Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Configuración de usuario
Iniciar sesión Registrarse
Anterior
Siguiente

Lo qué el viento no se llevó - Capítulo 11

  1. Inicio
  2. Todas las novelas
  3. Lo qué el viento no se llevó
  4. Capítulo 11 - 11 Capítulo 11
Anterior
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

11: Capítulo 11 11: Capítulo 11 Muy entrada la noche, Vera pidió un taxi para ella y Emma, para irse a casa, pero insistí mucho en acompañarlas, durante el viaje Emma estuvo un poco inquieta, estando cerca de la casa de Vera ella se quedó dormida en mi brazos.

Me contaba que hoy solo había trabajado mediodía porque a la niñera de Emma le había surgido una emergencia y la dejó en casa de Mónica en lo que Vera llegaba.

Cuando llegamos, nos bajamos los tres del taxi, por primera vez, sentí que pertenecía.

No solo a un lugar, sino a un pequeño universo que giraba en torno a Vera y Emma, se sintió bien por un momento imaginar que ellas eran parte de mi familia, de mi mundo.

El apartamento de Vera es pequeño en comparación a otros, una sala pequeña con su cocina a un lado y dos habitaciones.

Ella me indicó cual era la habitación de Emma para poder acostarla, repitiendo que no se despertara y durmiera toda la noche para que ella también pudiera descansar.

Vera ajustó la puerta con cuidado de no despertarla.

—En serio, Noah, no sabes cuánto te agradezco de hayas estado pendiente de Emma.

—dijo ella.

—No es nada, para mí es una gran alegría que ella se haya dado conmigo.

Y por primera vez, un silencio incomodo.

No sabía si debía irme, podía entrar a trabajar más tarde teniendo en cuenta que no tengo reuniones programadas, quedarme aquí con ellas a pasar la noche, pero no estaba seguro de que Vera lo viera de la misma manera.

—Isaac me dijo que llegaría mañana temprano para las fiestas.

—dijo Vera para romper con la tensión.

—¿Qué te gustaría hacer?

—¿Por qué debo escoger yo?

—Eres la visita, habrá cosas que desees hacer antes de regresar, ¿no?

—Regresar… —dije con un poco de nostalgia.

—La verdad es que ya no estoy seguro si regresar.

—¿Quieres beber algo?

Vera fue a la cocina y sacó dos cervezas de su nevera, señaló el sofá y nos sentamos, allí le conté sobre mis dilemas si quedarme o irme de nuevo a recorrer el mundo.

—Es una situación muy difícil.

—¿Tú qué harías?

Cuando te dije que te fueras conmigo te mostraste muy decidida a no irte.

—Estaba con Alex para ese momento, la única persona que pensé que tenía.

—¿Te arrepientes no haberte ido en ese momento?

—pregunté por como me había respondido con un poco de tristeza.

—Quizá de haberlo hecho no hubiera sufrido su infidelidad, pero de haberme ido, Emma no estaría conmigo, así que estoy cero arrepentida.

—dijo ella y le dio un sorbo a su cerveza.

—Verás, no me siento arrepentida de ninguna de mis decisiones, porque si las tomé, fue porque en su momento así lo anhelaba, tomarlas o no habría traído consecuencias de igual forma.

—Si, pero seguramente unas consecuencias diferentes.

—Es cierto, pero jamás sabremos que diferente hubieran sido, porque no podemos echar el tiempo hacia atrás, solo nos queda vivir el ahora.

Suspiró largo por un momento y se quedó en silencio mirando su lata.

—¿Y tú?

¿Hay algo de lo que te arrepientas?

—preguntó.

Tomé un largo trago de cerveza para lo que estaba a punto de hacer.

—De muchas cosas si te soy honesto, no tengo el mismo pensamiento que tú.

Siempre me vive comiendo la idea de lo que pude haber hecho si me hubiera quedado aquí.

—¿Cómo qué?

—Como estar más cerca de mi familia, más cerca de Thomas… más cerca de ti.

—Lo hubieras podido estar aún en la distancia.

Con tal, todos los días vemos el mismo sol salir y volver a ocultarse, ¿no?

—Pero hay cosas que no puedo hacer desde la distancia… Me acerqué lo suficiente a ella que solo podía sentir su respiración tan cerca de mí y mi corazón latiendo a mil por hora, temí por un momento que fuera una vez más un sueño, temí que ella no quisiera, que fuera a rechazarme de una manera definitiva.

—Aléjate si no quieres.

—le dije acercándome cada vez mas a ella.

—¿Y si no quiero alejarme?

—preguntó.

Siempre me pregunté como sería besar sus labios, gruesos, rosados y que siempre evocaban una hermosa sonrisa.

Puse mis labios sobre los suyos y ella me correspondió el beso de una manera muy dulce y gentil, por un corto tiempo pude disfrutarlos, pero si me fuera mañana, ya no me iría con esa duda una vez más.

Se separó de mí suavemente por un momento, me miraba con cautela y me sonrió, pasaba sus dedos por mi rostro, hasta que un golpe y un sollozo ensordecedor borró su sonrisa.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo