El viaje de Belu y Athos - Capítulo 10
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10: El viaje.
Más de la ciudad.
Conociendo a cada una de las personas.
10: El viaje.
Más de la ciudad.
Conociendo a cada una de las personas.
El viaje.
Más de la ciudad.
Conociendo a cada una de las personas.
El señor Athos es gracioso, aunque no lo parezca.
– Luego de los incidentes.
Los empleados del local salieron a recoger los destrozos limpiando cada parte en donde la sangre estaba presente.
Rápidamente vinieron los llamados magos sanadores para reparar los huesos rotos de aquellos mercenarios.
El dueño del local, un tal Vinicio salió a verificar todo.
Ante los inconvenientes estaban presentes escuchando todo alrededor desde adentro y pidiendo calma para los clientes que se habían asustado.
¡Por favor, mantengan la calma!
– ¡Diablos!
Esta mujer paga bien, pero siempre me arruina con su llegada.
– Su poder es tal que controla a todo el reinado de de Sterling.
– ¡Vaya!
¿Aunque me intriga quienes eran esas dos personas?
– Los empleados llevaban las partes del cuerpo de la fiera.
¡Wow!
¡Está totalmente destruido!
¡¿Qué fue lo que le sucedió?!
Dicen que un hombre pudo haberlo hecho.
Pero desconozco los detalles.
Manifiestan que fue tan rápido que en menos de segundos una niebla cubrió todo el alrededor y no se sabe nada más de ello.
¡¡Mmm!!
– Abre la bolsa – No hay opciones.
– ¡¿El jefe dijo algo?!
Nada al respecto.
Ya se encuentra de mal humor por los hechos.
¡Es por la señora!
– ¡Shhh!
Si tienes razón, mejor no hablar nada de ello.
La señora Emily sentada en una mesa primordial, almorzaba tranquilamente.
Y Luego de una bocanada chasqueó los dedos.
Su principal caballero Oto, se acercó a ella.
¿Señora?
Seré breve.
¿Ya sabes lo que ocurrió no?
Si señora.
Si lo desea podemos encargarnos de ellos.
No quiero reprimirlos.
Me gustaría traerlos a nuestra gran familia.
¡¿Tráelos?!
Pero por lo que escuché de los mercenarios, podrían ser peligrosos.
Para nada.
Les ofreceré un trato justo.
Me interesa, sobre todo el hombre.
Con alguien así sería más fácil lidiar con las cuestiones políticas que se vendrán con las polis aledañas.
.
–Dudaba Oto, no solo por la complejidad del asunto, sino porque podría temer por su puesto de primer caballero.
– ¿Vas a negarte?
¡No!
– Y agachó la mirada – Lo que usted diga señora.
¡Bien!
– Y levantó su copa de vino moviendo aquella para darle sabor de maridaje con el filete que estaba en la mesa.
En otra calle concurrida aprovechamos para ir a almorzar en una tienda pequeña.
Aquí solo había algunas personas que tal vez no supieran de lo sucedido.
Entre tantos seres, era complicado que pudieran determinar quiénes somos.
Eso me generaba una cierta tranquilidad.
La popularidad sea buena o mala, es un veneno para la mente, y un stress para el alma.
En un futuro prefiero no pasar por ello nuevamente.
El señor Athos mientras pensaba y devoro su carne con ensalada.
¡Es delicioso!
– Se dijo – ¿Cómo nunca provee esta carne asada?
– En un instante lo vi colocar una sonrisa, y dijo – Y pensar que toda mi vida comía esa carne pútrida mal nutrida.
– Eso me pasa por no explorar el mundo.
– Nota mental, haz las cosas como corresponde y sin indecisiones.
– ¿Señor Athos ocurre algo?
¡¿Eh?!
¡Je!
No nada solo hablo solo.
Suelo hacerlo.
Lo veo más alegre, a pesar del incidente.
– Bueno, no es que siempre tenga que ser un personaje voluble y serio.
La gracia de reír al final de cuentas es un beneficio para todos.
Si, – Y miré el plato de comida – que eran unos fideos con salsa.
– Algo que nos haga reír puede ser un ancla en la tempestad.
¡Bien dicho!
Pero me parecía extraño verlo feliz.
Es que me siento mejor.
No por lo ocurrido.
Sino por el simple sentimiento de que de tantas situaciones malas siempre comienzan a venir buenas.
¿Tú crees?
– Preguntó para mí – y con un su tenedor quitó algo de mis fideos ¡Oiga!
¡Eso es mío!
¡Ahora ya no!
– Se dijo – mmmmm – mientras absorbía los fideos pensaba – ¿Quizás tenga razón Belu?
He estado muy serio y cerrado este tiempo, pero no sé por qué por alguna razón me condujo, y me siento como ese yo que siempre fui.
Y no es por el hecho sucedido.
Quizás, y tampoco estoy seguro.
Quizás es cuando la vi a Belu.
Ella defendiendo lo suyo.
Y cuando la abracé para sostenerla y evitar que haga un desastre, su energía.
Sentí esa energía que me hizo recordar quién soy realmente.
He pasado por tanto que posiblemente algo de mí al darle mi sangre ha llegado a ella.
Ese algo que tenga que ver con la felicidad, o la alegría.
La realidad es que la creencia demonica, explica que uno cuando entra en el paraje de las desgracias, esta no suele durar toda la vida, sino que un curso de tiempo hasta que concluye.
A partir de allí, el señor Athos se convirtió en quien quizás era realmente al salir de esas penurias.
En alguien que realmente sentía y que gozaba de lo que llamamos alegría.
Yo la conocía, pero no sabía quién era.
Ante todo calma Belu.
Ya tenemos ropa, y venimos bien con relación a los alimentos.
Pensaba y si te parece bien – ir por el gremio de aventuras.
Eso me parece bien –¿A propósito señor Athos?
¿Qué fue lo que le hizo a ese animal?
Y que fue lo que me sucedió.
– ¿Te refieres a la fiera?
¡¡Ejem!!
– Asentí.
Al ocurrir el suceso, vi como el señor Athos tomó con una mano y cargó a la niña y con la otra cuando el animal abrió sus fauces lanzándose, el cerró su puño en un jab recto introduciéndolo en la boca de aquél rápidamente y desde adentro se libero una energía color rojo que hizo implosión en el cuerpo reventándolo en pedazos sin hacer un solo sonido.
Fue tal que no pude retener todos los detalles.
Solo use energía de mi cuerpo para destrozarlo por dentro y a ti te está sucediendo que descontrolas tu poder Mmmm – Fruncí el ceño – Lo dice con tanta facilidad que no entiendo nada.- Pronto te daré más detalles.
Me interesa el asunto del gremio, y registrarnos como aventureros.
– El gremio de aventuras es una institución en cargada de reclutar a los llamados aventureros, senderistas guerreros, mercenarios, y todo tipo de combatiente.
Sea hombre y mujer para realizar trabajos determinados.
Entre ellos aniquilar monstruos y bestias peligrosas que se propagan en los bosques y otros lugares como cavernas, desiertos.
También se forman incursiones hacia el exterior.
Un lugar más allá del mundo que conocemos en el cual reinan los llamados demonios oscuros.
No confundir con los demonicos.
Ellos solo son una raza normal que vive en el mundo subterráneo sin conexión con el exterior.
De hecho los demonicos son solo una leyenda que citan algunos libros antiguos que ya no se consiguen en las bibliotecas, salvo aquellas que habitan en los bosques de los enanos que son bibliotecarios y herreros.
Como forma de reclutamiento, no solo hay humanos.
Hay hombres bestia.
Mitad hombre-animal – reptil.
Por ejemplo.
Una mujer gato está sentada frente a nuestra mesa pensativa sin decir nada al respecto.
Una dama menor de unos dieciocho años.
En la otra mesa elfos bebiendo moderadamente.
Enanos.
Onanos (personas más pequeñas)y continuando, en otra una mujer semi dragón.
Existen las bestias y las semi bestias.
El mundo que conocemos se divide en ciudades polis.
Las grandes ciudades como la de Sterling, y países en un solo continente.
Señores feudales grandes y reinos.
El estatus mayor lo poseen los reyes de cada ciudad polis.
Y cada país tiene varias ciudades.
Hay pactos de paz entre ellos.
Aunque algunos están en disputas en otros países.
El país lo lidera un sumo sacerdote a titulo de unificar las polis.
Y en menor medida los señores feudales con sus títulos de nobleza.
Duques, condes, archiduques, y acompañados a ellos los comerciantes.
El continente se mantiene con ciertas disputas.
Ha ocurrido que algunas ciudades se unieran para quitar al sumo sacerdote de un país.
Los países suelen llamarse por orden de la brújula.
País del norte donde existen los desiertos en su mayor medida.
País del sur, donde existe el frio.
País del oeste, en donde nos encontramos con bosques y florestas tupidas y montañosas, y país del este repleto de campos de llaneras.
– Y más allá del continente, la zona oscura.
Un lugar totalmente inhóspito y donde se suele enviar aventureros a investigar la antropología y arqueología a fin de ganar y conquistar para traer recursos y generar enclaves.
Me mantuve dubitativa, ahora no solo por razones de pensamiento.
Quería ir a una biblioteca para saber de éste mundo, pero quería más que nada saber del señor Athos.
Porque saber de él, sería una manera de conocerme ahora que soy una nueva persona.
– La hermana Natalie se encontraba lavando la ropa cuando llegamos.
Tenía demasiado para ello.
Al ingresar Athos la vio un poco cansada.
¿No quieres que te ayudemos?
¡Je!
Gracias pero es mi trabajo.
No hay problema – Me acerqué y tomé algunas prendas para fregar.
¡En serio no es necesario!
Tu energía es muy baja.
– Debes descansar – El señor Athos colocó su mano en la frente.
Ardía un poco, por lo que verificó la temperatura de ella de esa forma.
Si, de hecho me siento un poco agotada.
– Yo haré el trabajo.
¡Descuida!
– Le sonreí.
– .
Solo ve a tu cuarto a descansar.
– Es increíble..señor Athos, ¿Puede verificar la fiebre?
No, solo coloqué mi mano en su frente.
Es una forma que tenía en mi familia para tomar la temperatura.
No es nada del otro mundo.
¿O sí?
¿Eh?.
– No comprendí bien Pasamos la tarde y de inmediato llegó la noche como un golpe asestado por la plena oscuridad.
Al señor Athos la noche no le producía una molestia, pero cuando lo veía en un día soleado, su rostro se dibujaba con una cierta sonrisa.
Como sin conocer esos rayos, fueran algo atractivo que daba rienda a su imaginación.
Y la nocturnidad como le decimos, solo era algo más de lo normal.
Llegaría a creer.
La quietud del convento se inmutaba en una parálisis que podría volver loco a cualquier ser humano.
Era una paz innata que se dibujaba en todo el interior.
Era la hora de descansar y no podía dormir.
De hecho estaba en una cama cómoda luego de varios días de acampar, pero comodidad..¿Qué es eso?
Aun me perseguían los fantasmas del pasado en el campamento.
El señor Athos me lo dijo, ya olvídate de ese pasado.
Hay un nuevo presente para escribir la historia.
No conozco como reescribirla, de lo contrario, no hubieras pasado por ello.
¡Ji!
– Es adorable en su parsimonia – De ello lo imaginé en una figura sonriente con ese harapo de bufanda destrozada que posee – Y extendí mi mano hacia el techo queriendo alcanzarlo.
–¿ Me pregunto si está mal que yo….no sé…quisiera algo mal?
Ser egoísta, no es una tontería, ni un pecado al cual deba abandonar.
No quisiera que me dejara.
– Estimo que la noche será muy larga, si apenas puedo cerrar los ojos para darme un momento de sueño – Allí, siempre me escapaba de todo las maldades que existen en el mundo real.
¡Ya debes dormirte Belu!
– Me ordena mi subconsciente.
– No puedo descansar bien – Se dijo una y otra vez Athos – El mundo humano es tan complejo – Esa situación en la cual ese grupo pretendía lastimar a un grupo de los suyos – ¿Todos los humanos son iguales por carne y sangre?
Pelean por tonterías, envidian, y definen a las clases.
Son violentos y en su mayoría groseros.
Es como una contaminación.
Algo así como una muestra de excremento que se reproduce.
Tal que hacen que uno pierda la capacidad de serenidad que reposa en el don de la bonanza.
¡Va!
– Cuando alguien pierde la calma y se enfada es porque se está perdido, y es ahí que necesitamos regresar a lo que somos.
Pero el factor despreocupación es un diseño complicado con moradores antagónicos, y destructivos.
Lo he comprobado con el campamento de esclavos.
¡¡Pura basura!!
– De todas formas debo contemplar ese sosiego que es característica de nuestro clan, o por lo menos en el cual me han adoptado.
– ¡¿Me pregunto si Belu se habrá dormido?!
¡Pobre!
El que me siga como una extensión de mi cuerpo.
Ya que posee mi sangre, no es un buen augurio de lo que puede suceder en el futuro.
Hasta hace un tiempo de perder el olfato, varias eran los demonicos que estaban en el mundo homínido.
¡Y sé exactamente que vienen por mí!
– No tiene sentido alguno continuar despierto.
Debo dormir, mañana debemos entrar al gremio.
Me interesa, ese negocio de cazar monstruos, sobre todo por las mazmorras que tan famosas son.
Si ellos tienen la fuerza de aquellos que estaban en las montañas, no será problema alguno.
La noche se fue consumando.
Dos personas que no podían descansar bien, pero de una forma sincronizada cerraron sus ojos.
Una parte principal y la otra un accesorio de ese.
– Se principal equivale a proteger a su accesorio, no obstante los pensamientos de Athos caminaban por encima de ello.
En medio de la noche.
Athos abrió sus ojos mirando al techo y luego los cerro en su trance onírico.
No podía conciliar el sueño.
En una pesadilla, extendió su mano delante de una mujer atada a un poste con cadenas y siendo incinerada.
¡¡¡¡Señor Athosss!!!!
Y él se veía golpeado en el suelo y con una estaca clavando su espalda, rodeado de seres inmundos y peligrosos.
¡¡Quemen a los herejes!!
– pronunciaban unos monjes con atuendo y capuchas que solo demostraban rostros oscuros, como agujeros de una cueva fría y sinuosa.
¡¡Mátenlos!!
– Gritos de la muchedumbre.
– ¡¡Mátenlos!!
– Alaridos violentos y corruptos.
– ¡¡B-Beluu!!
S-seño…..
– Pedazos de carne que escapaban de su rostro dejando al descubierto los huesos de la mandíbula y luego sus ojos saltando hasta solo quedar cenizas.
– Tú me dejaste aquí.
No es cierto..No es cierto..
¡¡T-todo lo que tocas perece!!
– p-p-pere-c-eeee – Y el polvo en las chispas y hoguera se desvanecen en el aire de la incineración.
– ¡¡¡¡B-beluuu!!!!
– ¡¡¡AHHHH!!!
– Y pronto despertó exaltado Athos.
– Para él, a pesar de que Belu era una humana transformada, no dejaba de ser una homínido, y Athos tampoco podía discernir cuanto sería el tiempo en que podría llevarla consigo.
En algún momento, ese accesorio deberá ser principal.
Y elegir el camino que desee.
Él, pensaba de esa forma debido a que podía sentir su sangre en el otro cuerpo.
También sabe que había cometido una gran blasfemia.
Pues compartir la sangre es compartirlo todo.
Como un matrimonio.
Pero por el momento no deseaba darle esa información.
Belu no preguntaba nada de nada.
Si Re supiera que mi sangre ahora la tiene una humana se pondría furiosa, ni hablar de Ilina, o Filomena.
– La sangre era un don sagrado, y regalo póstumo.
¡Uf!
No tenía opciones.
Era ello o dejarla morir.
– Y además de ello, su sed de comer carne, puede descontrolarse.
Es un hibrido que de darse por enterado tanto el reino demonico como el humano podría ser un peligro.
La cazarían como un animal para investigarla.
– No,no,no…no puedo permitir ello.
Debo protegerla.
Al final es parte de mi ser.
–
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