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125: Capítulo 125: Festín Del Loto Rojo (1) 125: Capítulo 125: Festín Del Loto Rojo (1) Editor: Nyoi-Bo Studio —Lo siento, Sr.

Rhode.

No puedo hacerlo… Marlene apretó sus puños mientras miraba al hombre que estaba a su lado escuchando su respuesta con una expresión de dolor.

Podía sentir un poco de renuencia en su corazón.

No era una persona egocéntrica; aunque había sido llamada genio durante más de diez años, aprendió que siempre había alguien mejor que ella.

En efecto, era talentosa y capaz, sin embargo, no era lo mismo que ser fuerte.

A su edad, no había nadie que pudiera superar su nivel, pero en comparación con todos los magos del continente, había muchos que eran más fuertes que ella.

No había forma de que pudiera pedir tener un oponente de su misma edad; simplemente no sería realista.

Por eso Marlene nunca se avergonzaba de admitir sus deficiencias.

Sin embargo, esta vez no se sintió dispuesta.

Basándose en su sensibilidad hacia las reacciones elementales, parecía ser capaz de captar el residuo mágico que dejó su oponente.

Con solo un paso más, ya podría determinar cuán fuerte era.

Después de tantas batallas, comprendía claramente lo importante que era averiguar de antemano la fuerza del enemigo.

Si lo hiciera después de que comenzara la batalla, no habría suficiente tiempo y ya sería demasiado tarde.

Pero no pudo hacerlo; el nivel de control mágico de ese mago estaba por debajo del de ella, pero él tenía más experiencia.

Lo intentó muchas veces, pero no pudo averiguar nada.

Sabía que el nivel del oponente era más alto que el suyo, pero no podía averiguar hasta qué punto.

Era como mirar la Luna con un cielo nublado.

«Si fuese un poco más fuerte…» Tras pensar eso, Marlene se adormeció.

Por eso, no se dio cuenta de la enorme ola mágica que se condensaba silenciosamente sobre ella.

¡Bum!

Un sonido devastador resonó en sus oídos.

El frío que sintió a sus espaldas hizo que volviera a la realidad.

Lo primero que vio fue a Rhode aferrándose a ella, haciendo que se sonrojara.

Sin embargo, un momento después, luego de mirar las nubes oscuras que rodeaban el cielo, la expresión de Marlene cambió.

Rápidamente, extendió el brazo y su varita destelló.

Pronto, apareció una barrera poligonal y la cubrió por completo.

—¡Dispérsense todos!

¡Montaraces y ladrones, permanezcan en su lugar!

¡Todos los demás son responsables de la defensa!

Rhode no tuvo tiempo de hacer preguntas; rápidamente rodó y se puso de pie.

Al mismo tiempo, dio órdenes a los demás.

Lo que pasó había ido más allá de sus expectativas.

No pensó que el mago sería tan impaciente como para atacar personalmente tan rápido.

Al principio, Rhode pensó que se escondería con paciencia en la oscuridad, pero, en realidad, atacó inmediatamente y… Pensando en eso, Rhode estaba desconcertado y miró a Marlene.

En lugar de caminar frente al grupo, caminaban cerca del centro.

No se suponía que les fueran a atacar.

Rhode era consciente de las debilidades de los magos; eran buenos en los ataques a gran escala, pero les era difícil enfrentarse al ataque de un grupo.

Por eso, en general, antes de que un mago lanzara un ataque, se lanzaban un hechizo de protección a sí mismos.

También atacaban al líder después de acabar con los más débiles.

Ese también era otro motivo por el que Rhode no esperaba que el mago lo atacara primero.

Pensó que elegiría atacar el centro o la retaguardia, y que luego lanzaría un ataque a gran escala y acabaría con los otros con tranquilidad.

Realmente no esperaba que atacara a Marlene.

Sin embargo, teniendo en cuenta que solo había una maga en su grupo, y que si el enemigo era capaz de acabar con ella primero, su siguiente movimiento sería más fácil, a Rhode todavía le resultaba extraño.

Un mago que podía controlar a un grupo de serpientes de viento y rodear al grupo mercenario Burning Blade durante unos días, ¿había perdido la paciencia solo por su aparición repentina?

Parecía que el asunto no era tan simple.

En ese momento, un rayo golpeó el suelo con fuerza.

Aparentemente, los mercenarios ya se habían preparado bien.

Después de escuchar la orden de Rhode, se dispersaron rápidamente y se escondieron por el terreno.

Aunque eso podría presionarlos cuando se enfrentaran a las serpientes de viento, si se reunían, podrían tener una oportunidad para atrapar al mago.

Solo había unos pocos novatos entre ellos, así que la mayoría conocía esa táctica.

Rhode sacó a Marlene y Anne escondió a Lize detrás de dos rocas.

Los rayos seguían cayendo a su lado, mezclados con un sonido devastador y una luz brillante que cegaba a todos casi por completo.

El suelo se derrumbaba por el impacto de los rayos, los árboles caían al suelo y sus restos estaban cubiertos de llamas y humo.

Por un momento, pareció como si estuviese por llegar el fin del mundo.

Esa era la verdadera fuerza de un mago.

Por suerte, la tormenta no duró mucho y terminó en dos o tres minutos.

Sin embargo, Rhode y los demás no tuvieron tiempo de relajarse.

De repente, oyeron un estallido en el aire acercándose.

—¡Sr.

Hiller, siga el plan original!

A través de las copas de los arboles, Rhode pudo ver la figura que flotaba en el cielo.

Un mago solo podía lanzar un hechizo mágico en un lugar que pudiera ver, y la distancia entre ellos era la única ventaja de Rhode.

Pero incluso después de que el culpable se mostrara, tratar con él no sería fácil.

Mirando a la serpiente de viento en la que se sentaba, se podía ver claramente que las cosas no serían tan simples.

Después de escuchar las palabras de Rhode, Hiller también ordenó a los demás que se prepararan rápidamente para defenderse de las serpientes de viento que se aproximaban.

Esa vez, no utilizaron la poción de precipitación del elemento gas.

Esto era lo que Rhode había planeado: si la usaban desde el principio, entonces el mago probablemente se retiraría y derrotarlo después sería más difícil.

El plan era usar su propia fuerza primero para resistir el ataque de las serpientes de viento; después de que el mago se diera cuenta de que ya no podían usar el poder de las pociones, probablemente haría algo al respecto.

Si podían aprovechar la irrupción repentina de ese momento, quizá tendrían una posibilidad para derrotarlo.

Era una guerra entre magos.

Marlene estaba envuelta en el hechizo de protección.

Se levantó y miró solemnemente al cielo.

Murmuró un antiguo hechizo; al mismo tiempo, el mago que estaba sentado encima de la serpiente de viento también apretó los puños.

La magia se condensó una vez más y se convirtió en una rugiente serpiente de trueno.

Entonces, el mago de capa negra apuntó sus manos hacia abajo.

Al mismo tiempo, Marlene presionó fuertemente su varita mágica contra el suelo.

La condensada serpiente de trueno abrió su boca y se dirigió hacia ella.

Entonces, el cristal de hielo en la varita de Marlene también comenzó a surgir y a condensarse en un águila de hielo que extendió sus alas.

Los dos bandos volvieron a chocar.

Una explosión hizo eco en el aire.

Durante algunos momentos, incluso el espacio pareció distorsionarse debido a los diferentes elementos de sus magias.

Los cristales de hielo se dispersaron, se convirtieron en nieve y cayeron al suelo.

De alguna manera, se veía hermoso.

Sin embargo, ninguno de los dos magos dejaron de atacar.

Marlene murmuró levemente y unos cuantos tornados en llamas salieron a la superficie.

Perforaron las nubes y rugieron hacia el mago de capa negra.

Pero, esta vez, no esperó a que ella reaccionara; la serpiente de viento abrió la boca de repente y chilló.

Acto seguido, la tormenta silbante se convirtió en una ola que formó una barrera de varios metros de altura.

Ambas partes se encontraron al instante.

En ese momento, la expresión de Marlene cambió.

Cuando la barrera de tormenta, que estaba erguida como una pared, entró en contacto con el tornado de llamas, envolvió su poder por completo.

Esa fuerza terrible era suficiente como para conquistar una ciudad, disolverla con una energía intangible, y luego reintegrar la energía en una barrera.

Marlene pudo sentir que la ola se dirigía hacia ella; no pudo evitar retroceder unos pasos para estabilizarse.

Sin embargo, la gema que antes era brillante, se había vuelto opaca; esa fuerza misteriosa había causado un daño enorme.

¡Era un señor nivel maestro!

Ese pensamiento pasó por la mente de Marlene.

No pudo evitar sorprenderse.

Por supuesto, sabía lo que significaba enfrentarse a un señor de las serpientes de viento nivel maestro: el oponente podía controlar libremente cualquier cosa que estuviera relacionada con el elemento viento, lo que significaba que no podría usar magia de viento para herirlo, y si lo hacía, ¿quién sabía qué podría pasar?

Frente a un enemigo que flotaba en el aire, si no usaba magias del elemento viento, ¿cómo se suponía que lidiara con él?

El mago no esperó a que Marlene encontrara la respuesta y, una vez más, un rayo surgió de la barrera de viento y voló hacia Marlene.

Aunque reaccionó rápidamente, solo pudo levantar su varita cuando el rayo llegó a ella.

El escudo protector finalmente había llegando a su límite, se rompió y quedó destrozado como porcelana.

Se colapsó por completo y el rayo se precipitó hacia adelante en un abrir y cerrar de ojos.

Casi llegaba a su objetivo cuando una barrera dorada apareció y lo bloqueó.

¡Buuum!

Independientemente de si su objetivo fue destruido con éxito o no, y a pesar de que el rayo fue bloqueado, creó una violenta explosión.

Entre las llamas, Marlene voló hacia atrás y cayó pesadamente al suelo.

Pronto, una mano sostuvo su hombro, y luego una cálida luz envolvió su cuerpo y sanó sus heridas.

Lize se agachó al lado de Marlene.

Su expresión era muy seria; delante de ella, Anne levantaba su escudo en alto mientras se concentraba en la persona que estaba flotando en el aire.

—Esto es realmente inesperado… Mirando a las cuatro chicas que tenía ante él, el mago de capa negra resopló.

Miró hacia las serpientes de viento que siguieron sus órdenes y empezaron a atacar, pero esas sabandijas bloqueaban el avance de las serpientes.

Eso no era nada; morirían tarde o temprano, era solo cuestión de tiempo.

Sin embargo, lo más importante en ese momento era matar a la maga.

Aunque solo habían intercambiado unos pocos golpes, el mago de capa negra ya había descubierto el poder de Marlene.

Teniendo en cuenta su edad actual, era realmente inesperado que su capacidad de control y reacción hubiese alcanzado ese nivel.

El mago de capa negra nunca había visto a una chica tan aterradora.

En ese momento, ya había abandonado por completo la idea de llevársela para convertirla en su sirvienta.

Planeaba matarlos a todos.

Después de todo, con una chica tan talentosa como ella, aunque a veces pudiera controlarla, seguiría siendo difícil asegurar que no le traería ningún problema.

Claramente, plantar la semilla de una futura calamidad sería imprudente, cuando las mujeres eran abundantes en el mundo.

Con eso en mente, el mago de capa negra entrecerró los ojos.

Acarició la cabeza del señor de las serpientes de viento y miró cuidadosamente a la gente que bloqueaba el camino frente a él.

«Espera.

¿Adónde fue el hombre vestido de negro?» De repente, escuchó un ligero sonido penetrante detrás de él.

Un momento después, Rhode sujetaba una espada roja que se dirigía al corazón del mago de negro.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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