Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Urbano
  • Fantasía
  • Romance
  • Oriental
  • General
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

Imperio Valeriano - Capítulo 92

  1. Inicio
  2. Imperio Valeriano
  3. Capítulo 92 - 92 Capítulo 92 – Tregua del Sur Parte 1
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

92: Capítulo 92 – Tregua del Sur (Parte 1) 92: Capítulo 92 – Tregua del Sur (Parte 1) Editor: Nyoi-Bo Studio —¿De qué masacre hablas?

—preguntó Rafa con el ceño fruncido.

Tomó el pergamino de las manos de Malfo y dijo: —Son sólo círculos y líneas.

—No es una simple figura.

Tú mismo lo dijiste: viste el símbolo en la casa de la bruja —señaló Cati—.

La noche en que nuestra aldea fue asesinada hallaron esto.

Dibujado en toda la aldea.

El Señor Alejandro dijo que esto era lo que las brujas usaban antes de una masacre para poder aprovechar la energía de los vivos.

—Pero esta aldea es la más cercana a la mansión del Señor Norman, ¿no es así?

—¿Entonces las brujas intentarán asesinarlo a él también?

Eso no tiene sentido.

Quiero decir, ¿las brujas no trabajan con él?

—preguntó Cati.

Malfo, que parecía analizar todo con cuidado, se levantó de la silla para salir y buscar evidencia de un intruso.

—Esa es la información que teníamos, pero ahora parece ser errónea.

¿Crees que el Señor no habría notado la señal?

—señaló Rafa.

—No creo que sea tan estúpido.

Al menos no en cuanto a su seguridad —murmuró—.

En este caso, la señal no está completa.

—¿Qué quieres decir?

—preguntó Cati.

—Ven.

Te mostraré.

Salieron todos juntos y cerraron la casa antes de ir a la pequeña colina cercana a la aldea.

La mayoría de los aldeanos ya había ido a casa por el día.

Caminaron bajo el cielo nocturno, escuchando a los grillos a su alrededor.

—¿Cómo hacen las brujas normales estas señales?

—preguntó Rafa.

—No estoy seguro.

Probablemente con un palo, supongo —sugirió Cati—.

Malfo, ¿no es difícil ver las señalas si estamos tan lejos de la aldea?

—Confía en mí.

Esta es la mejor vista —respondió el fantasma.

Se detuvo en un punto que permitía ver toda la aldea y señaló: —Miren.

Cuando Cati miró la aldea desde arriba, no encontró nada extraño.

Era la escena normal de pequeñas casas y árboles.

La brisa nocturna soplaba y dificultaba su visión, pues su cabello volaba frente a su rostro.

Logró sujetarlo tras sus orejas y volvió a mirar.

Justo cuando estaba a punto de preguntarle a Malfo por la marca, algo llamó su atención.

No eran los edificios, sino el bosque.

El bosque rodeaba a la aldea en un círculo, y al mirar con atención, se notaba el triángulo: los edificios y el bosque formaban la señal, pero estaban desconectados.

—Podría ser una coincidencia, pero es difícil ignorarlo.

A diferencia de otras aldeas con construcciones rectas o aleatorias, esta es simétrica.

Esperen, hay otra línea —indicó Malfo con su mano.

Tenía razón: había una línea perfecta que parecía una cruz.

Cati sabía que las brujas tenían marcas con diferentes significados.

Hasta donde sabía, esta podía no ser una señal incompleta, pero, ¿qué significaba?

—¿Dónde crees que podamos encontrar referencias al respecto?

—preguntó preocupada.

—Dudo que encuentras algo sobre ellas aquí en el sur.

¿No viste que quemaron a esa mujer en el centro de la aldea?

—Rafa tiene razón.

Cualquier rastro de su existencia en los libros ha sido borrado por el Imperio del Sur.

Si encuentras alguno, considérate afortunada, pero ten cuidado, pues el imperio no es tolerante con cualquiera que muestra el más mínimo interés en la brujería —dijo Malfo mientras bajaban de la colina —.

Hay una vieja biblioteca restringida detrás de la iglesia.

—Creo que vale la pena ir a buscar.

¿Quién sabe?

Tal vez consigamos algo —dijo Cati—.

Podemos ir mañana —decidió.

Caminaban con cuidado, pues había comenzado a llover.

Rafa tenía que ir a trabajar, pero ella y Malfo tenían el día libre.

Podrían dedicarse a encontrar algo útil, pensó.

En la mañana, Cati y Malfo fueron a la iglesia.

Las nubes eran oscuras y el terreno estaba húmedo debido a la lluvia nocturna.

Cati caminó junto a Malfo, a quien nadie podía ver, sujetando su vestido por encima del suelo.

Los cuervos graznaban en la distancia, sentados sobre las copas de los árboles en la iglesia.

Cuando cruzó la puerta, sintió dudas acerca de la posibilidad de que el fantasma pudiera entrar y cuando lo logró, Cati se preguntó si la humanidad tenía ideas erróneas acerca del funcionamiento del universo.

Notó que no había muchas personas en la iglesia y se sentó en un banco cerca de la esquina.

El sacerdote salió del confesionario, y un hombre salió de la otra puerta.

Al ver quién era, Cati se sorprendió.

Soltó el pañuelo para agacharse a recogerlo mientras el hombre salía.

Al notar que se alejaba, Cati se sentó de nuevo.

—¿Y eso por qué fue?

—preguntó Malfo extrañado.

—Ese era Norman —susurró inclinada hacia Malfo, aunque no había nadie cerca.

—¿Ese joven?

Hasta donde sé, Norman es un hombre mayor, no un muchacho de veintitantos.

A menos que haya tomado una poción para retroceder el tiempo.

—No el padre —respondió Cati discretamente al ver que una pareja se sentaba frente a ellos —.

El hijo, Silas Norman.

Notó la expresión sorprendida de Malfo, que volteó a mirar la puerta por la que el Señor Silas salió.

Había mencionado que trabajó con el Señor años atrás y podría haberlo conocido cuando era joven.

Por supuesto, ya llevaba varios años muerto, así que no sabría que el Señor Silas ahora era un adulto.

—Tan extraño.

Siento que desperté de un sueño y ahora veo que trece años pasaron en un instante —dijo angustiado—.

Te veré en la casa —concluyó.

Cati se preguntaba qué le sucedía a Malfo.

La noche anterior, cuando regresaron a casa, Malfo intentó ir a la biblioteca, pero no pudo.

Aparentemente, el edificio estaba protegido contra cualquier criatura que no fuera humana.

Permaneció sentada por unos minutos analizando el posible significado de la marca.

Seguramente cada línea significaba algo relacionado a la maldición de una bruja, pero, con lo que había escuchado acerca de las masacres, debían ser perpetradas por un grupo de brujas, pues necesitaban energía para canalizar.

Respiró profundamente.

Cuando era niña, ocurrió una masacre.

Cuando vivía con sus familiares, ocurrió otra masacre.

No era como si no hubiera ocurrido una masacre en otros imperios, pero de no ser porque Malfo señaló la otra línea, Cati se habría considerado maldita.

Pero analizándolo bien, se dio cuenta de que Malfo estaba presente en la masacre, y fue asesinado por las brujas.

Él murió y Rafa sobrevivió y, por supuesto, ella también.

Ella y su primo eran afortunados.

Tuvo que solicitar permiso para la biblioteca, pues la entrada era limitada.

Aparentemente, sólo era accesible a los Señores y a los ministros que trabajaban para el sur, y esta era la única biblioteca en toda la aldea.

¿Cuál era el punto de tener una biblioteca cuando los hombres comunes no podían usarla?

Le parecía que los de clase alta no permitían a los de clase baja la oportunidad de prosperar.

Se acercó al sacerdote de la iglesia para decirle que la iglesia era hermosa, a diferencia de la que había visitado en Valeria.

Siendo un hombre mayor, con valores tradicionales, habló de su perspectiva acerca de por qué no consideraba adecuado construir iglesias en aldeas de vampiros.

El hombre lo consideraba un sacrilegio.

Cati no opinó y, en cambio, escuchó con una sonrisa tan tensa que sus mejillas pronto comenzaron a doler.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo