El Monarca Ancestral Divino - Capítulo 102
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102: Capítulo 102 – Hong Gongyang 102: Capítulo 102 – Hong Gongyang Editor: Nyoi-Bo Studio Wentian Qin se encaminó hacia la salida mientras Granujilla trotaba tranquilamente tras él.
Al mismo tiempo, varias figuras se apiñaban alrededor de Wentian Qin y la que estaba más cerca de él era ni más ni menos que el forjador de armas invitado del Pabellón de Armas Divinas, Feng Lu.
Como él procedía del Pabellón de Armas Divinas, Wentian Qin se sentía más cercano a él de forma natural.
—Mayor Feng Lu, ¿quién era ese anciano de antes?
—preguntó Wentian Qin con curiosidad.
El anciano parecía extremadamente corriente, pero se había atrevida a usar una sola promesa como moneda de cambio por el cuadro que quería todo el mundo.
Y además, nadie se había atrevido a competir contra él.
Wentian Qin se había fijado en este desarrollo inusual de los acontecimientos.
—¿Sabes algo sobre el Banquete de Lin Jun?
—preguntó Feng Lu mirándole.
—Sí, es el banquete más magnífico que se celebra al final de cada año en el País de Chu —Wentian Qin fue asintiendo.
—Exactamente.
En el País de Chu, el banquete es un asunto de la mayor importancia.
El talento de todos los jóvenes que asisten al banquete puede divisarse claramente de una sola ojeada.
Y no solo eso, el campeón del gran banquete tendrá un futuro glorioso, y muchos de esos campeones suelen optar por irse del País de Chu.
Feng Lu continuó despacio: —Ese anciano se llama Hong Gongyang.
Las jóvenes generaciones actuales se han olvidado en su mayoría de su nombre.
Hace más de treinta años, era el talento más extraordinario que había entre las élites.
Si no recuerdo mal, la posición de campeón en el banquete Lin Jun hace 34 años la obtuvo Hong Gongyang.
El corazón de Wentian Qin se aceleró.
¿Ese anciano había sido el campeón de un banquete Lin Jun?
—¿Por qué parece tan débil y viejo?
—preguntó Wentian Qin, apabullado.
Los cultivadores normalmente estaban llenos de vitalidad, su sangre tenía Qi en abundancia y normalmente parecían mucho más jóvenes de lo que eran.
Hong Gongyang debía acercarse a los sesenta años y, por lo tanto, debería parecer tener unos cuarenta, pero en realidad tenía aspecto de anciano.
—Nadie sabe por qué, pero Hong Gongyang era legendario.
El año que se proclamó campeón, el Palacio de los Nueve Místicos quería reclutarlo, pero él lo rechazó.
—mientras Feng Lu hablaba, miraba con inquietud a su alrededor.
Y continuó—: Hong Gongyang era un hombre que valoraba mucho su libertad.
Después de proclamarse campeón, desapareció de Chu.
—Esta cuestión, por derecho, debería haber terminado ahí.
Cuando alguien elige salir de Chu, no suele volver a oírse hablar de él.
Sin embargo, hace unos pocos años, Hong Gongyang de pronto regresó a Chu.
Y no solo eso, se convirtió en un forjador de armas de primer nivel, extraordinario, a pesar de no tener experiencia con las inscripciones divinas cuando era joven.
Solo trabajó con otros tres veces para forjar una arma, y cada vez, realizó productos de máxima calidad, armas divinas de tercer nivel.
Durante esa época, provocó una gran conmoción.
Hong Gongyang era una leyenda y no solo había conseguido cosas increíbles en el reino de las Inscripciones Divinas, su propia fuerza, a pesar de que nunca la había mostrado ante los demás, había llegado a unos niveles tan profundos que los demás no podían imaginárselo siquiera.
Feng Lu suspiró mientras continuaba, embargado por la veneración que le inspiraba una persona como Hong Gongyang.
Wentian Qin comprendió poco a poco por qué una promesa de ese anciano era tan valiosa.
El padre de Rou Mu le había dicho al instante que aceptara.
En el futuro, si había algún problema que el clan Mu fuera incapaz de resolver, la promesa de Hong Gongyang podía ser el camino de la salvación.
—Wentian, si tienes tiempo, deberías visitar a Hong Gongyang y hablar con él de tú a tú sobre vuestra comprensión de las inscripciones divinas —Feng Lu sonrió.
Había usado la expresión “de tú a tú” porque tenía a Wentian Qin en alta consideración.
—¿Dónde vive el anciano Gongyang?
—preguntó Wentian Qin.
—En la Cabaña de bambú —se rio Feng Lu.
En todo el País de Chu, solo había un sitio que se llamara Cabaña de bambú.
Era la residencia de Hong Gongyang y no era ningún secreto.
Quienes conocían la identidad de Hong Gongyang solían probar suerte en el bosque de bambú que rodeaba la cabaña para encontrarse con Hong Gongyang, pero solo unos pocos privilegiados reunían las condiciones necesarias para encontrarse con él.
—¿Podrías llevarme con él?
—Wentian Qin se rio y provocó que el semblante de Feng Lu se congelara—.
Quieres decir…, ¿quieres ir allí ahora?
—Como voy a tener que presentarle mis respetos tarde o temprano, ¿por qué no me aprendo ya el camino primero?
—contestó Wentian Qin con una sonrisa.
Sin duda, Feng Lu no se opuso, y mientras salían de la Academia Real, Wentian Qin se despidió de la gente y partió con Feng Lu.
El cuadro de Wentian Qin provocó oleadas de conmoción en la Capital Real y sobre todo entre los forjadores de armas.
En lo que respecta a forjadores de armas, siempre habían sido talentos que la Capital Real quería reclutad.
Por eso, el fiasco de la Academia Real lo habían seguido muchos ojos.
Nadie habría sido capaz de predecir ese final.
Como veces anteriores, Wentian Qin era el foco de atención de nuevo.
Desde aquella vez en que el joven se había quedado plantado bajo la nieve que caía, los grandes poderes se habían interesado en Wentian Qin.
Y ahora, en lo que respectaba a la pintura mística, Wentian Qin había provocado una gran agitación y haber atraído un montón de atención incomparable.
Los distintos grandes poderes emprendieron serias investigaciones sobre Wentian Qin.
A pesar de que el perfil de Wentian Qin parecía sencillo, ¿cómo demonios se había convertido en un genio en el mundo de las inscripciones?
¿Cuál era exactamente el secreto del Wentian Qin?
El clan Mu.
Ante un escritorio había un hombre mayor que estaba leyendo un informe compilado que le acababa de llegar.
«Wentian Qin, hijo adoptivo de Chuan Qin, se desconocen los detalles de sus antepasados.
Un encargado de la casa tullido lo llevó al clan Qin cuando era un niño.
Cuando tenía 6 años, se descubrió que tenía los meridianos obstruidos.
Se acordó su matrimonio con Nieves de Otoño del clan Bai cuando tenía 13.
Cuando tenía 16, el clan Bai anuló el compromiso, Wentian Qin comenzó a cultivar y logró condensar un alma astral de la tercera capa celestial».
Este informe no contenía demasiada información detallada.
Sin embargo, la lista que aparecía era suficiente para resumir toda la vida de Wentian Qin.
Su vida era bastante corriente y básicamente no había dado ningún motivo de preocupación hasta que había entrado en la Capital Real.
El anciano alzó el bolígrafo y añadió otra frase al final del informe: «Un genio de las Inscripciones Divinas, capaz de forjar armas divinas de tercer nivel.
Nivel de comprensión: grado demoníaco».
Después de terminar de escribir, el anciano dejó el bolígrafo y se dio cuenta de que había un sirviente esperando fuera.
—¿Qué ocurre?
—preguntó el anciano.
—La señorita Rou Mu ha regresado —respondió con respeto el sirviente.
El anciano levantó la cabeza y se quedó mirando al sirviente: —¿El cumpleaños de Rou Mu era ayer?
—Así es —el sirviente asintió.
—Prepara un festín —ordenó el anciano—.
Prepara una gran celebración e invita a todo el mundo para que podamos celebrarlo juntos.
Sin embargo, tiene que haber sensación de calor hogareño, familiar.
—Entendido —el sirviente asintió, hizo una reverencia y se retiró y comenzó las preparaciones.
En una sala del clan Ou, había una figura similar frente a un escritorio que miraba el informe compilado con una expresión meditabunda.
Este hombre de mediana edad parecía estudioso y elegante, como si fuera un erudito.
El nombre del informe que leía también rezaba “Wentian Qin”.
Una vez, le había parecido que no necesitaba prestar atención a su nombre.
Ahora, en cambio, solo le gustaría que el muchacho que llevaba ese nombre se hubiese ido al infierno en esa época.
A pesar de que el joven de Ciudad de Armonía celestial tenía un talento superior a la media, el hombre de mediana edad tenía razones para creer que con Orchon y Yanaro en la Academia Estrella del Emperador no deberían tener problemas para aniquilar este genio antes de que alcanzara la plena madurez.
Sin embargo, este genio maduraba más rápido de lo que imaginaba y había ganado la atención de la Academia Estrella del Emperador y ahora incluso se había ganado el reconocimiento y estaba protegido por la voluntad de la academia.
Ahora, no sería tan sencillo si quería aniquilar al joven.
—¿Cuál es el porcentaje de éxito si contratamos a alguien para que lo mate?
—Del 100 %.
—Tras él había una figura que respondió con tranquilidad a la pregunta mientras asentía.
Se atrevía a garantizar que Wentian Qin iba a convertirse en hombre muerto.
—¿Cuál es la probabilidad de que la Academia Estrella del Emperador lo descubra?
—siguió preguntando el hombre de mediana edad.
—Si lo asesinamos directamente ahora mismo, del 90 % —contestó la figura de nuevo, muy segura de su respuesta.
—Entonces, respecto a esa probabilidad, esperaremos a que sea del 10 % antes de actuar.
Por supuesto, sería mejor que consiguiéramos que otra persona lo hiciera —ordenó el hombre de mediana edad.
Por supuesto, no iba a arriesgarse él mismo con una probabilidad del 90%.
¿No era eso tentar a la suerte?
Si no fuera por la monstruosa velocidad a la que maduraba Wentian Qin, nunca se le habría ocurrido hacer eso.
El clan Ye debería estar más ansiosos que él por derecho.
—Sí —respondió la figura que había detrás de él.
—Si contratamos otras manos, no se va a relacionar este asunto con el clan Ou.
Seguro que no, no habrá ni la más remota probabilidad de que seamos sospechosos —reflexionó en voz alta el hombre de mediana edad.
Nadie estaba dispuesto a comprobar cuán profundas eran las aguas y romper la voluntad de la Academia Estrella del Emperador.
Incluso el clan Real tenía que retroceder un tanto y no oponerse a la Academia Estrella del Emperador.
Su clan Ou no tenía la capacidad de actuar con todo el descaro.
No obstante, creía que siempre y cuando lo ordenara, la figura que tenía detrás haría un buen trabajo.
Esa figura misteriosa nunca le había fallado en ninguna tarea a lo largo de muchos años y siempre había destacado de forma extraordinaria.
—El día del banquete de Lin Jun está a punto de llegar.
Esperemos que Orchon sea capaz de obtener algunos logros para el clan Ou.
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