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Explorador de la noche - Capítulo 52

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52: Capítulo 52: Seguidor 52: Capítulo 52: Seguidor Editor: Nyoi-Bo Studio Altas horas de la noche en Ciudad Costa del Río, Distrito Plebeyo, en el interior de una pequeña casa de dos pisos.

Un vapor muy denso se expandía por el interior de una habitación muy desordenada de la casa de dos pisos.

En la habitación, yacía una muchacha sobre la cama, gimiendo continuamente.

Su piel lucía amarilla y se la notaba sin fuerzas.

No obstante, sus ojos parecían tener una viveza inusual.

––Padre…

––dijo en voz baja––.

Es posible que muera pronto.

Un individuo alto se encontraba sentado a la orilla de la cama, conteniendo sus lágrimas con dificultad.

Tomó las manos de su hija y le dijo: ––Lyle, descansa tranquila, ¡Ya he encontrado una manera de salvarte!

––Estarás bien, todo mejorará Había, además, una tercera persona en la habitación.

Tenía la misma edad que la niña y, por su vestimenta, podía inferirse que su situación familiar era similar a la de ellos.

También estaba sentada a la orilla de la cama, observando a Lyle, quien se encontraba enferma de gravedad.

––Gracias, Chini ––dijo Gru en voz baja––.

Gracias por cuidar de ella mientras no estaba aquí.

––Es lo que debo hacer señor Gru ––Chini tenía una expresión de profunda aflicción––.

Lyle es mi mejor amiga.

––Cuidar de ella es algo que debo hacer.

Pero su cuerpo…

Se dio la vuelta luego de decir eso, aparentemente, no podía soportar mirar a Lyle.

Estaban en la casa de Gru.

Al ser un aventurero de bajo nivel que había trabajado duro durante la mitad de su vida en Ciudad Costa del Río, no era nada fácil para él haber podido comprar una casa como aquella en el Distrito Plebeyo.

Esa noche, el Barón Marvin de Valle Río Blanco le había dado un libro y le había dicho que el Enmascarado de Cuchillas Gemelas iría a buscarlo a su casa.

Esto lo tenía exultante.

Finalmente había esperanza para su hija.

Incluso aunque ésta fuera pequeña, estaba decidido a intentarlo.

El vapor de la habitación se debía a una especie de método de tratamiento muy antiguo.

Se decía que aumentar la temperatura y el nivel de humedad de una habitación era efectivo contra todo tipo de enfermedad.

Gru también trajo a muchos doctores, pero fueron incapaces de hacer algo por el estado de Lyle, solo intentaban métodos que, al menos, eran mejores que no hacer nada.

…

Chini, que acababa de despertarse, permaneció sentada un momento antes de disculparse diciendo: ––Ya que has regresado, me marcharé temprano.

Gru asintió.

Estaba a punto de despedir a la amiga de su hija pero, de repente, una silueta se precipitó hacia el interior de la vivienda.

—¡No puede!

¡Clang!

Una daga curva fue desenfundada y empujada contra el cuello de Chini.

—¿Qué hace?

Preguntó Gru sobresaltado y furioso.

Chini intentó gritar fuerte… Pero Marvin ya había cubierto su boca antes de que ella pudiera emitir algún sonido.

De cualquier manera, llevaba puestos los [Guantes Fantasmales].

No sentiría nada incluso si aquella niña lo mordiera.

—¿Qué hago yo?

—Tal vez debería preguntar qué hace ella —dijo Marvin con desdén.

Quitó la camisa de Chini de un tirón.

Podía verse una impresión extraña en su cuello.

Parecía la mitad de un tatuaje.

—No estoy seguro de lo que quiere decir.

Chini es una buena amiga de Lyle —dijo Gru con voz grave—.

Señor Enmascarado de Cuchillas Gemelas, suéltela de inmediato.

—Abra el libro que tiene.

Página 670, observe la ilustración —dijo Marvin fríamente.

En ese momento, el cuerpo de Chini se estremeció con rapidez.

Podía verse el miedo en sus ojos.

Intentó luchar, pero aunque Marvin tenía una fuerza promedio, ésta era más que suficiente para controlar a una pequeña niña.

Amenazada por la daga curva, finalmente dejó de luchar, asustada.

…

Gru sacó el libro con prisa y volteó las páginas hasta que encontró la que Marvin le había indicado.

¡Su expresión cambió de inmediato!

—¿Eres seguidora del Dios de la Plaga?

—¿Cómo puede ser eso posible, Chini?

Gru estaba completamente atónito.

Ese libro había aparecido en el estudio del Barón Marvin.

Era un libro antiguo que había pertenecido a su abuelo.

Dentro de él había algunos secretos acerca de los seguidores de cultos malignos.

Esto incluía, naturalmente, algunas notas sobre el Dios de la Plaga.

Gru no era ciego; podía ver con claridad el tatuaje en el cuello de Chini.

Si se lo completaba, éste sería una copia perfecta del que aparecía en el libro.

Eso representaba a los seguidores del Dios de la Plaga.

Eran un grupo de seres humanos despreciables.

Creían firmemente en las plagas, querían que éstas se expandan por todos lados, sin embargo, ellos gozaban de inmunidad gracias a la bendición del Dios de la Plaga.

Esa clase de gente era la más detestable.

Lyle, que yacía en la cama, claramente no comprendía lo que estaba sucediendo.

—¿Qué está haciendo?

—preguntó con impaciencia.

—Padre, por favor, no dejes que este extraño sujeto lastime a Chini.

A Marvin no le hacía gracia, golpeó de lleno la parte trasera de la cabeza de Chini, lo que ocasionó que ésta perdiera la conciencia.

—¡Lunático!

—dijo Lyle furiosa.

Su cara se encendió.

—¡Cállate!

—gritó Gru sombríamente.

Lyle estaba perpleja.

Hasta donde ella recordaba, su padre nunca le había hablado así.

—¡Fue obra de Chini!

Tu enfermedad fue obra de Chini —repetía Gru con una expresión serena.

—¿Qué?

¡Imposible!

—Lyle sacudió la cabeza.

No obstante, una mirada de dolor apareció en su rostro de repente.

Cubrió su vientre con su mano izquierda y comenzó a derramar lágrimas desconsoladamente.

Su mano derecha se aferraba a la sábana, con tanta fuerza que la estaba rasgando.

Era evidente que el dolor que sentía era bastante severo.

Gru abrazó a Lyle deprisa, implorándole a Marvin con la mirada.

Marvin respiró profundo y le dijo a Gru: —Si quieres salvarle la vida, escúchame.

Gru se obligó a asentir.

A esa altura de la situación, lo único que podía hacer era escuchar las propuestas del Enmascarado de Cuchillas Gemelas.

…

El horno a vapor fue retirado y solo quedó un enorme brasero.

En el brasero ardía una extraña planta.

Esa planta era conocida como [Brote Amatista], una clase de pasto amargo sin ningún valor nutricional.

Solo los pobres y las personas de bajo nivel la usaban para criar algunos animales y cosas por el estilo.

El Brote Amatista emitía un humo púrpura muy irritante al quemarse, no obstante, Marvin le pidió a Gru que cerrara la puerta y la ventana.

Luego, ataron a la cama los brazos y pies de Lyle.

—Ahora puedes ir afuera.

—Es posible que no quiera ver lo que ocurrirá después —dijo Marvin con tranquilidad—.

Si desea quedarse, solo debes prometerme que no me detendrás, sin importar lo que yo le haga a su hija.

—¡Padre!

¡No me dejes!

¡No quiero quedarme en la habitación con este lunático!

—gritó Lyle con una voz ronca.

Gru tenía una expresión de dolor.

El Enmascarado de Cuchillas Gemelas no tenía motivos para hacerle daño.

Se mordió los labios y se ubicó junto a la cama de Lyle, dijo: —Cariño, confía en mí.

Esta persona podrá no ser muy razonable, pero ha venido hasta aquí para salvarte.

—Tienes que confiar en mí.

Te amo, cariño.

Luego besó a Lyle en la frente, antes de mirar con detenimiento a Marvin y abandonar la habitación.

…

En la habitación solo quedaron Marvin y la llorosa Lyle.

—Eres una estúpida.

—Pero de seguro no eres tan estúpida como para no haber notado que tu mejor amiga tenía que ver con tu situación.

Marvin sacó de la caracola hueca su daga jade de martín pescador, al tiempo que hablaba con tranquilidad.

El humo púrpura ya había cubierto toda la habitación, tanto que Lyle incluso empezó a toser.

Ella permaneció en silencio por unos instantes, luego sacudió su cabeza y dijo: —Imposible, Chini no tiene razones para hacer algo así.

—La gente es capaz de hacer cualquier cosa para sobrevivir.

Marvin se ubicó junto a Lyle y le dijo en voz baja: —Tu padre te ama mucho.

Lyle lanzó a Marvin una Mirada de dolor, preguntó: —¿Qué usará para curarme?

¡Pop!

Ni siquiera había terminado la frase cuando Marvin le cortó la ropa con su daga.

—¡Aaa!

—un chillido resonó en la habitación.

Gru estaba sentado afuera, luchando contra su impulso de volver a entrar, hasta que finalmente decidió resistir.

Durante la siguiente hora se oyeron todo tipo de gritos.

Para ese momento, la voz de la niña se había vuelto muy ronca.

En la frente de Gru latían venas azules.

Muchas veces había pensado en abalanzarse sobre la puerta y entrar a toda prisa.

Si el Enmascarado de Cuchillas Gemelas en verdad le estaba haciendo algo a su hija…

Era incapaz de imaginarse lo que haría.

En ese momento, la puerta se abrió con un chirrido, dejando ver lo que había en el interior.

El Enmascarado de Cuchillas Gemelas salió de la habitación, llevaba a alguien sobre su hombro.

—Me llevaré esto.

—Su hija ya no tiene nada de qué preocuparse.

—Como mucho, estará bastante asustada.

Debería darle consuelo.

Creo que un cambio de aire le vendría bien.

Ciudad Costa del Río no está muy tranquila por estos días.

Se mezclaría todo el tiempo con esa gente de bajo nivel, de modo que, naturalmente, sería difícil evitar el peligro.

¿No lo cree?

¿Señor Gru?

Gru ya estaba mirando a Lyle, que se hallaba dormida.

Aunque continuaba pálida, dormía con total tranquilidad.

En los últimos tiempos, nunca había podido conciliar bien el sueño.

—¿Qué quiere decir, señor Enmascarado de Cuchillas Gemelas?

—preguntó Gru al salir de su trance.

Marvin bajó las escaleras con rapidez, aún cargaba a Chini: —Valle Río Blanco es una buena opción.

—El ambiente allí no es malo, y la gente tampoco.

Gru saludó a Marvin agradecido.

—Comprendo.

…

A medida que oscurecía, en la sala de un depósito abandonado.

¡Splash!

Un cuenco de agua fue arrojado sobre la cara de Chini.

—Dime dónde predican o se reúnen habitualmente —dijo Marvin con una voz fría.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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