El Prometido del Diablo - Capítulo 43
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43: Cerdo Podrido 43: Cerdo Podrido “La siguiente mañana, Arlan estaba escuchando el informe de Rafal mientras tomaba su comida matutina.
Esto incluía no solo información sobre el círculo de contrabando dentro de Selve, sino también inteligencia secreta recopilada por las fuerzas oscuras controladas por Arlan respecto a los movimientos de otros reinos.
Después, tuvo una reunión con el Duque de Selve en su estudio.
Maxil Selve fue directo al grano después de saludar al Príncipe.
—Su Alteza, estos son los documentos importantes con respecto a la situación de los barcos mercantes.
He estado vigilando a Finn y a sus hombres por un tiempo ahora ya que sospechaba que él estaba contrabandeando, pero siempre ha sido cuidadoso por eso ha habido pocas pistas sobre sus acciones ilegales.
Arlan revisaba los documentos mientras escuchaba al Duque continuar, —Había estado en comunicación con el Duque Wimark también porque descubrí que una gran cantidad de los bienes de contrabando pasaban por el Territorio Wimark.
El Duque Wimark descubrió después que el destino de estos bienes eran Thevailes.
—Sin embargo, él se sentía impotente.
Fue difícil detener a estas personas a pesar de que reforzamos la seguridad de las fronteras.
Si se purga un grupo de contrabando, es reemplazado por un segundo, un tercero, y así sucesivamente.
También toman rutas desconocidas para nosotros.
Pronto iba a informar de esto al palacio real pero ya que estás aquí, creo que Su Alteza se encargará de esto.
—De una manera que él nunca habría imaginado —comentó Arlan mostrando sus peligrosas intenciones.
Maxil estaba bien al tanto de cómo Arlan manejaba asuntos problemáticos y eso era suficiente para hacer que un escalofrío le recorriera la espina dorsal.
Estaba contento de ser leal a la familia real.
Casi nadie cuerdo se atrevía a enfrentarse a Arlan, pero, por supuesto, todavía existen aquellos valientes almas que creen que son inteligentes o afortunados.
Un golpe urgente sonó en la puerta.
Imbert llegó al estudio con noticias importantes.
—Su Alteza, los guardias de la ciudad informaron haber visto al Comerciante Finn en la puerta norte.
Creo que planea escapar.
Parece que alguien le informó sobre su llegada aquí y lo relacionó con la muerte de Oisin en el territorio de Wimark.
Arlan se rió.
—Cazar humanos es más interesante que cazar meros ciervos.
El Duque Selve podía ver claramente como una sonrisa diabólica apareció en el rostro del Príncipe Heredero.
El caballero continuó, —Según nuestras fuentes, él disolvió su grupo mercante aproximadamente una hora antes de ser visto en la puerta.
Deben estar planeando dispersarse en grupos más pequeños para aprovechar nuestra falta de personal.
Maxil comentó, —Hubo una fuerte lluvia ayer.
Si no está tomando el camino oficial, entonces no puede ir muy lejos en un lapso de tiempo tan corto debido al barro.
—Luego, marcó los pueblos y ciudades más cercanas a la puerta norte de la Ciudad de Selve.
—Este Finn tiene algunos problemas de salud, ¿verdad?
—preguntó Arlan mientras seguía revisando esos papeles.
—Sí, Su Alteza, sus asuntos privados están en la tercera a la última página del documento en su mano.
Arlan asintió mientras el Duque comenzaba a narrar, —Es un hombre en sus sesenta años.
No puede viajar largas distancias debido a que fracturó su cóccix en una de sus…
aventuras.
—El Duque se detuvo, su rostro mostraba un atisbo de asco.
”
—Cerdo podrido —Arlan frunció el ceño cuando leyó lo que esas aventuras significaban.
—Finn tiene una fama infame entre los comerciantes —el Duque explicó—.
Como un magnate que posee barcos de mar, tiene negocios en casi todas las ciudades portuarias en el Sur, y cada vez que visita esas sucursales, espera que jóvenes niñas que aún no han llegado a la edad adulta lo sirvan cada noche.
Sin embargo, como él apunta a familias pobres o aquellas con grandes deudas, nadie se queja de él ya que las familias reciben un precio considerable a cambio por sus hijas y sus acciones técnicamente no están en contra de la ley.
—Se rumorea que no sólo pasa la noche con jóvenes chicas, también le encanta beber la sangre de jóvenes vírgenes —Siguió diciendo—, creyendo que es un panacea que podría permitirle vivir una vida larga y próspera.
—Hubo rumores peores acerca de su carácter.
Nadie conocía la verdadera razón, pero muchas de las criadas en su residencia eligieron acabar con sus vidas sólo después de un mes o dos de servirle…
—¡Thud!
—Arlan tiró los papeles en la mesa y levantó su mano para detener al Duque de hablar más.
Tomó una pluma y sumergió la pluma en la tinta, sólamente para escribir en un papel en blanco.
Pasó la nota al Duque de Selve.
—Prepárelo antes de que atrape a esa asquerosa alimaña.
Solo después de que Arlan e Imbert se fueran leyó el Duque la nota en su mano.
Una línea de sudor apareció en la parte de atrás de su cuello.
No quería imaginar porqué el Príncipe Heredero dio esta orden.
—–
En el lapso de unos minutos, Arlan y sus caballeros de élite salieron de la ciudad portuaria para atrapar a un cerdo podrido que no sólo era un traidor al reino, sino también alguien que no merece morir como un humano.
Al atardecer del mismo día, la tropa real liderada por el Príncipe Heredero podría ser vista regresando hacia la Ciudad de Selve, arrastrando a un hombre por el camino embarrado.
Sin embargo, no regresaron a la Finca Selve ni entraron a la ciudad, sino que se detuvieron en el bosque en las afueras.
El cautivo era un hombre gordo con pelo gris enmarañado, toda su persona en una bata de lujo sucia y rasgada en andrajos.
Sus manos estaban atadas con una cuerda áspera, mientras que su cuerpo estaba atado a un caballo.
Ese patético hombre era precisamente el Comerciante Finn.
—¿Has enviado Maxil lo que solicité?
—preguntó Arlan mientras bajaba de su caballo.
—Sí, Su Alteza.
Los hombres del Duque estarán aquí en cualquier momento.
Enviamos a un caballero para guiarlos hasta aquí.
Arlan asintió y miró al hombre gordo tendido en el suelo embarrado inconsciente.
—Despiértenlo.”
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