Explorador de la noche - Capítulo 124
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- Capítulo 124 - 124 Capítulo 124 El Acuerdo de los Dioses
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124: Capítulo 124: El Acuerdo de los Dioses 124: Capítulo 124: El Acuerdo de los Dioses Editor: Nyoi-Bo Studio De ese modo, aquel avatar del Príncipe de la Sombra fue destrozado.
La fuerza aterradora del Monje Legendario pudo verse con claridad.
Por supuesto, la fuerza de Inheim alcanzó el apogeo de Feinan.
Había superado, de manera definitiva, el nivel 30 y no era un simple Legendario.
Su voz hizo que la gente se relajara.
La muerte del avatar del Príncipe de la Sombra hizo que todos suspiraran aliviados.
—Glynos se está volviendo cada vez más salvaje —dijo Leymann con solemnidad.
—¿No tiene miedo de que otros dioses quieran aprovecharse de que su cuerpo principal se debilitará al haber perdido un avatar?
El rostro de Inheim reflejaba algunas dudas.
Naturalmente, estos Legendarios se comunicarían entre sí.
Pero aunque Hathaway hubiera previsto la destrucción, no se habían dado cuenta de que la nueva tercera generación de dioses ya había llegado a un acuerdo.
Solo Marvin estaba al tanto del contenido de ese acuerdo gracias al juego.
…
¡El acuerdo era atacar el Pozo Mágico del Universo a cualquier costo!
El Pozo Mágico del Universo era la barrera de Feinan, pero también era la jaula de muchos dioses.
Las primeras tres generaciones de Dioses Antiguos notaron que sus avatares podían bajar al mundo con facilidad a través del Pozo Mágico del Universo, ya que originalmente habían nacido en Feinan.
Pero, en la tercera era, la mayoría de los Dioses Antiguos ya se encontraban inactivos.
Algunos habían caído.
Y el ascenso de los Nuevos Dioses de la tercera era se debía a la fuerza de las Tablas del Destino, que les había otorgado con éxito potestad de Dioses.
En aquel momento, el Dios Mago Lanza abrió para ellos la capa exterior de los Cielos, lo que les permitió crear sus propios Reinos Divinos.
Esas centrales energéticas, que originalmente habían surgido a partir de las diferentes razas de Feinan, dejaron a Feinan de muy buen ánimo y comenzó a enfocarse de buena gana en establecer sus Reinos Divinos.
¡Pero cuando terminaron, descubrieron, con gran asombro, que habían sido engañados por Lanza!
Ese pasaje en el centro del Pozo Mágico del Universo fue sellado con firmeza luego de que ellos se marcharon.
En otras palabras, ¡los Nuevos Dioses de la tercera era ya no podían descender sobre Feinan!
El Pozo Mágico del Universo sellado cubría Feinan y las regiones salvajes que lo rodeaban.
Los Nuevos Dioses parecían estar atrapados en los cielos.
¡Expandir sus seguidores sería muy difícil!
Esto se debía a que no podían usar sus poderes sagrados en el mundo de los mortales.
Incluso si lograban entrar a Feinan sin ser vistos por medio de algún método especial, serían encontrados y detenidos por el Dios Mago.
Aún después de que el Dios Mago se marchó, no pudieron hacer nada.
En Feinan todavía quedaba un grupo de centrales energéticas Legendarias.
Ese grupo de Legendarios no era inferior a los dioses.
La razón por la cual no se transformaban en dioses era, simplemente, porque no tenían un fragmento de la Tabla del Destino.
Además, muchos de ellos estaban capacitados para convertirse en dioses, pero se habían abocado a la tarea de defender Feinan y no se marchaban como lo hacían esos Dioses Nuevos.
Antes de que Lanza se marchara, había dicho con claridad —Aquellos que se convirtieron en Nuevos Dioses por medio de los fragmentos de la Tabla del Destino no deben entrar a Feinan.
¡Eso fue una mala noticia para todos los Nuevos Dioses!
¡El Dios Mago había conspirado contra ellos!
Lanza los había engañado para que fueran al cielo pero no los dejaba ponerse en contacto con los mortales de Feinan.
¡Era como estar en prisión!
Además, el Dios Mago no los erradicó por completo, sino que les dejó una chance para sobrevivir.
Abrió unos planos secundarios para ellos.
Estos planos secundarios derivaban de Feinan y eran: el Infierno de Feinan, Abismo, y el Inframundo.
En estos planos secundarios había todo tipo de razas, pero no eran tan prósperas como Feinan.
Al principio, aunque los Nuevos Dioses se quejaron, solo pudieron aceptar las condiciones y luchar por conseguir territorios y seguidores en estos planos secundarios, aunque el poder del Dios Mago los reprimiera.
Después de mucho tiempo, y en especial después de la partida del Dios Mago, los Nuevos Dioses comenzaron a cansarse.
¡Querían más poder e incluso más seguidores!
Y el poder de la fe que brindaban las criaturas vivientes era lo más indicado.
Incluso si pudieran ingresar a Feinan… la fuerza de estos Nuevos Dioses se incrementaría de manera drástica.
Pero estos deseos no alcanzaban para volver locos a esos Nuevos Dioses.
Después de todo, la influencia del Dios Mago Lanza aún prevalecía.
Nadie sabía el alcance del poder y el temperamento de Lanza.
¿Y si romper la regla hacía que Lanza regresara?
Y también estaba Dragón Eterno, ¡que aparecía y desaparecía de manera impredecible!
Era el compañero más cercano del Dios Mago.
Ese dragón era tan fuerte como el Antiguo Dios de la Naturaleza, el Antiguo Dios de los Elfos y otros dioses poderosos.
Y, si estaba en un universo superior lejano, en un instante podía aparecer en Feinan.
A causa de esos factores, Feinan gozó de tranquilidad durante varios años.
El Pozo Mágico del Universo retrasó el crecimiento de los Nuevos Dioses al tiempo que garantizó el Dominio de los Magos.
Hasta el final de la 4ta Era.
Se encendió un fuego terrorífico.
Había un rumor que comenzaba a extenderse entre los Reinos Divinos.
¡La 4ta Tabla del Destino!
Quienquiera que se apoderara de ella tendría el mismo poder que el Dios Mago.
Los Nuevos Dioses se pusieron frenéticos.
Acordaron entre ellos que debían acceder al Pozo Mágico del Universo como fuera.
Estos Nuevos Dioses ya habían estado mucho tiempo fuera de Feinan.
A sus ojos, las vidas de los seres vivos de Feinan ya no tenían nada que ver con ellos.
Habían olvidado sus propios orígenes y lo único que ambicionaban era más poder.
La destrucción del Pozo Mágico del Universo podría causar un desastre pero, desde el comienzo, no les había importado.
Además, al estar en medio de problemas graves, la gente común e ignorante sufriría y renunciaría a toda esperanza.
Y en ese momento, su fe ganaría más seguidores.
¡El poder de la fe que los dioses recibían sería aún más generoso!
…
—Independientemente de eso, no dejaré que le hagan daño a los Legendarios de Feinan —declaró Inheim con solemnidad—.
Entre aquellos que alcanzaron categoría de dioses en la 3ra era, solo Glynos puede enviar su avatar a causa de ese artefacto.
Sea cual sea su plan, no debería haber demasiados problemas siempre y cuando no pierda de vista a Glynos.
Al escuchar eso, Marvin no pudo evitar suspirar con pesar: —Si tan solo… La razón por la que Glynos, el Príncipe de la Sombra, iba de un lado al otro de ese modo era, naturalmente, para debilitar a los Legendarios de Feinan por medio de los asesinatos.
Pero la razón más importante era para atraer hacia él la atención de los Legendarios.
¡Todos se preocuparían porque el Príncipe de la Sombra pudiera asesinatos y ninguno pondría atención al Pozo Mágico del Universo que rodeaba Feinan!
Marvin quería decirles eso.
Pero, últimamente, se mantenía en silencio.
Porque sabía que decirlo no cambiaría nada.
El Pozo Mágico del Universo sería destruido y los avatares de los Nuevos Dioses y almas divinas entrarían de forma sucesiva a Feinan.
Desde ese momento, habría caos por doquier, se levantarían varias iglesias, los Magos caerían por completo y las fuerzas malignas se expandirían.
No quedaría un lugar en todo Feinan que permanezca intacto.
Al punto que, luego de la invasión de la Bestia Celestial el tiempo se desordenaría, y todo se relacionaba con la caída del Pozo Mágico del Universo.
…
Inheim se marchó para ir a buscar aquel Gran Druida que se encontraba en el norte.
Después de la pérdida de las Adivinaciones, parecía que, solo el Hechizo Divino de aquel Gran Druida del Antiguo Dios de la Naturaleza, era capaz de predecir con certeza el momento y el lugar donde bajaría el próximo avatar del Príncipe de la Sombra.
Este Monje Legendario se estaba preparando con esmero para dedicar su tiempo a perseguir al Príncipe de la Sombra.
Hathaway regresó a la Torre de Cenizas con Marvin y Wayne.
El avatar del Príncipe de la Sombra había sido exterminado por el momento, lo que les permitía sentir alivio.
Leymann prendió la pantalla mágica una vez más y anunció que los ganadores de la Batalla de Aprendices del Santo Grial eran los hermanos Wayne y Marvin.
Y la competición del rango 2 sería aplazada por el momento a causa de la emergencia en la Costa Este.
Esto desilusionó un poco a los espectadores.
Pero también se alegraban de haber visto una competición de Aprendices tan sorprendente.
Había bastantes personas interesadas en la “Emergencia” de Leymann y, pronto, todas las organizaciones de inteligencia se abocaron al trabajo.
¡Poco después, todas las potencias de la Costa Este estaban conmocionadas!
¡Un Antiguo Dragón Rojo había atacado con alevosía la Isla Cristal del Clan Unicornio!
¿Cuándo había sido que las fuerzas malignas se habían vuelto tan salvajes?
Al mismo tiempo, las Torres de los Tres Anillos anunciaron que estaban en alerta.
De inmediato, la ansiedad se apoderó de la gente de la Costa Este.
Cada territorio grande comenzó a establecer medidas de emergencia.
…
En la Torre de Cenizas, Wayne aún se sentía un poco débil, incluso luego del hechizo de Rejuvenecimiento, por lo que regresó a su dormitorio para descansar.
En el último piso, solo quedaban Marvin y Hathaway.
La atmósfera era un poco deprimente.
Hathaway estaba de pie, mirando con tranquilidad hacia el este.
Marvin estaba detrás de ella y notó que su mano no paraba de temblar.
—¿Asustada?
—susurró.
El cuerpo de Hathaway se estremeció levemente.
Haciendo un gran esfuerzo, fue a sentarse en el sillón.
En lugar de poner su atención en el aspecto frágil de ella, Marvin caminó con calma hacia la ventana que estaba al costado, mirando las nubes oscuras que cubrían la Costa Este.
—Gracias —susurró Hathaway.
Respiró profundo y, de pronto, se puso de pie, recuperando la imagen solemne que tenía anteriormente.
Marvin tenía razón ¡en verdad estaba asustada!
¡Casi moría en manos del Príncipe de la Sombra!
¡Casi se iba para siempre!
Eso la aterraba por sobremanera, no había palabras para describir lo que sentía.
Al punto que cuando regresó a la Torre Cenizas, no pudo controlarlo, aunque estaba delante de Marvin.
Pero un Mago Legendario era un Mago Legendario.
Tenía una gran determinación y enseguida recuperó la compostura.
Marvin sonrió de costado.
—Ésta es la Dama Hathaway que yo conozco.
Hathaway resopló con frialdad y derramó algunas lágrimas por los extremos de sus ojos.
—Has ayudado a la Torre de Cenizas a ganar su primera Batalla del Santo Grial.
—Y acabas de salvar mi vida.
Dime, ¿qué quieres?
Marvin observó el bello rosto de Hathaway y sus pestañas que se estremecían a causa del miedo intenso y casi no podía contener sus ganas de bromear con ella.
Pero la diferencia de fuerza entre ambos era enorme.
De modo que al final, dijo de manera inexpresiva: —¡Ayúdame!
—¿Hmm?
—Hathaway miró a Marvin con curiosidad.
Marvin señaló su Anillo de los Deseos y dijo: —Quiero usar un deseo.
—El deseo del Duende.
—Si resulta bien, no te preocupes.
—Si, por accidente, llamo a algún bastardo… Por favor, ayúdame.
Hathaway dejó ver una mirada de compresión.
—Muy bien, es un Anillos de Deseos de verdad.
—La suerte de nosotros, los Videntes, siempre es buena.
Déjame ver qué llamas.
—Llámalo desde aquí, el Señor Leymann me ayudó a asegurar este piso con 19 Hechizos Legendarios.
¡Incluso si Glynos viniera aquí, tendría un trágico final!
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