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El viaje de Belu y Athos - Capítulo 7

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7: Comienza el viaje.

Estamos en un bosque.

Habladurías sobre alguien llamado “la parca”.

7: Comienza el viaje.

Estamos en un bosque.

Habladurías sobre alguien llamado “la parca”.

Comienza el viaje.

Estamos en un bosque.

Habladurías sobre alguien llamado “la parca”.

¿Athos, no conoces nada?

Tampoco yo, y soy humana.

– Belu.

Señor Athos..¿Qué camino es éste?

A decir verdad…- miró a todos lados desorientado – estaba completamente perdido – Si seguimos directo podríamos encontrar alguna ruta.

Señor Athos – Medité en ello – ¿Creo?

– Y no sabía que decir ante mi ignorancia – no parece que se vea una ruta por este rumbo.

A Nuestro alrededor solo se encontraba una tupida selva ambientada con manglares.

Habíamos salido del campamento con dos caballos y un equipo, y en el trayecto sobre pasamos toda una llanura que bordeaba cerca de un rio que no tenía fin.

Luego descendimos una ladera hasta llegar aquí en donde el suelo se mueve.

Hicimos una parada.

Athos me pidió que aguardara.

Me costó mucho cabalgar ya que nunca lo había hecho, por lo que viajaba detrás de él.

Descendió y se trasladó por detrás de unos arbustos que tapaban la visibilidad.

¿A ver?

Aquí está todo, donde lo había dejado perdido por la tortura corporal que tuve que soportar – Se dijo, y recogió el equipo – ¡¡Mi libro!!

– Se tornó en un instante de felicidad por ello y lo guardó en su chaqueta.

– Al volver noté que tenía otro bolso, aunque no pregunté nada por ello.

No quería serle una molestia.

– Ya está pasado el atardecer con un sol, color purpura y naranja.

– Deberíamos para aquí y pensar .Es lo que estaba por decir – Expuse.

– ahora que estaba fuera del extinto campamento, me sentía a gusto de decir y hacer lo que gustase.

Podría aprovechar el tiempo.

Incluso mi cuerpo se sentía liberado y no presentía el temor.

El estar con Athos en algún sentido me calmaba.

No tenía esos ataques de ansiedad.

Voy a buscar un poco de leña – para encender el fuego – ¡Hará frio!

– Athos trataba de asimilar todo el espacio alrededor y en un avistamiento veía que cerca de la orilla se movía lo podría ser algo grande.

En un santiamén metió la mano en el agua, y atravesó un gran pez que intentó escapar sin éxito.

Al solo minuto flotaba en el agua muerto.

Volvió a la hora, mientras intentaba armar una tienda de campaña.

Nunca lo había hecho y esa falta de experiencia me llevaría al fracaso.

Cuando Athos me vió entre las cuerdas y telas se echó a reír.

¡je!

¡Je!

Es muy gracioso – ¡ja!

– Perdona no quise ser grosero.

¿eh?

Mmmm …- No hay problema – refunfuñé un poco y luego sonreí mirando al suelo – Era divertido que se riera de mi de esta manera tan sana.

Todo es un experimento.

Él comenzó a cocinar.

Creía que por su extraña manera de actuar solo comía carne cruda de alguna criatura, pero me sorprendió.

Preparó todo minuciosamente sin problemas.

Encendió el fuego y luego lanzaba los leños de las maderas secas de ramas de árboles.

Yo me senté a su lado y miraba como actuaba.

Aún me debía muchas explicaciones y todo lo sucedido en el campamento que solo era ruinas.

En su manera de actuar, Athos es muy silencioso y calmado.

A veces es caballero y atento.

Recuerdo las ropas, los cobijos.

Mi pregunta más importante es ¿por qué estoy viva y así?

¿Eres un brujo?

– Me preguntaba en cuanto chispeaba el fuego de las brasas y en las varillas se cocinaban los pescados.

¿Y por qué decidiste llevarme contigo?

Una pregunta se vinculaba a la otra con un fin.

No indagaré su pasado.

Eso no tiene sentido.

¿Pero quién eres realmente?

A veces nombras otro mundo.

Yo siquiera conozco este suelo.

Y tampoco por ello soy de ayuda.

Ahora el me mira frunciendo el ceño.

……¿?

¿Pasa algo?

Ehh?

¡je!

¡je!

– Me reí con muecas por los nervios – ¡je!

¡je!

No, no..- movía las manos negando del susto -.

¿Qué le pasa a esta humana?

¡¡¿Al menor intento, quiere desnudarse y tener sexo?!!

– ¿Qué humana extraña?

– ¿O será una ninfa?

¿No?

¿O tal vez un súcubo de esos que entran en los sueños de las casas de reserva del centro en el inframundo?

Naa…es una humana – Se dijo internamente en sus pensamientos cavales e imaginarios, frunciendo más el ceño – Se supone que es un acto pasional y todo un rito de fetiches..¿Bueno?

Eso es para mí tribu – Se dijo, mientras lo miraba con interrogantes y Athos se distraía con los ojos reluciendo al cielo.

– ¡Es qué!..¡es..qué!

¿Si…mnnm?

¡¡Siento que no puedo hacer nada..solo sirvo para acostarme con las personas y hacer..

Ya sabes – Y junté los dedos con cierta vergüenza de querer desnudarme.

Era una costumbre tal que con ello evitaba los golpes, y el fastidio de los gritos vejatorios de los esclavistas mercenarios.

Era eso y lavar platos y limpiar con una escoba.

No me deseaban para nada que no fueran actividades del burdel.

Decían que solo era una tonta sin remedio cuyo cuerpo era menos de la categoría de lo normal.

¡Descuida!

Hacer un fuego o cocinar, no es algo que se aprende de inmediato.

De acuerdo – pero no..

– Y quise quitarme el atuendo y desnudar la parte de arriba para él.

Era lo único que sabia y podía darle.

Quería ser de ayuda.

¡pye!!

Oye!!

No es necesario – se sintió con vergüenza ¿Eh?

Pero los hombres quieren eso – No siempre.

¡P-perdon!

– Clavé la vista al suelo No te preocupes.

Olvídate de tu pasado.

Yo, yo..quiero serte útil.

Lo eres..

¿En serio?

..¿¿??

… – ¿En que soy útil?

Otra nueva pregunta me hacía a mí misma.

– Pero tú hiciste la tienda, el fuego, trajiste la comida y la estas preparando.

– Te enseñaré..¿Que no lo sabes?

Es que nunca hice nada más que tener relaciones con los hombres y barrer y baldear pisos.

Lavar platos.

¿Qué clase de vida llevan los humanos?

¿Por qué dices los humanos?

¿..Acaso no eres…?– Pregunté ¡Olvídalo!

Te enseñaré a pescar, encender fuego, y otras técnicas de supervivencia.

– Al decirlo dejo caer de su chaqueta un libro ¿Eh?

¿Y eso?

Es un libro Si – claro – Me dije.

– claro que sé que es un libro – Expresé para mí misma – El libro se abrió en unas páginas y presentaba una letra muy extraña.

Algo incomprensible.

¿Sabes leer?

– Me preguntó Negué Tampoco, debes saber escribir…Intuyo – Al mencionármelo mi mente trataba de unir varias piezas sobre escribir y leer.

Dudó unos instantes y luego concluyó que debería enseñarme.

– Es que para la gente como yo….

– No tenía animo de responderle – Allí no había oportunidades.

Ladeó la cabeza y respiró hondo como intentando comprender la mala suerte que recibí.

Como si fuera un castigo.

–  – ¿Puedo enseñarte?

¿En serio?

– Sonreí y lo miré de cerca – ¡¡En serio!!

¡Ep..!

– Si, si, no es necesario que pegues tu rostro al mío – P-perdón…¡¡Sii!

Voy aprender a leer y escribir – Me dije.

Realmente estaba muy feliz, pues era algo nuevo.

Algo para mí.

Como si fuera un regalo que se me había negado.Parecía al reaccionar de esa plausible forma una niña con dulces.

–Y luego me saltaron unas lágrimas – ¿Eh?

¿Qué te ocurre?

– Expresó con el chispeo del fuego y la comida – Es que…me siento feliz… – Y me salieron unos mocos de la nariz que se mesclaban con las gotas de mis ojos que descendían en líneas bifurcadas hasta mis fosas nasales.

Colocó un gesto de contento Athos por ello.

Ya vamos a comer algo, que está anocheciendo.

– Expresó y desde lejos el cántico de los grillos, se amoldaba al sonido del fuego que venía siendo atizado por Athos para darnos un refugio de calor.

Antes, no presentabas síntomas de frio, ¿Y ahora es como que lo sientes no?

– pregunté en cuanto recogí una de las varillas con el pescado empalado y probé un bocado – ¡¡Mmmmmm!!

– Mis ojos con matices verdes se ilusionaron en estrellas.

Estaba realmente delicioso.

– y lo devoré sin pausa alguna.

–Y respiré hondo.

Tenía ganas de llorar nuevamente.

Y es que algo tan trivial podía emocionarme de una manera especial.

Las emociones son confusas, incluso la más pequeña como una simple comida son amanerar en un bosque inhóspito cerca del fuego, puede ser el mejor refugio para sanar heridas.

¿No hay duda no?

– Me observaba sorprendido – ¡Pobre!

Algo tan simple es un tesoro invaluable – Se dijo para sí mismo.

Por mi parte me agarré otro y luego me limpié la mucosidad y boca con la ropa del codo.

– ¡Toma!

– Y me otorgó un trapo limpio – puede secarte con ello.

¡¡G-gracias!!

¡¡Cof!!

¡¡Cof!!

– tosía sin parar –Sentí entonces una palmada en mi espalda – ¡Come con cuidado!

– Me expresó – ¡Y Bebe agua!

Reaccioné unos segundos después, mientras sentados ambos en un leño grande al calor de la fogata encogía mis hombros recibiendo la calidez del bosque.

– ¿Te sientes, bien?

¡Cómo más!

¿Si deseas?

.solo..es qué..

es muy extraño.

Hasta hace un día, estaba sin cenar, recibiendo alguna paliza y luego agachándome para bajarle los pantalones a algún mercenario.

¿Otra vez con ello?

– Pensaba Athos, y ladeó la cabeza determinando lo que padecí.

Y prefirió por la delicadez del asunto no expresarse.

– Y en éste momento – Y marqué contemplando todo el alrededor- Estoy calmada comiendo algo delicioso.

– ¡¡Ji!!

¡¡Ji!!

– ¡Gracias por salvarme!…y gracias por darme de comer..¡¡Ji!!

¡¡Ji!!

– Produje una mueca chistosa de niña infante.

Y luego dejé de reír y mi rostro se entristeció — ¿Sé que es algo insignificante?, Pero es muy importante para mí – Y agachando la mirando con los hombros encogidos,ycon las dos manos, sostenía la varilla con otro pescado.

Sin quitarle la vista a ello y el círculo de la fogata., respiraba para meter la mucosidad que huía de mi nariz, llevándola hacia dentro como si tuviera un resfrío y no pudiera sostenerlo bien y luego con los escasos modales que tengo me limpiaba con el codo, mojando mi atuendo de baba y secreción.

– ¡Perdona!…Debo ser un animal salvaje -¡Je!

¡Je!– Aclaré con timidez, y risas falsas, delante de la pena y la amargura; mintiendo en el estado de ánimo, ya que es necesario a veces.

Hasta cierto puntome despreciaba a mí misma por lo que soy.

Athos, se colocó en una forma meditabunda con relación a lo que manifesté sobre ello y ese agradecimiento.

Cavilaba, y me respondió al instante en cuanto recogía del suelo algo de yesca de un leño cortado y como paso siguiente, lo arrojaba para ser incinerado.

Mmm… – Tomó un respiro – Al final son las pequeñeces las que dan sabor a la vida, supongo – Mirando al frente se expresó – Unpescado cocinado al fuego es tan importante como una lujosa cena en el mejor de los reinos–Conjeturó con su parsimonia.

– Al mencionarlo abrí mis grande ojos hacía él.

Esas palabras unidas en una simple oración, no podía dejarlas ir –¿Pequeñeces?

Algo tan trivial y a la vez tan grande.

No pienses tanto en lo que has dejado, sino en lo que podrás recibir.

Eso, Eso..Sería un nuevo inicio para alguien que nunca tuvo la oportunidad de empezar.

¡Y ya!

Olvídate del campamento de esclavos, olvídate de los modales, y sobre todas las cosas, olvídate de pedir perdón por culpas que nunca tuviste.

– Luego se puso de pie y fue directo al refugio.

Si no te molesta dormir con un ser como yo, me iré a descansar.

Todo el otro lado del interior es para ti, a mí me basta con un costado No, no, no podría – Dije con cierta vergüenza – No hay problema Belu.

– Solo descansa bien.

Mañana será un día largo.

S-si..señor Athos.

¡No me digas señor Athos.

Solo Athos!

Si se….Solo Athos..

Me miró extraño.

¡Athos!

Así está bien.

– Buenas noches Belu Buenas noches Athos.

– Nunca me dijeron buenas noches.

Se siente raro, y cómodo y me abracé a mí misma.

Athos observaba con el ceño fruncido.

– Ingresé a la tienda y me acurruqué en un costado.

La costumbre me trasladaba a ubicarme en un lugar recóndito en la punta de la tienda.

Brevemente me acomodaba, no me era cómodo.

Y resultado que la razón se desarrollaba por no ser un poco más egoísta.

Debería aprovechar ello.

Athos se mantuvo fuera.

¿No entrarás Athos?

– Le dije al ver que estaba parado observando el alrededor.

Inmediatamente fui hacia él – ¿Ocurre algo?

Hay ruidos de animales.

Debí percatarme de que estamos en un bosque, y pueden suscitarse peligros ¿Qué haremos?

– pregunté preocupada ¡Descuida!

Haré guardia por si acaso – No podía determinar lo que pasaba por la mente de Athos, aunque sigilosamente se encontraba confrontando su seriedad de semblante en dirección a un cerro montañoso de picos, como si encontrase alguna de esas formas hostiles que habitan en el bosque.

¿EP?

¿no descansaras?

No te preocupes dormiré un poco Yo puedo hacer guardia Es peligroso para ti.

Pero… ¡Descuida!

Soy bastante resistente a ello.

Tengo mis sentidos alerta.

¡¿Seguro que no deseas que te ayude en algo?

Tu cuerpo es menos resistente al mío.

No te preocupes – Esbozó una leve sonrisa.

– ¿Cuerpo menos resistente al suyo?

¡Claro!

Con todas esas emociones descubiertas y el miedo latente, no he preguntado nada de nada.

Y no me atrevo a ahora.

Es como si tuviera que encontrarme contra una pared a la cual escalar por ello.

Aunque tarde o temprano deberé saber ¿Qué es lo que me ha ocurrido?

De ante mano se que no es una persona normal, y quien fue el autor material e incluso intelectual de destruir todo el poblado-campamento de los esclavos.

Sin embargo me había manifestado.

Los monstruos salieron de sus cuevas y comenzaron atacar.

Pero yo te vi, te he visto salvarme nuevamente cuando mi cuerpo descendía al lago en sus últimas instancias.

Y me ofrece ir con él donde sea sin un rumbo fijo.

¿Posiblemente será que le intereso?

Algo así como románticamente.

Al decir ello me sonrojé.

Quise ir a preguntar algo, pero ya estaba metida con el cobijo encima en el interior del refugio y solo se veía un halo de la noche y del color amarillento y naranjo del fuego que quebraba la imagen de la oscuridad con una pequeña sensación de luz.

Es un alivio ver ello.

Aunque desde esa abertura no podía notar la presencia de Athos, y me volví a sonrojar pensando en él.

Basta Nelu.

Debes comenzar, debes conocer.

¡Sí!, me dije y cerré el puño, y luego comencé a dormirme lentamente hasta que mi nariz tapada evitaba la salida de aire dando esa sensación de ronquidos.

Saltando de árbol en árbol, Athos se movilizaba con ligereza.

Presintió la presencia de hostilidades en los alrededores.

¡¡Parece que ahí están!!

– Una tribu de seis Orcos, con un jefe sentado en su trono de piedra.

Habían cazado uno de los mercenarios que logró escapar y lo tenían asándose a las brazas vivo aún.

– El mundo de los humanos y demás criaturas, es tan despiadado – Se dijo -¡Y luego nos llaman bestias a los demonicos – ¡¡Ahhh!!

– Sus gritos no cesaban y pronto comenzaron a quitar las partes de su carne cortándolo como si fuera un animal devorado vivo.

El shock terrible lo estaba consumiendo.

Primero un brazo desmembrado y luego una pierna.

Luego trajeron a una muchacha que también formaba parte del rito de alimento.

Era una de las tantas que había enjuiciado a Belu.

Por envidia, por malicia.

Su cuerpo desnudo, era penetrado por detrás por uno de los orcos que se divertía a gusto, mientras ella por la boca escupía sangre.

Sus ritos de violación extrema y muerte eran sagrados, por eso temían muchos ser capturados por los Orcos, como por los goblins, pues su vida era consagrada a la tortura de las especies ajenas.

En cuando disfrutaban de la mujer, no podía dejar Athos que se acercaran al campamento que hicieron.

Belu es la única que puede detener mi sed de sangre y con la cual puedo retornar con la energía que necesito.

El hombre solo era partes divididas y ahora arrojaban a la mujer.

¡No!.N-n-o!..

Por.

–Y fue lanzada en las brasas mientras se quemaba.

– Los orcos comenzaron a bailar alrededor.

Quien abusó de ella fue a unos arbustos a realizar sus necesidades.

Mientras estaba detrás de un árbol.

Athos hizo su aparición.

¿Grrrp?

¡¡Shh!!

– Dijo Athos con su dedo en el labio.

– La cabeza del orco se desprendió de inmediato, descendiendo su cuerpo al suelo.

Los orcos continuaban y unos ruidos se escucharan cerca.

¡¡Gr!!

¿Grp?

– Su líder se preguntaba que ocurría.

– Desde lejos volaba una suerte de bola y todos se corrían al ver lo que presenciaban.

La cabeza de uno de los orcos.

¡¡Grrrrr!!

¡¡¡GHrrrrr!!!

Todose alteraron, y caminando lentamente con sus manos en los bolsillos se hizo presente Athos.

¡¡Grr!!

¡¿Tu eres el jefe?!

El líder sentado en la silla curul, se levantó de inmediato.

Todos los orcos colocaron rostros sádicos.

Athos lanzó un cuchillo a la mujer que aún estaba viva para rematarla y evitar su sufrimiento.

¡¡Grr!!

Maaateeennlooo – Dijo el jefe ¡¡¡Devorenlooo!!!

– Expresa otro en su idioma Rápidamente Athos se arroja sobre el fuego y toma su cuchillo hecho de su propia piel que se esparcía como granos en el aire de color negro.

Destrozaba a todas las bestias.

Una por una.

Los orcos caían en pedazos.

Algunos descuartizados seguían vivos.

Uno de ellos tomó su pie.

Y Athos creó con su otra mano una lanza oscura y clavo en el ojo derecho de él llegando al cerebro de éste y partiéndolo en dos.

Luego de sus ojos rojos escapaba una pus de sangre e hilos de colores.

¡¡Grr!!

Y lo cortó en dos.

El jefe de los Orcos comenzaba a temblar.

¡¡E-E..es un demon-nio.!!

Athos terminaba de matar y los que quedaban vivos los arrojaba al fuego para evitar el gasto de energía.

–  En los alrededores el humo de la carne se esparcía y muchas criaturas se iban acercando a llevar un bocado.

Bestias similares a los lobos devoraban a los orcos.

Arácnidos se llevaban algunos en capullos en una escena de total horror.

– Sigues tú..

– Señala al líder con su cuchillo.

– ¡¡Grrr….

D—debo escapar!!¡¡Grrrr!!

– Se dio la vuelta para salir corriendo – ¡¡¡Ufhfff!!

– Suspiró Athos y en solo segundos estaba del otro lado, y con un movimiento cortó las extremidades de aquél.

Piernas y Brazos.

Quedando invalidado el jefe.

¡¡Grr!!

–¡¡N-no me mates!!.— ¡No pienso gastar energía contigo!

Una manada de cerdos salvajes apareció de la nada.

¡¡Divierte con ellos!!

¡¡Grrr..Nooo!!

Los cerdos se acercaron lentamente, mientras sabían que Athos se alejaba con un salto hacia un árbol.

Olfateaban al orco.

Una y otra vez.

.

– El orco ofrecía resistencia moviendo su torso.

Uno de los cerdos comenzó a comerse una pierna y otro la otra, y así saciaban su hambre.

Luego la que parecía la matriarca con una mordida abrió el estomago del líder trisando la carne – ¡¡Grrr AHHH!!

– El dolor era terrible y así sus crías se acercaron y comenzaron a devorarlo vivo – ¡¡GrrrAhhh!!

Athos, oía os gritos, pero ya estaba lejos.

En el camino avistó uno de los cerdos.

Rapidamente lo capturó y le dio muerte.

Ya tenemos el desayuno.

– Se dijo.

– Luego llegó al campamento, y verificó si había peligro alguno.

Y Luego se sentó extremadamente cansado por el desgaste de la energía consumida.

No presentaba signos de hambre, ni nada por el estilo.

Luego ingresó a la carpa en la cual me encontraba descansando, y con una caída se acurrucó cerca de mí sintiendo el calo de mi corazón.

Es una sensación como si volviera a la vida – Se dijo, y poco a poco se fue durmiendo.

Sin darme cuenta lo abracé como si fuera una almohada y éste colocó rostro sorprendido – ¡Eh!

¿Eh?

–¡¡¡Mmmuum!!!

– Se corrió un poco – ¡¡Esperaaa!!

– Expresó sin poder hablar bien.

Y se sonrojó al estar su rostro en mi pecho y se durmió lentamente.

A las horas comenzó se corrió un poco.

Nos treinta centímetros, pero era suficiente para él.

En medio de la noche, una sensación de molestia venía a mí.

Estaba corriendo y me perseguían, y pedía por mi madre.

¡¡Mama!!

¡¡Mama!!

– A ella se la llevaban unos hombres – ¡¡Noo!!

Una imagen horrible se hacía presente.

– De mis retinas salían lagrimas – Athos, despertó de inmediato, pensando que estaba en peligro, pero no.

Era una pesadilla.

Contemplaba mi rostro sufrido.

Debe haber padecido demasiado – Se dijo.

– Ya estaba amaneciendo, he hice un movimiento reflejo y sin querer lancé un puñetazo.

¡Eh!

¿Qué pasó?

– Me desperté de inmediato.

Veía a Athos a mi lado tomando la nariz – ¡¿Athos?!

¡¡Buennia!!

– Expresó con su nariz tapada con su manos ¡¿Qué te ocurrió?!

– Me acerqué .

descuida.

¡Ohhh!

– Estiré los brazos para bostezar – Tuve una pesadilla terrible.

Pero solo duró segundos – Dije ¿Pesadilla?

Si, con mi madre.

A veces avanza una eternidad y otras es solo una leve imagen como ahora.

Vamos arrancar.

Traeré algo de comida.

¡Espera!

¡Quiero ayudarte!

Bueno si insistes.

Ambos salimos de allí y Athos fue a un tumulto húmedo de tierra y sacó de allí un animal muerto.

¿Es un cerdo salvaje?

¿Ep?

– ¡Sip!

– Expresó sin querer comentarme lo que hizo a la noche – Athos, pronto me enseñó a encender el fuego, y luego a como cortar una presa.

La había escondido, cerca de las brasas para evitar olores y atraer otras criaturas.

Tiene una facilidad grande para la caza, la pesca, y métodos de supervivencia.

Hace todo de forma manual sin utilizar poder alguno.

Hoy me armaré de valor para preguntarle todo.

Esperaba que a lo mejor me dijera algo al respecto, no obstante no es un hombre de muchas palabras, ¿Y a veces su silencio no sé si se debe a timidez o seriedad?

Se suponía que íbamos a proseguir, sin embargo él, decidió por una cuestión de practicidad y precaución esperar un día más.

Teníamos que cruzar una montaña que a decir verdad podría ser peligrosa.

Es muy frio y calculador a la hora de aguardar y tener paciencia.

Ahora se mantiene firme mirando para un mirador.

Debo ser cuidadoso.

Hay demasiados monstruos en esa montaña, y el próximo pueblo, que aparentemente se encuentra amurallado está del otro lado.

Increíble que hubiera un campamento cerca de éste bosque, aunque posiblemente tenía un método de escape que podría ser el rio para poder llegar.

Algo me dice también, que los despojos de las personas vienen aquí.

sin duda los compradores de esclavos deben venir de otro sitio.

¿Pero?

Ese sitio puede ser muy peligroso.

Sería el reinado de Jerks Edmundo.

El rey sanguinario.

La ciudad de la perdición como he escuchado en algún punto.

Sitio totalmente corrupto.

Prefiero evitar ello y pasar del otro lado de la montaña para el poblado que se encuentra fuera de la jurisdicción.

También ocurre que debo llevar a Belu.

Es mi catalizador de energía, y tampoco puedo abandonarla a la suerte, ni dejar que regrese a lo que era antes.

Siento que tengo un deber para con ella.

¿Será esa calidez de su energía?

– Ladeó la cabeza – Concéntrate Athos, para salir de aquí.

– Me acerqué a él, mientras pensaba en solitario.

Estaba con unos troncos secos que había recogido.

A–..

– Dudé en hablarle – ¡A-athos!

¿Está bien así?

Asintió.

¡Ji!

¡Ji!

– ¡Gracias!

– ¡¿Eh?!

– Estiré el brazo y la mano como queriendo decir algo – ¿Si Belu?

– Me miró esperando la pregunta.

Me acobardé para preguntar sobre todo lo sucedido.

¡Je!

No es nada – Y me dí la vuelta para dejarlo en el campamento – No debería ser tan miedosa.

Es solo preguntar lo que ocurre, y cómo…..

Va… – Es algo que me pone insegura.

– ¿No me querrá para algún experimento?

Mmm–¡Ah!

¿Qué?

¡¡No!!, ¡No!

– ¡Deja de sacar conjeturas tontas Belu!

¿¿??

– Athos discernía en lo que estaba pesando – Sería mejor que por lo menos le diera alguna explicación – Se dijo así mismo.

Me estaba retirando.

Al colocar los leños en el suelo, me dispuse a intentar encender la fogata.

Athos lo hacía con dos piedras.

Recogí dos y chocaba ambas al mismo tiempo en varias oportunidades.

Una y otra vez.

Me estaba impacientando, pero no quería ser una inútil.

Mientras más ayuda pudiera darle a Athos, mejor sería.

¡¡Rayos!!

– Y me lastime el dedo dejando caer un poco de sangre que se secó en el suelo como si fuera vapor.

La herida entonces se cerró de inmediato – ¡¿Qué?

¡¿Cómo es posible?

– Expresé a viva voz – Es porque tienes mi sangre – Comentó Athos desde lejos – ¡Athos!

– Comenté – ¿Tu sangre?

– Antes de que tu cuerpo sucumba debido a los golpes que recibiste, te curé con mi sangre.

– ¡A-a-a -Athos!..¡T-t-tu s-s-angre?

No ES necesario el balbuceo o tartamudeo – Solo te otorgué un poco.

Al mencionarlo no entendía nada Y-yo..Te estoy agradecida – Cerré los puños – Pero quiero preguntarte ¿Lo que pasó en el campamento?

Asentí.

Solamente tenía que deshacerme de todos ellos.

Al curarte te dejé en la orilla, para que descansaras y tu cuerpo se restableciera.

¿Lo que hice fue como decirlo?

Mejorlo.

Eres inmune a enfermedades, daños, lesiones, pero no a la muerte.

Tenlo presente ¡Lo dice tan fácil!

– Pensé – ¿¿¿???

– Los esclavistas, estaban condenados desde un principio.

¡¿Qué quieres decir?

Sino los destruía yo lo harían las bestias de la cueva que ya estaban hambrientas.

El que haya estado allí, era una seguridad para ellos, al salir de la mazmorra las criaturas determinaron que ya no existía peligro alguno.

¡Ya veo!

¿O sea que íbamos a ser la comida de esos gusanos gigantes?

Para decirlo así, sí.

.

¿Cómo es que pudiste?

Fácil, solo os aniquilé como moneda de pago.

Mi tribu aniquila según el alma que posea la persona.

Si fuiste un ser terrible.

Tendrás el peor tormento, ¿Y si no?

Solo una muerte apacible.

¿Tu puedes hacer eso?

¿Eres un brujo?

No lo soy ¿Un dios?

Tampoco ¿Un monstruo?

– ¿Perdón!

Sé que soy insistente.

¡¡Tampoco!!

– Tan mal no veo para que me digan monstruo.

– Y no es necesario que te disculpes.

– Soy un demonico.

¡¿Un demonico?

– Me coloqué el dedo en el labio meditando que era.

No soy un humano.

¿Un demonico?

¿No sabes que somos?

Ladee la cabeza de forma negativa.

¡Ya veo!

No es necesario que te preocupes.

Somos una raza del mundo subterráneo ¡Ah!

– Dije sin tener idea ¡UF!

– Se puso la palma en la frente – ¡No tiene idea que soy!

– No te preocupes – Te diré con el tiempo, ¿Pero te pido un favor?

¡Si, Athos!

No digas que soy un demonico.

Soy un humano más.

¿Correcto?

¿Por qué?

Teniendo presente que no conoces nuestra raza, es mejor que nadie sepa.

Es mejor que sea así, para no levantar sospechas con otras razas, o etnias que existan en la tierra.

¡Claro!

¡No diré nada!

¡Por lo pronto lo estás haciendo mal!

¿Qué?

La fogata.

No solo tienes mi sangre, sino que posees ciertos elementos que pueden ayudarte.

¿En serio?

Focalízate en los leños y piensa en el fuego.

En el calor.

En la energía – Expreso ¡De acuerdo!

– Me compenetré con todas mis fuerzas – ¡¡Grr!!

¡¡Gr!!

– cerraba los dientes con todas mis fuerzas y cerré los ojos – ¡¡Gr!!

¡¡Gr!!

– Comencé a transpirar y me sentía mareada – ¡¡Gr!!

– ¡¡Uf!!

– Di un respiro de vapor – y al abrir mis ojos el fuego estaba allí en la madera quemándose – ¡¡¡Lohiceee!!

– ¡¡Cof!!

¡Cof!

– M-me siento un poco más – Tranquila – Y se acercó – ¡Recuéstate!

Usar ese tipo de poder te quita energía – debes descansar y comer – Si….Si – Athos, miraba alrededor y fue a la carne cruda del cerdo.

Pronto trajo un pedazo y luego estando yo en el suelo recostada, el tomó mi cabeza acomodándola y con su otra mano llevó la carne a mi boca.

En segundos la devoré.

Rastros de sangre salían de la comisura de mis labios.

Ahora solo duerme un poco.

Con esto, estarás bien.

– Aún debe desarrollar demasiado.

A mí me ocurre lo mismo.

– Me tomó con sus dos manos y me levantó llevándome a la choza para que durmiera mejor.

– ¡Lo hiciste muy bien, Belú!

Y luego al salir, fue a cocinar lo que quedaba de la carne.

En un onírico de somnolencia me insumía, exhorta me insumía en el sueño profundo.

La claridad de un sitio cómodo; ámbito en la cual a medida que iba avanzando, se iba desfigurando en su alrededor, hasta que una bruma cubría toda el área.

Mi madre se hizo presente y me sonreía y luego su rostro desaparecía con gotas de lágrimas que escapaban de lo que podrían ser sus ojos.

Y yo le tenía a mi alcance.

Muy cerca y a la vez lejos.

¡¡Mama..mama!!

– ¿Dónde te diriges?

¡No te vayas!

¡No me dejes aquí!

– Una niña camina sola en una oscuridad.

Su cabello largo tapa la mitad de su rostro, la otra mitad se pierde en el plutónico espacio en el cual no hay donde ir.

Entre esas inhibición de sentidos, muchos rostros aparecen riendo malévolamente.

Alzan sus manos y luego extienden sus brazos hacia ella que se asusta.

¡¡Ahhh!!

¡¡Déjenme!!

¡¡Auxilioo!!

– ella corre y corre sin poder salir de allí.

Las carcajadas inundan todo el alrededor y cada vez son mayores.

Amplias y terribles.

Cada vez consume con profundidad el ser de esa niña que se agacha asustada, y de cuclillas se toma las rodillas esperando con un milagro que todo termine.

Que todo concluya con o sin ella.- ¡¡¡Ahhhhhhh!!!

– Di un alarido que me despertó de inmediato.

– ¡uf!

– Otra vez la misma pesadilla de siempre – Me dije y me abracé a mí misma con temor ¿Otra vez le ocurrió lo mismo?

– Se preguntó Athos.

– la fragilidad de su autoestima y el mismo miedo de la vida que tuvo la carcomen.

Será difícil que lo olvide.

¿Si pudiera hacer algo por ella?

Pero el valor en las pesadillas, nace de la capacidad y el vigor ante el peligro.

¿Podría entrenarla para que se sienta más segura?

– Cavilaba en cuanto atizaba las llamas de la fogata que generé.

– Al final ella es parte de mí.

Me mantuve en la tienda, recostada y observando el techo.

Por el momento me sentía un tanto débil como para poder realizar alguna tarea.

Estaba demasiado extenuada.

El uso de energía interna me fue excesivo.

Aunque, y me miraba las manos, no lo podía creer.

¿Puede hacer fuego, como si fuera una bruja?

Él, me expresó que es un demonico.

¿No sé qué son?

Apenas conozco a los míos, y me advirtió que no dijese nada.

Su secreto está a salvo.

No me importa quién sea, Athos cambió mi destino.

Será mejor.

Y cerré el puño, tú puedes Belu.

¡Auch!

Aún me duele el cuerpo y la fatiga.

Continué allí.

Dentro del campamento solo se veían ruinas.

Los monstruos sin más que hacer desaparecían en las profundidades.

Una gran comitiva se presentaba siendo recibidos por una desolada tierra devastada.

Las casas en ruinas.

Cuerpos humanos por doquier mutilados que llevaban días de estar consumidos entre los gusanos y la pudrición.

El olor se hizo insostenible.

Permanecían latente algunas cenizas que se rehusaban a retirarse y eran llevadas de un sitio al otro por la brisa de algún viento.

¡Qué terrible!

– Manifestó un caballero de elite que tapaba su boca con un pañuelo Otros grupos revisaban el perímetro de destrucción.

Buscaban indicios de vida, sin encontrar nada en los adyacentes alrededores.

¿Localizaste algo?

¡Nada!

¡Por aquí!

– Respondió uno de ellos.

Varios fueron a una vieja choza.

En el suelo yacía lo que era la cabeza de Evaristo.

Frank, un caballero paladín se acerca a él.

De uno de los ojos secos escapaba un gusano.

El caballero se tapó la boca con el pañuelo.

Verificó el estado de terror de la mirada de Evaristo.

¡Debe haber sido un monstruo terrible!

– Conjeturó – ¿Esos cortes?

– su cuello denotaba un corte fino con quemaduras muy extrañas – ¿Su trazo es impecable?

Luego se colocó de pie y verificó otros cadáveres que resultaban de la misma naturaleza.

¿Realmente pudo ser un monstruo?

– Preguntó.

He visto lo mismo Frank – Dedujo Claine, su par – Oto también supone que fue una persona.

No existe monstruo que logre algo semejante.

Oto revisa algunos sitios y descubre a las afueras a alguien acurrucado en un escondite ¿Eh?

¿Un sobreviviente?

– Se preguntó y fue de inmediato con dos caballeros Aquél temeroso salió corriendo sin llegar muy lejos.

Hombre de baja estatura.

Su rostro estaba lleno de un pánico que nunca había experimentado ¡¿Ere del campamento?!

EL hombre no respondía.

Se hallaba perdido con reiterados ataques que daban lugar a convulsiones.

– ¡!

..¿?

¡Habla!

¡Habla!

– Y le da un golpe ¡Alto!

– Ordena Oto, y se dirige a él – Somos de la casa Matriz y venimos de parte de la Señora Stephan de la ciudad deBertran – ¿Eres de aquí?

– Preguntó – Señor es muy probable que vengan del reinado de Starling Mmmmm ¡Habla!

– Uno de los soldados le dio un golpe.

Sino hablas tendré que ejecutarte – Expresa y saca una enorme cuchilla y lo mira a su líder que asiente ante el apremio.

Acerca el arma a su cuello y éste del pánico balbucea unas palabras.

F-fuee..la …La parca!

¿la parca?

U-un..h-hombre con poderes – y Se acurrucó de cuclillas sin mirarlos y temblando – ¡Ma-mató t-to-todos!

MMmm Todos estaban pensativos y sorprendidos a la vez.

Hay que llevarlo y recabar información – Expresó Oto.

Llegaron Frank y Claine al hecho.

¿Y ese hombre?

– Preguntan ellos Al parecer es uno de los sobrevivientes, aunque su estado mental es terriblemente malo.

Sería importante llevarlo para sacarle datos suficientes sobre lo ocurrido.

Uno de los soldados lo golpeó fuertemente.

¿Di tu nombre?

E-es..Goro… – ¡Puff!

Y escupió una pisca de sangre del labio roto.

.ya es algo.

– Se dijo.

– La señora, se va poner furiosa, ya que había hecho la compra de esclavos y no hay restos de nada.

¿El líder del campamento Evaristo Vespasio?

– Pregunta Oto Querrás decir lo que queda de él.

Es peor de los que pensaba.

Hay rastros de una cueva y baba de Gusanos del desierto.

Son especies que crecen en las penumbras, no entiendo como salieron con el sol de por medio.

Recojan todo lo que puedan y larguémonos de aquí.

Llevaremos al hombre a la casa central para interrogarlo.

Si encuentran a alguien más tráiganlo.

Puede que haya huellas de quienes lograron escapar, si es que pudieron hacerlo.

¿No entiendo como sucedió todo?

Aparentemente, ese esclavista dice que vino la parca en forma de ser humano y los masacró a todos, y que incluso podía dominar a los monstruos a placer.

Me cuesta créelo A mí también, pero son sus palabras.

¡Wacala!¡Es un asco!

El olor se intensifica cuando sopla el viento – Expresa Claine.

– Mientras más rápido no larguemos de aquí, será mejor.

Ya te he dicho a la dama no le gustará que su dinero se haya perdido.

Todo se encuentra quemado y ni siquiera podemos llevar algo que sea de provecho.

Aun no puedo entender lo que hizo Athos.

– Respondió Reckive, quién siempre le tuvo un apreció como esa amiga dela infancia.

También me parece increíble.

Pero lo admitió.

– Comenta Judas.

Alguna trampa debe existir con relación al caso.

¿Desde cuándo conocía a esa mujer?

Ya saben que Athos siempre fue una persona reservada.

– Explica Gilherme.

Eso no implica el no poder enterarnos del ello.

¿Y Filomena?

Ella es la que mayores heridas encierra por el suceso tan fatídico.

– Aclaro Jerjes.

¿Creen que logré sobrevivir en el mundo humano?

– pregunta observando desde una colina de un local que direcciona a un cielo color purpura de la tierra infernal.- ¿Y si fuéramos por él?

¿Te volviste loca?

– La observa Gilherme Esa una sentencia de muerte.

Nuestros cuerpos no se adaptan a un sitio así cuya pureza quebraría todo nuestro ser.

De todas maneras..

Entiendo que lo quieran, pero sería un suicidio.

Salir de aquí sería una buena opción – comenta Judas – en algún punto a pesar de ser una locura, envidió que haya tenido esa oportunidad.

¿Tú también?

Dejen de decir idioteces – Responde.

Desde el oscuro terreno del inframundo se debaten ideas y hechos de unos amigos de Athos.

El grupo de las tribus que compartían convivencia a nombre de una pequeña gens.

Su familia sabe que ha cometido un delito grave.

Sin embargo es su familia y no pueden rechazarlo, como tampoco sus amigos.

Su amiga de la infancia Reckive no piensa quedarse de brazos cruzados ante la discusión con el grupo.

La madre de Athos no opina sobre el asunto para no desvivirse de no tener a su hijo como tampoco su padre.

Son solo plebeyos de un clan menor en una tribu menor.

Yo creo que Athos es inocente – Confiesa Ilina, hermanastra de Athos.

Venida de un clan aniquilado, y adoptada por el Clan Cunninghan – Él, no haría semejante barbaridad No digas más – no quiero pensar en ello – Respondió la madre.

Tampoco puedo creerlo.

No lo comprendo.

Todos, absolutamente todos lo acusaron.

Son las reglas malditas de nuestra sociedad.

Siquiera tuvo un juicio adecuado.

¿Pero no podían…?

confesó.

Lo sé…dijo que estaba implicado.

Aun así sé que Athos es inocente.

Estoy segura.

Ilina, se mantuvo luego de ello en silencio.

Me iré a la clase.

¡Ve con cuidado hija!

Hasta luego Hasta luego.

Pensando Ilina sabía que lo acusaron falsamente, y tuvo que aceptar.

Yo sé hermano que tú no eres culpable.

Si, solo pudiera.

Quisiera estar contigo.

– Se lamentó.

De caminó a su escuela cruzó a Reckive que se encontraba insumida en pensamientos y la vió de repente.

Ambas meditaban en lo mismo.

La misma persona.

Y tal vez pergeñaban un plan.

Los hechos de la destrucción del campamento, pronto se darían a conocer y producirse habladurías de leyendas de la supuesta Parca.

Muchos aldeanos y personajes de rutas de comercio se darán por enterado de la desaparición del campo de esclavistas.

El hecho de ocurrir un evento de tal magnitud generó un problema para algunos terratenientes nobles y sus negociados en el mercado negro.

Si no tenemos el mercado de esclavos, puede ser una contrariedad.

Afortunadamente aún existen otros, sin embargo era el principal.

Lo que informan es que encontraron infinidad de cuerpos de los mercenarios en pedazos.

No hay sobrevivientes.

¿Me interesa quien puede haber cometido tal hecho?

Recuerden que entre empresarios de esclavos hay competencia.

Ajuste de cuentas.

Evaristo Vestapo, poseía muchos enemigos en el curso de su poder.

No concuerda por quien puede haberse encargado de él.

Poseía muchos contactos del reino.

Hace años que debían haberlo liquidado.

¡¿Quizás el rey se cansó de él, y decidió sacarse ese hombre de encima?

¡Posiblemente!

Ya se habían destacado las noticias y todos los pueblos estaban al tanto de ello a medida que los viajeros y mensajeros compartían información.

Algunos se sentían más seguros.

Se desbarataba una de las bandas más siniestras y corruptas confabuladas con la nobleza poderosa.

Continuamos aquél día, sin inconvenientes, y partimos.

Tomé el bolso sobre mí.

Intenté montar el caballo, aunque me frustré por la dificultad de ello.

Debes darle confianza.

Por ciertas razones te temé – Expresó Athos que no dejaba de enseñarme en cada punto en el cual necesitaba ayuda.

Me arme de decisión y fui corriendo hacia el animal y di un salto impresionante, pero éste se corrió y caí en el suelo sin remedio.

Es imposible..¡Auch!

– Me frotaba la mano en la cabeza por el entumecimiento.

– Ya te sanarás por ti – Y se acercó al caballo con facilidad ofreciendo su mano para darle tranquilidad a ese equino que me miraba sombríamente.

– Si por el momento no puedes, viajarás conmigo.

Todavía tenemos un tramo extenso hasta llegar a la cima de esa montaña y pasar al otro lado.

¡¿Crees que sea peligroso?!

– Pregunté mirando hacia arriba por ver como cambiaba de condición el clima que se presentaba.

A decir verdad, puede que surtan hostilidades, aunque ello no debería ser motivo de retraso.

El clima se complicará de todas maneras en las alturas.

¿Conoces mucho de ello?

– Expresé sonriente con mis manos apoyando mis mejillas, mientras me mantenía en el suelo dirigiéndome a él.

Athos, se mantuvo callado.

¿Quizás estaba cavilando en su interior sobre lo mencionado?

Y pensar que en mundo demonico recorría cada tramo con Reckive (Re), Guillem, Claine, Jerjes…Ilina..

¿Me pregunto que estarán haciendo?

Filomena..

¡¡Te odio!!

– Fueron sus palabras.

–Vete de aquí… Bespasio es mi prometido.

Tú eres, solo un lacayo.

Lárgate de aquí para siempre.

Inmediatamente cerró el puño Athos, el eco de la mujer llamada Filomena recorría sus venas.- .Ella sabía.

Ella me tendió una trampa.

De todas formas mi familia se encontraba en peligro.

– Se dijo, y no expresó nada más en su interior.

¿Athos?

¿Te encuentras bien?

¿Eh?..si..si – Confesó disimulando – ¡¡Vamos a prepararnos para partir!!

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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