El yerno del rey dragón - Capítulo 49
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Capítulo 49: Capítulo 49 – Bombardeado Capítulo 49: Capítulo 49 – Bombardeado Editor: Nyoi-Bo Studio —Ren, ¿Cuándo regresaran tus padres a China?
—preguntó sorpresivamente Zhao Hongyu a Hao Ren mientras conducían.
Hao Ren hizo una pequeña pausa y luego respondió—: Em… No estoy seguro.
Pareciendo ser capaz de leer sus pensamientos, Zhao Hongyu dijo—: No me lo dirías incluso si lo supieras, ¿verdad?
La mirada en el rostro de Hao Ren reflejaba incomodidad, no quería hablar sobre todo el asunto de Zhao Yanzi.
Antes que nada, no sabía con seguridad lo que opinarían sus padres.
En segundo lugar, todavía no sentía como que todo el asunto fuera lo suficientemente seguro como para mencionarlo en este momento.
—De acuerdo, no lo haré complicado para ti—dijo sonriendo Zhao Hongyu, comprensivamente, y agregó—: Ya encontraremos el momento para hablar de eso cuando vuelvan tus padres.
Hao Ren estuvo a punto de decirle que sus padres tenían sus propias carreras y que todos los asuntos de la familia dependían de su abuela.
Si a su abuela le pudiera gustar alguna persona, de seguro sería Xie Yujia.
Zhao Hongyu estacionó el auto en el garaje cuando regresaron a casa, y luego llevó adentro a Hao Ren.
Hao Ren a duras penas podía entender como una diseñadora experimentada que conducía un Ferrari al trabajo, podía también encontrar el tiempo para ir al mercado local a comprar víveres y luego regresar a casa temprano para preparar la cena.
Tras entrar en la cocina y colocarse el delantal, Zhao Hongyu pasó de ser una mujer de negocios a ser la virtuosa ama de casa.
Ya que Hao Ren no tenía mucho que hacer también entró en la cocina para ayudarla, y Zhao Hongyu no lo detuvo.
Al poco tiempo llegó Zhao Yanzi a casa.
Saludó casualmente a su madre y a Hao Ren cuando los vio a ambos en la cocina, luego de eso subió las escaleras y comenzó a hacer sus tareas.
Zhao Guang también regresó del trabajo después de un rato.
Vio a Hao Ren en la cocina ayudando a Zhao Hongyu, lavando los vegetales y cortando la carne.
Asintió en signo de aprobación y se dirigió hacia su estudio a encargarse de algunos negocios.
Dentro de esta casa de dos pisos de apariencia ordinaria, Zhao Yanzi estaba haciendo su tarea en su habitación y sintiéndose miserable, Zhao Guang estaba revisando con mucha seriedad algunos documentos en su estudio, Zhao Hongyu estaba de pie frente a la olla cocinando la comida y Hao Ren estaba a su lado preparando el siguiente plato.
El ambiente era de total armonía como si se tratase de una verdadera familia.
Los deliciosos platos eran llevados uno por uno hasta la mesa.
Escuchando que Zhao Hongyu la llamaba, Zhao Yanzi hizo a un lado su tarea y felizmente bajó las escaleras para cenar.
Zhao Guang también salió de su estudio y caminó tranquilamente hacia la mesa del comedor.
Los cuatro se sentaron alrededor de la mesa, disfrutando juntos de la deliciosa comida.
Durante la cena, Zhao Hongyu continuó diciendo palabras amables sobre Hao Ren, sobre lo considerado que era y lo bien que se le daban las tareas del hogar, lo que causó que Zhao Yanzi hiciera un puchero de la envidia.
Y no era sólo Zhao Hongyu, Zhao Guang también observaba a Hao Ren y se sentía cada vez más satisfecho con el “yerno” que había elegido.
Zhao Yanzi era la única que aún sentía una fuerte hostilidad hacía Hao Ren.
En realidad no le agradaba pensar en casarse con un chico que era tan bueno elogiando a sus padres.
Sin embargo, cuando pensaba en la linda presidenta de la clase en el curso de Hao Ren, no tenía ninguna intención de entregarle a Hao Ren.
Estaba segura de que la presidenta de la clase se quedaría con Hao Ren si ella no lo quería.
Como era usual, después de cenar, Hao Ren tuvo que tutorear a Zhao Yanzi.
Pasó una hora explicándole lo conceptos más importantes del inglés sistemáticamente, y luego otra hora ayudándola a resolver los problemas de otras materias.
Ya no le parecían extrañas o difíciles las preguntas que le hacía Zhao Yanzi, ya que la noche anterior ya había leído algunos de sus libros.
Resolvió un montón de preguntas sin detenerse, lo que impresionó mucho a Zhao Yanzi.
“Este chico parece tener un cerebro inteligente…” concluyó Zhao Yanzi mientras miraba en secreto la redonda y lisa frente de Hao Ren.
Odiaba más que a nadie a la gente estúpida, pero parecía que Hao Ren no era de ese tipo de personas.
Pronto terminó la sesión de tutoría de dos horas y ya era la hora para que Hao Ren regresara.
Zhao Guang se ofreció a llevarlo pero Hao Ren se rehusó con amabilidad.
Guardó los materiales de estudio y pensó en llamar un taxi.
No quería causarle problemas a Zhao Guang cada vez.
Cuando estaba por irse Hao Ren, Zhao Yanzi corrió de repente escaleras abajo.
Le entregó un par de libros a Hao Ren y le dijo—: Estos no los necesito mañana así que puedes llevártelos y revisarlos.
¡Recuerda traerlos de vuelta mañana!
Hao Ren bajó la mirada y vio que se trataba de los libros de biología y geografía.
Cuando levantó la mirada para verla, Zhao Yanzi se sonrojó.
Se dio la vuelta y corrió escaleras arriba mientras gritaba—: ¡Léelos con mucha atención!
¡Léelos con seriedad!
¡Será tu culpa si me equivoco en alguna pregunta!
—Esta niña…—dijo Zhao Hongyu que estaba parada en la puerta junto a Hao Ren sacudiendo la cabeza, y agregó—: estaba a punto de pedirle que te acompañara… —No te preocupes.
Regresaré ahora.
No hace falta que el tío me lleve de vuelta, sé que está muy ocupado con su trabajo —Hao Ren se dio la vuelta y caminó hacia la calle despidiéndose con la mano.
Zhao Hongyu asintió deleitada, sintiéndose aún más satisfecha con Hao Ren.
Mientras Hao Ren estaba ya en el taxi y de camino de regreso a la universidad, de repente se dio cuenta que la pequeña Zhao Yanzi nunca lo había llamado por su nombre; siempre era “hey”, “esto”, o “aquello”… Ah, qué fracaso… Tan pronto como llegó al dormitorio y puso un pie en el tercer piso escuchó a alguien gritando—: ¡Volvió Hao Ren!
Inmediatamente después del grito, todos los chicos salieron corriendo de sus dormitorios como si hubieran escuchado que había una emergencia.
¡Rodearon a Hao Ren y empezaron a bombardearlo con preguntas!
—¡Qué relación tienes con Su Han!
—Ella misma te puso el collar, ¡Todos lo vimos!
—¡Ese es el collar!
¡El que tiene en el cuello!
—¡Déjame ver!
¡Déjame ver!
Mientras sostenía la bolsa plástica que contenía los materiales de tutoría, Hao Ren se vio tan apretadamente rodeado que no pudo dar ni un solo paso.
Todos estaban tan interesados en el collar que uno tras otro intentaban agarrarlo.
Afortunadamente ese collar estaba hecho de un material especial que podía resistir todos sus jalones y forcejeos.
Sin embargo, el cuello de Hao Ren no podía soportar más los dolorosos jalones.
Nadie en esa situación particular podría estar seguro de que no lo hacían apropósito por la envidia y que no estaban aprovechando la oportunidad para vengarse.
—¡Abran camino!
¡Muévanse!
—Zhao Jiayi, Zhou Liren y Cao Ronghua fueron al rescate de Hao Ren, apareciendo en el momento crítico.
Salvaron a Hao Ren y lo escoltaron hasta su habitación como si estuvieran protegiendo a un emperador.
Aun así, los chicos de las otras habitaciones no se rindieron cuando cerraron la puerta y continuaron golpeándola como locos.
—¡Las noticias de que Su Han te dio un collar se han esparcido por toda la universidad!
¡Definitivamente es la noticia del momento!
¡Estás perdido amigo!
—dijo Zhao Jiayi mientras lo miraba, empujando a Hao Ren hacia la silla.
—¿Qué demonios?
Es solo un collar entregado por Su Han, ¿Cómo pudo convertirse en algo tan importante?
—preguntó Hao Ren mientras se sobaba el aún palpitante cuello.
—¡No intentes restarle importancia!
¡¿Alguna vez has visto a Su Han entregarle un collar a cualquier otro chico?!
Además…¿Sabes cuál es la noticia más grande?
—dijo Zhao Jiayi mostrando de repente una sonrisa en extremo amplia—: ¡Huang Xujie también escuchó las noticias y se volvió loco de la ira!
¡Resulta que al bastardo ese le gusta muchísimo Su Han!
Enganchando el cuello de Hao Ren con su brazo, celebró—: ¡Bien hecho Ren!
¡Corres más rápido que él y también eres mejor que él conquistando a las chicas!
Viendo la mirada emocionada y burlona en extremo sobre el rostro de Zhao Jiayi, Hao Ren no supo qué decir.
“Su Han es una prima lejana mía… Probablemente ya nadie creería una explicación como esa…” pensó.
“¡La hermosa Su Han!
¡Su, la belleza!
Sé que nunca te ha importado lo que opinan o piensan los demás, pero por favor, no me lances al fuego…”
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