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135: Capítulo 135: Fantasma En Las Sombras 135: Capítulo 135: Fantasma En Las Sombras Editor: Nyoi-Bo Studio Frank nunca se había sentido tan desafortunado.
Era un hombre ambicioso y siempre había querido ser exitoso.
Después de trabajar tanto, finalmente había llegado a la etapa final de su plan, pero se arruinó por completo en el punto más crucial.
Frank no podía creer cómo una persona podía tener tal poder.
Cuando Frank vio a Rhode por primera vez, no lo puso en su mira.
Aunque se tomó la molestia de investigar a Starlight cuando se estableció, no pensó que este hombre que «salió de la nada» sería una amenaza para él.
Igual se sorprendió al escuchar de Clinton que Rhode era un sobreviviente del ataque al buque flotante y que también había escapado a los asesinos enviados por el País de la Luz.
Pero solo estaba un poco sorprendido, nada más.
Creía que Rhode no podría adivinar la serie de eventos que iban a ocurrir.
Cuando Clinton no pudo asesinar a Rhode, a Frank no pareció importarle.
Al contrario, estaba feliz.
Después de todo, Clinton era un traidor.
Incluso si su razón era dinero, mujeres o autoridad, traicionar el país propio se consideraba algo despreciable.
Por desgracia, Frank no tenía ni idea de que caería en el mismo agujero que Clinton.
¡Santa alma!
Juraba por los Cinco Dragones Creadores que nunca había visto a Rhode.
Ni siquiera ahora sabía por qué Rhode se había mostrado hostil con él cuando se conocieron.
Si no fuera por esa maga que lo salvó, tal vez estaría muerto.
Desde ese momento decidió prestarle más atención a Rhode, y también empezó a dudar.
¿Conocía su plan o no?
Pero de acuerdo con la información que había reunido hasta ahora, parecía poco probable que eso ocurriera.
Esta situación dejó a Frank en un dilema.
¿Por qué guardaba ese joven rencor hacia su grupo mercenario?
¿Solo por su personalidad?
¿O descubrió el plan del País de la Luz para matarlo?
Sin importar cual fuera la razón, Frank no podía darse el lujo de que Rhode siguiera andando libre.
Por eso había enviado sus hombres y ese mago como respaldo, en caso de que algo inesperado ocurriera.
Como también había recibido información de que Burning Blade estaba cerca, pensó que sería mejor matar dos pájaros de un tiro.
Frank pensó que su plan era infalible e imposible de romper, pero la realidad le dio una brutal cachetada y lo mandó directo al infierno.
Después de enviar a sus hombres, Frank esperó pacientemente las buenas noticias.
Estaba seguro de que habían acabado exitosamente con Starlight y Burning Blade.
Este impactante evento sumiría a la Región Paphield en caos, algo que él sin duda aprovecharía.
Un plan tan perfecto…
No hay duda de que la Asociación lo alabaría por su conducta.
¡Todo lo que tenía que hacer era esperar que ese día llegara!
Desafortunadamente, las «buenas noticias» que Frank esperaba ansiosamente eran la muerte de sus subordinados.
Ni siquiera el mago se salvó.
Era como si un hombre borracho tuviera sexo con una mujer, pero al despertar al día siguiente se diera cuenta de que la mujer con la que había dormido era increíblemente horrenda.
Tal era una tragedia.
Y eso no era todo.
Frank también había recibido una pizca del disgustos de la Asociación.
Aunque aún no le habían dado una orden oficial, estaba seguro de que incluso si pudiera sobrevivir a su ira, ya no lo querrían más.
Pero no estaba dispuesto a rendirse así de fácil.
Ni siquiera ahora podía entender cómo Rhode logró averiguar su plan.
Era un misterio total; sí parecía que Rhode le guardaba mucho rencor, pero aparte de la provocación en frente de la Asociación de Mercenarios, no había tomado la iniciativa para ocasionarle problemas.
¿No era eso extraño?
¡Su forma de vengarse era demasiado!
Frank no se demoró mucho en ese pensamiento.
En este punto, no importaba si Rhode conocía su plan o no.
Como ya había matado al mago, el resultado era tan claro como el agua.
Debía descubrir una forma de matar a ese joven y destruir su grupo mercenario.
Después podría pensar en otra forma de alterar la Región Paphield.
Frank creía que podría reparar su error si tenía éxito, e incluso si la Asociación estaba molesta por su desempeño inicial, al menos tendría resultados que aprovechar.
Frank de repente se sintió motivado.
Por el bien de este destello de esperanza, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.
Ahora estaba parado en una profunda cueva.
Luego frunció el ceño y miró fijamente a sus subordinados con una expresión sombría.
Estaban en una espaciosa galería de la mina.
Por las herramientas oxidadas, las tablas podridas y algunos carros chamuscados, estaba claro que esta mina había sido abandonada hace mucho.
Pero comparada con otros túneles similares, había una capa de niebla blanca flotando en el aire.
Era un fenómeno extraño.
¿Por qué habría una profunda niebla blanca en el túnel de una mina?
Frank lo ignoró por completo y adentró más a sus hombres.
Cuando la fina y blanca niebla pasó por los hombres, les hizo sentir mucho calor.
¿Calor?
La antorcha iluminó la oscuridad, pero además de la luz del fuego, había algo en la oscuridad mirando a los hombres.
De repente, Frank sintió cómo su cuerpo ardía.
Su sangre empezó a acelerar a medida que su corazón latía increíblemente rápido.
Era como si algo los estuviera llamando desde las profundidades del túnel…
Y, en efecto, era así.
Después de doblar una esquina, los hombres descubrieron una ancha y alta caverna repleta de niebla blanca.
Cuando observaron el lugar, encontraron una hermosa estatua cerca de una pared.
Esta exquisita estatua estaba claramente fuera de lugar.
Era algo que uno no esperaría encontrar en lo profundo de la mina.
Y todo el que la veía sentía escalofríos en la espalda, como si una poderosa aura maligna estuviera viendo su alma.
Frank avanzó.
Como respondiendo a su movimiento, la densa niebla se separó en dos, revelando un camino que llevaba a una escalera y algo más…
extraño.
Una fuente circular de piedra.
Alzada en el centro de la fuente estaba una feroz bestia con un par de alas.
Un chorro de agua clara caía desde su boca abierta hasta la cuenca.
Pero lo raro era que el agua no producía sonido cuando caía, sino que un hilo de niebla blanca salía de la cuenca cada vez que el agua tocaba el suelo de piedra.
Frank no pareció sorprenderse.
Su año entero había sido un infierno, pero eso no significaba que se sentaría a jugar con sus dedos sin hacer nada más que enojarse.
Cuando recorría la cueva subterránea, descubrió este lugar secreto por casualidad.
Caminó lentamente hacia la fuente e inclinó la cabeza.
Luego estiró el cuello para tocar el agua y la bebió.
Al mismo tiempo empezó a sentir algún tipo de poder ardiendo en su cuerpo, como un volcán que estaba a punto de estallar.
Frank cerró la boca con fuerza y apretó los dientes.
La poderosa fuerza se extendió por todo su cuerpo, y cuando ya no pudo soportarla más, un profundo rugido escapó de su garganta.
—Kekekeke… Se sentía como si algo le martillara la cabeza.
Frank dobló su cintura y pareció meter la cabeza en el agua.
Sin embargo, pudo parar y se enderezó lentamente.
Cuando se volteó, Frank volvió a su habitual frialdad.
—Está hecho.
Ahora es su turno —les dijo a los mercenarios que estaban detrás.
De repente, un color rojo brilló en sus iris.
Nadie le respondió.
Nadie preguntó nada.
Todos se comportaban como marionetas sin almas.
Los mercenarios siguieron la orden de Frank sin chistar e hicieron una fila frente a la fuente.
Cada mercenario extendió su lengua y lamió la cristalina agua.
En este momento, los mercenarios que bebieron el agua repitieron el rugido de Frank, y una luz roja similar apareció en sus ojos.
—Sí, justo así…
—Frank sonrió con frialdad mientras observaba a los mercenarios.
Apretó los puños y sintió una inmensa ola de poder dentro de su cuerpo—.
Esta vez no fallaré.
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