El viaje de Belu y Athos - Capítulo 4
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- Capítulo 4 - 4 Athos el demonio
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4: Athos, el demonio.
– 4: Athos, el demonio.
– Athos, el demonio.
– No cometí crimen alguno, pero pago un precio por ello.
Debería existir la justicia.
¿Pero que es realmente ella?.
Athos….
Aquí yace el último punto del mundo perdido., donde nadie se atreve a venir.
La llamada zona de la oscuridad, en la cual solo existen la maldad de nosotros, los demonicos.
Una raza de demonios que vive en la superficie más allá de los confines de los clanes superiores.
Aquí siempre hay desolación y oscuridad.
No sabemos bien, pero somos una raza exiliada y temida en todos los mundos posibles.
En éste reino, me hallo sentado en una piedra atado de pies y manos con toda una muchedumbre a mi lado abucheándome, mientras me preparo para salir al otro lado.
Al mundo exterior.
Según las reglas he infringido el delito de muerte.
Matar a otro par.
Un hombre y una mujer.
Lo hice y lo volvería hacer.
Era un ser maquiavélico y hostil, que lo merecía.
Declaré por ciertas razones que eran necesarias.
Solo por ello.
– ¡Ven aquí!
– ¡¡Déjame en paz!!
La forma con tentáculos se estaba introduciendo en cada parte del cuerpo de aquella mujer.
Yo estaba en el lugar equivocado y en el momento indicado.
Pude testimoniar como ese inmundo tenía acorralada a una dama.
– ¡¡Déjala en paz Crower!!
¡¡Tú no eres nadie para impedir que la posea!!
¡¡Tu clan es basura!!
¡¡Auxilioo!!
– La mujer se estaba ahogando entre la baba de aquel monstruo que colocó su tentáculo en la boca queriendo inyectarle su esperma ¡¡Dejalaaa!!
– Recuerdo que grité contra aquel ser abominable de nombre Crower.
– El demonio de los tentáculos.
Con un poder inmenso hacia lo que deseaba en la corrupción de las tribus.
El clan Cascabel, el mayor de todos y líder de los guerreros demonicos.
Crower había violado a varias de entre los clanes de baja estirpe, y entre ellos el nuestro.
No podía quedarme de brazos cruzados y fui contra él.
Las victimas de Crower terminaban muertas.
Y la justicia era una pena imposible, mientras existieran seres así.
Pronto aquella mujer comenzaba a desintegrarse, ya que los tentáculos de Crower poseían veneno mortal.
Debo darme prisa – Y fui directo contra él como intentando rescatarla.
– Yo era solo un mero espectador de las literaturas que regresaba a mi hogar.
Un pequeño tugurio en el cual mi clan se asentaba.
Todos los días salía tranquilamente para realizar mis tareas.
Hemos sabido que por ser un clan plebeyo como otros.
Los grandes clanes de estirpe mayor se aprovechan.
Intentamos no entrometernos para evitar problemas.
Pero no podía quedarme de brazos cruzados por tales maldiciones que se gestaban en ellos contra los nuestros.
Sino lo detenía podría ser la próxima alguien de mi familia.
La mujer era una conocida del clan vecino.
Y su rostro de miedo y desesperanza me dio a comprender tendría que detenerlo.
Lo tenía frente a mí y cerré los puños ¡¡Grr!!
¡¡Grr!!
– Apreté los dientes fuertemente – No quería contenerme – ¡¡Uff!!
¡¡Uf!!
-¿Qué puedo hacer?
¿Qué debo hacer?
Un último suspiro de auxilio, y vi en ella la atrocidad de mi pasado.
Una historia totalmente distinta en la cual mi pequeña hermana era ultrajada hasta que dejó de respirar.
La ira me sucumbió y abrí las manos y luego cerré los puños con Crower La invasión de la locura consumió mi mente y recuerdo que arremetí para ayudarla, e intentando sacarlo de allí, y recibí un golpe en mi cabeza por detrás por parte de alguien desconocido.
Luego se hizo presente otra persona que era del mismo clan de Crower, Criff Bespario “el titanio”, así lo llamaban por sus dientes metalicos.
– ¿Te estas divirtiendo Crower?
– ¿Eh?
– En pleno acto no pudo manifestar nada más que sorpresa.
Bespario, rió con sus finos dientes de colmillo, y con solo un movimiento cortó su cabeza en cuanto lanzaba un suspiro de su lujuria y luego a la muchacha.
Todo concluía con al deceso de ambos.
– ¡¿Eh?
¡¿Qué acabas de hacer?
Y recibí otro golpe.
– Las autoridades locales no tardaron en ver que el hecho estaba consumado y que alguien con una mano en forma de cuchilla miraba al suelo.
Fueron dos testigos de la familia de Crower que me acusaron.
Entre ellos Bespario y Efran, quien me había golpeado.
En mi mano estaba la forma de un hacha filosa que tenía la sangre de Crower y la muchacha.
Yo supuestamente había liquidado a ambos.
Fui encarcelado de inmediato.
Bajo torturas quisieron hacerme hablar.
Fue en vano, pero de todas maneras el dia del juicio llegó velozmente y con ello el dictamen del triunvirato.
El último impacto fue, cuando amenazaron a mi clan.
Eres el culpable y listo.
Aseguraremos protección a tu familia a cambio de ello.
La culpabilidad.
– Athos Cunnighan Cou – Según las leyes de los demonicos y por tu osadía al asesinato de un noble, se te da la opción de morir aquí como uno más de los demonicos, o ser exiliado, como paria al ostracismo para más severo y vivir como un humano mísero hasta que tus días se consuman.
Para los demonicos, el exilio es peor que la muerte.
La tierra humana es una vasta forma endeble y miserable en la cual se nos dificulta vivir.
Y el irme de aquí, no solo significa perder como ser vivo, y excluido, sino jamás poder regresar y ver a la familia con la que conviví y me han dado existencia y pasaría mis días agonizando hasta que esa muerte fuera decretada en mí ser.
Era más bien una despedida de todo lo que hoy soy, y sin saber a ciencia cierta que me depararía el destino.
Del otro lado a los demonicos se los caza por parte de los ejércitos y reinados.
Somos bestias peligrosas y monstruosas.
No quiero morir lejos de mi tierra, pero tampoco vivir atormentado en el lecho de esa otra tierra maldita.
Me han acusado y debó aceptar las órdenes y evitar más desastres.
Me dispuse a dar elección a mi suerte a través del jurado de los tres líderes.
Quienes han pasado del otro lado, han sido encontrados como cadáveres atormentados.
¡Que se lo excluya para siempre!
– Dicen los que desean la peor pena.
– ¡Que se lo mate y cuelgue su cabeza….!
¡La elección es que…Athos…!
– Esas fueron las sabias palabras de veredicto.
– El exilio era peor, a un corte de cabeza digno y valeroso.
Y la deshonra del paria era la mortandad de la muerte poco a poco en agonía.
¡Que sea el exilio…!
– Con un claro y unánime de dos votos a uno.
Supongo que esa era mi suerte después de todo.
Fue solo cuestión de tiempo para que me llevaran a la línea fronteriza a través de las cuevas que dan a un bosque.
Allí la luz contaminante, y peligrosa para nosotros se expandía de tal manera que podía sin querer dejar ciego a cualquiera.
Mi forma de bestia, era muy llamativa, así que me despojé de ello para ser algo similar a los humanos.
Era la única misericordia que me otorgarían, en cuanto me escoltaban.
¡¡Athosss..!!
¡¡Athoss… No..no puedo creer lo que hiciste!!
– Y se largó a llorar – ¡¡Eres una mierda!!
Igual que todos los tuyos.
– ¡Asesino!
Era un demonio maldito.
Su familia lo es.
Plebeyo desgraciado.
No puedo creer lo que hizo.
– ¡Increíble!.
Me arrepiento de haberte engendrado.
Y así infinidad de palabras sueltas en el aire sobre mi persona.
¡¡Athoss!!
¡¡Te odiooo!
– Fue el de ella.
–¡¡¡Odiooo!!!
Escuchaba gritos de esosblasfemando, pero no quise dar la vuelta, supuse que era Rita.
Me enteré que había matado a Crower porque esta con una dama de nombre Rus, y todo fue un crimen pasional.Puras mentiras y traiciones.
La verdad era que deseaban eliminar a Crower por cuestiones de poder tal vez.
Y tenían al idiota perfecto.
¿Qué será de mi familia?
– Me pregunté.
–Ladee la cabeza – Ya olvídalo.
Olvida todo.
Ya no eres parte de aquí.
– Quizás Al entrar en el orificio oscuro, pasé la línea divisoria y me encontraba fatigado cuando el aire comenzó a cambiar drásticamente.
Mi cuerpo se sentía débil y flojo, y un dolor en mis entrañas y costillas afloraba como algo que se quedaría para siempre.
Ya ha comenzado la vida que me ha tocado vivir.
Pronto caí al suelo y vomité sangre con una bilis.
Los rayos de luz me quemaban la piel y sentí que me estaba desintegrando.
¿Así que esta es la agonía de la que hablaban los sabios?
Un dolor tal que podía durar toda una eternidad.
Así y todo, los poderes de un demonico no se habían esfumado.
Eso quizás es la ventaja que me regalaba la condena.
No obstante cada vez que los usará el dolor interno aumentaba.
Era como tener una enfermedad que iba avanzando.
Muchos exiliados se volvían los locos y se quitaban la vida.
No voy a llegar a ello, voy a lograr existir, y regresaré algún día, para probar esa inocencia que me fuera apartada.
¡¡Rayos!!
El dolor..El dolor es insoportable -¡¡¡AHHHH!!!
Desde dentro de la cueva, en el espacio de los demoniacos los guardias, hablaban entre ellos.
Morirá..Pronto, o con el tiempo.
Nadie aguanta..si no es que perezca ahora No resistirá lo suficiente.
Me detuve antes de salir al exterior desde las profundidades.
El malestar me estaba consumiendo, e hice una pausa para tomar aire y poder ordenarme bien mentalmente.
Primero debo salir y resistir todo lo que pueda.
Es cuestión de aclimatarme.
Pero para un demonico, el mundo de arriba, lejos del subterráneo y lasplutónicas de los negro es muy contraproducente.
Y luego…vienen ellos..Los seres homínidos.
No quería entrelazarme con los humanos.
Ellos son muy particulares.
Algunos eligen existir y otros no.
Y hay quienes no dejan que otros existan.
Programé hacer una ruta aquí, antes de que me sorprendiera el habitad.
Para poder existir en el universo humano, debo aprender, de ellos y sus costumbres.
Eso sería lo lógico, y al mismo tiempo una parte de mi quiere evitarlos No comprendo muy bien éste lugar y tracé unas líneas con una vara de madera.
Realicé varios círculos y formas.
¡Buh!
Según lo que he escuchado.
Tales se empeñan en usar su tiempo que es efímero como contrato para otro que lo compra por algo llamado dinero.
Ese tiempo dado en mutuo no regresa para quien lo otorga, en cambio eso llamado dinero si vuelve para quien lo aporta.
¿Debe ser el equivalente a trabajo?
Y el dinero es lo que se requiere para vivir.
Que lamentable.
Aunque es necesario para alimento y vestimenta.
Me han despojado de todo, y solo llevo una capa con rajaduras.
Lo primero que hice fue salir de ese antro que sirve de ruta entre una y otra entidad.
Tenía escasas pertenencias, y mi libro.
Algo muy preciado para mí, pues tenía parte de una historia que decidí escribir.
Las compuertas de lo que fue mi hogar se sellaban sin dejar rastro para que nadie del otro lado intentase pasar.Al encontrarme con la luz, salí escapando rápidamente hacia dentro.
No tenía ropajes, ni nada, debido a la expulsión.
Me agaché a ordenar las lenes de mi mente y direccioné mi mente hacia la salida.
Ya no podía regresar.
Athos Cunnighan Cou era un ser muerto aquí, y allá.
Di uno, dos, tres, cuatro pasos, y nuevamente los rayos penetraban mi grisácea piel y el sin fin de cicatrices que adornaban mi anatomía.
Respire hondo y comencé a caminar, en cuanto el viento soplaba y algunos insectos pululaban cerca de mí.
Existían rastros de unos animales muertos lo que generó un olor nauseabundo que podía detectarse en un largo tramo del perímetro.
Mi visón estaba confusa y sin medios que me pudieran facilitar una orientación, me era imposible determinar bien en ¿Qué lugar me encontraba?
Posiblemente será una ardua tarea poder tener una ubicación.
Las molestias del cuerpo habían mermado y me trasladé hacia el interior de un bosque con vetustos árboles que eran de un tamaño colosal.
Podía percibir como determinados animales me observaban.
El pasto era llano entre las tierras y las pequeñas rocas que se iban enterrando.
Nuevamente el viento volvió a resoplar, y continué hasta llegar a un manantial.
El calor se estaba intensificando, pero las cuestiones del clima no era tales para los demonicos que no sentimos ni frio, ni calor.
Pude verme en mi reflejo.
Estaba aún en mi forma demonica.
Y poco a poco con la maldición de la tribu, fui perdiendo ese semblante para adquirir otro, junto a un cuerpo débil y sofisticado.
Estaba mutando o involucionando mejor dicho en lo que son los hombres.
Nuevamente el tormento en todo mi ser desde el cabello más extenso a la uña del pie.
Mi bolsó precario cayó al suelo como mi libro y caminé y caminé sin parar hasta llegar a un punto extremo.
Habia extraviado todo, hasta mis ropas por el intenso dolor y calor en todo el cuerpo.
¡¡¡Ahhuuuuu!!¡¡AHHHHHH!!
– Me tomé las costillas con ambas manos – ¡¡Es horripilante!!.
– ¡¡Debo aguantar!!
– Fui tambaleando hacia un gran sauce llorón que desprendía hojas y luego a otro y tropecé, cayendo al suelo.
Me incorporé de inmediato y volví caminando en perpendicular.
Mis huesos se estaban moviendo como si quisieran escapar, y míos gritos se sentían en todas direcciones.
Me trasladé unos metros hacia un árbol y me sostuve de aquél, en cuanto un grupo de hormigas caminaba silenciosamente sin detener su paso.
Todo comenzaba a moverse en círculos y caí al suelo desplomado.
¿Así que esté era el dolor tan irremediable y superficial?
Círculos y más círculos se iban formando con colores y me desplomé contra aquel roble cerrando los ojos.
Un vapor escapaba de mi piel.
¡Tal vez no podría aguantar tanto como pensaba!
Era mejor un corte de cabeza en mi tierra.
Al menos moriría allí y no a lo lejos, mientras las bestias devoran mi cuerpo.
– ¡Dios!…es ¡¡..Grr…!!
¡¡¡Es terrible!!!
– ¡¡E-Esss Terrible!!
– Escupí sangre, una y otra vez.
Y luego mis ojos se iban cerrando hasta que no pude más y me desmayé.
– Al abrir los ojos, me sentía adolorido.
Todo mi cuerpo estaba sentido y apenas podía moverme.
¡¡Hey!!¡¡Tú!!
¡¡Je!!
¡Qué suerte encontrarnos un espécimen como éste!!
¡¡Je!!
Vamos atarlo y lo llevaremos al pueblo.
Sera buena mercancía para vender.
– ¡¡Clark!
Amarra sus manos y piernas ¡Sera fácil!
– Comenta su amigo – Eran cinco hombres grandes con tatuajes en sus brazos.
– Pude abrir los ojos unos momentos.
Estaba completamente desnudo por la transformación y el dolor continuaba siendo insoportable.
Alguien se acercó a mí y me apuntó un golpe en la cabeza.
Justo delante del cuerno el cual estaba roto.
¡¡Muévete!!
¡Maldito!
– Me gritó y no comprendí su hostilidad – ¿Qué es lo que le ocurre a ese humano iluso?
¿Osa amenazarme?
Y me dio otro golpe en el rostro con una madera.
Había varios hombres con sus animales de cacería.
– ¡¡Apúrate!!
No tenemos todo el día.
¡¡Lo sé..Lo sé!!
– Coopera maldita basura – Y levantó una vez más su mano – Esas fueron sus últimas palabras, cuando su cuerpo se cortó en dos partes.
¡¡Qué demonios!!
– ¡¡Clak!!
¡¡Steven!!
¿Qué hizo?
– ¡L-L-lo acaba de cortar en dos partes con solo mover su mano ¡¡Cuidado!!
– ¡¡¡Crackk!!!
– Cortó a otro de los hombre a la mitad – ¡¡AHHH!!
¡¡AHHHH!!
¡¡Lancen a los lobos!!
Varios animales fueron contra mí, en segundos sus partes estaban en el suelo descuartizadas.
¿La mirada?..¿parece?..¡¡Parece una criatura tenebrosa!!¡¡Su piel oscura en fragmentos y cicatrices!!.
– Todos estaban temerosos y no se acercaban, mientras el cuerpo de aquellos animales, y hombres maleantes, se desmembraban en entrañas que escapaban en cuanto las moscas comenzaban a hacer su presencia.
Podía sentir sus miedos.
Era un temor diferente al nuestro.
Ese fue mi primer contacto con los humanos.
Observé en el suelo la anatomía de mi atacante.
Podía entender que eran frágiles y con solo un movimiento su vida era nada.
Aparentemente, esos hombres lo llamaban Clark.
¿No sé quiénes son?
No obstante, tampoco sé por qué quieren llevarme.
Esa molestia.
Y toqué mis costillas.
No debí atacar, pero la naturaleza de los demonicos me estaba llevando a lo peor de mi forma.
¿Me preguntaré nuevamente si debó deshacerme de ellos?
Y la respuesta está en sus miradas malévolas.
La adrenalina estaba corriendo por las venas de esos homínidos que paralizados con sus armas no se acercaban un ápice en movimiento.
– El sonido de los pájaros era muy estrambótico y nuevamente el dolor y los mareos atacaron mi ser.
Me coloqué de pie y mis ojos de color rojo carmesí los observaban.
Ahora la adrenalina de terror es mayor, y luego.
Luego solo me desvanecí.
¡E-Eh!
¿P-parece que esta inconsciente?
Es muy peligroso.
Atenlo ahora ¡¡Hazlo tu!!..
mira lo que ocurrió con Clark Uno de ellos se acercó y colocó como una suerte de esposas de metal en mis manos y cadenas en mis piernas.
¿Crees que sería bueno llevarlo?
Claro que sí.
¡¡Pagaran bien por él!!
Inconsciente me trasladaron a un sitio recóndito.
Desperté al cabo de una hora.
A mi lado muchos seres humanos mirando al suelo.
Pude darme por cierto de que me encontraba encadenado.
Pasábamos por un puente de madera en pésimas condiciones al otro lado.
El abismo denotaba unas aguas turbias de un lago.
Eran aguas estancadas y se veían burbujas que salían de ella.
Alguna especie evolucionada para ello habitaba por allí.
Podía ver como muchas casas en deplorables condiciones se alzaban, y en ella caminaban en harapos personas cuyos semblantes asemejaban la derrota misma.
Al llegar a destino, las carretas dejaban su sitio en varios lugares específicos.
Dos hombres intentaron escapar ni bien las rejas se abrieron.
A lo lejos recibieron dos disparos de lo que parece un arma de fuego.
Fueron directamente a cada pierna.
Al caer al suelo los esperaba alguien con una sonrisa tenebrosa levantando un machete para darle un golpe en la cabeza y abrir su cráneo en dos partes.
En cuanto la sangre se esparcía otro lo regañaba por ser mercancía perdida.
Quedaba otro herido al cual lo golpearon sin matarlo.
¡Envíen a las mazmorras!
Aun me encontraba inconsciente.
A ese, llévenlo a la cueva.
¿La cueva?
Es peligroso, y aseguren las rejas para que no escapé.
Pero la cueva es un antro del infierno.
¿Y qué crees que es esa criatura?
El humano miraba asombrado.
Un viejo de barba blanca con cicatrices en el rostro.
.pero…hay monstruos allí dentro, ¿Y ese joven?
¿Qué te enamoraste de él?
.no es eso..es que..suelen ir otras criaturas.
Ese maldito corto en dos partes a Clark, a Clic, Horacio y mató a todos los animales de caza.
¿No sé cómo ni cuándo lo hizo?
Decidimos traerlo para venderlo a buen precio, si es que los monstruos no lo liquidan primero.
Pero no puedo dejar a ese hombre allí suelto y cerca de nuestro pueblo.
Si nos vió es matarlo o venderlo.
Deberíamos haberlo liquidado en el camino.
.es mejor darlo a los monstruos de la cueva para que no se alteren.
¡Tonto!
– Expresa su líder Evans – Esos monstruos están lejos de la entrada.
Si decide querer escapar será su fin.
– Ya enciérrenlo.
– Como usted diga señor Sentí entre voces como me llevaban a un sitio penumbroso y me arrojaban, luego una compuerta se cerraba y un hombre bajaba una palanca en la cual las rejas comenzaban a vibrar lanzando chispas.
Habian electrificado los barrotes para que nadie pudiera salir de allí.
¡¡Rápido..Vámonos de aquí!!
¿Crees que sobreviva?
¡Lo dudo!
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