Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Configuración de usuario
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

Entre el fuego y la distancia - Capítulo 15

  1. Inicio
  2. Todas las novelas
  3. Entre el fuego y la distancia
  4. Capítulo 15 - 15 CAPÍTULO 15 — ELLA NO PIENSA SOLTARSE
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

15: CAPÍTULO 15 — ELLA NO PIENSA SOLTARSE 15: CAPÍTULO 15 — ELLA NO PIENSA SOLTARSE Luna no durmió.

No podía.

Cada vez que cerraba los ojos veía a Brandon alejándose, escuchaba su voz diciendo “te prefiero viva” y sentía ese hueco raro en el pecho que no sabía que podía doler tanto.

A las siete de la mañana, sentada en la cama, llegó a una conclusión sencilla y brutal: No iba a quedarse esperando.

Brandon había intentado protegerla alejándose.

Entendía la intención.

Pero no aceptaba la idea.

—No —murmuró—.

No voy a quedarme cruzada de brazos.

Se levantó, se amarró el cabello y se puso ropa cómoda.

El plan no estaba del todo claro… pero tenía un punto de partida.

Brandon había dicho “mi hermano”.

No sabía mucho de él, solo un nombre: Lucas.

Y los hospitales de la zona estaban a menos de veinte minutos.

Si Brandon no quería contarle la verdad… ella iba a buscarla sola.

El Hospital General del Centro olía a desinfectante y algo más espeso: cansancio, preocupación, noches largas.

Luna entró con pasos que parecían decididos, aunque por dentro temblaba.

Se acercó a recepción.

—Perdón —dijo, intentando sonar tranquila—, estoy buscando a un paciente, no sé en qué cuarto está.

Se llama Lucas… —tragó saliva—, Lucas Moreno.

La recepcionista tecleó unos segundos.

—Sí, llegó anoche.

Segundo piso, pasillo B, habitación 214.

Solo familiares cercanos pueden entrar.

Luna le devolvió una sonrisa amable.

—Soy familiar —dijo.

La mujer la miró dudando, pero Luna ya se había girado hacia las escaleras antes de que pudiera hacer más preguntas.

En el pasillo B sintió un escalofrío.

Había dos policías en la puerta de la habitación 214.

Exactamente como Brandon había descrito.

“No es un buen lugar para vos.” Y ahí estaba ella.

Los oficiales la miraron con atención.

—Disculpe, señorita —dijo uno—, solo familiares… —Soy novia de su hermano —mintió Luna, con una seguridad que la sorprendió a ella misma.

Los policías se miraron entre sí.

Uno suspiró.

—Está bien —cedió—.

Pero no toque nada.

Él está estable, pero muy golpeado.

No lo altere.

Luna asintió y entró.

La habitación estaba en penumbra.

Lucas estaba despierto, pero con un ojo casi cerrado por la hinchazón.

Cuando la vio, frunció el ceño.

—Vos… no sos mi novia —dijo con voz ronca.

Luna se acercó igual.

—No.

Pero necesito hablar con vos.

Es sobre Brandon.

Lucas soltó una especie de risa ahogada que le dolió.

—Sabía que iba a pasar esto —murmuró—.

Él intenta alejarte y vos venís directo al fuego.

Luna se detuvo en seco.

“Directo al fuego.” —¿Qué querés decir con eso?

—preguntó.

Lucas desvió la mirada hacia el techo.

—Que él va a hacer lo de siempre —dijo—.

Se quema él, pero no deja que otros se quemen.

Luna apretó los puños.

—Sé que está intentando cuidarme —admitió—.

Pero no puedo dejar que lo haga todo solo.

No esta vez.

Decime quién te hizo esto.

Lucas cerró los ojos y respiró hondo, como si cada palabra le costara.

—No puedo.

—¿Porque no sabés?

—insistió ella.

Él abrió el ojo que podía y la miró.

—Porque si te digo… te empiezan a buscar a vos también.

Un escalofrío le recorrió la espalda.

—¿Ya saben quién soy?

—susurró.

El silencio que siguió fue más claro que cualquier respuesta.

Luna dio un paso atrás, un poco mareada.

—Dios… Lucas volvió a hablar.

—Luna, escucháme —dijo despacio—.

No sigás con esto.

Brandon sabe cómo manejarlos.

Vos no.

—¿“Manejarlos” a quién?

—se aferró ella—.

¿Quiénes son?

¿Qué quieren?

¿Por qué te golpearon?

Lucas la miró con una tristeza que irritaba y asustaba al mismo tiempo.

Él sabía algo.

Algo grande.

Algo oscuro.

—No puedo decírtelo —repitió—.

Pero sí puedo decirte esto… —tosió un poco—: Brandon no es el peligro.

Él está huyendo del peligro.

Y si te aleja… no es por cobarde.

Es porque de verdad le importás.

Luna tragó saliva.

—¿Y qué hago entonces?

—preguntó, con un hilo de voz.

Lucas suspiró.

—O te alejás… —dijo— o lo acompañás hasta el final.

Pero si elegís lo segundo… ya no hay vuelta atrás.

Las palabras retumbaron en su cabeza.

“Ya no hay vuelta atrás.” Y Luna entendió que justo ahí estaba parada.

En esa línea.

Al salir del hospital, Luna sintió algo raro en la nuca.

Como si una mirada se le clavara entre los hombros.

Al principio no le dio importancia.

Pero mientras caminaba hacia la parada del bus, escuchó pasos detrás de ella.

No eran pasos apresurados, no intentaban alcanzarla.

Solo la seguían.

Luna aceleró.

Los pasos también.

Apretó el paso.

Los pasos se mantuvieron a la misma distancia.

El corazón empezó a latirle fuerte.

—No… —murmuró—.

No puede ser.

Se metió en una tiendita, fingiendo que buscaba algo en las estanterías.

Desde la ventana, lo vio pasar: un hombre alto, con gorra y capucha.

Miró hacia adentro, como contando cuánta gente había.

Sus ojos se detuvieron apenas un segundo.

Luna contuvo la respiración.

El hombre siguió caminando… pero despacio.

Demasiado despacio.

Cuando por fin desapareció de su campo de visión, Luna salió… temblando.

Ya la estaban vigilando.

Brandon acababa de terminar de hablar con un detective cuando el celular vibró.

Número desconocido.

Abrió el mensaje.

Sintió un frío helado.

Era una foto.

Luna.

Saliendo del hospital.

Tomada de lejos, caminando sola, sin darse cuenta de que alguien la estaba enfocando.

Debajo, un texto: Tus errores siempre caen sobre otros.

Controlá a tu chica.

Brandon sintió cómo algo se le quebraba por dentro.

—No —susurró—.

No.

No, no… Metió el teléfono en el bolsillo y salió del hospital casi corriendo.

Porque ahora ya no había opción.

Ni distancia.

Ni excusas.

Ni “te prefiero viva” que alcanzara.

Ya no podía alejarse.

Ellos ya la habían visto.

Y si algo le pasaba a Luna… Brandon sabía que, esta vez, no habría nada que lo detuviera para convertirse en lo que fuera necesario.

Aunque tuviera que volverse un monstruo.

Fin del capítulo 15.

REFLEXIONES DE LOS CREADORES Pluma_Magna Your gift is the motivation for my creation.

Give me more motivation!

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo