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Imperio Valeriano - Capítulo 84

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84: Capítulo 84 – Una Mordida (Parte 1) 84: Capítulo 84 – Una Mordida (Parte 1) Editor: Nyoi-Bo Studio Tanto Cati como su primo, Rafa, estaban sentados frente a las tumbas de sus familiares.

Era una mañana tranquila, con aves volando en la distancia y el sol brillando alto en el cielo.

Cati sujetó su vestido cuando una brisa voló junto a ellos, levantando las ramas secas y las hojas junto con el polvo del terreno.

Cati notó a una mujer con una niña a un lado del cementerio.

La niña sujetaba sus manos cerca de su pecho, y mantenía los ojos cerrados mientras rezaba por la persona de la tumba.

Al pasar, la mujer hizo una pequeña reverencia que Cati reciprocó.

Aunque no las conocía y no había hablado con ellas, algunas personas venían con frecuencia a rezar y era frecuente encontrarse con ellas en este lugar durante su estadía en Valeria.

Sus oraciones fueron rápidas, y decidió caminar a otra tumba para darle privacidad a Rafa con sus padres.

La muerte era rápida, y la pérdida llevaba al vacío, pensó.

Con un pañuelo, procedió a limpiar la tumba de Malfo.

Aunque el dueño no se preocupaba por atenderla, Cati la arreglaba de vez en cuando.

No lo hacía por el reconocimiento, sino porque era algo que le gustaba hacer cuando nadie la veía.

La noche anterior, pensó en algunas preguntas, pero obtuvo pocas respuestas, pues eligió no plantearlas todas al Señor Alejandro.

Podría preguntarle a Malfo, pero no lo había visto en un tiempo.

Ahora que Malfo tenía un cuerpo de nuevo, ¿la tumba había quedado vacía?

¿Había sido usado el mismo esqueleto para traerlo de vuelta?

Se preguntaba si la tumba estaba vacía, pero pensaba que ese no era el caso.

Al salir del cementerio, caminaron hacia la mansión a través de un pequeño desvío en el bosque.

Cati le contó a Rafa acerca de la celebración de Noche de Brujas, de lo grande que había sido, y del baile de disfraces de la mansión.

Evitó hablar de los inconvenientes que había experimentado desde su llegada a la mansión, pues no quería preocuparlo.

Cuando el Señor de Valeria se convirtió en el tema central, Rafa preguntó: —¿Qué has pensado hacer?

¿Te quedarás aquí?

Cati frunció el ceño al responder: —Supongo que sí.

—¿Él también te ama?

—No lo sé.

Al escuchar esto, Rafa arqueó una ceja.

—No me digas que piensas quedarte como mucama sin saber si él te ama —dijo.

Cati percibía el desagrado que crecía en Rafa.

—¿Sabes lo que dices?

No era propio del Señor Alejandro decir algo.

El Señor y la palabra “amor” no eran muy estrechos, pensó Cati.

—No es así—intentó explicar.

—Hermana, te deseo mucha felicidad, pero los vampiros de clase alta tienen vidas diferentes —dijo Rafa preocupado—.

Y la reputación del Señor Alejandro no está exactamente limpia.

Sabes a lo que me refiero.

Sí lo sabía.

El Señor vivía su vida como cualquier otro vampiro.

—Lo sé—susurró mirando el suelo antes de volver a mirar a su primo—.

Pero… ha sido muy amable conmigo todo el tiempo.

Ha… No sé explicarlo, pero ha estado ahí para mí, como una mano que me salva de los momentos oscuros.

Sé que comparte mis sentimientos y, por ahora, es suficiente —concluyó con una sonrisa.

—¿Has considerado la posibilidad de que se case con alguien por razones políticas?

—¿Qué sucedió con aquello de que apoyarías al hombre con el que… —¿Te casarás?

Sí.

Pero no alguien que no esté seguro de ti.

No, para nada—dijo Rafa firmemente.

—Suenas como Elliot —murmuró Cati.

—¿Qué?

—preguntó Rafa.

Cati negó con la cabeza.

—Dijo que suenas como Elliot.

Repitió alguien tras ellos.

Cuando Cati se dio vuelta, se encontró con Malfo a algunos pasos de distancia.

—¡Malfo!

¿Cuándo llegaste?

—exclamó Cati.

—Cuando acababas de limpiar mi tumba —dijo con un tono pesado.

Rafa los miraba perplejo.

—Debes ser el primo de Cati, Rafa.

Soy Malfo Crook.

Cuando Rafa tomó su mano, se sintió como un bloque de hielo.

—Un placer.

—¿Tuviste éxito con tu diligencia?

—preguntó Cati.

—Sí.

El Concejo no es un lugar bonito para vivir, pero definitivamente es interesante.

Hay alguien difundiendo información dentro del concejo y manipulando eventos en todo el imperio —dijo Malfo cubriendo su rostro del sol —.

El Señor Alejandro quería confirmar algunas cosas, y ya lo hice.

—¿Así que no sabes quién lo hizo?

—preguntó.

Malfo negó con la cabeza y explicó: —No fue fácil encontrar a la rata.

Tomará unos días más, pero creo que el Señor ya tiene sus sospechas.

Ahora que lo pienso, me complace mi decisión de evitar el cargo —terminó, pensando en voz alta.

Al llegar a la mansión, Cati notó que los Tanner estaban junto con los Barton y otros miembros en el salón.

—Parece que tenemos la casa llena —comentó Cati al cruzar el corredor.

Su mirada de cruzó con la del Señor Alejandro y sonrió.

Estas pequeñas cosas cotidianas la llenaban de felicidad.

—¿Por qué sonríes?

—preguntó Rafa tosiendo.

Al tocar su frente, con un suspiro, anunció: —Me está dando fiebre.

Cati verificó la temperatura de Rafa y, confirmando su malestar, indicó: —Estás ardiendo.

Vamos.

Cati dejó a Rafa en su cama con un cambio de ropa y le llevó el almuerzo.

Le reclamó la irresponsabilidad de haber salido en lugar de descansar para recuperar su salud.

Al salir de su habitación, se encontró al Señor Traverse.

—Buenas tardes, Señor Traverse —dijo mientras salían del pasillo —.

Buenas tardes, Señora Carolina.

La mujer la ignoró.

Sin darle importancia, Cati sonrió cuando el hombre se acercó.

—Buenas tardes, claro que sí.

Esperaba verte aquí—dijo con una sonrisa—.

¿Cómo has estado?

—Muy bien, Señor.

—No le prestes atención a mi hermana.

Yo no lo hago —dijo con el ceño fruncido.

—No lo hago, pero gracias.

Parece que hay muchas visitas hoy.

¿Está todo bien?

—preguntó Cati.

Mirando alrededor para verificar que nadie pudiera escuchar, Felipe habló: —Anoche ocurrió un asesinato en la colina.

Fue uno de los jurados del Concejo.

Alguien encontró su cabeza cerca del río.

Pero no se ha difundido la noticia, pues los oficiales intentan descubrir qué sucedió.

Mi padre y los otros han venido a discutir el asunto con el Señor.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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