Ecos de libertad ¿sin problemas? - Capítulo 8
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- Capítulo 8 - 8 Terminado el viaje
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8: Terminado el viaje 8: Terminado el viaje Maya y su grupo Se encontraban escoltando hasta el pueblo mas cercano a la aldea de Villa Esperanza, Villa Asunción un pueblo con incluso menos pobladores pero parte de una de las familias mas influyentes de la región, Maya ignoraba estos datos complejos pero ahora que el problema de no poder hablar con los NPC estaba resuelto o mas bien recibieron permiso para usar esa función que vendría por defecto una ves lanzado el juego, ya podía darse cuenta de lo rica y extraña cultura inventada de la nada para ambientar el mundo…
ella miro a sus amigos haciendo preguntas a los NPC solo para encontrar fallas en la diatriba luego preguntaban a otros aldeanos para confirmar, las expresiones de los personas eran tan autenticas que solo alimentaba la curiosidad de Maya sobre el trabajo tan complejo requerido para tales expresiones.
Por lo demás ella no estaba segura de que tan genial eran otras mecánicas del juego, la construcción, los crafteos de de objetos y la manera de usar magia de los magos, o los de cocinar, porque simplemente teniendo a Benito para probar estos puntos del juego no se dio a la tare de ampliar sus conocimiento del juego…
prácticamente ella solo se intereso en el PVE y el PVP pues las armas y los materiales se los daban a la manos solo para probar las distintas funciones.
Ya hacia un tiempo que sus amigos y ella avían llegado al consenso de que este juego era malditamente duro con los jugadores, la primera misión de todos los jugadores era conseguir un pueblo o asentamiento humano, y debido a que no existía el concepto de zonas para novatos en este juego lograr terminar la primer misión del juego era absurdamente difícil…
sin armas o armadura, solo con una carga de de poder suficiente para usar habilidades como para no morir de un golpe, y eso si elegias la clase Iluminada, porque si fueras de la clase mago tendrías un solo hechizo y en ese caso también te dejaría seco el tanque, o en su caso no tendrías ninguna habilidad y tendrías que tratar de encontrar un espíritu inferior y hacer un trato, lo cual no te aseguraba tener habilidades buenas ya que estas eran aleatorias, claro estas desventajas eran balanceadas dándole mas estadísticas al Devoto que a los iluminados y magos, pero eso no era nada a comparación de de la odisea de Benito quien solo tenia la habilidad de fabricación primitiva y tenia que hacerse un un típico inicio de survival de minecraft y lo que sea que fabricara no mataría ni a un conejo con menos de tres golpes en la cabeza.
La verdad el juego en esto era muy duro, pero en cuanto lograbas el objetivo la recompensa de los jugadores era un equipo inferior y oro suficiente para comprar un arma de cualquier tipo echas de cobres y de calidad pésima, que al menos podrían salvarte la vida en un fatídico infortunio, y eso fue lo genial de este juego con buenos recursos podías hacer incluso mas que yendo a darte con la cabeza con los monstruos, ella vio a Benito matar monstruos mucho mas fuertes que el grupo entero con puro ingenio.
—*suspiro* ya falta poco para llegar al pueblo de Villa Asunción, ¿Dónde esta el Jefe?
Con su llamado un hombre que en todos los sentidos no era nada guapo y cargaba una manta enrollada en lo que solo podía ser un cuerpo aparentemente joven y no muy alto acerco y pregunto con mucho respeto.
—¿en que puedo ayudarla venerable?
—dijiste que debíamos viajar en esta dirección siguiendo este camino y que podríamos llegar en menos de medio día pero ya casi es de noche.
—Eh si mi venerable, yo no mentí pero las personas heridas nos retrasan, si los dejaras atrás seguro ya estaríamos allí.
Maya lo miro con un poco de asco pero no negó que los aldeanos que no pudo sanar por falta de energía vendita los retrasaban profundamente, sin embargo y dejando de lado lo asqueroso de la observación ella necesitaba la mayor cantidad de aldeanos vivos para tener mayores recompensas.
—tu no abandonaste el cuerpo de esa mujer muerte ¿por que yo dejaría atrás a los vivos?.
La pregunta fue seria desde el punto de vista de el jefe Paul sin embargo maya lo hiso como una actuación de juego de rol, solo así podía sentir menos sobre las patéticas condiciones de los pobladores que caminaban con miradas bacias dirigidas al piso.
La respuesta de maya Causo un sentimiento de auto desprecio en el jefe, sin embargo el ya se avía convencido que si su madre la mas poderosa en todo el pueblo pereció, no quedaría mas que muerte para los demás…
así que dejo a los demás pobladores fuera del refugio como ofrenda y salvar a los pocos que ya estaban en el bunker, y aunque funciono la verdad era que el temió por su propia vida desde que la primera llama se esparció por los tejados distantes.
cuando su madre callo del cielo toda su esperanza murió con ella, su hijo menor también murió en el ataque pero su cuerpo no fue conseguido, su ahora único consuelo fue que su hijo mayor estaba en la capital con su esposa.
—disculpe yo no quise decir.
—lo se, no sigas, ¿Cuánto tiempo crese que falte a este paso?.
—no mucho Venerable.
—deberíamos ver el pueblo subiendo por ese pequeño cerrito.
Maya quito su mirada de el jefe y miro la colina delante y con un suspiro agotado dijo.
—mi mas profundas condolencias por tu ser querido, ¿puedo saber su relación con usted?
El jefe la miro con una mirada que decía mucho mas y por un instante Maya sintió hablar con alguien real y eso la conmovió profundamente.
—se que ella se ve mas joven que yo pero es mi madre, una Maga ritualista poderosa pero, ser poderosa no la salvo de el poder de uno de eso monstruos.
Mientras hablaba destapo el cadáver y dejo entre ver la joven apariencia de la mujer que este NPC consideraba de manera ilógica que era su madre, el era obviamente mayor de cuarenta años y ella no parecía mayor de veintitantos, sin embargo la mirada de tristeza de este hombre echo de pixeles y datos la hizo recordar a su padre cuando tuvo aquel accidente en coche y la miro en esa cama de hospital entre sabanas desinfectadas con cables y tubos por todos lados recuperándose de sus heridas, y no pudo mas que tomar muy en serio sus palabras.
Cuando el hombre dejo de hablar de ella ya se encontraban sobre la pequeña colina y podían ver a poca distancia el pueblo, una gran empalizada como la que tuvo alguna ves Villa Esperanza rodeaba el perímetro mas exterior y las luces de la hogueras en las casas de madera iluminaba tenuemente su destino.
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