Elian: Criaturas Modernas - Capítulo 17
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17: Luz De Dia 17: Luz De Dia Elian llegó a su edificio como un rayo en la oscuridad.
Subió los peldaños sin esfuerzo, atravesó la puerta de su habitación con la respiración entrecortada y el cuerpo aún tembloroso.
No pensó.
Solo actuó.
Se quitó la ropa manchada, encendió el agua de la ducha, se metió bajo el chorro sin preocuparse por la temperatura.
El agua resbalaba por su piel como si intentara borrar el horror.
Pero no podía.
La sangre que aún sentía en la boca no era solo física…
era emocional, era instinto.
Era su herencia.
Miró su reflejo en el espejo empañado.
Ojos intensos, una palidez más marcada, músculos definidos, y un rastro de colmillos apenas retraídos.
Tragó saliva.
—Esto no puede estar pasando —dijo, en voz baja.
Eran las 3:00 a.
m.
cuando finalmente se dejó caer en la cama.
El cuerpo le pedía descanso, pero la mente ardía en preguntas.
A las 6:00 a.
m.
en punto, sus ojos se abrieron como si una alarma interna lo hubiese despertado.
No había puesto el despertador.
No escuchó ruidos.
Solo ese impulso automático, como si algo en su interior supiera que era hora de seguir con la rutina…
como si su cuerpo ya no necesitara dormir tanto como antes.
Se levantó.
Se vistió con rapidez, preparó algo de desayuno que apenas pudo tragar.
Se sentía con energía, sí, pero su mente seguía girando en espirales.
Salió al campus universitario caminando, con un aire algo más seguro, pero con los ojos alerta.
Al llegar, fue directamente a la oficina de administración.
Inventó una excusa sobre un familiar enfermo y una emergencia de último minuto.
El encargado le miró con el ceño fruncido, pero aceptó su historia.
Había algo en la presencia de Elian últimamente…
algo difícil de confrontar.
En el aula, Daniel fue el primero en verlo.
—¡Ey, por fin apareces!
Pensé que te habías fugado del pais—bromeó, dándole una palmada en el hombro.
Elian forzó una sonrisa.
Maya no dijo nada de inmediato.
Solo lo miró, con esos ojos oscuros llenos de intuición, como si supiera que algo andaba muy mal.
Las clases comenzaron con normalidad, o al menos lo intentaron.
Tocaba laboratorio.
El grupo debía analizar muestras de sangre bajo el microscopio y tomar apuntes de los glóbulos blancos y rojos.
En cuanto destaparon el frasco, Elian sintió una oleada de deseo recorrerle el cuerpo.
Su garganta ardía.
Su nariz se enfocó, como si pudiera oler hasta la última gota.
Se tensó.
Cerró los ojos.
Apretó los puños.
Contuvo el impulso.
Maya lo notó.
Ella dejó de escribir.
Lo miró con atención.
Algo en Elian estaba…
distinto.
—¿Estás bien?
—le susurró.
—Sí…
solo un poco mareado —mintió.
Al terminar la clase, salieron los tres: Maya, Daniel y Elian.
Caminaron juntos hacia la salida del campus, bajo el cielo aún pálido de la mañana.
Dan le pregunto a Elian donde había estado todo este tiempo, a lo que Elian dijo que no recordaba mucho, pero dijo que lo mas probable es que hubiese estado esos días aún en Gentrace, porque tenia recuerdos de allí, aunque difusos.
Mientras Maya le dijo a Elian que el lunes en la tarde, ella y Dan fueron a buscarle a Gentrace y la recepcionista le dijo que ya no estaba allí Elian, que se retiro Elian el sábado en la noche.
—Maya dijo: algo te hicieron, porque noto que ya no eres el mismo desde ese día.
Elian la abrazo y se pego mas a ella, Dan se sorprendió y dijo—¿No me digan que ustedes ahora son novios?.
Si somos algo así — respondió Elian.
Maya le dijo: cuando me pedirás formalmente que seamos novios…
y Elian esbozo una pequeña sonrisa y dijo que muy pronto, porque primero tenia que hacer algo.
Se detuvo justo en la esquina del campus.
—Tengo algo que confesarles…
—dijo Elian, mirando al suelo, luego levantando la vista hacia ellos.
Ambos lo miraron, esperando.
—Creo que soy…
una especie de vampiro…
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