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182: Capítulo 182: Unos Extraños Conocidos 182: Capítulo 182: Unos Extraños Conocidos Editor: Nyoi-Bo Studio Rhode siempre había pensado que no habría nadie ahí porque no había ninguna señal de batalla en el camino.

Por eso estaba seguro de que nadie había pasado por ahí.

Sin embargo, parecía que se había equivocado, ya que en ese momento, había dos personas ante él.

—¿Líder?

¿Qué pasó?

MientrasRhode estaba sorprendido, Anne caminó hacia él llevando su escudo tras ella.

Aunque por lo general siempre parecía soñolienta y descuidada, tenía reacciones sensibles en las batallas.

Cuando vio a Rhode dejar de caminar, de inmediato pudo ver que se avecinaba algún problema.

Por eso se preparó rápidamente para pelear.

Cuando Anne vio la escena frente a ellos, también se sorprendió mucho.

Bajo una luz mágica oscura, Rhode no podía ver claramente la apariencia de las dos personas que tenía delante.

Parecían ser un hombre y una mujer, una joven y un anciano.

Los estaban rodeando y parecían estar confundidos.

Los trasgos agitaban sus armas, mientras que la joven sostenía una daga afilada en sus manos.

Sin embargo, no parecía servirle de nada.

«¿Qué están haciendo?» Rhode dudó por un momento y luego agitó la cabeza.

No sabía lo que estaba pasando, pero no podía dejarlos morir.

Por eso, rápidamente levantó su espada y atacó a los trasgos que parecían estar muy contentos, moviéndose hacia adelante y hacia atrás como si estuvieran intoxicados.

—Anne, ve a protegerlos—dijo Rhode.Activó Destello de Sombras y rápidamente mató a los trasgos.

Para ellos, la llegada de Rhode fue como el comienzo de una pesadilla.

La brillante luz de la espada los mandó a volar instantáneamente, terminando con sus vidas con precisión.

Al principio, los trasgos no parecían saber lo que estaba pasando, así que entraron en pánico.

Recién despertaron de su sueño cuando los cadáveres de sus camaradas cayeron al suelo, y huyeron rápidamente.

Sin embargo, no pudieron cambiar su destino, ya que una luz en forma de media luna penetró sus cuerpos, deteniendo sus gritos por completo.

En ese momento, Rhode bajó su espada y miró a las dos personas que estaban delante de él.

Ninguno de los dos parecía ser un aventurero.

La joven llevaba gafas, y tenía un cabello dorado que caía sobre sus hombros.

Se veía muy callada y tenía puesta una túnica de viaje normal.

No tenía nada más que la daga en su mano.

De pie detrás de ella, el anciano estaba vestido casi igual, la única diferencia era que tenía un bastón en su mano.

Parecía ser para su propia protección.

—Ustedes son… Mirando a las dos personas frente a él, Rhode frunció el ceño.

Su repentina aparición lo dejó perplejo y por la forma en que vestían no parecía que estuviesen ahí para una aventura.

Ese lugar era considerado muy peligroso y, por lo general, la gente normal no iba allí.

Pero esos dos pasaron a los trasgos y al lagarto de cuatro garras estando «indefensos» y llegaron hasta ahí.

No tenía sentido.

Ese lugar no estaba muy lejos del núcleo.

No solo eso, lo que hizo que Rhode se sintiera aún más desconcertado fue que esas dos personas le resultaban muy familiares.

Se sentía como si los hubiese visto antes en alguna parte.

Esa familiaridad realmente lo dejó pasmado.

Cuando los reconoció, casi los llamó por su nombre, pero no lo hizo porque no sabía si debía hacerlo.

«¿Quiénes son?» La chica que tenía delante no era una belleza, pero se veía elegante y tranquila, con un par de ojos grandes que le daban una sensación de astucia y encanto.

Rhode estaba seguro de que nunca la había visto antes, y lo mismo sucedía con el anciano que estaba detrás de ella.

Sin embargo, le resultaban muy familiares.

—Ustedes son… En lugar de adivinar, era mejor preguntarles directamente.

—Gracias por su ayuda.

Al escuchar la pregunta de Rhode, la chica le dio las gracias y se inclinó.

—Mi nombre es Alice.

Este es mi profesor, Fabran.

Somos académicos errantes y vinimos aquí a investigar algo.

Inesperadamente, nos encontramos con esos trasgos y nos sorprendimos mucho.

—¿Académicos?

Al escuchar su presentación, Rhode los observó una vez más.

De hecho, parecían ser académicos.

También había encontrado cosas similares en el juego, pero sus dudas internas no desaparecieron.

—¿En un lugar tan peligroso?

¿No tuvieron ningún problema?

—Sabíamos que eso pasaría.

Ante la pregunta de Rhode, la joven sonrió, sacó una brújula y se la mostró.

—Tenemos esto.

Gracias a ella, podemos saber de antemano la ubicación de esos monstruos malvados y terribles, y pudimos evitarlos.

Todo iba bien al principio, pero no sabemos por qué, cuando llegamos a esta sala, esos trasgos de repente se precipitaron como si encontraran algo, y quedamos atrapados.

Diciendo eso, la jovense mostró preocupada.

Rhode miró a Anne con expresión extraña.

Por supuesto, sabían la razón por la que esos trasgos corrieron hacia allí; debía ser por sus ataques de antes que los encontraron a los dos por accidente.

Si estaba diciendo la verdad, entonces fue Rhode quien los puso en peligro.

—Este es un lugar muy peligroso.

Rhode decidió dejar de lado este asunto ya que tenía algo más importante que hacer.

—Les sugiero que se vayan ahora porque estas ruinas no son tan simples como creen.

Ya hemos acabado con esos monstruos; pueden irse directamente por ahí.

Habiendo dicho eso, Rhode asintió hacia ellos.

—Entonces, nos iremos primero—dijo Rhode haciéndole señas a Anne para que se fuera.

Sin embargo, en ese momento, la joven lo llamó.

—Esto… Por favor espere, señor.

Al oír la voz de la joven, Rhode detuvo su paso, se dio la vuelta y preguntó: —¿Hay algún problema?

Miró cuidadosamente su expresión y de repente tuvo la corazonada de que esa chica le mostraría una sonrisa de disculpa, después de la cual le pediría ir con ellos.

En ese momento, al ver a Rhode, la joven mostró una sonrisa de disculpa y preguntó: —Disculpe… pero, ¿podemos ir juntos?

«¿Qué está pasando?» Sus dudas crecían cada vez más.

Podía jurar ante el cielo que nunca antes había visto a esa chica, pero su conciencia no lo creía.

Desde la primera vez que la vio, sintió que le era muy familiar; parecía poder adivinar de antemano lo que iba a hacer o decir.

Era demasiado ilógico, ¿verdad?

Rhode repasó en su mente la lista de cientos de NPCs de la región Paphield, pero estaba 100 por ciento seguro de que nunca había visto a un chica llamada «Alice».

Pero,¿por qué sentía que le era muy familiar?

—Lo siento, pero no puedo traerlos con nosotros.

Rhode no pudo encontrar la razón, pero tampoco planeaba traerlos con él.

—Tenemos algo que hacer aquí.

Lo sentimos mucho, pero no tenemos tiempo para hacer algo tan innecesario.

Rhode volvió a agitar la cabeza y la rechazó.

Aún no podía encontrar el motivo de la inquietud en su corazón, por lo que no había forma de que llevara a esas dos personas.

Aunque en la superficie, no tenían nada de extraño y ambos parecían indefensos, no quería correr ningún riesgo.

En el juego, había muchos ejemplos de ese comportamiento bondadoso que conducían a un mal final.

Incluso habíajugadores que ayudaban a los NPCs que habían experimentado dificultades en el laberinto, hasta que llegaban a su destino, pero al final, el aparentemente inofensivo NPC se transformaba en un jefe oculto.

Rhode no estaba dispuesto a perder el tiempo en esas cosas; solo estaba aumentando el peligro innecesariamente.

Al escuchar las palabras de Rhode, el anciano que estaba detrás de él resopló como si no estuviera contento con su respuesta.

Sin embargo, la joven sonrió y preguntó: —Por favor, no diga algo así, señor.

Por la forma en que visten… se supone que son aventureros, ¿no?

¿Qué tal si le doy una recompensa?

Y… puedo garantizarle que le seguiremos por detrás sin causar ningún problema.

¿Qué le parece?

Dicho esto, la niña sonrió y levantó la cabeza.

No sabía si vio mal o no, pero en ese momento, parecía haber una luz dorada en sus ojos.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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