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79: Capítulo 79 – ¡Ahogándose!
¡De vida o muerte!
79: Capítulo 79 – ¡Ahogándose!
¡De vida o muerte!
Editor: Nyoi-Bo Studio Después de repasar todo en su cabeza, An Xiaxia se dio cuenta de algo triste.
¡Había dejado su billetera en casa!
Al ver la expresión desdichada, pero adorable de su rostro, una sonrisa rápida cruzó la cara de Sheng Yize.
—El tío sabía que olvidaste traer dinero, así que me pasó un poco para ti —dijo pausadamente.
El rostro de An Xiaxia se iluminó.
—¡Dame un poco para el agua!
—¿Cuánto?
—Mm, diez yuanes —An Xiaxia abrió su blanca y delicada palma y le pidió dinero a Sheng Yize.
—Las gaseosas no son buenas para la salud.
Compra agua embotellada mejor y es más barata —dijo lentamente Sheng Yize, lo que dejó perpleja a An Xiaxia.
¿Por qué se entrometía en eso?
Sheng Yize sacó su billetera y encontró un billete de cinco yuanes, que le entregó a An Xiaxia.
—Toma.
An Xiaxia apretó los dientes.
—¡Eso es tan tacaño!
Sheng Yize la ignoró.
—¿Lo quieres o no?
Puedo volver a guardarlo.
—¡Sí!
¡Sí quiero!
—An Xiaxia tomó el dinero con impaciencia.
Qi Yanxi resopló de forma gruñona ante su cariñosa interacción.
En algún lugar encontró una espiga y la metió entre sus dientes.
Se sentía muy abandonado.
An Xiaxia se fue con alegría a buscar el agua cuando dio la casualidad de que el resto de la clase estaba tomando un descanso.
Chi Yuanfeng corrió hacia ellos y sujetó el hombro de Sheng Yize.
—Hermano, quiero un helado, ¡pero no tengo dinero conmigo!
¡Dame un poco!
¡Dame un poco de dinero!
Sheng Yize le paso su billetera con indiferencia.
—Tómalo.
Qi Yanxi resopló de nuevo.
¡Así que había actuado como un tacaño solo para hablar más con An Xiaxia!
¡Este manipulador no había cambiado en nada desde hace dos años!
Cinco minutos después.
Chi Yuanfeng había regresado con su helado, pero no había señales de An Xiaxia.
Sheng Yize frunció el ceño.
—¿Viste a An Xiaxia?
—le pregunto a Chi Yuanfeng.
Chi Yuanfeng dio un mordisco a su helado y habló con la boca llena.
—Quizás fue a otra tienda.
Creo que Jian Xin’er y Li Canxing fueron allá también.
Las pupilas de Sheng Yize se contrajeron al oír esas palabras y parecía estar emitiendo un aura mortífera y fría.
Qi Yanxi se puso de pie al percibirlo, deseoso por intercambiar puñetazos.
No obstante, Sheng Yize lo ignoró y se dirigió hacia la tienda.
Cuando llegó ahí, las chicas no estaban por ningún lado.
Le preguntó de forma discreta a la vendedora, que le pidió una foto autografiada antes de parlotear.
—Ah, esas chicas.
Fueron a jugar al arroyo juntas, dijeron que volverían pronto.
Las cejas de Sheng Yize se juntaron y rápidamente fue en esa dirección.
– En el arroyo.
An Xiaxia pateó las piedras a sus pies mientras que Su Xiaomo tronaba sus nudillos.
—Ey, ¿acaso intentaron desquitarse con mi tontita Xia?
—gritó Su Xiaomo.
Se encontró con ellas cuando intentaron detener a An Xiaxia en la entrada de la tienda y las había traído a todas ahí.
Puede que luchar contra la violencia con más violencia no fuese lo ideal, ¡pero era la mejor forma de encargarse de estas pequeñas zorras!
Ding Yiyi y Jian Xin’er tropezaron hacia atrás, aparentemente asustadas.
Por otra parte, Li Canxing permaneció serena.
—No tenemos nada que decirte.
Dio un paso adelante y Su Xiaomo levantó una mano para detenerla.
Entonces, Li Canxing le dio un codazo a propósito, provocando que Su Xiaomo perdiera el equilibrio y chocara con An Xiaxia.
¡Las rocas a los pies de An Xiaxia estaban tan resbalosas que cayó al agua de inmediato!
—Aaah —gritó.
Li Canxing sonrió satisfecha, pero aun así logró fingir sorpresa.
—Vaya, pensé que An Xiaxia era tu amiga.
¿Por qué la empujaste?
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