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131: Capítulo 131: La Punta De Un Iceberg 131: Capítulo 131: La Punta De Un Iceberg Editor: Nyoi-Bo Studio Como un mago real, Amund había perdido la cuenta de cuántas veces había entrado en este glorioso palacio.

El liso suelo de mármol era tan limpio que podía ver su propio reflejo.

Sus alrededores estaban decorados con una lujosa araña de cristal.

Las luces brillantes y las suaves daban una sensación de calidez y comodidad.

Una pizca de aroma se extendía por doquier, generando una atmósfera acogedora y pacífica.

La gruesa puerta de madera de atrás se cerró lentamente e hizo eco de un sonido profundo, pero Amund no mostró la más mínima expresión de nervios.

Sonrió, se arregló su túnica roja, caminó hacia la joven que estaba echada en el sofá de terciopelo e inclinó la cabeza.

—Su Alteza.

—Hola, Amund —Lydia estaba acostada perezosamente con los ojos medio cerrados, viendo al anciano que tenía en frente y sonriendo—.

Espero que no me culpes por llamarte cuando estás ocupado.

—Para nada, Su Alteza —Amund alzó la cabeza y la miró con dulzura—.

Como alguien que ha servido a la familia real por generaciones, ciertamente no rechazaré su invitación.

—Muy bien.

Si hubiera retrasado un itinerario importante, me sentiría muy incómoda —dijo la chica mientras se incorporaba.

Una piel blanca y perfecta que no se suponía que existiera fue revelada debajo del chifón.

También aparecieron lentamente seis alas sobre su espalda, dándole una atmósfera sagrada al palacio.

Al ver su expresión, Amund solo sacudió la cabeza y sonrió con ironía.

Ya estaba acostumbrado a su tranquilidad.

Antes de que tuviera éxito en su posición como Gran Duque y cuando todavía era su estudiante, Amund también le había recordado varias veces que prestara atención a su comportamiento.

Pero, claramente, ella tenía una opinión distinta sobre eso.

—Sir Amund, mi belleza se ha mezclado con la de este mundo.

Es un pecado esconder este tipo de belleza.

Como nunca hago nada mal, ¿por qué no debería mostrarme dignamente?

Como mi existencia puede hacer del mundo un lugar más hermoso, ¿por qué debería negarme a mostrarme?

Si otros dijeran estas palabras, sonarían extremadamente arrogantes, pero escucharlo de su boca sonaba natural.

Siempre estaba llena de confianza y orgullo, y no dejaba que nadie le cambiara sus opiniones.

Claro, el mundo exterior no tenía una buena impresión de ella.

Floja, cruel y palabras afines eran los adjetivos más comunes para describirla, pero aun así, ella seguía su propio camino y no le importaban tales rumores.

Tal vez por eso había sido capaz de ser exitosa.

—Entonces, ¿cuál es el problema para que me haya convocado aquí?

—Es así—se sentó en el sofá y sonrió con ambas manos sobre las mejillas mientras miraba al viejo mago de barba blanca—: Eso que te pedí que hicieras; la situación ha cambiado.

—¿Ah, sí?

Habiendo escuchado esto, Amund se sorprendió un poco pero no la cuestionó de inmediato.

Observaba a Lydia y esperaba que dijera algo.

Sabía con certeza que ella era una persona reflexiva.

Aunque normalmente se veía relajada, si la gente la tomaba como una persona simple y laxa, morirían miserablemente.

Amund todavía recordaba uno de los eventos ocurridos cuando Lydia tenía 12 años y apenas había ascendido a su posición de Gran Duque dos años atrás.

Su reinado todavía era inestable y el viejo general había renunciado repentinamente debido a una enfermedad, generando una vacante en el puesto de portador del poder militar del país.

Para muchos, esa era la mejor oportunidad para obtener ese poder.

Si uno pudiera ganar el poder militar, era probable que se convirtiera en el gobernante sombrío de todo el Reino Munn.

Después de todo, Lydia todavía tenía 12 años en aquel entonces, y nadie pensaba que una niña de esa edad pudiera dirigir un país, especialmente en los aspectos militar y político.

Claro, en aquel momento había mucha gente que quería controlarla para hacerse con el poder y la capacidad de meter a las chicas más hermosas de todo el continente en una habitación.

Nadie perdería una oportunidad así.

Al final, la posición cayó sobre los dos comandantes militares de las fronteras oriental y occidental.

En aquel momento muchos pensaban que el comandante militar occidental tenía la mayor probabilidad de obtener este cargo, ya que había derrotado muchas razas extranjeras que intentaron invadir el país.

Por otro lado, el comandante militar oriental nunca hacía nada.

Por eso muchos pensaron que el comandante militar occidental obtendría la posición, gracias a sus numerosas acciones.

Pero el resultado superó todas sus expectativas.

Cuando fueron llamados para designar al general, Lydia, que se había quedado en silencio, de repente tomó una impactante decisión.

No solo designó al comandante militar oriental como general, sino que al mismo tiempo arrestó al occidental bajo cargos de hacerle daño a la familia real.

Después de que esto ocurrió, todos hicieron un alboroto.

Muchos ni siquiera pensaron que la situación daría una vuelta de 180 grados.

Había gente que pensaba que era algo injustificado, gente que protestó y gente que se opuso.

Pensaban que aunque esta chica era joven, su sed de poder era extremadamente fuerte.

Le preocupaba que el comandante militar occidental pudiera desestabilizar su posición, por lo que actuó primero.

Sin embargo, Lydia guardó silencio incluso después de escuchar las protestas, hasta un mes después.

Treinta días más tarde, el resultado del juicio impresionó a todo el mundo.

La razón por la que el comandante militar oriental había tenido tanto poder militar a lo largo de los años era que provocaba deliberadamente a las razas extranjeras de vez en cuando y luego las mataba para ganar más poder militar.

Gracias a esto, el peligro de las razas extranjeras había sido eliminado pero, debido a la continua guerra, los habitantes de la frontera occidental vivían en pobreza.

Aunque la guerra la peleaba el ejército, los habitantes también se veían afectados.

Por contra, la región de la frontera oriental siempre había estado en paz.

Los residentes vivían en armonía con la gente fuera del reino.

Como no había tal cosa como la guerra, naturalmente no había forma de que el comandante militar oriental obtuviera méritos militares.

Precisamente por esta razón, el comandante siempre estaba al fondo de cualquier cuadro de honor.

Hasta entonces, Lydia, que había viajado por todas partes para disfrutar del paisaje exterior, finalmente apareció.

Al mismo tiempo, se emitió el resultado del juicio.

Todos los oficiales de la región fronteriza occidental cercanos al comandante militar fueron apresados, y los que anteriormente acusaron a Lydia de ser injusta, también fueron incluidos.

En solo 10 días, un total de 580 personas, incluyendo nobles y oficiales militares, fueron arrestadas y ejecutadas.

Cuando fueron condenados a morir, los sucesores de sus puestos ya habían sido elegidos.

Desde ese día en adelante, nadie se atrevió a subestimar a esta violenta chica que disfrutaba las cosas bellas.

Naturalmente, Amund conocía la situación actual del Reino Munn.

Precisamente por esto, Lydia lo había designado personalmente para que se encargara de este asunto.

Sin embargo, ahora de repente decía que las cosas estaban así…

¿Acaso era porque hubo un cambio en la situación?

—Lo adivinaste, Amund —Como si Lydia le hubiera leído la mente, le respondió sonriendo—: Según la información que obtuve, el peligro ya ha sido eliminado.

—¿Eh?

—Al escuchar esto, el viejo mago se sorprendió por un momento y luego frunció el ceño—.

¿Quiere decir que…?

—Este es el informe que recibí esta mañana —dijo Lydia y estiró la mano para entregarle una exquisita carta con patrones florales.

Después tomó una taza de té negro que emanaba una dulce fragancia desde su escritorio.

Luego entrecerró los ojos y tomó un sorbo.

El viejo mago se inclinó y luego abrió la carta.

Empezó a leer con cuidado la información que contenía.

Aunque su expresión no cambió, la repentina agudeza de sus ojos mostró su reacción de sorpresa.

Luego bajó la carta y vio a la chica una vez más.

—¿Qué piensas, Amund?

—Si esto es una broma, entonces permítame reírme de ella —el viejo mago sonrió con ironía y sacudió la cabeza, pero su expresión no parecía una de risas.

—Si esto es un hecho…

solo puedo decir que es demasiado increíble.

—Las cosas desconocidas son las más fantásticas del mundo.

Ante la admiración del mago, Lydia solo mostró disfrute.

—Cuando abres una puerta, nunca sabes qué habrá escondido dentro.

Esto es lo más interesante.

Estas cosas desconocidas son lo que más me gusta.

Me ponen nerviosa y feliz, cosa que para mí es indispensable.

Originalmente pensaba que mis lindos subordinados se ocuparían de este asunto, pero nunca pensé que me darían una sorpresa tan agradable.

—Pero…

—El mago no era tan optimista como Lydia.

Se frotó su larga barba con una expresión seria—.

Perdóneme por ser directo, Su Alteza, pero no creo que un grupo mercenario ordinario pueda derrotar un mago del círculo interior de nivel 3.

Incluso si fuera yo, necesitaría esforzarme para lograrlo.

Creo que hay algo detrás de esto…

—Entiendo lo que quieres decir, Amund —Lydia estiró la mano y detuvo sus palabras—.

Esta es la razón por la que te convoqué.

Croe que el informe de mis pequeños subordinados es correcto, y también nos trajeron algunas pruebas.

Pienso que tú también te percataste de que hay una persona…

central en este asunto.

—¿El joven llamado Rhode Alander?

—Habiendo escuchado esto, el viejo mago pensó por un rato y preguntó rápidamente.

—Así es.

Según el informe, no es la primera vez que salva grupos mercenarios de la región Paphield y destruye sus planes.

Además, también aniquiló al grupo Jade Tears.

Si ponemos todo junto, no creo que sea un accidente.

Según el reporte, este hombre llegó a Ciudad Piedra Profunda hace un mes, pero el plan que el País de la Luz se había esforzado un año por gestar fue completamente destruido.

Creo que es un gran golpe para el viejo impaciente de la Asociación de Mercenarios.

Al decir esto, Lydia dejó de hablar y sonrió.

—Sobre su identidad…

¿es cierto?

—Le pregunté a la Pradera Este sobre este asunto, pero guardaron silencio como de costumbre.

Sin embargo, esto no es importante; lo más importante es que este joven parece conocer sus planes e intenta destruirlos.

No me importa de dónde salió.

Como pudo darme tanto placer, creo que no será nuestro enemigo.

—Entonces, quiere decir que…

—Al decir esto, el mago ya había adivinado un poco la razón por la que ella lo había llamado.

—Espero que puedas ir a Piedra Profunda conmigo para investigar a este joven en secreto.

Es mejor verlo de cerca.

Después de todo, está dispuesto a ayudar a nuestro Reino Munn.

Como la gobernante, creo que debo saludarlo, y…

—Diciendo esto, Lydia aplaudió y mostró una hermosa sonrisa llena de deseo—.

Escuché que es una persona muy hermosa.

Si es cierto, sería una lástima que no pudiera añadirlo a mi colección, ¿cierto?

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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