Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Urbano
  • Fantasía
  • Romance
  • Oriental
  • General
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

El yerno del rey dragón - Capítulo 676

  1. Inicio
  2. El yerno del rey dragón
  3. Capítulo 676 - Capítulo 676 Capítulo 676 - Escogiendo tesoros
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

Capítulo 676: Capítulo 676 – Escogiendo tesoros Capítulo 676: Capítulo 676 – Escogiendo tesoros Editor: Nyoi-Bo Studio El método de cultivación de las Bestias Demoníacas era único, ya que podían tragarse los Núcleos Demoníacos de otras Bestias Demoníacas para fortalecerse.

No obstante, algunos cultivadores malvados también incrementaban sus reinos al tragarse el alma naciente de otros, mientras que los cultivadores ordinarios refinaban las almas nacientes de otros cultivadores antes de utilizarlas.

Para las Bestias Demoníacas, tragarse el Núcleo Demoníaco era el método más común para incrementar sus reinos.

Ruff… Ruff… Blanquita se hacía la linda la mayor parte del tiempo.

Ya que todavía era una Bestia Demoníaca, se puso muy ansiosa cuando vio el Núcleo Demoníaco lleno de esencia demoníaca intensa.

Xie Yujia la alimentaba regularmente con Píldoras Elixir, pero Blanquita tenía que convertir la Esencia de la Naturaleza en esencia demoníaca, por lo que su esencia demoníaca aumentaba lentamente.

Sin embargo, ¡este Núcleo Demoníaco en la mano de Hao Ren contenía toda la esencia demoníaca que una Bestia Demoníaca de nivel 10 había almacenado durante toda su vida!

¡Blanquita se haría muy poderosa si absorbiera solo un tercio de la energía que contenía el núcleo!

La cosa más valiosa para las Bestias Demoníacas eran los Núcleos Demoníacos que contenían esencia demoníaca.

Luego estaban las almas Demoníacas, que podían incrementar la calidad de los Tesoros Dharma.

Por último, estaban los huesos y las pieles que podían utilizarse para hacer Tesoros Dharma.

Hao Ren no tenía ni las técnicas ni los tesoros para absorber las almas Demoníacas, peor había recolectado seis Núcleos Demoníacos con forma de cuenta.

Si Blanquita no hubiera salido con Hao Ren, todavía estaría rodando sobre el lodo en la Cueva de los Leones y probablemente no alcanzaría jamás el nivel 2.

—Pórtate bien y esto será tuyo —dijo Hao Ren.

Estos Núcleos Demoníacos no eran muy útiles para él.

Podía dárselos a Xie Yujia para preparar Píldoras Elixir, pero ella solía utilizar hierbas espirituales y era probable que no se atrevería a utilizar los Núcleos Demoníacos de las Bestias Demoníacas.

También podía venderlos en el Quinto Cielo a cambio de muchas piedras espirituales, pero estas eran insignificantes para él.

Si las intercambiaba por otras cosas, no había nada que le gustara en el Quinto ni el Sexto Cielo.

Además, podía hacer intercambios con Píldoras Elixir en nombre del Maestro Rey de las Hierbas de la Cumbre Etérea.

Era posible que hubiera cosas buenas en el Séptimo Cielo, pero Hao Ren no quería lidiar con las sectas más poderosas, y por lo tanto no les revelaría a estas los Núcleos Demoníacos de nivel 10.

Los Núcleos Demoníacos de las Bestias Demoníacas de nivel 10 eran tentadores incluso para las sectas del Séptimo Cielo.

Después de todo, ni siquiera los cultivadores en el Reino de la Formación del Alma se atrevían a aventurarse al Mar Demoníaco, y no había Bestias Demoníacas de nivel 10 afuera del Mar Demoníaco.

Aun si hubiera, ¿Quién podría matarlas?

¡Ruff!

Ruff… Blanquita meció su cuerpo y su larga cola casi toca a Hao Ren, que estaba sentado sobre su lomo.

Se puso impaciente cuando vio el gran Núcleo Demoníaco en la mano de Hao Ren, sin ser capaz de tomarlo.

—Lo conseguí para ti arriesgando mi vida.

Debes ser obediente, ¿ok?

—dijo Hao Ren, alzando el Núcleo Demoníaco.

¡Ruff!

Blanquita supo lo que Hao Ren quiso decir, y asintió con entusiasmo.

Hao Ren bajó el Núcleo Demoníaco y lo colocó cerca de la boca de Blanquita.

Blanquita era una Bestia Demoníaca del nivel Bin con atributos tanto del elemento fuego como del elemento hielo.

El Núcleo Demoníaco debía haberle pertenecido a una Bestia Demoníaca del nivel Jia, ya que esta había cultivado hasta el nivel 10 dentro del Mar Demoníaco.

El helado Núcleo Demoníaco rojo contenía un rastro de elementos de fuego, por lo que podía ser de mucha ayuda para Blanquita.

¡Gulp!

Blanquita abrió mucho la boca y se devoró el Núcleo Demoníaco, tan emocionada que casi se come la mano de Hao Ren.

Blanquita se tragó el Núcleo Demoníaco y un pensamiento se le ocurrió a Hao Ren, “las Bestias Demoníacas de nivel 10 están cerca del Reino de la Transformación, pero el mayor nivel de una Bestia Demoníaca Bin es apenas el nivel 6.

Blanquita podría transformarse en un humano después de comerse este Núcleo Demoníaco…” Estruendo… Con un ruido saliendo de su barriga, Blanquita meneó la cola y continuó volando sin mostrar signos de incomodidad.

Parecía que el atributo elemental de este Núcleo Demoníaco favorecía a Blanquita, pero Blanquita necesitaría tiempo para absorber la esencia demoníaca.

Si esa Bestia Demoníaca de nivel 10 siguiera con vida y luchara con Blanquita por el Núcleo Demoníaco, Blanquita hubiera estallado si se hubiera tragado ese Núcleo Demoníaco de nivel 10, ya que solo era una Bestia Demoníaca de nivel 4.

Sin embargo, ya que aquella Bestia Demoníaca estaba muerta y su alma Demoníaca había sido destruida, Blanquita simplemente tomó el Núcleo Demoníaco como si fuera una Píldora Elixir grande, y así podía absorber poco a poco la energía del Núcleo Demoníaco.

Hu…Después de comerse el Núcleo Demoníaco, Blanquita voló con más velocidad que antes.

Ya que el poder del Núcleo Demoníaco todavía no había entrado en efecto, la aceleración de Blanquita demostraba que no había volado con todas sus fuerzas.

“Perro malo…” Pensó Hao Ren, jalando su oreja.

Blanquita y el escudo dorado hacían la pareja perfecta, ya que ambos eran perezosos.

Cuando se acercaron a la Montaña Kunlun, Hao Ren tomó un desvío.

Aunque la Montaña Kunlun no era tan grande como el Mar Demoníaco, todavía era difícil manejar a los cultivadores del Reino de la Formación del Alma.

Después de volar una larga distancia, Hao Ren sacó la insignia de Inspector para atravesar la formación de matriz antes de aterrizar en las puertas del Altar del Dios Dragón.

El negro Altar del Dios Dragón parecía ser igual que antes.

Después de dejar a Blanquita en la puerta, Hao Ren entró caminando al Altar del Dios Dragón.

Gracias su insignia de Inspector de nivel 3, fue saludado por los Inspectores de los niveles 1 y 2 mientras avanzaba.

Dentro del Sistema de Inspectores del Altar del Dios Dragón, la relación entre los Inspectores de distintos niveles era muy formal.

Entrando a una pequeña habitación en el gran salón, Hao Ren vio a un Inspector de nivel 2 revisando el cuaderno de misiones.

Cuando este notó la insignia de Inspector de nivel 3 de Hao Ren, retrocedió con respeto.

—Anciano, estoy aquí para reportar que completé mi misión —dijo con cortesía Hao Ren, colocando la Insignia Inmortal Penglai sobre la mesa, y agregando—: Entregué con éxito el artículo en la Isla Penglai.

—¿Oh?

—musitó el Anciano Luo que había estado haciendo una lista, y levantó la mirada sorprendido, recogiendo la redonda insignia dorada antes de estudiarla por un momento.

—No nos has decepcionado.

Ahora colocaré 600 puntos de contribución a tu nombre —dijo el Anciano Luo, agarrando al lista de nombre y escribiendo “600” bajo el nombre de Hao Ren.

—Entonces… ¿Puedo intercambiarlos por algo?

—preguntó Hao Ren.

El escudo dorado tenía su ojo puesto sobre algunos de los objetos en el almacén del Altar del Dios Dragón.

Hao Ren vino a toda prisa, ya que temía que los tomaran otros Inspectores.

—Por supuesto —respondió el Anciano Luo, poniéndose de pie con una sonrisa y llevando a Hao Ren hasta el almacén subterráneo.

Cada uno de los tesoros tenía su precio expresado en puntos de contribución anotados debajo.

—Puedes registrar las cosas que elegiste cuando estés listo —dijo el Anciano Luo, haciéndole una pequeña reverencia a Hao Ren y saliendo del almacén.

De hecho, Hao Ren no quería que el Anciano Luo lo acompañara.

Después de que se marchó el Anciano Luo, liberó al escudo dorado de su collar y dijo—: ¡Está en tus manos pequeño escudo!

En teoría, podía tomar y ocultar todos estos tesoros dentro de su collar, pero el Altar del Dios Dragón tenía sus métodos para asegurarse de que los tesoros no pudieran ser robados.

Cualquiera de los tesoros que estaban aquí haría que los cultivadores de bajo nivel se pusieran verdes de la envidia, y era por esto que tantos cultivadores jóvenes asistían a los exámenes generales del Altar del Dios Dragón con la esperanza de convertirse en un Inspector.

El escudo dorado salió volando de la mano de Hao Ren y comenzó a examinar las repisas.

La tela blanca estaba en la repisa más baja.

Si no fuera por la etiqueta con el precio de “60” debajo de ella, Hao Ren hubiera pensado que se trataba de un trapo para limpiar las repisas.

Todo dentro del almacén era costoso, ya que en general todos los artículos costarían más de 100 puntos de contribución.

Sin embargo, cada misión valdría normalmente entre 40 a 50 puntos de contribución, y solo aquellas misiones peligrosas eran recompensadas con 80 o 90 puntos de contribución.

En resumen, era muy difícil canjear un tesoro después de solo una misión.

Solo después de completar dos o tres misiones, un Inspector podría escoger un Tesoro Dharma poderoso, o una técnica de cultivación especial.

La tela blanca parecía no tener ninguna Esencia de la Naturaleza, y nadie conocía sus funciones.

Era por esto que ningún Inspector en sus cabales canjearía este objeto por los puntos de contribución que obtuvieron arriesgando sus vidas.

Después de todo, 60 puntos de contribución no era un precio bajo.

—¿Estás seguro, pequeño escudo?

—preguntó Hao Ren.

Era difícil saber si el escudo dorado entendía las palabras de Hao Ren, pero permaneció flotando junto a la tela blanca.

Hao Ren confió en el criterio del escudo dorado que se había elevado a un nivel más alto, y que era muy sensible a las propiedades espirituales.

Cuando Hao Ren tomó el trapo de tela blanca, el escudo dorado se alejó volando satisfecho hacia una repisa al frente.

Esta vez, se detuvo frente a un guante viejo y usado.

Sin titubear, Hao Ren lo tomó también.

Este guante costaba 80 puntos de contribución.

Aunque costaba mucho, y ni siquiera los tasadores del Altar del Dios Dragón podían determinar su función, debía ser único de alguna manera, ya que estos artículos raros e inidentificables debían haber sido excavados y extraídos de algunas ruinas antiguas o tumbas por los Inspectores.

Un trapo viejo y un guante roto le costaron 140 puntos de contribución a Hao Ren.

El escudo dorado dio vueltas mientras continuaba su búsqueda, pero Hao Ren lo ignoró y caminó directamente hacia la repisa que había notado la última vez, tomando un anillo de arquería de jade rojo que costaba 450 puntos de contribución.

Todos los objetos que estaban en esta repisa irradiaban una Esencia de la Naturaleza abundante, y cada uno de ellos costaba más de 400 puntos de contribución.

Había muchos otros Inspectores escogiendo tesoros dentro del almacén, y algunos de ellos eran Inspectores de nivel 4.

Se sorprendieron cuando vieron a Hao Ren tomando el anillo de arquería de jade rojo que costaba 450 puntos de contribución.

Hao Ren era tan solo un joven con un reino en el rango alto del nivel Dui, ¡pero había acumulado más de 400 puntos de contribución!

¡No sabían que Hao Ren había conseguido 600 puntos de contribución con solo una misión!

Era extremadamente peligroso enviar cosas al Mar Demoníaco, y pocas personas podrían lograrlo.

¡Era por eso que la recompensa era tan alta!

Girando velozmente frente a Hao Ren y liberando capas de luz dorada, el escudo dorado parecía estarle pidiendo a Hao Ren que escogiera otros objetos.

No obstante, Hao Ren no era demasiado codicioso.

El escudo dorado tenía sus ojos puestos sobre una Píldora Elixir azul y un trozo de un mineral negro que probablemente eran muy valiosos, pero Hao Ren no los necesitaba en este momento.

Después de tomar el anillo de arquería de jade rojo, el trapo de tela blanca y el guante roto, solo le quedaban 10 puntos de contribución.

Ya que no podía llevarse nada más, Hao Ren salió del almacén.

Entonces, el escudo dorado siguió a Hao Ren afuera del almacén.

¡Los otros Inspectores parecían estar perplejos cuando vieron que el feo disco redondo era un Tesoro Espiritual Supremo!

—Ese tipo es Hao Ren.

Él es el cultivador del Océano Este que derrotó al Inspector Oficial Qin Shaoyang en los exámenes generales de este año.

—¡Su reino creció muy rápido!

¡En realidad es un genio!

Ignorando por completo sus comentarios, Hao Ren salió y le enseñó los objetos al Anciano Luo para registrarlos.

Hao Ren gastó casi todos los 600 puntos de contribución en un solo movimiento.

Si quería utilizar los 10 puntos de contribución restantes, tendría que aceptar más misiones, pero no tenía tiempo en este momento.

—¡Por favor, espera un minuto!

—exclamó el Anciano Luo.

Cuando Hao Ren guardó las cosas y estaba por marcharse de la pequeña habitación, el Anciano Luo le dijo apresurado—: El Maestro del Altar quiere verte.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo