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167: Capítulo 167: Partiendo De Risco Alto 167: Capítulo 167: Partiendo De Risco Alto Editor: Nyoi-Bo Studio —¿Qué…

qué dijiste?

—El capitán de la Guardia se puso pálido.

Después de un rato, preguntócon curiosidad.

—Pensé que escuchaste bien lo que dije —Rhode bajó la taza de café que sostenía y le respondió tranquilamente.

—¿Quieres decir…

que el anciano, el jefe del pueblo, es la mente maestra detrás de esas criaturas no muertas?

¿Y la razón por la que atacaron nuestra aldea también es él?

—El capitán lo vio con incredulidad y sacudió la cabeza—.

Lo siento, todavía no puedocreerlo.

—Qué lo crea o no, no es mi problema —Rhode agitó la mano y le impidió que discutiera más—.

Solo le dije lo que ocurrió anoche.

Solo tiene que escucharlo; creerlo o no, es suproblema.

No puedo darme el lujo de perder tiempo aquí para explicárselo.

¿Entendido?

No tiene el derecho de preguntarme.

Solo debe escuchar y ya.

—Guau…

Parada en la entrada, Anne miraba dentro conteniendo la respiración.

Luego se volteó silenciosamente y mostró una expresión de miedo.

—El líder es aterrador.

Ni siquiera lo respetó un poco.

—Es porque está muy molesto —Marlene movía la varita que sostenía, respondiendo con desaprobación.

Claramente no tenía una buena impresión de los aldeanos que habían estado sufriendo en el salón de la taberna, pero igual sorprendió a los demás mercenarios.

Aunque Rhode solía ser frío, era educado.

Pero ahora no era nada cortés y hasta sonaba un poco dominante, sin importarle la opinión de los demás.

—Pero…

pero…

Como ya había un ejemplo anterior de otro idiota, los aldeanos solo se sintieron impresionados y molestos, pero no pudieron alzar las cabezas para refutarlo.

Ellos no creerían las palabras del hombre tenían en frente.

¿Cómo podría el respetado jefe del pueblo estar conectado con esas criaturas no muertas?

Lo más probable era que este hombre buscaba una excusa para matar al jefe, así que decía esta mentira.

¡Así es, es una mentira!

Pero…

Incluso sabiendo que este hombre no iba a decir la verdad, cuando vieron la espada que colgaba de la cintura de Rhode, no pudieron evitar tragarse su insatisfacción.Contuvieron su rabia e inclinaron las cabezas en silencio.

Este era su único gesto de desaprobación y lo único que podían hacer ahora.

—¿Ya se callaron?

Muy bien.

Creo que una espada le gana a una boca.

No está bien desperdiciar tiempo hablando de un tema inútil —Rhode se dejó de mover.

Entrecerró los ojos y vio a los pueblerinos con frialdad—.

Así es, sobre este asunto, informaré a la iglesia y les pediré que investiguen y purifiquen este sitio.

Creo que es indispensable.

—¿¡Qué!?

—Al escuchar esto, los aldeanos que habían guardado silencio alzaron la cabeza y vieron a Rhode con miedo.

Empezaron a entrar en pánico, pero a Rhode no le importaba—.

Pero, señor.

¿Acaso antes no dijo que las criaturas no muertas habían sido completamente destruidas?

—En efecto, lo dije —Rhode asintió—.

Es solo para estar seguro.

Si algo ocurre, debo informárselo a la iglesia.

Pase lo que pase, el jefe del pueblo era un malignoadorador de demonios.

Ha estado escondiendo esta información por muchos años y no hay garantía de que no exista algún cómplice entre los aldeanos.

Por si acaso, antes de irme, le pedí al guardia que sellara el pueblo entero hasta que la investigación haya terminado.

¿Tienen algún problema con eso?

—Sr.

Rhode…

No, señor, no creo que tengamos que hacer eso.

Al escuchar esto, la expresión del capitán de la Guardia se puso mala, y los demás aldeanos también se agitaron y lo vieron como rogándole.

Por supuesto que entendían lo que Rhode quería decir con eso, pero era el precio más inaceptable para ellos.

La reputación del malvado adorador de demonios era muy mala para la gente de aquí arriba, y todos lo evitaban.

Sin mencionar lo que sería si todo el pueblo se volviera adorador de demonios.

A nadie le importaría más la verdad y solo pensarían que todo el pueblo adoraba demonios.

Este tipo de cosas era como la plaga.

Si Rhode los reportaba a la iglesia y el rumor se esparcía, todo el pueblo de Risco Alto estaría acabado.

Hasta entonces, incluso si no hubiera nadie adorando demonios en el pueblo, los comerciantes no vendrían a vender.

Nadie les compraría su mercancía, y tal vez dejarían de interactuar con ellos.

Si ese momento viniera, el pueblo de Risco Alto llegaría a su fin.

De hecho, pensaban que Christie era un desastre por el incidente que le había ocurrido.

De allí en adelante poca gente comerciaba con ellos.

Todo esto ocurría debido a esa chica que está poseída por un demonio.

Cuando Rhode lo mencionó, inmediatamente recordaron lo que había ocurrido antes.

Pero lo único diferente que había antes era que seguían teniendo espacio para maniobrar, ya que quien estaba siendo tentada por el demonio era una persona ordinaria.

¿Pero qué podían decir ahora?

Según lo que Rhode había dicho, el jefe del pueblo murió y la gente muerta no discutía.

Pero si saliera de su tumba, sería un problema…

Al percatarse de esto, los aldeanos olvidaron su rabia.

¡Hay que recordar que este problema estaba relacionado con la supervivencia del pueblo!

Si no hicieran nada para detener a Rhode, ¡Risco Alto estaría acabado!

—Se-señor, creo que no tenemos que hacer eso —dijo el capitán de la Guardia y se limpió el sudor de la frente.

También tenía miedo de que este asunto se supiera.

Si se esparcía, entonces él, como alguien nacido en el pueblo, levantaría las sospechas de la gente.

Muchos querían su posición de capitán de la Guardia.

¡Si esa gente supiera de este problema, entonces no solo sería incapaz de mantener su puesto, sino que tendría que volver al pueblo a vender batatas!—.

Puedo garantizarque todos los aldeanos son buenos.

Ellos no interactuarían con ningún demonio, yo…

—Al ver que Rhode no mostraba emoción alguna, el capitán de la guardia tragó saliva y dejó de hablar.

Vaciló un momento y quiso seguir, pero Rhode empezó a hablar.

—Honestamente, no quiero que esto sea algo pesado.

Si le informo el asunto a la iglesia, yo también tendré que ser investigado.

Claro, es mejor disminuir el problema.

Pero…

esta vez mis mercenarios sufrieron bajas muy grandes…

—Puso mucho énfasis en las bajas a propósito.

Pero de verdad había sufrido muchas.

Había cinco mercenarios heridos y las pócimas mágicas habían disminuido en dos tercios, sin mencionar las armas y armaduras rotas.

Habían perdido mucho, ¿no?

Especialmente para el grupo mercenario de Rhode, que solo tenía unos 10 miembros.

—Entiendo, Sr.

Rhode —Al escucharlo, el capitán de la Guardia se sintió aliviado y luego asintió con la cabeza—.

Como usted y sus subordinados han protegido nuestro pueblo, por supuesto que les mostraremos nuestra gratitud.

Lo puedo garantizar, ¿pero qué opina de…?

—No había terminadode hablar cuando vio a Rhode levantar cinco dedos.

Vaciló un poco e intentó preguntar—: ¿Cincuenta?

—…

—Rhode resopló con frialdad y no dijo nada.

—¿Quinientos?

¿Será…?

—Diez mil —dijo Rhode.

Al escucharlo, el capitán de la guardia y los aldeanos parecieron sorprenderse.

—¡Tú!

¡Esto, esto es imposible!

¡No tenemos tanto dinero!

—Se supone que serían 5000, pero como no quisieron darnos el dinero, no puedo evitar duplicarlo —dijo Rhode, luego bajó la mano y se dejó caer tranquilamente en la silla mientras vio cómo todos empezaban a sudar—.

Suficiente, tomen su decisión.

Espero que nadie piense hacer algo estúpido que los haga infelices.

«Sí, no deberíamos tomar una decisión que te haga infeliz a ti».El capitán de la Guardia lo maldijo en silencio, pero no dijo nada.

Ante la gélida mirada de Rhode, lo único que podía hacer era bajar la cabeza para esconder sus emociones.

Al final los aldeanos no pudieron evitar aceptar la condición de Rhode.

Recogieron 5000 monedas de oro.

Francamente no estaban dispuestos a entregar esta cantidad porque el pueblo no estaba lleno de comerciantes como antes.

Estas 5000 monedas habían sido acumuladas a lo largo de los años.

Pero ahora él se las estaba quitando con solo una oración.

Nadie quería que esto pasara, pero ¿qué podían hacer?

¿Apuntarlo con una pistola?

Por eso, cuando el grupo mercenario de Rhode se fue, los aldeanos no se despidieron de ellos.

Solo hablaron a sus espaldas y ni siquiera los miraron.

Sus gestos mostrabansu rabia e insatisfacción.

Evidentemente a Rhode no le importaba eso.

Ya estaba bastante feliz después de recibir el dinero.

Sabía que su reputación en este pueblo no sería tan buena, y que estaría haciendo enemigos.

Pero ¿a quién le importaba?

¿Igual no obtuvo lo que quería?

Como decía el refrán,«toma el dinero para hacer cosas».

Como ya les había quitado el dinero a los pueblerinos, no los informaría a la iglesia.

Pero ya había decidido que, después de volver a Ciudad Piedra Profunda, sí lo informaría con sinceridad a Klautz.

Le daría la cosa que obtuvo del jefe del pueblo después de la batalla, y creía que Klautz emitiría un sabio juicio.

No significaba que había roto su promesa, ¿cierto?

Pero después de salir del pueblo de Risco Alto, algo más ocurrió.

A decir verdad, Rhode esperaba que Christie se fuera del pueblo con él.

Y también había aceptado su invitación.

Francamente, ella no tenía muy buenas memorias de la aldea porque su gente no la trataba muy bien, Además, le caía bien a todos en el grupo mercenario Starlight, ya fuera Rhode, Marlene, Anne o Lize.

Esto le hacía sentir una calidez que nunca había experimentado.

Por eso no dudó ni un segundo cuando Rhode le dijo que se fuera con ellos porque, al menos, vivir con él no sería tan malo como vivir con los aldeanos.

Pero incluso así, cuando se fueron del pueblo, Christie todavía se sentía un poco renuente.

A pesar de todo, había vivido en este lugar diez años.

Si se iba con un extraño, no estaría segura de su futuro.

Y ahora, en su corazón, había un dejo de arrepentimiento.

Si no fuera por ella, muchas cosas no habrían ocurrido, ¿cierto?

¿De verdad era un desastre?

Se volteó y observó el pueblo en silencio.

—No tiene por qué importante —Rhode podía entender lo que sentía.

Estiró su mano y le acarició la cabeza.

Después se agachó se concentró en mirarla—.

Recuerda, Christie.

Esto no es tu responsabilidad, así queno te sientas culpable.

Lo que le ocurrió fue ocasionado por sus propios crímenes, no por tu existencia.

—Lo…

—Al ver que Rhode intentaba consolarla, esbozó una sonrisa—.

Lo sé, Rhode.

Gracias…

—dijo suavemente.

Su voz sonaba tan clara como el viento.

Al mismo tiempo, agarró el dedo de Rhode con un poco de fuerza ytiró de su ropa.

Vaya que su relación es buena —viendo a Rhode y Christie, Anne hizo una mueca con la boca y se quejó—.

El líder noes justo.

Yo me uní al grupo mercenario hace mucho tiempo, ¡pero nunca me sonrió!

—Ni a mí.

Desde que lo conozco, nunca me ha sonreído —dijo Lize con insatisfacción, luego alzó la mano y se tocó la cara—.«Pero sí me dio una cachetada…» La expresión de Marlene también era complicada.

Miró a la izquierda y luego a la derecha.

Al final se rindió con impotencia y suspiró.

En este momento, vio cómo un chico corrió hacia ellos de repente.

Tenía una roca y la lanzó cruelmente hacia Christie.

—¡Vete, demonio!

—Ante el repentino ataque del niño, todos se sorprendieron.

Christie se volteó y vio una roca volando hacia ella.

Gritó con miedo y cerró los ojos instintivamente.

Pero no sintió dolor, como siempre.

Al contrario, solo escuchó un estridente grito y, cuando abrió los ojos, vio que el niño estaba llorando en el suelo con la mitad de la cara llena de fragmentos de piedra.

Una mujer gritó, corrió hacia el niño y lo abrazó.

En este momento Rhode se puso en frente de Christie.

—Suficiente.

Vámonos —le dijo a Christie.

Ni siquiera volteó a ver a la madre y el hijo detrás de él, aunque sus ojos llenos de odio e ira le atravesaron la espalda.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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