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Heidi y el señor - Capítulo 51

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51: Capítulo 51 – Lago de huesos – Parte 1 51: Capítulo 51 – Lago de huesos – Parte 1 Editor: Nyoi-Bo Studio Al escuchar lo que había dicho Nicholas, Heidi asintió con su cabeza al entender el porqué el imperio era conocido, y llamado [1]Bonelake.

—¿Realmente está hecho de huesos?

—dijo con sus ojos paralizados en la densa niebla que bailaba en la superfície de la tierra.

La niebla, parecían nubes que estaban conteniendo los rayos, amenazando con salir.

La única diferencia era que las nubes eran grises, y el humo de aquí era de un tono más oscuro.

—Nunca he visto algo como esto —declaró Heidi.

—Por supuesto que no.

Es una de las maravillas de Bonelake.

—¿Cuáles son las otras maravillas?

—dijo, separando finalmente su mirada de la tierra para voltearse a mirarlo parado junto a ella.

—Yo —fue su simple respuesta.

—Te pones a ti mismo muy arriba, milord.

—Ah, parece que no estamos de acuerdo con eso —dijo entrecerrando los ojos mientras sonreía.

—¡Nunca dije que no!

—respondió ella rápidamente.

El señor era un hombre peculiar.

Definitivamente era un tipo único en todo el universo.

«El señor narcisista», pensó Heidi para sí misma.

—No respondiste mi pregunta acerca del lago.

—El humo y la niebla que ves son los restos de los fallecidos.

Animales, humanos, vampiros, mitad vampiros, vampiros de sangre pura —nombró—la mayoría de las criaturas que han fallecido son traídas y tiradas aquí.

—¿Tiradas?

Pero, ¿por qué?

¿Los muertos no tienen derecho a un entierro respetuoso?

—preguntó ella frunciendo el ceño.

—Sí, lo tienen.

Verás, obtener un entierro decente para la tan llamada vida después de la muerte, no es fácil aquí.

Encontrarás que hay muy pocas tumbas en este imperio, y las tumbas tienen su propia jerarquía.

Los de sangre pura, y los otros vampiros no están interesados en que se les entierre junto a una criatura inferior.

—Estás bromeando —murmuró ella, sorprendida ante sus palabras.

Como ya se sabía, los humanos y vampiros se habían clasificado a sí mismos como diferentes clases en la sociedad, pero pensar que continuaba aún después de la muerte.

Ella sacudió su cabeza con decepción.

—Normalmente, las tumbas de los más pobres son movidas a otro cementerio, que luego son traídas aquí cuando una persona ya no puede seguir pagando por el lugar.

—Dijiste que el lago también tiene vampiros de sangre pura en él.

—Sí.

Puede que sepas bien que no todos son buenos.

Hay gente buena y gente mala en ambas sociedades —pausó por unos segundos antes de continuar hablando —Hombres y mujeres que no pudieron seguir las normas y reglamentos del imperio, comportándose como criminales, y también quienes iban en contra del señorío, a menudo son enviados aquí.

No te preocupes por eso.

Considéralo más como un ritual que ha tenido lugar durante siglos —dijo Nicholas.

—Entonces, ¿no hay vida después de la muerte para estas almas?

—murmuró en voz baja.

—Una vez, cuando un hombre estaba caminando por la orilla, se le reportó desaparecido al día siguiente.

¿Qué crees que le pasó?

—le preguntó, con sus ojos mirando la niebla más cercana que trataba de acercarse a ellos.

—¿Las almas sin descanso se vengaron con él?

—No, tonta.

Lo que sucedió fue que había ido al bar local y cayó inconsciente después de caminar por esta hermosa orilla —dijo Nicholas.

Heidi, que había estado escuchando sus palabras con la mayor seriedad, miró hacia arriba ante el repentino giro en la historia.

—Pero ese no es el punto.

Aunque personalmente no he explorado el lago, los rumores dicen que el suelo es una fosa sin fondo.

Es mejor evitar acercarse a la bruma porque, como has mencionado, el lago contiene almas que no pasaron en paz por este mundo.

—No sé si lo encuentro fascinante o espeluznante —dijo sonriendo finalmente.

Tal vez era ambos.

Aún con su alarmante historia, la niebla humeante era fascinante ante sus ojos.

El imperio oriental definitivamente era único, junto con el señor.

Nicholas observó a la chica que ahora estaba parada junto a él, viendo el lago encantado.

Se alegró al ver que la mujer finalmente había cambiado su humor.

En su opinión, las mujeres que lloraban eran problemáticas y una gran cantidad molestias que él solía evitar.

No le gustaba inmiscuirse en ese tipo de situaciones, a menos que tuviera un motivo oculto.

Desde que había conocido a Heidi, ella siempre lo había tratado como un ser normal.

Se preguntaba si la humana había ignorado el hecho de que él era un señor, y sin olvidar, que era un vampiro de sangre pura.

Tal vez era debido a la circunstancia en la que se habían conocido en un principio lo que hacía que la muchacha lo ignorara.

Pero también, la chica ignoraba la mayoría de sus palabras, lo que hacía que él la molestara y le hablara más para meterse en su cabeza.

A menudo se involucraba en relaciones físicas con mujeres, y no importaba si era de una clase más alta o más baja.

Lo disfrutaba tanto como beber sangre.

Y que Heidi sea alguien entretenida con quien no compartía ninguna relación física, era algo nuevo para él.

—No pensé que diría esto, pero —volteó a mirarlo, sus rasgos finos y precisos, como una estatua moldeada para la perfección —Eres curiosamente amable a veces.

Quizás seas un buen hombre después de todo —comentó.

El señor no había esperado que ella le dijera algo como eso, especialmente cómo lo había puesto su mayordomo; que la intimidaba.

A primera vista, se veía normal.

Nada fuera de lo ordinario.

Pero si uno miraba en sus ojos de ciervo tanto como él, podían encontrar algo hermoso y extraño en ellos.

Se preguntaba si era porque, en algún lugar, ella lo reflejaba.

—Gracias por traerme aquí—ladeó su cabeza al escucharla hablar —Creo que aún estaría caminando sola si tú no hubieses venido.

—No lo menciones.

Me alegra haberte encontrado a salvo.

Un bosque nunca es seguro para caminar sola, en especial de noche.

—¿Hablas de las brujas negras?

—Hay muchas más amenazas que las brujas negras en el denso bosque.

Estoy seguro que eres consciente de que Bonelake tiene una población de vampiros mucho más grande comparada con otras tierras.

Las condiciones habituales de la naturaleza se hacen para mantener nuestro estilo de vida —declaró el señor.

Heidi no estaba segura de sí lo había entendido, ya que sintió sus palabras entrar por un oído y salir por el otro.

Un pequeño y persistente dolor de cabeza se había formado en ambos lados de sus sienes, y levantó sus manos para tocarlas.

—¿Vamos?

—le preguntóél.

Asintiendo con su cabeza, lo siguió de vuelta a donde habían dejado el caballo.

Heidi no sabía por qué el señor hizo que se sentara en frente de él en el caballo, en lugar de sentarse detrás de él.

«¿Estaba preocupado de que se cayera?» No sabía que el señor era de esos hombres que trataba de animar a una mujer como ella.

No era tan malo después de todo.

Cuando estaban a punto de comenzar, con el caballo blanco levantando sus patas delanteras, Heidi casi perdió el equilibrio si no fuera por Nicholas quien la había sujetado por detrás de la cintura.

Sus fuertes brazos se quedaron firmes alrededor de ella.

No lo había notado antes de venir al lago, pero ahora que sus emociones finalmente se habían calmado, podía sentir el pecho de Nicholas presionado contra su espalda.

Se intentó concentrar en el camino frente a ellos, pero era difícil mientras estaba sentada tan cerca del señor.

Su corazón empezó a latir en su pecho, haciendo su condición actual más evidente.

Llegando a la mansión, Heidi inclinó su cabeza y se fue a su habitación.

En la mañana, Warren le presentó sus más sinceras disculpas, las que ella aceptó.

Ella no sabía todo sobre él, pero con lo poco que sí, podía decir que a pesar de que Venetia Lawson era la madre de Warren, el hombre no era como ella.

El padre de Warren era un humano que había fallecido hace algunos años.

Con los pocos vistazos, y las conversaciones que tomaron lugar entre madre e hijo, ella se dio cuenta que Venetia era una vampiresa dominante.

Como muchos vampiros que ella había conocido, él parecía ser frío, pero era un hombre muy respetuoso.

Era cortés todo el tiempo, asegurándose de preguntar si tenía algún problema, o si había comido, o cómo iban sus tutorías.

Le daba una sensación de que ella era un trabajo que él revisaba cada día.

A medida que pasaban los días, ella empezó a pasar más tiempo con Warren.

Una vez lo acompañó al Consejo y lo esperó afuera del edificio antes de ir a la ciudad de su padre, y también lo acompañó las fiestas de té a las que eran invitados.

Debido a esto, ella veía menos al señor.

Durante el tiempo en la mansión, sus ojos usualmente lo buscaban para no encontrarlo en ninguna parte.

No se había dado cuenta antes, pero ahora extrañaba secretamente su compañía, aunque nunca se lo diría.

Había simpatizado con él, sus discusiones sin sentido y sus charlas que le habían ayudado a entender más a los vampiros.

[1] Bonelake: En inglés «Bone» significa Hueso y «Lake» significa Lago, que juntos forman el Lago de los huesos, y de ahí el origen del nombre del Imperio.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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