Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Urbano
  • Fantasía
  • Romance
  • Oriental
  • General
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

Imperio Valeriano - Capítulo 99

  1. Inicio
  2. Imperio Valeriano
  3. Capítulo 99 - 99 Capítulo 99 – Viejos Recuerdos Parte 3
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

99: Capítulo 99 – Viejos Recuerdos (Parte 3) 99: Capítulo 99 – Viejos Recuerdos (Parte 3) Editor: Nyoi-Bo Studio Un niño es ignorante hasta cierta edad, cuando la madurez finalmente llega, pensó Malfo.

—Mi madre era una mujer amable.

Una mujer que cualquier hombre valoraría, pero mi padre no lo hizo.

En cambio, la golpeaba y traía otras mujeres a la mansión, pues estaba harto de ella.

No era inusual que un hombre de su clase tuviera amantes, pero usualmente lo hacían alejados de la mirada de sus esposas.

Al Señor de Mythweald no le importaba.

No lo sabía en ese entonces, pues mi mamá no decía nada al respecto y mi padre la trataba bien frente a mí.

Murió antes de que yo cumpliera seis años… y mi padre volvió a casarse.

No me permitieron visitar su tumba o, más bien, nadie sabía —dijo soltando la barra—.

Forzaba a mi madre cuando así lo quería, y la olvidó sin dudarlo.

Poco después me di cuenta de la naturaleza de las personas… Terminas siendo desconfiado en un ambiente semejante.

—Entonces Silas es tu medio hermano —dijo Cati.

Malfo lo confirmó: —Así es.

Era un buen niño, pero imagino que no toma mucho tiempo podrirse en ese ambiente —dijo recordando su tiempo en el sur.

Cati lo vio sonreír tímidamente antes de continuar: —Mi nueva madre era el vivo ejemplo de una madrastra.

Silas y yo recibíamos tratamiento diferente, pero nunca me importó demasiado.

Ahora que lo pienso, no tenía razones para quedarme, pero me alegra haberlo hecho.

Tras unos años, me enteré de que mi madre no había muerto por una enfermedad.

Fue violada continuamente por otros hombres antes de suicidarse por el dolor mental y físico.

Cati estaba atónita.

No sabía qué decir o cómo reaccionar ante esta revelación.

El Señor Esdras Norman permitió que otros hombres violaran a su esposa, la madre de su hijo.

Sintió que sus manos se hacían puños.

¿Cómo podía un hombre permitir que su esposa pasara por algo tan cruel?

El dolor que esa mujer debió experimentar era inimaginable.

Cati encontró las emociones en los ojos de Malfo antes de que este desviara la mirada.

—Como dijo, los Norman gobiernan el imperio con un puño de hierro.

Yo sabía que mi padre no entregaría el cargo a sus hijos hasta su último aliento, así que desarrollé un plan, un plan con suficiente evidencia para llevarlo a juicio en el Concejo por lo que le hizo a mi madre, pero el tiempo no siempre está de nuestro lado.

Se enteró de lo que yo intentaba.

Me escapé, pero los guardias me atraparon y me llevaron a prisión, de donde volví a escapar.

Lejos de la mansión y de todos los que me conocía.

—¿Crees… que envió a las brujas por ti?

—preguntó Cati.

—Tal vez.

Después de todo, no era indulgente.

Viendo su decepción al saber que sigo vivo, es posible.

Lo único triste es que los documentos con pruebas se perdieron, o él los recuperó después de la masacre en la que murieron tus padres —suspiró decepcionado —.

Francamente, nunca quise regresar a Mythweald.

—Lamento haberte puesto en esta posición —comenzó Cati—.

Si no fuera por mí… —No tienes que asumir la responsabilidad —interrumpió Malfo—.

No sabía que las brujas esperarían para recibirme en su casa.

Después de algunos minutos, Cati preguntó: —¿Rafa recibirá un entierro adecuado?

—La aldea se encargará, pues fue asesinado por una bruja.

—Por qué no te conviertes de nuevo en fantasma?

¿Por qué no regresas a tu forma de espíritu?

—Creo que me convertí en humano —murmuró Malfo—.

No he podido volver a ser fantasma, y estoy en problemas ahora que me metieron aquí.

—¿Bienvenido a ser humano de nuevo?

—Gracias, pero no, gracias.

Preferiría ser fantasma de nuevo antes de permanecer aquí.

No sé que hizo mi padre con las brujas.

Todos los lugares están malditos… es como una trampa.

Escucharon pasos que se acercaban del otro extremo y resultaron ser los guardias, que traían bandejas.

Las introdujeron en las celdas y les dieron la espalda.

La comida parecía rancia y, aunque Cati estaba hambrienta, no comió.

Malfo no habló cuando los guardias se postraron fuera de las celdas.

Cati tomó el vaso de agua que le dejaron para enjuagar sus manos.

Cuando los guardias se fueron, Cati preguntó: —¿Cómo escapaste la última vez?

—Había un túnel que llevaba al río, pero creo que lo sellaron —explicó—.

Rafa habló de que la marca estaba incompleta.

Si lo que descubrió es cierto, entonces debes entrar a la mansión del Señor.

Silas parece haberse enamorado de ti.

—¿Quieres que lo use?

—susurró Cati.

—Sí.

En el momento preciso, una mujer es tan eficaz como un arma letal.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo