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148: Capítulo 148: Una Guerra Silenciosa 148: Capítulo 148: Una Guerra Silenciosa Editor: Nyoi-Bo Studio Al recibir la indirecta de Klautz, Sereck y Keller dirigieron su atención al joven de cabello oscuro.

Rhode guardó silencio; su expresión no cambió, como si no hubiese oído lo que dijo Klautz.

—Ya que el Sr.

Rhode no está dispuesto a hablar, entonces lo haré yo.

Aunque se mantuvo callado, Klautz no forzó a Rhode.

Se rio y miró a Keller que estaba sentado a su lado.

—Sr.

Keller, recientemente la Asociación de Comerciantes se ha pasado un poco de la raya.

Ya les he dado una advertencia sobre este asunto, pero esta gente parece no tener ningún sentido del remordimiento.

En cambio, sospechan que los precios delos minerales siempre habían sido bajados deliberadamente, perjudicando sus beneficios.

Por eso creo que esta gente haría algo así—explicó Klautz con pesimismo mientras que Keller lo escuchaba con una expresión seria.

Rhode levantó su taza y miró fijamente el remolino de té rojo.

Por fuera, parecía que Rhode no estaba preocupado por las palabras de Klautz, pero en realidad, ya conocía la razón detrás del problema.

En el Reino Munn, los comerciantes no tenían un alto prestigio.

Podían ganar mucho dinero y reputación de muchas maneras, pero carecían de oportunidades para aumentar su poder.

La clase dominante del Reino Munn siempre había sido estricta con el comercio entre países, especialmente con el comercio de sal y minerales, y aún más estricta con los productos básicos esenciales, como los granos de arroz, para poder equilibrar la fluctuación de los precios de los productos.

Por supuesto, hacerlo de esa manera era beneficioso para la estabilización de todo el país, pero a los comerciantes les provocaba una pérdida de negocios.

La verdadera naturaleza del comerciante consistía en buscar siempre ganancias a un menor costo.

Aunque en el Reino Munn tenían muchas ventajas, cuando la ley penalizaba sus ingresos incluso por la más mínima cantidad, causaba un gran descontento entre los comerciantes.

Además, sus derechos en materia de libertad de expresión también eran una cuestión que les importaba mucho.

En el Reino Munn, la familia real era la más alta autoridad, sus palabras eran definitivas.

No permitirían que las grandes asociaciones de comerciantes amenazaran sus derechos con la monopolización del mercado de comercio.

Así que en cuanto cualquier asociación de comerciantes intentara amenazar el reinado de la familia real con tales métodos, para ellos significaría la muerte.

Llegaría el momento de matar y comerse a los cerdos que habían alimentado tan bien.

Como resultado, los comerciantes en el Reino Munn tenían eso muy en claro.

Si se ganaban la vida con un negocio honesto, entonces todo estaría bien, pero si alguna vez amenazaban a la autoridad y al poder de la familia real, entonces estarían muertos.

Bajo tales circunstancias, muchos comerciantes trataron de quejarse o incluso amenazar al Reino Munn, pensando que eran unos tiranos.

Si eso continuara, a la larga, ¿quién se atrevería a hacer negocios con ellos?

Pero incluso cuando enfrentaban esas amenazas, al Reino Munn nunca le importaron.

El Reino estaba situado en una ubicación geográfica estratégica, donde la mayoría del tráfico comercial tenía que pasar por ellos.

Estaban llenos de productos excelentes y asequibles.

Si uno no deseaba ganar dinero, eso no significaba que otros no lo hiciesen.

Si uno pensaba que era una empresa peligrosa, siempre había alguien tratando de robar la oportunidad para hacerse rico.

Perseguir las ganancias era lacaracterística de los comerciantes.

La moral y la justicia nunca habían sido asunto suyo.

De hecho, los comerciantes del Reino Munn esperaban recibir un trato preferente similar al de las grandes asociaciones de comerciantes del País de la Luz.

En el País de la Luz, los miembros del Parlamento y las grandes asociaciones de comerciantes mantenían una relación muy estrecha.

El Parlamento le pedía prestado dinero y mano de obra para aumentar su influencia, ylos comerciantes se beneficiaban con su parte de recursos políticos.

Como resultado, las asociaciones de comerciantes dentro del País de la Luz tenían un poder sustancial, algunas incluso tenían un estatus superior al de los señores de los territorios.

Una vez, esocreó muchos celos dentro de la Unión de Comerciantes del Reino Munn.

Habían sugerido muchas veces y esperaban que el Reino Munn fuese más permisivo en sus regulaciones.

Sin embargo, después del brutal método de Lydia de colgar a los comerciantes que se rebelaban constantemente en la plaza a las afueras de la ciudad Dorada, nadie fue tan estúpido como para volver a mencionar el tema.

Después de todo, aunque la prioridad del comerciante era ganar dinero, si perdía la vida, ¿cómo podrían seguir haciéndolo?

—Ya les he mandado advertencias por escrito pidiéndoles que bajaran los precios delos minerales a un rango aceptable dentro de tres días.

Si no, consideraré tomar algunas medidas para forzar que bajen el precio.

Klautz suspiró.

—He contactado con otras asociaciones de comerciantes de la región y les he garantizado una pequeña suma como compensación.

Sin embargo, tendrán que mantener el precio de sus productos.

No quiero quesurja ningún problema de esto, además, debido alreciente ataque a la carretera comercial, nuestra ruta de exportación no es tan estable como antes… Klautz miró a Rhode y sonrió.

—Es todo gracias a usted, Sr.

Rhode.

Si esto continúa, será difícil decir qué será de la región Paphield… Rhode tomó un sorbo del té rojo con tranquilidad y continuó en silencio, pero a Klautz no le importó en absoluto.

Rhode daba a todos la impresión de que no le gustaba hablar, pero de hecho, Sereck y otras personas cercanas a él sabían que en realidad hablaba mucho, a pesar de su rostro inexpresivo.

Rhode no tenía idea de por qué Klautz seguía sacando el tema, pero podía imaginarse la razón.

Sin embargo, eso no significaba que estuviese dispuesto a hacer lo que Klautz decidiese.

Sin importar qué, el hecho de que Klautz lo invitara a esa reunión secreta sugería que se había dado cuenta de que algo andaba mal, e incluso si Klautz decidiese no ser sincero al respecto, entonces Rhode, naturalmente, no sería tan tonto como para confesarle todo.

—Pero creo que lo más probable es que la Unión de Comerciantes rechace mi petición.

El tono de Klautz de repente se volvió emotivo.

—Eso me decepcionó mucho.

Sr.

Keller, sé que su familia siempre ha manejado bien su negocio minero y que han pasado mucho tiempo en Piedra Profunda.

También confío en su reputación.

No estoy seguro de si…

le gustaría ampliar su negocio… Los ojos de Keller se abrieron de par en par.

Lentamente colocó la taza de té sobre la mesa con una expresión rígida.

Keller no era estúpido.

Por supuesto, sabía lo que quería decir.

Obviamente, si la Unión de Comerciantes no aceptara la sugerencia de Klautz, entonces tres días después, ¡el que se sentaría en la cima sería él!

Y ahora, Klautz le estaba insinuando que se preparara para tomar el control inmediatamente.

Keller no pudo evitar sentir escalofríos.

Era evidente por qué Klautz haría esa sugerencia.

Debía haber investigado el incidente anterior y descubierto el conflicto de Keller con la Unión de Comerciantes, lo que finalmente lo llevó a tomar esa decisión.

Keller se alegró de su decisión inicial.

Aunque había oído hablar mucho sobre la reputación de la Ciudad Dorada, definitivamente no esperaba que fueran tan inescrupulosos.

Si se diera por vencido y aceptara trabajar bajo la Unión de Comerciantes, entonces la persona que lo reemplazaría ya estaría sentada allí.

Ahora que habían llegado a esa etapa, ¿qué le pasaría a su familia?

Keller sintió escalofríos.

En ese entonces, no le importó que Sereck o Rhode estuviesen viéndolo todo desde un costado.

Se levantó y respondió con firmeza.

—No se preocupe, Sr.

Klautz.

Haré los preparativos adecuados.

—Bien.

Después de escuchar la respuesta de Keller, Klautz se rio y giró la cabeza hacia Sereck y Rhode.

—Entonces, lo siguiente que quiero discutir los concierne a los dos, especialmente lo que respecta a los problemas del grupo mercenario Jade Tears.

—En ese caso, no tengo nada que comentar —dijo Rhode poniendo la taza de té sobre la mesa—.

Solo hice lo que debía hacer, eso es todo.

Después de escuchar su respuesta, los ojos de Klautz se iluminaron, revelando su sonrisa una vez más.

—Entiendo lo que quiere decir, Sr.

Rhode.

Pero tengo algo que contarles.

Hace solo dos días, el enviado del País de la Luz, Clinton, regresó a su país.

Antes de irse, propuso una protesta diplomática… Rhode, Sereck y Keller no pudieron evitar resoplar.

Clinton solía ser ciudadano del Reino Munn.

No solo se convirtió en un traidor, sino que durante esos años se convirtió en un perro guardián,¿yahora proponía una protesta diplomática en representación de su dueño?

Los traidores no eran queridos en ninguna parte.

—Pensó que la disolución del grupo mercenario Jade Tears y la desaparición accidental de Frank estaban relacionadas con usted.

Además, Frank era miembro de una familia con buena reputación en el País de la Luz, así que este asunto no terminará tan fácilmente.

A juzgar por su carácter, el País de la Luz no tardará mucho en exigir oficialmente que se le investigue a usted y a su grupo mercenario.

«Interesante».

Rhode frunció el ceño cuando finalmente entendió por qué Klautz lo había invitado a la reunión.

—Esa es una acusación totalmente infundada.No creo que deba molestarmecon algo que no existe.

Rhode contestó con confianza, como si el pobre hombre que atravesó con su espada fuese un completo desconocido.

—¡Genial!

Los jóvenes deben ser así de agresivos.

Klautz se rio a carcajadas y le dio una palmadita en el hombro a Rhode.

—Pero no debería preocuparse demasiado.

Después de todo, este es un asunto interno del Reino Munn.

El País de la Luz solo puede involucrarse hasta cierto punto.

Además, esto es Paphield, no ese nido de ratas, Barce.

Si quieren causar problemas en mi territorio, primero tendrán que pedirme permiso.

Bueno, sin importar lo que pase, lo ha hecho muy bien… Klautz se detuvo un momento, levantó la cabeza y miró a Rhode.

—Pero quiero pedirle un favor, espero que me escuche.

Rhode se quedó en silencio un momento y dijo: —Sí, ¿de qué se trata?

Después de recibir la pronta respuesta de Rhode, la expresión de Klautz se ensombreció inmediatamente.

—La situación es así…Recientemente, según los informes de mis hombres, una aldea cerca de la Cordillera Lauderdale ha sido atacada por criaturas no muertas.

—¿Criaturas no muertas?

—exclamó Sereck.

—Así es —contestó Klautz asintiendo—.

Aunque no lo presencié personalmente, según mi mensajero, las criaturas no muertas son como fantasmas que aparecen todas las noches y causan graves daños a los aldeanos.

Aunque envié a las tropas locales para ayudarlos, han tenido poco éxito.

Por lo tanto, deseo contratar la ayuda de profesionales.

En comparación con otros grupos mercenarios, Starlight se ha desempeñado extraordinariamente bien contra criaturas no muertas.

Además, recientemente muchos de los grupos mercenarios de la región Paphield han sufrido muchas bajas, así que no puedo encontrar a nadie más calificado que usted en este momento.

Espero poder contar con su ayuda.

Klautz dirigió entonces su mirada hacia Sereck.

—Sr.

Sereck.

Conozco la prohibición establecida por la Asociación de Mercenarios.

Sin embargo, como oficial administrativo, me temo que no puedo esperar más.

Además, esos aldeanos están siendo atacados por criaturas no muertas.

Si tuviéramos que esperar a que terminara el período de descanso, sería demasiado tarde.

Además, estoy bastante seguro de que entiende que nuestras fuerzas eclesiásticas no son tan fuertes, si no, los no muertos no los habríantorturado por tanto tiempo.

—De acuerdo, entiendo.

Sr.

Klautz.

Sereck aceptó apresuradamente.

—Puesto que es una orden del oficial administrativo, nosotros, la Asociación de Mercenarios, haremos una excepción.

Por favor, no se preocupe por eso.

—La Ciudad Piedra Profunda dará una remuneración que creemos satisfará a todos.

Y en cuanto a la compensación, puedo pagar por adelantado la mitad de las remuneraciones y la otra mitad se dará una vez que todos regresen de la misión.

¿Qué le parece?

Ante la petición de Klautz, Rhode no respondió inmediatamente.

Terminó su té rojo de un trago y se recostó en el sofá con los brazos cruzados, entrecerrando los ojos mientras considerabael asunto.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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