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La era desolada - Capítulo 1409

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Capítulo 1409: 1409 No Temo A La Muerte Capítulo 1409: 1409 No Temo A La Muerte Editor: Nyoi-Bo Studio Ji Ning continuó buscando a los Sithe a lo largo de la Gran Oscuridad con el corazón lleno de tristeza y ansiedad.

—Bambú Verde…

No hay nada que tu maestro pueda hacer.

No puedo salvarte, pero tienes que escapar, tienes que hacerlo —murmuró Ning para sí mismo.

Sin Autarcas cerca que pudieran ayudarle, estaba casi garantizado que el frente de batalla de Nubeoculta en el que se encontraba Yang Quding quedaría destrozado.

Cuando esto sucediera, los Hegemones y los Emperadores no serían tan tontos como para luchar hasta el final.

Cuando supieran que iban a perder y que no recibirían ayuda, comenzarían a huir y se concentrarían en mantenerse con vida.

Sin embargo, el Sithe tenía muchos Hegemones e incluso más tesoros.

Los Hegemones huirían en todas las direcciones, pero los perseguirían sin descanso uno por uno.

Lograrían escapar apenas unos pocos, o quizás ninguno.

Ning, sin embargo, tenía algo de esperanza.

Su discípulo Bambú Verde tenía un Corazón Dao perfecto, era un Señor de Otroverso y tenía varios tesoros que Ning le había dado.

Era sin duda uno de los Hegemones más poderosos, mucho más que el Rey Solitario y, de hecho, estaba cerca del gobernante Llamadesol en el poder.

Sin embargo, ningún individuo, por muy fuerte que fuera, podría resistir a todo un ejército.

Aún así, Ning sintió que había alguna posibilidad de que su discípulo pudiera escapar y mantenerse con vida.

—Maldición.

¡Maldición!

Si mi avatar no estuviera atrapado en esa colmena, también podría encargarse de la seguridad de una zona que estuviera más cerca del frente de batalla de Nubeoculta y así podía rescatar a mi discípulo —pensó Ning con tristeza.

En ese momento, trece combatientes de la clase Autarca estaban dispersos por todo el Caosverso y cada uno era responsable de una zona específica.

El avatar de Ning también era un combatiente de la clase Autarca, pero estaba atrapado en la Colmena de la Aniquilación.

Dentro de la torre negra en el nexo de la colmena, el Ning con túnica dorada estaba sentado en la posición de loto con los ojos cerrados en meditación.

Un aura asombrosa de energía giraba a su alrededor en capas.

Estas ondas de poder emanaban el aura de la tierra profunda, de la hierba y la vegetación, del agua que fluía, de las llamas ardientes, de los minerales indestructibles.

Todas las diferentes ondas daban vueltas alrededor de Ning y conforme se acercaban a él, gradualmente se transformaban en ondas de espacio y de tiempo.

En el centro mismo, en el propio Ning, se transformaban en ondas de terrorífico poder destructivo.

Todo cerca de Ning era devorado y luego aniquilado.

¡Era cruda y pura aniquilación!

Todos los tipos de energía eran aniquilados y ni siquiera el Caosverso podía resistirse.

Los misterios profundos detrás de este poder superaban incluso la Esencia de Nacimiento Dao de la Destrucción de Autarca Ekong, el Autarca de la Aniquilación.

Si Ning pudiera dominar esa técnica, habría obtenido acceso a una técnica de poder absolutamente increíble.

—Todavía no lo logro del todo.

Algo falta —pensó Ning.

Se había basado en sus seis millones de ciclos de entrenamiento en el caos y las muchas ideas que había obtenido de la esfera de la aniquilación, pero aún sentía que era demasiado artificial y forzado.

El Dao era, sobre todo, natural.

Solo un Dao que era completo y natural podría describirse como “perfecto”.

Si simplemente intentaras imitar este poder destructivo, que Ning llamó “Olvido”, terminarías muy lejos de la realidad.

—Esta fuerza llamada Olvido destruye completamente todas las cosas a su paso.

Todas las formas de energía, los Cinco Elementos, Yin y Yang, Oscuridad y Luz, espacio y tiempo, todo en el Caosverso puede ser devorado y destruido.

Esto es lo que representa el “Olvido”.

—Comencé con una base de los Cinco Elementos, luego recurrí a los misterios de Yin y Yang y al del Ciclo de la Luz y la Oscuridad, para transformarlos en espacio-tiempo puro que luego se borra y produce partículas fundamentales donde el espacio y el tiempo no ya existen —pensó Ning.

No sabía qué ideas le faltaban, pero este proceso realmente había resultado en que obtuviera un nivel de comprensión mucho más profundo en todos sus Daos.

Si no hubiera sido por el proceso de comprensión para el “Olvido”, nunca habría entendido cómo los Cinco Elementos podían convertirse completamente en espacio-tiempo.

El espacio y el tiempo eran dos tipos únicos de energías de onda-partícula.

Cuando los dos actuaban el uno sobre el otro, daban a luz a Yin y Yang, Luz y Oscuridad, y también a los Cinco Elementos que, a su vez, daban lugar a muchas otras cosas.

—Carece de…

un alma.

Carece de esa cualidad por excelencia de ser parte de la naturaleza misma.

Ning continuó diseccionando muchos Daos diferentes, reflexionaba sobre sus conexiones mientras los comparaba con la forma en que operaba la esfera de aniquilación.

…

El avatar de Ning continuó meditando en el Dao de la Espada del Olvido, pues no había nada más que pudiera hacer.

Solo cuando lograra destruir la “esfera de aniquilación” podría abandonar este lugar.

Hasta que eso sucediera, el avatar tendría que permanecer allí y mantener también la formación de vórtice inverso.

En el distante frente de batalla de Nubeoculta, los Hegemones y Emperadores locales sufrían una derrota tras otra.

Ya se habían retirado a la formación defensiva final, la más poderosa que tenían.

Dentro de un hermoso mundo de flores y hierba verde, un hombre de túnica azul miraba los cielos que temblaban.

Se podían ver grietas dimensionales.

—Bambú verde, ¿alguna noticia?

—Inmortal de la Espada Bambú Verde, ¿vendrán los Autarcas a salvarnos?

Detrás de él había una gran cantidad de Hegemones y Emperadores.

Hasta ahora, ¡más del 70% de sus fuerzas originales todavía estaban vivas!

Esto era porque todos habían sacrificado sus avatares durante las partes más peligrosas de la batalla.

¡Incluso el avatar de Inmortal de la Espada Bambú Verde había muerto en la batalla!

Ya se habían retirado a las líneas de fondo.

Mientras permanecieran sus defensas finales, podrían seguir luchando, pero una vez que eso se rompiera, estaban perdidos.

—Cálmense.

Ya he pedido ayuda —dijo el Inmortal de la Espada Bambú Verde.

Los otros Hegemones y Emperadores esperaban ansiosos mientras mantenían la formación defensiva.

El Inmortal de la Espada Bambú Verde era el discípulo del legendario Señor Dao Norte Oscuro y además era favorecido por Autarca Ekong.

Aunque nadie sabía que Ning había tenido éxito en su segunda Fusión Dao y se convirtió en un Emperador, muchos estaban seguros de que los Autarcas vendrían a salvar a Bambú Verde.

Eso si podían llegar a tiempo.

De repente, el rostro de Bambú Verde se volvió sombrío y murmuró: —Los Autarcas no podrán llegar a tiempo.

Pasó su mirada por los otros Hegemones y Emperadores, quienes se pusieron pálidos al escucharlo.

La esperanza que habían sentido al instante se desvaneció y fue reemplazada por una profunda desesperación.

—Nos hemos quedado sin opciones.

Tendremos que arreglárnoslas solos —dijo Bambú Verde—.

Las formaciones de “micromundo” que protegen esta gran formación han sido derrotadas.

Incluso si seguimos luchando, solo podremos durar otros dos o tres días antes de estar completamente abrumados.

Para entonces, ninguno de nosotros podrá escapar.

Todos los Hegemones y Emperadores presentes estuvieron de acuerdo con esta evaluación.

—Por lo tanto…

deberíamos comenzar a proponer ideas sobre cómo escapar —dijo Bambú Verde.

Los líderes supremos de los cultivadores les habían dado sus órdenes hace mucho tiempo: si no podían ganar, ¡debían huir!

¡Cada sobreviviente contaba!

Si morían en la batalla, sus almarreales serían devoradas por esa técnica que tenían los Sithe.

¡Y su propio Caosverso se vería debilitado por esto!

En otras palabras, sobrevivir era una forma de victoria.

—Los Sithe establecieron muchas formaciones de escaneo y tienen más Hegemones y Emperadores que nosotros.

Incluso si nos dispersamos y huimos, nuestras posibilidades de sobrevivir son muy bajas, —dijo un Emperador preocupado.

—Siempre hay una posibilidad —dijo Bambú Verde—.

Hagamos nuestro mejor esfuerzo para engañar a los Sithe y obligarlos a dispersar sus fuerzas.

Cada sobreviviente cuenta como una victoria para mí.

—Podemos usar muchas de las otras formaciones y tesoros dispersos por todo el frente de batalla de Nubeoculta que abandonamos hace tiempo para frenar a los Sithe.

—Yo soy muy hábil para usar ilusiones y crear dopplegangers.

Si tengo los tesoros correctos, puedo lograr que a los Sithe se les complique saber dónde se encuentran nuestros miembros.

Los diversos Hegemones y Emperadores tenían sus propias especialidades, por lo que todos comenzaron a proponer ideas.

El buque de guerra Sithe era un problema particularmente especial: era tan rápido que estaba a la par con el Sol Negro.

¡Solo los Autarcas podían atraparlos y destruirlos!

Los buques de guerra también estaban equipados con formaciones de rastreo extremadamente sensibles.

Por lo tanto, muy pocos de ellos podrían no ser detectados.

Había cuatro hombres y mujeres parados junto a Bambú Verde.

Uno de ellos, un hombre musculoso y con armadura carmesí, dijo con voz incómoda: —Es todo culpa mía.

Yo fui el que te invitó a unirte a nosotros aquí en el frente de batalla de Nubeoculta.

Si estuvieras junto a Nuwa, el Señor del Reino Vientoengracia y Prodigio de Píldoras en su frente de batalla, no estarías en esta situación.

Los campos de batalla se dividieron según el rango y el estatus.

La Alianza de los Dieciséis Realversos y el Otroverso en el que vivía Prodigio de Píldoras estaban muy cerca uno del otro, por lo que se agruparon en un solo frente de batalla.

Ese era el frente de batalla que protegería la tierra natal de Señor Dao Norte Oscuro, un frente de batalla de primera clase que sería muy difícil de derrotar.

Bambú Verde había ido ahí solo porque sus amigos de toda la vida se encontraban en el frente Nubeoculta.

—Morir entre mis amigos es una bendición.

¿Qué hay que temer?

—dijo Bambú Verde y sonrió mientras miraba a estos cuatro queridos amigos suyos.

—Bambú Verde —dijo una doncella vestida de rojo y de repente extendió la mano para tomar su mano.

Bambú Verde inmediatamente se puso feliz y murmuró: —Claro Amanecer…

Esta mujer era la verdadera razón por la cual Bambú Verde había elegido ir a ese campo de batalla.

Había cortejado a Hegemón Claro Amanecer durante muchos años, pero ella siempre había dudado.

Ahora que lo había tomado de la mano, estaba claro que por fin decidió aceptarlo.

—Jajaja, ¡no temo a la muerte!

—dijo Bambú Verde y se rio a carcajadas.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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