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155: Capítulo 155: Sombra Del Pasado 155: Capítulo 155: Sombra Del Pasado Editor: Nyoi-Bo Studio Acompañado por un crujido, el collar que estaba atado firmemente al cuello de la niña finalmente cayó al suelo.
Lize le quitó cuidadosamente la máscara de cuero de su cara.
—No te preocupes, nadie te hará daño aquí.
Los ojos de la niña revelaban miedo y ansiedad.
Lize mostró una sonrisa amable mientras Anne no podía esperar para servir la comida caliente.
—¡Déjame!
¡Déjame!
Es una tarta de manzana.
¡No he comido algo tan bueno en mucho tiempo!
Vamos, pruébala.
—No, Anne.
Ha pasado hambre durante demasiado tiempo.
Primero necesita beber un poco de agua para calentar.
Si come algo ahora, le hará daño a su cuerpo.
Sosteniendo una taza de agua tibia llena de gotas de miel, Marlene trató de adelantarse a Anne.
Revolvió la bebida con una cuchara y se la dio a la niña.
—Bebe despacio, no te apresures.
La niña se sentó en la cama inexpresiva, observando todo lo que tenía frente a ella, sin saber cómo reaccionar.
Desde su nacimiento, nunca había sido tratada con tanto cuidado.
Desde que tenía memoria, todo lo que recordaba era tortura, odio, abuso, y que todos los que la conocían la querían muerta.
Nunca le mostraron una sonrisa, solo odio y miedo.
Como si tiraran un pedazo de basura.
La niña ya estaba acostumbrada a ese trato.
Tal vez en su mundo, el amor y el cuidado no existían.
Cuando Lize y los demás aparecieron, no la regañaron, ni la patearon ni le hicieron ningún daño.
Fue por eso que sentía una sensación de incertidumbre.
Temía no saber qué hacer.
Al principio se sintió extraño, pero al mismo tiempo cálido.
Lágrimas cristalinas empezaron a salir de sus ojos, goteando al suelo lentamente.
—¿Por qué lloras?
¿Te sientes incómoda?
—Dios, ¿acaso la bebida estaba demasiado caliente?
Las tres doncellas entraron en pánico.
Marlene empezó a soplar la taza de té, tratando de enfriarla.
Anne rápidamente dejó la tarta de manzana caliente y se agachó frente a la niña, sin saber qué hacer.
Mientras tanto, Lize tomó un pañuelo y secó suavemente las lágrimas de su rostro.
—No llores… Dinos qué te pasa, ¿sí?
Justo cuando Lize limpiaba las lágrimas de la niña, de repente soltó un leve grito de sorpresa.
Miró fijamente la cara de la niña.
—¿Qué pasa, Lize?
Anne y Marlene se dieronla vuelta para mirar a la niña.
Era la primera vez que veían su cara.
Debido a un largo período de desnutrición, la cara de la niña era delgada.
Su piel era desgarradoramente pálida y blanca.
Sus delicados rasgos eran como los de una hermosa obra de arte esculpida por un artista.
Tenía los labios de color rosa pálido y un par de ojos claros como un lago.
Su rasgo más prominente eran sus ojos heterocromos.
Su ojo izquierdo tenía un brillo azul normal, pero su ojo derecho que se escondía detrás de su largo fleco brillaba como una gema púrpura.
Pero ninguna de las tres estaba muy preocupada por eso.
Más bien, estaban preocupadas por su aspecto; les parecía muy familiar.
—Este rostro…¿lo he visto en alguna parte?
—… A Anne también le parece muy familiar… Anne le arregló su cabello, le cerró los ojos y presionó sus pequeñas cejas para juntarlas.
Luego, de repente, golpeó hacia abajo con su pequeño puño.
—¡Sí!
¿No se parece al líder…
Anne se detuvo de repente.
Las tres se miraron, sin saber qué decir.
Sin importar cómo miraran a la niña, aparte del color de pelo y de los ojos, se parecía exactamente a Rhode.
La única diferencia era que era más joven que él por un buen margen, y no tenía esa expresión de frialdad en las cejas como Rhode, sino que tenía un adorable encanto.
Incluso las tres, siendo mujeres, no pudieron evitar querer abrazarla y cuidarla.
Pero, ¿por qué eran tan parecidos?
Lize, Marlene y Anne se miraron confundidas.
Aunque Lize y Rhode se conocían desde hacía mucho tiempo, ni siquiera ella lo escuchó hablar de los miembros de su familia.
Naturalmente, Anne y Marlene tampoco sabían nada.
—¿Y ahora qué?
—preguntó Marlene frunciendo el ceño.
—Esto… Tal vez podamos hacer que el Sr.
Rhode la vea por sí mismo.
Lize habló con incertidumbre.
No era común encontrarse con un doble todos los días; por lo tanto, no sabía qué hacer además de informar al líder.
La primera vez que vieron a la niña, sospecharon que Rhode y ella eran parientes, sin embargo, Rhode no pareció reconocerla en la cueva.
Eso hizo que las tres se llenaran de dudas, pero no sabían qué decir.
—Llamemos al Sr.
Rhode, además… Marlene se detuvo y finalmente suspiró.
—Anne, ¿puedes traer al Sr.
Rhode?
—Claro, Anne irá ahora.
Tras escuchar el pedido de Marlene, Anne inmediatamente saltó y salió de la habitación.
Mientras tanto, Rhode terminaba de escuchar el informe del jefe del pueblo sobre las criaturas no muertas.
En efecto, los aldeanos estaban frente a un gran problema.
Esas criaturas no muertas aparecían ala medianoche.
Flotaban dentro del pueblo y buscaban a su presa.
La resistencia del pueblo era insignificante y los aldeanos no tuvieron más remedio que eliminar las tareas de vigilancia nocturna.
Y cuando las cosas no podían ser peores, se empezó a correr la voz, y eso comenzó a disuadir a los comerciantes de usar la ruta de comercio cercana.
Eso hizo que los aldeanos perdieran su principal fuente de ingresos.
A pesar de recibir la ayuda de los acólitos de las iglesias, su fuerza era limitada y finalmente fracasaron.
Después de «entrevistar» al jefe del pueblo, Rhode confirmó la clase de los no muertos: eran espectros.
Eran fantasmas que una vez fueron humanos, que despertaron por la contaminación de magia negra y luego fueron manipulados por una entidad malvada invisible.
Y tal como Marlene había predicho, la razón principal podía ser una fisura infernal en algún lugar dentro del pueblo que contaminó a los espíritus muertos, convirtiéndolos en espectros.
La característica más prominente del espectro era pertenecer a la categoría de «criaturas incorpóreas».
Aparte de las armas mágicas y elementales, otros tipos de armas no podrían amenazarlos en absoluto.
Solo pasarían a través de sus cuerpos sin causar ningún daño.
No solo eso, los espectros podían atravesar las paredes fácilmente, en otras palabras, podían atacar desde cualquier lugar.
Eso no era algo que una milicia ordinaria pudiese manejar.
Por otro lado, el nivel del espectro no era muy alto.
La mayoría de ellos estaban por encima del nivel diez.
Periódicamente, aparecían algunos espectros de élite que estaban por encima del nivel veinte, pero no superaban el nivel treinta, que era su límite.
Sin embargo, con Celia, Rhode creía que no serían enemigos muy complicados.
Podían considerar la inminente batalla contra los espectros como un entrenamiento.
Aunque su poder de ataque no era alto, su repentina forma omnidireccional de atacar sería una buena prueba para los mercenarios.
Por supuesto, para Rhode, mientras tuviera la espada sagrada en la mano, podría acabar con cien espectros él solo fácilmente.
Sin embargo, esta vez tenía la intención de utilizar la misión como una sesión de entrenamiento para sus mercenarios.
Así que después de escuchar las explicaciones del jefe del pueblo, Rhode decidió observar la batalla desde afuera.
Su única tareasería estar a cargo de beber té.
—Entiendo la situación.
Pero la forma en que manejaré los próximos asuntos será mi propia decisión.
No tienen derecho a hacer preguntas.
Mi única promesa es que eliminaremos a todas las criaturas no muertas.
Espero que puedan contener a su grupo de idiotas.
Si encuentro a alguien que intente provocarme, no podré garantizar que siga con vida.
Rhode hizo otra amenaza con facilidad, y se levantó después de enviar al sudoroso anciano y al capitán de la guardia fuera de la taberna.
Al principio, Rhode tenía la intención de explorar los alrededores, pero ese pueblo le hizo perder todo su interés en ver los paisajes.
Justo cuando Rhode decidía lo que debía hacer a continuación, vio a Anne corriendo por las escaleras.
—¡Ah, Líder, aún estas aquí!
¡Genial!
—¿Qué pasó?
—respondió Rhode, preguntándose qué hizo que Anne se pusiera tan nerviosa.
Pero para su sorpresa, Anne no respondió su pregunta inmediatamente, solo lo miró aturdida.
Después de un tiempo, Rhode la despertó con un aplauso.
—Mmm… Anne no está muy segura… Anne inclinó la cabeza mientras escudriñaba los rasgos de Rhode de arriba a abajo.
—Líder, la hermana Marlene quiere que lo veas por ti mismo.
Ante la actitud de Anne, un gran signo de interrogación apareció en el cerebro de Rhode.
Nunca antes había visto a esa doncella tan directa dudar tanto al hablar.
Pero no pensó demasiado en ello y la siguió por las escaleras hasta el cuarto de huéspedes en el segundo piso.
—Ah, Sr.
Rhode.
Al notar la llegada de Rhode, Marlene y Lize se pusieron de pie apresuradamente.
Rhode miró a las dos doncellas y frunció el ceño.
Podía sentir la incomodidad en sus expresiones.
Eso sorprendió a Rhode, y después de confirmar que las tres no se habían peleado, preguntó.
—¿Qué pasó?
—Esto… Ante la pregunta de Rhode, las tres doncellas intercambiaron miradas.
No pasó mucho tiempo antes de que Lize finalmente diese un paso al frente.
—Sr.
Rhode, nos gustaría que la viera.
—¿A ella?
¿Qué le pasa?
—preguntó Rhode con curiosidad.
Volteó la cabeza hacia la niña que estaba sorbiendo lentamente una taza de té sentada en el borde de la cama.
En el momento en que tuvo una visión clara de su rostro, Rhode sintió que la sangre en su cuerpo dejó de fluir.
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