Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

Capítulo 1333: La Iglesia De La Aniquilación Capítulo 1333: La Iglesia De La Aniquilación Editor: Nyoi-Bo Studio 1333 En el Reino Brillante del Realverso del Dragón Llama.

Whoosh El Gemelo Primordial Ji Ning de túnica negra apareció de la nada frente al palacio imperial.

Hegemón Brillante lo había estado esperando ahí por bastante tiempo.

—Norte Oscuro —dijo Hegemón Brillante.

—Hegemón Brillante, ¿qué pasa?

Me convocaste apresuradamente —dijo el Ning con túnica negra y sonrió.

—Un amigo me lo pidió —dijo Hegemón Brillante algo avergonzado—.

No quería molestarte, pero involucra a una Hegemón con quien estás en muy buenos términos: Prodigio de Píldoras.

Las pupilas de Ning se contrajeron y preguntó de inmediato: —¿Prodigio de Píldoras?

¿Qué necesita?

—Probablemente hayas oído hablar de ella antes, es la líder de la Iglesia de la Aniquilación en ese universo alternativo que visitaste —dijo Hegemón Brillante—.

No puedo explicarlo tan bien como ella, así que te llevaré a verla.

—Iré a echar un vistazo entonces —dijo Ning.

Tenía la vaga sensación de que la razón por la que no podría continuar con su vida relajada y errante por mucho más tiempo era por Prodigio de Píldoras y el Señor de la Iglesia de Aniquilación, ¡y que era algo de gran importancia!

Cuanto mayor fuera el nivel de perspicacia que alguien alcanzara, más claramente podría adivinar el futuro.

Pero, por supuesto, el futuro era algo en constante estado de cambio, ¡nada garantizaba que fuera cien por ciento preciso!

…

Hegemón Brillante condujo a Ning a través de un túnel de espacio-tiempo para llegar rápidamente al universo alternativo.

—Este túnel otra vez, ¿eh?

—dijo Ning mirando el vacío a su alrededor—.

Cielodefuego Brillante, Granalegría Vientoúnico y Fuegoelevado pasamos por aquí cuando emprendimos ese viaje juntos.

—Ninguno de ellos ha logrado tanto como tú —dijo Hegemón Brillante—.

Esto es doblemente cierto para Cielodefuego, quien ha sido el que menos ha progresado de los cinco.

Las Bestias Divinas del Caos, somos, como raza, bastante lentos en el cultivo.

Ning respondió: —Todos tenemos bendiciones y pesadillas.

Hay cosas que simplemente no se pueden forzar.

De esos cuatro amigos, Cielodefuego, Granalegría y Vientoúnico habían sido sinceros en su amistad hacia él.

Ning era capaz de sentir esto a través del karma que los unía.

En cuanto a Fuegoelevado, Ning pudo descubrir a través del karma que no era tan sincero y como resultado, los lazos kármicos que los unían eran bastante débiles.

Cuando Vientoúnico, Granalegría y Cielodefuego estuvieran listos para la Fusión Dao, Ning les enviaría algunos regalos y los ayudaría lo mejor que pudiera.

Sin embargo, eso era todo lo que podía hacer por ellos.

Ni siquiera podía garantizar que su propia hija tuviera éxito en la Fusión Dao, todo lo que podía hacer era darle tesoros que le serían de utilidad.

—Me pregunto si esos tres y Polvonueve tendrán éxito en la Fusión Dao o no —reflexionó Ning.

De repente, una figura se manifestó de la nada dentro del caos primordial frente a Ning.

Esta figura era extremadamente delgada y vestía una armadura negra e irradiaba un aura helada.

Se inclinó respetuosamente hacia Ning y dijo: —Aniquilación te presenta sus respetos, Señor Dao Norte Oscuro.

¡La razón por la cual esta persona había llamado a su iglesia la “Iglesia de la Aniquilación” fue porque su propio título daoísta era “Aniquilación”!

Era un título que había elegido hacía mucho tiempo, cuando era joven y no tenía idea de que uno de los exaltados Autarcas también era conocido como Autarca de la Aniquilación.

En realidad era un título daoista bastante común, por lo que varios lo tenían.

—El líder de la Iglesia de la Aniquilación —dijo Ning y asintió—.

Escuché de ti cuando era un cultivador de nivel Mundial.

—En aquel entonces, Brillante me pidió que los vigilara.

Me encargué de velar por ustedes cinco todo el tiempo, Señor Dao —dijo Señor de la Aniquilación y esbozó una sonrisa—.

Si hubiera sabido en ese entonces que alcanzarías tales alturas, habría hecho todo lo que estaba en mi poder para hacerme tu amigo.

Ning se rio.

—Mi objetivo principal en ese entonces era templar a Cielodefuego —dijo Hegemón Brillante—.

Por eso les oculté la verdad.

—No te preocupes, entiendo completamente lo que pretendías y cuánto esfuerzo le pusiste.

Las Bestias Divinas del Caos son solitarias por naturaleza, pero has invertido todas tus energías en construir tu clan —dijo Ning y sonrió.

Luego miró a Señor de la Aniquilación y preguntó: —¿Para qué mandaste a buscarme?

y, para el caso, ¿Por qué enviaste una mera encarnación?

Ni siquiera enviaste tu avatar, ni hablar de tu verdadero cuerpo.

Después de que uno ataba un Otroverso, este último se volvería una suerte de clon.

Un Señor de Otroverso podría materializar fácilmente una encarnación en cualquier lugar dentro del Otroverso.

¡Si hasta otros Señores de Otroverso se ofenderían si Señor de la Aniquilación enviaba una simple encarnación para saludarlos, ni hablemos de alguien con el estatus de Ning!

—Señor Dao, por favor perdóname.

Mi verdadero cuerpo y mi avatar no pueden regresar.

No hay nada que pueda hacer —explicó Señor de la Aniquilación apresuradamente.

—¿De qué se trata todo esto y por qué está involucrada Prodigio de Píldoras?

—preguntó Ning.

Le tenía mucho cariño a esa mujer porque realmente lo había tratado muy bien.

¡Ning podía sentir que ella lo consideraba como un miembro más de la familia!

Por el karma que los conectaba Ning sentía que todavía estaba viva, pero estaba muy lejos de él.

Ahora, incluso después de entrar en el Otroverso, Ning todavía sentía que ella estaba muy, muy lejos.

¡Esto significaba que ya no estaba dentro del Otroverso!

Si a eso se sumaba que el verdadero cuerpo y el avatar del Señor de la Aniquilación también estaban ausentes, era evidente que algo muy malo estaba sucediendo.

—Permítanme explicar la situación —dijo Señor de la Aniquilación con respeto—.

Señor Dao, me imagino que sabes que Prodigio de Píldoras siempre ha querido revivir a sus tres hermanos mayores.

Ning asintió.

—Los tres eran poderosos Emperadores Eternos y uno de ellos era un Hegemón —dijo Señor de la Aniquilación—.”Si hubieran muerto en el mundo exterior, ni siquiera los Autarcas serían capaces de revertir el espacio-tiempo para revivirlos, pero afortunadamente murieron dentro de mi Otroverso.

El problema es que la reacción que se generaría si intentara recuperarlos probablemente causaría que las esencias principales de mi Otroverso colapsaran.

Solo los Autarcas son lo suficientemente fuertes como para hacer algo así.

Mi Otroverso quedaría gravemente herido, pero permanecería intacto.

Ning entendía este principio.

Cuando ese Hegemón de la Espada había muerto, las esencias principales del Otroverso se habían tragado los fragmentos de almarreal.

No había forma de obligarlos a “escupirlo”, porque esos fragmentos de almarreal ya se habían integrado en las partes más profundas del núcleo.

Si Señor de la Aniquilación intentara traerlos de vuelta por la fuerza, el daño causado sería suficiente para hacer que las esencias principales del Otroverso se rompieran.

¡Y todo el Otroverso estaría condenado!

Solo los Autarcas podían revivir a los Hegemones sin destruirlo porque ellos eran los que creaban los Otroversos.

Sabían cómo protegerlos y cómo asegurarse de que les harían un daño reversible.

Los Otroversos, al final, solo eran comparables en tamaño y alcance a un Realverso, por lo que los fragmentos de almarreal de un Hegemón eran increíblemente importantes y muy beneficiosos para ellos.

El vasto Caosverso en sí mismo era una historia diferente, ya que era innumerables veces más grande que cualquier Realverso y era tan poderoso que ningún Autarca podía soportar su poder para atarlo.

Solo un mítico Omega Omega sería capaz de algo así, mientras que incluso los Emperadores Eternos comunes podían atar un Otroverso.

¡La diferencia era enorme!

—Ella quería encontrar a un Autarca para revivirlos —dijo Señor de la Aniquilación—.

Este era su mayor objetivo, su razón de vivir.

Ning suspiró.

Aunque solo había pasado un tiempo con ella, pudo sentir cuán profundos eran sus sentimientos hacia esos tres hombres.

—Incluso un Autarca tendría que proteger y salvaguardar cuidadosamente mi Otroverso mientras trabaja para revivir a esos tres.

Es una tarea muy agotadora y problemática —dijo Señor de la Aniquilación—.

Y, en general, no es fácil convencer a un Autarca de que reviva a un Hegemón.

Prodigio de Píldoras una vez se las arregló para contactar a un Autarca, pero las condiciones que le puso fueron tan duras que incluso yo me sorprendí.

—¿Condiciones?

¿Cuáles fueron?

—Pidió tesoros equivalentes a mil Buques Reales en valor —dijo el Señor de la Aniquilación.

Incluso Ning se quedó sin palabras al escuchar esto.

Sin embargo, él sabía lo que el Autarca estaba pensando.

El cultivo estaba destinado a ser un camino peligroso: si todos los que morían en ese camino pudieran volver a la vida, ¿no se volvería la cultivación nada más que un juego?

Además, revivir almarreales tenía un impacto negativo en el tejido mismo de la realidad y las leyes del Caosverso.

Sí, solo tenía un pequeño impacto, pero todo sumaba.

Esto no era algo bueno, especialmente si los invasores de un Caosverso extranjero estaban al acecho.

Por otro lado, si se negaran por completo a revivir gente probablemente muchos cultivadores sentirían una desesperación absoluta.

Por eso optaron por poner requisitos muy estrictos para hacerlo.

¿Quieres que reviva a un Hegemón y a dos emperadores?

Seguro.

Dame tesoros que valgan mil Buques Reales.

—Apostaría a que ni siquiera los Sithe tienen tantos Buques Reales —dijo Ning y negó con la cabeza.

—Prodigio de Píldoras le pidió al Autarca que la guiara para encontrar suficientes tesoros, a lo que este le respondió que las Tierras de Sithe estaban llenas de tesoros, ¿pero era ella lo suficientemente fuerte como para ir por ellos?

Y así, desde que se convirtió en Hegemón, comenzó a hacer repetidos viajes a Tierras de Sithe.

A decir verdad, he conocido innumerables cultivadores, pero puedo contar con una mano las personas que son tan valientes y maníacas como ella en su búsqueda de los tesoros de Sithe.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo