendían porque los atacaban.
—ALTO VASTA, PEDIAMOS AYUDA.
Gritaban los jugadores mientras trataban de defenderse a puños limpios, pero sus bajas estadísticas y la falta de equipo de combate lo dejo a merced de los guardia…
hasta que del grupo murió el primer jugador, en ese preciso instante Marco vislumbro algo que le pareció imposible.
El cuerpo de el jugador callo al suelo con un escupitajo de sangre involuntario, y justo al tocar el suelo se deshizo en un amasijo de chispas de luz que se drenaron a la tierra y dispersaron por el aire, sin embargo eso no fue lo mas impresionante.
lo mas significativo fue que al parecer nadie mas incluso aquel que abatió a ese primer jugador lo noto.
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