Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Configuración de usuario
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

El viaje de Belu y Athos - Capítulo 5

  1. Inicio
  2. Todas las novelas
  3. El viaje de Belu y Athos
  4. Capítulo 5 - 5 El pueblo maldito de los esclavos
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

5: El pueblo maldito de los esclavos.

Belu conoce a Athos.

5: El pueblo maldito de los esclavos.

Belu conoce a Athos.

El pueblo maldito de los esclavos.

Belu conoce a Athos.

Realmente no me asusta, porque la muerte es nada hoy en día, pero sus ojos si son abrumadores.

Belu….

Sentí demasiado miedo, ¿Pero que podría suceder que no me ocurriera?

Aunque no quiero experimentar nada más que otro dolor nuevo de los que no haya conocido.

Para mí, conocer algo nuevo significa recibir otro castigo.

Esos dos círculos rojos producían un pánico atroz al punto que me mantuve paralizada.

Aún proseguía ese temblor que recorría cada parte de mi silueta.

Y luego por alguna fortuna desapareció.

Uf!

– Respiré el aire suficiente – ¿D-dónde e-esto-yy?

Tartamudee debido a la carencia de mis dientes delanteros.

Caminé unos metros – Zenoor!

Zeñnorr?

– llamaba a esa persona sin ver a qué lugar iría – ¿Q-qué ezztraño?

– mi falta de persuasión no le permitía guiarme.

Orientarse en lo oscuro es un empréstito difícil.

Continué entonces – ¡vasa, da comida se va a efriar!

– Mi pronunciación cada vez era peor.

Ni modo de poder resolver lo que ya está instaurado.

Me preocupaba más la comida que mi misma.

En punto alcanzado, confronté un claro de luz.

No me había percatado.

Me trasladé durante bastante tiempo.

¿Será que estoy perdida?

Mmmm– el temor regresó a mí al ingresar a ese ínfimo espacio de luz.

Una tenue visibilidad.

COf!Cof!

– Auss!

¿Q-qué f-fue e-ezzo?

– me toqué la frente y unas gotas de lo que sería agua cayeron sobre mi cabeza desde el techo.

– Uf!

– respiré hondo y continué – Eztoy pedida, perdidaa..aa..aa – un eco escapó de mi voz – iaa..iaa…aaa.aa….

…..

………..

– solo el silencio y un movimiento de rocas y polvo que se levantaba.

¡¡Grrr!!

¡!Grr!!

¿E-e-h?

¿Q-Que?

– Comencé nuevamente a temblar.

AL darme la vuelta dos criaturas extrañas estaban detrás de mí.

GRR!!

– Eran unas criaturas en forma de gusanos con patas y largas pinzas de un color amarillento y con dos ojos de matiz oscuro.

Luego aparecieron otras.

¡N-no!

– comencé a correr dejando caer el plato con la comida.

Intenté regresar, pero me era imposible.

La entrada se encontraba cubierta.

– ¡N-o!…- corrí en otra dirección, y tropecé con el suelo árido.

– ¡¡Auch!!

– cof!

Cof!

– luego comencé a toser – cof!

Cof!

– y fui arrastrándome hasta una pared.

Un muro liso.

Desde la luz grandes bestias mostraban sus sombras y me di vuelta al verlas cerca de mí asechándome.

– cerré los ojos – Auu-Auxxiilioo – Apenas pude hablar.

Poco a poco se iban acercando.

Sus tenazas estaban cerca de mis piernas.

Una de ellas se alzó y lanzó un ataqué – ¡¡¡Au-xilioo!!!

– auxilio solo podía decir eso – ¡Q-ue alguien me salve!

– Claro.

No tenía a nadie.

Llegué sola y me iré sola – Expresé con algunas lágrimas.

Ojala no tenga que regresar, me dije.

Grrraaaa!!!

GGrraaaaa!!!

– unos alaridos atroces se escuchaban y al abrir los ojos veía una pus de liquido viscoso saliendo de los monstruos y luego cada uno se desmembraba en partes.

Algo se trasladaba a gran velocidad cortándolos en mil pedazos hasta que no quedó ninguno de ellos.

Estaba aterrada.

Ahora no sabía de ese nuevo peligro.

Y al concluir, una sombra se acercó cuidadosamente de entre los cuerpos mutilados.

Su figura se engrandecía en la pared del muro con el reflejo de luz.

Y se hizo presente ante mí.

Era un hombre semi desnudo.

Con cabello negro despeinado y risos rojos y ojos morados y cicatrices de líneas negras con formas como si fueran tatuajes.

Su cuerpo también tenia esas líneas y cicatrices.

Se veía en el cabello una protuberancia que sobresalía color oscuro.

Mediría un metro sesenta como mucho de estatura aquél.

Ahh!

– Me escondí del miedo – sin querer mirarlo.

¿Te encuentras bien?

– preguntó amablemente ¿Y Yo no sabía que decir?

Con cuidado di la vuelta de mi rostro para enfrentarlo Y-yo..g-grazziass – Solo dije.

Está bien..es peligroso aquí – Dijo, y su rostro grisáceo y lleno de cicatrices, marcas de heridas, esbozó una leve sonrisa.

Una mueca que incluso podría hasta salvar vidas del abismo.

Ese gesto de la magia que no puede ser rechazado.

Y sinceramente, nunca nadie, ni siquiera mi madre, me había sonreído así.

Experimentar algo bueno pensé.

Es unacorriente de calor que viaja al indescriptible mundo del corazón.

La vieja casa deteriorada de lo que soy.

No podía quitarle la mirada.

Un poco por su rostro extraño, y otro por no saber cómo reaccionar ante un evento semejante.

Nunca nadie había hecho algo por mí.

Ante poner la vida para protegerme era ridículo.

Aquél ser extraño se iba alejando como si investigara el terreno y las bestias.

Se acercó a uno de esos gusanos moribundos y con cierta velocidad introdujo su mano como directo al cuerpo atravesándolo.

De allí con un movimiento perpendicular rascó la carne y sacó un poco de ella.

Me dio arcadas el presenciar ese espectáculo.

Llevó ello como comida a su boca.

¿Quieres?

– Preguntó.

¿EHP?

– Me sorprendí – ¡N-no!

– Ladee cabeza en varias direcciones, siempre con un ademan negativo.

Ese hombre extraño llevaba una ropa inusual.

¿Me preguntaba quién era?

Luego recordé que debía regresar.

Podía notar que en el suelo se encontraban partes de cadenas quebradas.

¿Se supone que él es la persona que vine alimentar?

Podía oír aún las voces de los esclavistas.

Envía a la mujerzuela a darle de comer a ese monstruo.

Si sobrevive será pura casualidad.

¿Él, es el monstruo?

Mmmm…¡no!

– Negué.

– ¿Y si lo fuera?

– Me coloqué de pie y fui retrocediendo.

¿Ocurre algo?

– Frunció el ceño ¡Emem!

– Negué y di la vuelta rápido para salir de allí corriendo.

¿Qué le pasa a esa humana?

Bueno, estoy aquí, aparentemente encerrado.

En cuanto me recupere de energía, saldré de la cueva.

Siento que éste cuerpo es muy débil, sin embargo me estoy acostumbrando al aire y ecosistema de la naturaleza humana.

Vaya que resultó buen alimento – Y miré detenidamente a una de esas bestias deformes.

Sus jugos escapando en cada rincón.

Otros gusanos se hacían presente y se dirigían a los cadáveres para alimentarse súbitamente.

– ¿Así que son caníbales?

– Analizaba a prueba y error – ¿Me preguntó si esa humana regresará?

Podría preguntarle sobre este mundo, eso me ayudaría.

– Cavilé unos momentos – el jugo de la sangré de gusano de un pedazo de carne que obtuve, sobresalía del contorno de mi labio derecho como una gota que al mismo tiempo tardaba en desprenderse y caer al suelo en cuanto se estiraba, alargando su masa.

– Le preguntaré.

– aunque parecía muy asustada y por lo que observé su rostro y cuerpo presentaban marcas de cicatrices muy notorias.

– ¿Será que corresponden algún rito?

Del otro lado de la salida Belu corría a toda prisa.

¡¡Debo darme prisa!!

Uf..uf..uf!!

– ya casi llego – Me dije.

Estiré la mano a los barrotes, pero luego recordé que estaban electrificados – ¡D-diablos!

N-no!Auz-z-zilio!

– Comencé a gritar y uno de los serenos pasaba por allí Goro, su nombre.

Hombre de baja estatura y cuerpo robusto.

Se sentían ruidos de jolgorio del otro lado.

Era el burdel en su plenitud.

Algunos hombres esclavistas caminaban en zigzag de haber consumido tanto alcohol.

¿QUÉ QUIERES MONSTRUO?

– Gritó.

P-p-por favo!Zaqueme de aquí!

¡mmm!

No recibí ordenes de sacarte de la jaula –acostúmbrate – Y se dio la vuelta sin importarle el suceso.

P-pofa..or!

– Estaba temblando ¡cállate!!¡¡CÁLLATEE!!

– Goro estaba de espaldas con su alumbrador de farol.

Y me veía suplicar.

Quizás fuera uno de los pocos seres que tal vez posea una pisca de humanidad en su interior.

– Ah!

¡rayos!

– Y se dio la vuelta – directo a la puerta – P-por..f..a ¡Ya cierra la boca!

¡Abriré!

– ¡Solo, solo,porque me recuerdas a mi hija!

– Al dirigirse al control fue a bajar la palanca.

Observé ilusionada – y alguien detrás lo detuvo ¿Qué crees que haces?

– Exprese Tomas junto Jeff – dos de los robustos guardias – ¡Eh!

Señor.

Perdone!

Puff!!

– Recibió un golpe y luego varias patadas de ambos quedando Goro sentido en el suelo ¡Se queda adentro!

¡¡Tú no mandas, lastre inservible!!

– y lo remata con una nueva patada en las costillas Jeff.

¿Y a ti que te pasa?

Y me escupe Tomas – cuando salgas, si es que puedes, nos divertiremos contigo.

Y me lanzaron un botella de licor que se rompía esparciendo pedazos de vidrio – ¿Llévate a ese tonto y lánzalo por ahí?

– Le expresa a Jeff.

Éste cargó a Goroy Tomas se retiró por un camino distinto.

Las esquirlas de vidrio se mimetizaban con la cerveza en el suelo pedregozo.

A-AUzzilioo – y me quedé muda acurrucada y de cuclillas contra una pared a la derecha.

¿No sabía si tener miedo y mantenerme despierta, o dormirme para olvidarme?

Solo pasó una hora.

Recorría los campos con un sombrero de paja.

Eran campos de girasoles y todos me miraban como agradeciendo mi presencia.

Y sonreí.

Algo que nunca había hecho hasta ahora.

Aquí, si tenía ese derecho.

Y giraba alrededor de ellos entre pétalos que se iban desmembrando.

Era un día de sol.

Sabía que existían, cuando de pequeña pude ver uno que tuvo al valor de crecer en soledad.

Quizás haya sido el único ser que me trató bien y me dio alguna de esas formas que alimentan la esperanza.

Luego como todo en su ciclo me dejó sola.

¿No soy buena compañía supuse?

Pero aquí estoy rodeada de ellos.

Y todo se volvió oscuro y mi risa se apagó totalmente ¿Eh?

Solo f-fue …sueño..

– me dije acurrucada ¿Eres la humana de hace un momento?

¿También estás encerrada?

Ahhh!!

N-no..n..o …me haga daño!!

– y me corrí a un costado del pánico ¿Daño?

– pensaba..- ¿Daño?

¿Por qué?

¿Ep?

¿Hacerte daño?

Asentí.

¡No,..no me has hecho nada!

– Rascaba su cabeza con la mano izquierda con unas uñas negras, y manchas moradas en sus manos y dedos.

– ¿P-pero..y-yo t-te ví comiendo m-monstruos?

¿Qué?

¿No se comen?

– Nuevamente se rascó la cabeza, cavilando en esas lenes de neuronas – ¿En serio que mundo tan foráneo?

Es la maldición del ostracismo obligado – Me dije, yo, Athos Cunninghan-Cou.

– ¿?

– No lo entendía – No podía por más quisiera, comprender, será porque no conozco más allá de un pequeño pueblo.

Agaché la mirada sin remedio para no sentirme mal.

Aún los temblores de mi cuerpo no cesaban.

Debe ser que cuando uno tiembla por algo, no es solo por el suceso que vendrá, sino por todos los otros pasados que se han acumulado.

Se refugian dentro de las venas y te queman cuando algún evento ocurre para quebrarte.

Son bastante nutritivos.

Incluso ya estoy mejor ¿EH?

E-z-za es carne polrila y v-veneñosa.

¿?

Mmmm..no lo parece.

¿Quieres probar?

¿Puedo traer?

N-no..je…n-no – Dije rotundamente.

¿Cómo quieras?

– Comentó desinteresadamente – ¿Por qué estás aquí?

.¿y-yo?

– Expresé temblando Asentía.

¡Ya veo!

Eres parte – Y señaló los alrededores hacia las demás jaulas que estaban en las afueras del poblado.

¿Ja?

..Y-yo..n-nací acá – Remarqué la tierra misma – Y luego junté mis manos como teniendo frio.

Ese hombre extraño llevaba una ropa que debían ser de los cadáveres de otras personas que estaban anteriormente encerradas y corrieron la suerte que no tuve yo.

El hombre se percató de ello.

¡Toma!

– Y se quitó el saco y me lo otorgó, alcanzándomelo con su mano – Te servirá – sus cuerpos son frágiles –Manifestó No –N-no.Noo – Estas temblando del frio – Dijo y sus ojos se prolongaron en medio de la penumbra – N-mmmmm – ¡N-no…!

– Negué.

No por descortés, sino porque no sabía cómo reaccionar ante una situación tan distinta a las que suelo vivir.

Al no recibirlo, lo depositó en el suelo.

¿Probablemente sea más fácil?

– Expresó – ¿Será que algunos humanos son así de miedosos?

¿Qué fastidio?

– ¡Auch!

– Se colocó su mano en las costillas – ¡Aún duele!

¿Ehp?

– Lo miré – Y extendí la mano queriendo preguntar – pero me venció la vergüenza.

– Él, se dio cuenta de inmediato, aunque no tenía ganas de narrarme lo sucedido ¡Es un dolor!

¡E-estas..tas..lastimado – Expresé intentando confesar todas las palabras de mi boca sin tartamudeos y me sonrojé sin darme cuenta – Descuida, es solo un golpe.

Sigues temblando..Solo ponte eso.

B-bu-ueno – Expresé nuevamente con mis falencias.

– Nos mantuvimos en silencio.

Se oían en las afueras gritos.

Del lado de allí, no podían vernos por lo oscuro.

Dos ebrios con una dama que la llevaban a una choza.

Veo que no es el mejor sitio – Comentaba con cierta lastima.

– Y-yo..y.yo – a veces..

–Y señalé a la muchacha – .y …¿Por qué estás aquí?

Agaché la mirada No es preciso que me cuentes nada.

Imagino.

Donde sea que uno se traslade siempre será difícil.

Este mundo es como decían de pésimo.

Aunque el mío no es tan distinto.

¡¿?!

– No comprendía a que se refería –Y-yo..me gustaría ¿Qué te gustaría?

¿No sé?

– Me había trabado en mis pensamientos – Me gustaría ver el mundo.

Eso deseaba decir – V-ver..

– Cerré los puños – V-ver el mundo.

¿Ver el mundo?

Sip-Sip –Agache la mirada – S-sip – Recorrerlo ¿Eh?

– ¡Sip!

¿Estuviste mucho tiempo encerrada, parece no?

T-toda m-mi vida f-fu-fue aquí ¿Y cómo sucedió?

– me observo sentándose de cuclilas a unos cincuenta centímetros de mí ¿Eh?

Ezo..N-no tiene mucha importancia Eso lo evaluaré con cada palabra y expresión ¡Je!

Todos tenemos una historia.

Que fuere lo que signifique, es importante.

N-no tengo muchos recuerdos de mi niñez.

– Quizás es el susto, o la ceguera de la realidad, cavilé al colocarme un dedo en el labio – Mi p-papa no – Y negué.

Realmente no lo conocía.

Podía ser un hombre de esos cualquiera.

¿No sabes quién es?

N-no..

y m-mi madre me llevó desde que la v-v-e.endieron cuando era muy pequeñita.

Q-uizás h-h-h-hubie-era zido mejor y acabé a-a-cá.

– Le narré lo que sucedió desde entonces.

Lo ocurrido con mi madre, y la sucesión de golpes.

Cómo me convertí en juguete de los hombres a placer y sexualidad.

Y el deterioro del tiempo ¡Tienes muchas marcas!

Agaché la mirada.

¿Quieres seguir aquí?

N-no..t-e-engo d-donde ir..

.Es complicado.

Cuando no tienes donde ir.

A qué lugar escapar – Expresó observando al frente.

– ¿Y si pudieras elegir?

¿Te irias?

E-es que..quiero..p-pero ¿Pero?

Tengo m-iedo.

¿Miedo al mundo?

Comencé a temblar y compenetré mi mirada a hacia afuera.

Parece que estoy comprendiendo.

Es la vida del esclavo.

Eso no sería problema alguno.

L-lo que dices ..N-no lo comprendo.

Irse de aquí.

N-no….E-ellos S-son.Pe-peligrosos..

Eso no sería un problema como te he mencionado – Y me miró fijamente mientras mi ojo hinchado de un golpe relucia como un moco que escaba con una gota de agua de mi nariz.

Y sin querer bostecé de cierto sueño Debes estar cansada.

Duerme.

Puedes hacerlo.

Y-yo..N-no..

No te preocupes.

Te despertaré si pasa algo.

– B-bueno.

Pe´perdón.

¿Por qué te disculpas?

Per-perdon.

¿Otra vez?.

Negué nuevamente de la vergüenza y me acurruqué con una piedra de costado.

Pronto sin darme cuenta comencé a roncar fuerte.

Debe tener frio aún.

– Y se puso de pie y al rato regresó con otro atuendo para colocarlo sobre mí – Con eso está bien.

– por lo menos pasará la noche.

Son muy débiles las criaturas humanas.

Debe ser una raza menor sin duda.

– Y se miró – Éste cuerpo es muy inestable.

– Y a decir verdad.

Es una hembra que ha padecido bastante desde todo lo que me ha manifestado.

Ya empiezo a conocer un poco más a los humanos.

Algunos son despiadados como los demonios de ciertas tribus.

– ¡¡GRRGRR!!

Aún recuerdo a ese maldito de Vespaso..

Ya está Athos, ya no puedes hacer más nada.

Goza de tu libertad de paria.

En cuanto recupere las energías me iré del campamento.

Es complicado estar en un mismo sitio en el cual vives un infierno.

Deberías volar como un ave – Le dije a la dama, que por cierto, todavía no se su nombre, pero si se de sus miserias que es su curriculum de vida.

Y digo miserias, porque no me ha narrado nada que pudiera comprenderse como satisfacción.

Incluso no debe conocer eso que los humanos llaman felicidad.

Eso que los humanos nombran como amor.

¿A mí también me gustaría saber qué es eso?

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo