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118: Capítulo 118: Burning Blade En Peligro 118: Capítulo 118: Burning Blade En Peligro Editor: Nyoi-Bo Studio Al ver el símbolo que tenía en la mano, Rhode se perdió en sus pensamientos.

Él estaba familiarizado con Burning Blade.

Era un grupo mercenario de larga data, poderoso, querido y respetado.

Aunque siempre estaban en medio de subir y bajar de rango entre hermandad y grupo mercenario, su índice de rotación evidenciaba que Burning Blade era un grupo mercenario muy atractivo.

Su líder, Hiller, tampoco era malo.

Era muy tranquilo, valiente e inteligente.

Por lo que Rhode recordaba, era Hiller quien había traído a sus hombres, intentando valerosamente sacar orden del caos.

Por desgracia, solo eran una fuerza individual.

Al final igual desaparecieron en el mar de gente.

Pero esa historia sería contada en el epílogo.

Lo que más le importaba ahora a Rhode era si el mercenario herido realmente era un miembro de Burning Blade.

Si lo era, ¿entonces por qué estaba en tan mala condición?

Como Burning Blade era tan poderos, no debería haber nada en el Bosque Crepúsculo que pudiera amenazarlos.

Rhode incluso había traído a su propio Starlight para unas vacaciones.

¿Pero Burning Blade había encontrado problemas?

Lo primero que paso por su mente fue que Jade Tears había atacado a Burning Blade.

Pero descartó la idea rápidamente gracias al mensaje que el viejo Walker habían transmitido a través del Ave Espiritual.

Jade Tears todavía no se estaba movilizando y tampoco parecía tener prisa.

Era como si el grupo de Rhode hubiera venido aquí de vacaciones, pero los que se suponía que habían venido a matarlos eran los que sí estaban aquí de vacaciones.

Parecía que no les importaba un demonio.

Solo eran un montón de basura que pedían dinero sin trabajar.

En efecto, un profesional no traicionaría a su propio grupo mercenario solo por dinero, ¿cierto?

Además, Burning Blade era un grupo poderoso.

Incluso si hubiera diez Jade Tears, no podrían compararse con Burning Blade.

Así que, ¿se atreverían a atacar a Burning Blade?

¿Acaso no temían que si los ofendían, pudieran ser aplastados?

Aunque la Asociación de Mercenarios había prohibido la pelea, si uno de los tres grupos más importantes quería destruir por completo a Jade Tears, ni siquiera el rey de los cielos podría protegerlo.

Frank tampoco era idiota así que, ¿por qué cometería tal error?

Sostenía la insignia mientras reflexionaba, pero al final no pudo pensar en nada.

Según la situación actual, podía ser que el mercenario de Burning Blade viniera aquí en una aventura, se encontrara algo por accidente y cayera del acantilado.

Eso sonaba más lógico.

En cuanto a lo que había ocurrido realmente, aún necesitaba esperar hasta que el herido despertara.

Rhode rápidamente les ordenó a todos que se tomaran un descanso.

Tenía un mal presentimiento.

Sabía por qué, pero Rhode igual tuvo mucho cuidado y contactó al viejo Walker una vez más a través del Ave Espiritual.

Por las noticias que había recibido, el grupo mercenario Jade Tears todavía no se había movilizado.

Parecía que el peligro no eran ellos.

Entonces, ¿de dónde había venido esa peligrosa sensación?

Rhode no obtuvo la respuesta inmediatamente como esperaba.

Aunque el mercenario había escapado de la muerte, solo fue por el hechizo curativo de Lize.

De acuerdo con ella, todavía estaba muy mal herido y no despertaría pronto.

Aparte de esperar, no había más nada que él pudiera hacer.

Claro, solo podía esperar que no hubiera ocurrido nada malo.

Ya había suficientes problemas últimamente.

Pero la vida siempre era así.

Mientras más deseara uno que algo no ocurriera, más probabilidades habría de que sí pasara.

Al ver a Lize parada a su lado, su cabeza no pudo evitar empezar a doler.

—¿Quieres preguntarme por Celia?

—Sí, Sr.

Rhode —Lize inclinó la cabeza, sintiéndose curiosa—.

Me da mucha curiosidad la relación entre ustedes dos.

¿En serio es su subordinada?

¿Y por qué nunca había escuchado eso antes?

…

Rhode se rascó la cabeza sin saber cómo responder.

Era un mago que nunca había salido con una mujer.

Normalmente, cuando una chica mencionaba a otra, no era algo bueno.

Al principio esperaba que las otras dos mujeres aprovecharan la oportunidad para meterse y ayudarlo, pero se decepcionó.

Anne dormía en la suave grama como siempre.

Parecía que no había más nada en su vida aparte de comer, beber y divertirse.

Parecía que Marlene también se había infectado con la misma enfermedad que Lize.

Sostenía sus mejillas con las manos mientras se quedaba dormida, y Rhode no sabía en qué estaba pensando.

En cualquier caso, no había refuerzos.

—En serio es mi subordinada —En realidad Rhode no mentía.

Desde otro punto de vista, los espíritus de invocación sí eran sus subordinados—.

Bueno…

como antes ocurrieron muchas cosas, decidió cuidarme y ayudarme.

Eso es todo.

Rhode lo tenía muy claro: cuando hablaba con una mujer, debía ser vago y no explicar con mucha claridad lo que quería decir.

A veces los hombres eran demasiado lógicos y querían explicar todo claramente.

Pero en la opinión de una mujer, eso haría que pareciera que él estaba subestimando su inteligencia o sintiéndose culpable.

Como ninguno de los dos era tonto, el asunto ya era bastante obvio y él no tenía que explicarlo con detalles, como si le preguntara a ella por qué tenía que usar una falda y eso, ¿cierto?

Esa era la diferencia entre hombres y mujeres.

Los hombres necesitaban una explicación muy detallada y clara, incluso si había ocurrido en el pasado.

Por eso los hombres no podían entender por qué las mujeres los molestaban aunque lo hubieran explicado claramente.

Pero para las mujeres era diferente, especialmente cuando se trataba de otra mujer.

Si hasta podía recordar claramente el barniz de uñas que usaba y la razón por la que había venido, ¿por qué recordaría tanto si no le interesaba la chica?

No repetiría este error de su juventud.

Realmente era una lección de vida.

Como era de esperar, al escuchar la respuesta de Rhode, Lize asintió con la cabeza.

Parecía que había entendido lo que Rhode quería decir.

Listo.

Aunque todavía se veía confundida, no siguió preguntando.

Al fin Rhode se sintió aliviado.

Aunque no sabía qué pensaba Lize de su respuesta, como la había aceptado, él no tenía que seguir pensando en el problema.

En este mundo era mejor saber menos.

En este momento sonó un doloroso sonido.

—Ugh…

—¡Está despierto!

Al escuchar el sonido, Lize se volteó rápidamente y corrió hacia la tienda.

La expresión de Rhode se puso seria y la siguió.

Cuando llegó a la tienda, vio que el mercenario estaba tomando mucha agua después de despertarse.

Era como si casi hubiese muerto en un desierto y al fin hubiera encontrado un oasis para saciar su sed.

Lize estaba sentada a su lado, sosteniendo la cantimplora con cuidado para evitar problemas.

—Ah…

—después de beberse la mitad de la cantimplora, el mercenario suspiró profundamente.

Después se volteó y miró a Rhode—.

Gracias, gracias por salvarme.

Si no fuera por ustedes, tal vez ya me habría…

—No hay problema.

Es lo que debemos hacer —Rhode agitó la mano y lo detuvo.

Después estiró su mano para darle la insignia—.

Esto es tuyo, ¿cierto?

Tengo mucha curiosidad, siendo un miembro de Burning Blade, ¿cómo terminaste tan herido aquí?

—Esto…

—Al ver la insignia, el mercenario se sorprendió por un momento.

Después pareció recordar algo y se levantó de golpe—.

¡Cierto, nos atacaron!

¡Demonios!

Debo volver rápido, ¡ah!

—Pero justo al despertar sintió un intenso dolor en el cuerpo.

Su cara se puso verde y le cayó sudor de la frente.

Se podía ver lo severa que era la herida.

Lize lo sostuvo rápidamente y lo ayudó a acostarse otra vez.

—No te puedes mover.

Sufriste una herida muy grave que aún no se ha curado.

—Pero no puedo perder tiempo aquí.

Debo volver rápidamente a la Asociación de Mercenarios y pedirles ayuda…

Demonios.

—¿Le ocurrió algo a Burning Blade?

—Al escuchar lo que dijo, Rhode frunció el ceño.

Parece que era tal como él esperaba, pero todavía tenía mucha curiosidad.

En el Bosque Crepúsculo, ¿qué podía herir a un grupo mercenario tan poderoso hasta el punto de que pidiera ayuda a la Asociación de Mercenarios?

—Así es, Lil…

Señor —Después de ver a Rhode con cuidado, el hombre corrigió sus palabras rápidamente para no atraer problemas—.

Si la memoria no me falla, usted es el líder del grupo mercenario Starlight, ¿correcto?

—Así es, soy yo —Aunque la oración anterior hizo que Rhode frunciera el ceño, pretendió que no escuchó nada porque el hombre la reformuló rápidamente—.

¿Puedes decirme qué pasó?

Si lo necesitas, creo que puedo ayudarte.

—Esto fue lo que pasó…

—Después de escuchar hasta aquí, o tal vez porque sabía que estaba gravemente herido y que no podía terminar su misión, solo pudo suspirar y empezó a explicar qué había pasado.

Después de que la Reunión Conjunta de Mercenarios terminó, Hiller trajo a su grupo mercenario al Bosque Crepúsculo.

Primero, porque estaba en el camino hacia ciudad Vientoligero, y segundo, porque tenía la misma idea que Rhode: quería entrenar a sus subordinados.

Aunque la prohibición era de un mes, como mercenario, era importante seguir luchando de vez en cuando.

Aunque las cosas fueron bastante bien al comienzo, algo ocurrió repentinamente y los Burning Blade entraron en territorio de serpientes de viento, y fueron atacados.

Al principio no les prestaron atención a las serpientes, ya que eran criaturas mágicas comunes, pero lo que ocurrió después superó sus expectativas y las serpientes de viento empezaron a aumentar en cantidad.

Cuando se percataron de lo malo que era, ya les habían rodeado.

Como era difícil escapar de esa situación, Hiller decidió enviar un grupo pequeño para que saliera del envolvimiento de las serpientes y buscara ayuda.

Pero no tuvieron muy buena suerte.

Sin importar lo débiles que fueran las hormigas, cien o mil de ellas eran suficiente para matar gente.

Lo mismo ocurría con la serpiente de viento y aunque lograron atravesar el envolvimiento, fueron gravemente heridos.

Al ser el último sobreviviente, este mercenario se cayó por el acantilado cuando las serpientes lo persiguieron.

Afortunadamente lo salvaron y sobrevivió.

—¿Rodeado por las serpientes de viento?

—Después de escuchar, Rhode pensó que era poco creíble.

Un grupo de serpientes de viento solo llegaba a los centenares.

Podían ser lo suficientemente poderosas como para atacar a un grupo mercenario pequeño, pero no se suponía que fueran capaces de atacar a un grupo mercenario armado hasta los dientes, ¿cierto?—.

¿Cuántas son?

Al escuchar esta pregunta, el mercenario inicialmente tranquilo mostró una expresión asustada.

—¡Miles!

¡Son miles!

Al escuchar esto, el corazón de Rhode se encogió.

Alzó la cabeza y vio a Lize.

En este momento estaba agarrándose las manos como si hubiera pensado en algo y miraba a Rhode.

Parecía que lo habían adivinado.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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