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El yerno del rey dragón - Capítulo 47

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Capítulo 47: Capítulo 47 – La belleza en el Ferrari Capítulo 47: Capítulo 47 – La belleza en el Ferrari Editor: Nyoi-Bo Studio Su Han se dio la vuelta y lo miró en silencio.

Sin embargo, la frialdad en sus ojos casi podría transformar a Hao Ren en una escultura de hielo.

—24 —respondió.

Antes de decirle su edad, lo miró fijamente por unos segundos.

Hao Ren exhaló profundamente, y dijo—: Pensé que tendrías un par de siglos de edad.

Simplemente dijo lo que tenía en la mente sin pensar bien las cosas.

Su Han había sido capaz de ascender desde el nivel Kan al nivel Qian en sólo 20 años, y era lo que Zhao Hongyu había llamado una maestra del nivel Celestial.

Eso demostraba lo talentosa que era.

Lu Qing por ejemplo, había hecho su mejor esfuerzo y sólo había sido capaz de alcanzar el nivel Kun tras trabajar en ello por un par de siglos.

Para él, el nivel Kun ya era el nivel más elevado con el que podría soñar alcanzar en su vida.

La diferencia de poder entre ellos no era solo del doble o el triple.

Su Han entornó los ojos.

Aunque su corazón era tan tranquilo como un estanque de agua, era una mujer después de todo, y toda mujer se preocupaba por su edad.

—Ok, ¿Qué otras preguntas tienes?

—preguntó Su Han a Hao Ren con una voz fría.

De hecho, Hao Ren quería preguntarle sus medidas en nombre de Zhou Liren.

Pero sólo podía preguntárselo a sí mismo en secreto, en silencio, para evitar que ella le diera una paliza.

Nunca podría preguntárselo en voz alta.

—Oh, ¿Hay algún lugar tranquilo en la escuela donde pueda concentrarme en cultivar?

—preguntó Hao Ren recordando súbitamente.

La última vez que estuvo a punto de alcanzar un avance cultivando en el balcón fue interrumpido por Zhao Jiayi.

Esto lo hizo desdichado por varios días.

—Lugares tranquilos…—pensó al respecto Su Han y dijo—: Deberías buscar a Lu Qing y pedirle alguna oficina disponible para que cultives en ella.

—Eso es… un poco dramático —dudó Hao Ren.

Siendo un estudiante ordinario, el tener una oficina separada sería algo que los otros descubrirían rápidamente.

Quién podría decir que clase de problemas le causaría.

—Dónde deberías cultivar es tu problema.

No me haré cargo de eso —respondió fríamente Su Han, como si las preguntas de Hao Ren sobre su edad la hubieran molestado.

—O…—preguntó con precaución Hao Ren—: ¿Podría tomar prestada tu oficina?

—Estas pidiendo el brazo entero después de tomar un dedo, ¿eh?

—Su Han alzó las cejas.

Hao Ren soltó una risa con incomodidad y explicó—: Solo creo que sería agradable poder hablar contigo si me encuentro con algún problema… Se dio cuenta de que Su Han era encantadora, aún cuando estuviera enojada con él.

Era un tanto bizarro que Su Han, quien siempre mantenía la calma, pudiese molestarse.

Fue su sugerencia cautelosa lo que la molestó.

Definitivamente había tocado el punto sensible de la “guardia imperial”.

Su Han lo consideró mientras observaba a Hao Ren, y dijo—: Tienes razón.

Zhao Guang está ocupado con su trabajo, y Lu Qing está abarrotado con asuntos triviales, así que ninguno de ellos tendrá tiempo de guiarte.

Qué tal si vienes a verme en mi oficina de 4:00 a 6:00pm, de lunes a viernes.

Solo no me molestes en otros horarios.

Hao Ren estaba emocionado de obtener la aprobación de Su Han.

No sólo tendría la oportunidad de pasar tiempo con una mujer hermosa, ¡sino que sus chances de sobrevivir se habían incrementado!

Después de todo, ella era la persona más poderosa que él había conocido, aparte del tercer tío de Zhao Yanzi.

Era por esta razón que había presionado su suerte con Su Han cuando ella vino a verlo hoy.

Su Han de hecho tenía sus propios motivos para tomar esta decisión.

Ella era por naturaleza una adicta de la cultivación, y lo que más odiaba era que la interrumpieran mientras cultivaba.

Sin embargo, ella deseaba regresar el favor de que la hubieran criado al Océano del Este.

Encima de esto, le parecía que Hao Ren era un chico trabajador, así que no le importaba darle algunas instrucciones.

Si no fuera por esas razones, hubiera destruido a cualquier persona que le llegase con tal petición.

—Regresaré entonces si no tienes ninguna otra pregunta —dijo suavemente.

Hao Ren alzó la mirada hacia el gran reloj que colgaba del edificio de la biblioteca y se dio cuenta de que ya habían pasado treinta minutos de las cuatro de la tarde.

Eso quería decir que había estado caminando con Su Han por media hora.

Ninguno de los chicos de la escuela tenía la oportunidad de pasar ni siquiera un minuto con ella, y aun así, ¡Hao Ren caminó y charló con ella por 30 minutos!

Esto podría hacer que los chicos lo mataran de los celos si llegaban a enterarse.

Incluso para Zhou Liren y los chicos, habría sido un lujo experimentar una caminata de media hora con Su Han.

Nunca habían visto o escuchado de algo similar.

—Ok, ¡Vendré a verte a las cuatro todos los días de la semana siempre que no tenga clases!

—dijo Hao Ren.

Su Han asintió y caminó enérgicamente de regreso a su oficina.

—¡Oh…espera un momento!

—Hao Ren la llamó pensando en algo súbitamente.

Su Han se detuvo y se dio vuelta.

Al ver esto, Zhou Liren casi quiso correr y ahorcar a Hao Ren.

“Además de la caminata, ¡Hao Ren puede llamarla y hacerla detenerse!” pensó.

—Hm… mucha gente me vio caminando contigo hoy por el campus…¿Qué explicación debería darles?

—preguntó.

—Solo diles que soy tu hermana mayor —dijo Su Han después de pensarlo un poco.

Luego de esto, se marchó rápidamente.

Hao Ren estaba aliviado de verla irse.

Tener una respuesta con la que ella estuviese de acuerdo era mucho más fácil que inventar una mentira por su cuenta, especialmente si iba a enojarla en el futuro.

El hecho era que esta en apariencia fría y débil mujer, podría acabar con Hao Ren con un solo dedo.

Cuando se dio la vuelta y se preparó para el inevitable interrogatorio de sus compañeros de habitación, un color rojo brillante entró en su campo de visión.

Volvió la mirada y vio un Ferrari rojo conduciendo hacia el campus.

Aunque no iba rápido, el color parecido a las llamas dejaba una estela roja a su paso.

“Yo ehm… creo que he visto ese auto esta mañana…” Recordó Hao Ren.

Su Han, que casi había alcanzado ya su oficina, disminuyó la velocidad al ver el auto.

El Ferrari rojo se acercó lentamente a Su Han y se detuvo justo frente a ella.

La hermosa mujer en el auto se quitó los lentes de sol y esbozó una sonrisa encantadora diciendo—: ¡Su, tanto tiempo sin verte!

¡Quién iba a ser sino Zhao Hongyu!

Zhao Jiayi y los otros chicos estaban a punto de interrogar a Hao Ren.

Sin embargo, el Ferrari y la mujer hermosa los hicieron permanecer inmóviles en el lugar como si estuvieran bajo algún hechizo.

—Hongyu, ¿Qué haces aquí?

—preguntó con ligereza Su Han como si no le sorprendiera en lo absoluto que Hongyu hubiera aparecido.

Hao Ren pensó al respecto y se dio cuenta de que con su nivel de poder, Su Han ya había percibido a Zhao Hongyu acercarse desde hace algunos kilómetros.

—No tengo mucho que hacer en el trabajo así que salí temprano y vine a ponerme al día contigo —dijo Zhao Hongyu saliendo del auto, y caminó hacia Su Han mientras hablaba con suavidad.

—Quieres hablar sobre Hao Ren, ¿cierto?

—dijo dándose vuelta y mirando a Hao Ren, quien no estaba lejos, mientras hablaba con Zhao Hongyu.

Luego agregó—: No le causaré ningún problema este mes, así que no tienes que preocuparte por eso.

La actitud fría de Su Han alejaba a las personas.

Dado su alto estatus, Zhao Hongyu debía demostrarle respeto, pero no iba a rogarle ni nada por el estilo.

Tras haber escuchado la respuesta precisa de Su Han, asintió y le dijo a Hao Ren—: Ren, no tienes clases esta tarde, ¿verdad?

Hao Ren asintió.

—Entonces ven a casa conmigo.

Podemos ir de compras en el camino de regreso —dijo ella.

Luego le hizo una señal con la mano pidiéndole que se subiera al auto.

Hao Ren se sentó en el Ferrari de un millón de dólares.

Mientras se alejaban conduciendo, detrás de ellos, Zhao Jiayi y los chicos estaban tan impactados que sus quijadas cayeron hasta el suelo.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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